Principios

Entendiendo el Propósito y el Poder de los Hombres
de una plaga. ¿Cómo es que tú reaccionas ante las plagas? Te
alejas tanto como puedas de ellas. Tú te aíslas y te proteges
de ellas.
“Todos los demás pecados que un hombre comete están
fuera del cuerpo, pero el fornicario peca contra su propio
cuerpo” (v. 18). Pablo estaba diciendo, “Si tú robas, esto es
fuera del cuerpo. Si tú peleas, esto es fuera del cuerpo. Si tú
maldices a alguien, esto es fuera del cuerpo”. Tú no te haces
uno con la persona a quien le has dado una cachetada, o
a quien tú has maldecido. Pero cuando tú tienes sexo con
una mujer, tú ya no te vas a poder separar de ella. Debes
recordar que el acto sexual es un pacto. Algunos hombres
no pueden entender cómo es que en una pareja, los dos
pueden dormir juntos por un tiempo, y entonces, cuando
ambos deciden romper esa relación, tienen mucha dificultad
para que cada uno pueda hacer su propia vida aparte. Esto
se debe a que la separación causa un verdadero trauma en
el alma de ellos. Esto es un asunto muy serio. Esta es la
razón porque las relaciones fuera del plan de Dios pueden
ser tan peligrosas.
¿O no sabéis que vuestro cuerpo es templo del Espíritu
Santo, que está en vosotros, el cual tenéis de Dios,
y que no sois vuestros? Pues por precio habéis sido
comprados; por tanto, glorificad a Dios en vuestro
cuerpo y en vuestro espíritu, los cuales son de Dios.
(1a. Corintios 6:19-20)
Tu cuerpo le pertenece a Dios por duplicado. El no
sólo te creó y punto; El también Te compró, y el precio fue
muy alto. Tu cuerpo es propiedad de Dios. ¿Cómo puedes
honrar a Dios con tu cuerpo? Primeramente, por medio de
esperar hasta que te cases para tener relaciones sexuales,
y en segundo lugar, por medio de tener sexo sólo con tu
esposa. Tú eres el templo de Dios. Tú levantas tus manos
para adorar a Dios; tú puedes usar esas mismas manos
para acariciar a tu esposa. Ambos hechos son muy santos
ante la vista de Dios.
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