Principios

Dominio versus Tiranía
ha dicho Dios: No comeréis de él, ni lo tocaréis, para que no
muráis” (v. 2-3). Ella tenía la mayor parte de su información
correcta, así que el siguiente plan del diablo fue tratar de
despreciar la integridad de Dios ante los ojos de ella. “La
serpiente dijo a la mujer: Ciertamente no moriréis. Pues Dios
sabe que el día que de él comáis, serán abiertos vuestros ojos
y seréis como Dios, conociendo el bien y el mal” (v. 4-5). Eva
sucumbió ante la tentación, y Adán se unió a ella a través
de su propia voluntad, y ambos comieron el fruto del árbol.
(Favor de ver v. 6.)
El Hombre-Espíritu Rechazó los
Propósitos de Dios
Esta decisión dio como resultado la muerte espiritual
del hombre y de la mujer y su expulsión del Jardín del
Edén por manos de Dios. (Favor de ver v. 7-24.) Debes darte
cuenta que era el hombre-espíritu—quien era el ser espiritual
responsable—y que estaba dentro tanto del hombre como de
la mujer, quien hizo esta elección fatal de comer el fruto,
desobedeciendo el mandamiento de Dios. Esta es la razón por
la cual el dilema de la raza humana es un dilema espiritual.
Cuando Adán y Eva se rebelaron, ellos de inmediato
sufrieron una muerte espiritual—tal
y como Dios les había advertido—y
eventualmente las casas físicas que
Dios les había dado a ellos para que
vivieran sobre la tierra, también
murieron. Sin embargo, la muerte
espiritual fue el peor predicamento
de los dos, debido a que los separó de
su comunión anteriormente perfecta con Dios. Dios todavía
los amaba, pero ellos ya no tenían el mismo canal abierto
hacia El con el cual pudieran recibir Su amor. Mientras que
ellos todavía retenían elementos de su creación a la imagen
de Dios, ellos ya no reflejaban perfectamente ni la naturaleza
ni el carácter de su Creador.
El diablo había presentado delante de Adán y Eva una
gran mentira, y ellos cayeron por causa de ello, para su propio
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Nuestras propias
ideas acerca
de nuestro
propósito son
muy limitadas.