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Principios

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Entendiendo el Propósito y el Poder de los Hombres<br />

alguien que reciba lo que él tiene que dar. Si él no tiene alguien<br />

a quien darle, esto afecta la manera como él se siente con<br />

relación a sí mismo como hombre. Muchas mujeres hoy en día<br />

piensan de ellas mismas como que son muy independientes,<br />

pero ellas necesitan aprender a recibir de sus esposos, de sus<br />

prometidos o de sus novios. Ellas necesitan aprender lo mucho<br />

que significa para los hombres el ser capaces de darles—y<br />

ellas deberían permitirles a ellos que lo hagan. Algunas<br />

veces, el hecho de ser un proveedor puede ser considerado<br />

solamente como una función para algunos hombres, pero<br />

el hecho de dar es una función que está relacionada con la<br />

necesidad y con el diseño del hombre.<br />

Dios diseñó al hombre para que tome satisfacción, tanto<br />

del hecho de trabajar como del hecho de proveer. Cuando<br />

él es capaz de hacer estas dos cosas, él va a ser un hombre<br />

feliz. Si tú quieres menospreciar la naturaleza de un hombre,<br />

entonces, ponte a proveer, en lugar de dejar que sea él quien<br />

provea. Esto puede soñar extraño, pero, debido a que unos<br />

cuantos hombres les gusta flojear, no significa que todos los<br />

hombres son así. Si una esposa le dice a su marido que él no<br />

necesita comprarle a ella comestibles, que ella no necesita que<br />

él haga algo para ella, ella está haciendo pedazos una parte<br />

esencial de su ser de él.<br />

Si tú eres una mujer que tiene una buena educación y<br />

un buen trabajo, tú necesitas tener mucho cuidado. Tú tal<br />

Cuando un<br />

hombre pierde<br />

su trabajo, es<br />

como si su vida<br />

se le viniera<br />

abajo en<br />

pedazos.<br />

vez te sientas tentada a decirle—o por<br />

lo menos a insinuarle—a tu marido,<br />

“Yo no te necesito, y tampoco necesito<br />

nada de lo que tú tienes. Tienes tanta<br />

suerte que yo me haya casado contigo”.<br />

Tú no sabes qué tanto esto le afecta.<br />

El hombre ha sido diseñado para ser<br />

un proveedor; por lo tanto, no importa<br />

qué tanto dinero tú ganes, tú debes<br />

asegurarte de animarlo como proveedor. Debes hacerlo de<br />

tal manera que él ni siquiera note que lo estás haciendo.<br />

Entonces, deja que él te bendiga con lo que él pueda darte.<br />

Cada vez que un hombre siente que no está proveyendo, tú<br />

vas a tener un hogar muy infeliz.<br />

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