13.05.2013 Views

Descargar - Colegio Profesional de Fisioterapeutas de Castilla - La ...

Descargar - Colegio Profesional de Fisioterapeutas de Castilla - La ...

Descargar - Colegio Profesional de Fisioterapeutas de Castilla - La ...

SHOW MORE
SHOW LESS

You also want an ePaper? Increase the reach of your titles

YUMPU automatically turns print PDFs into web optimized ePapers that Google loves.

Volumen 15 Número 1<br />

Enero-Abril 2012<br />

ISSN: 1575-4847<br />

• Reeducación <strong>de</strong>l control postural en bipe<strong>de</strong>stación a través <strong>de</strong>l pie.<br />

Reducacion of the control postural in standing across to the foot.<br />

Beatriz María Mula Melenchón y María José Macías Cruces<br />

• Fisioterapia en la fractura <strong>de</strong> ca<strong>de</strong>ra intervenida quirúrgicamente en el anciano. Revisión<br />

bibliográfica.<br />

Physiotherapy in hip fracture surgery in the el<strong>de</strong>rly. Literature review.<br />

E. Marqués Sulé y Emilia Andrea Medina Higuera<br />

• Ejercicio físico en la Esclerosis <strong>La</strong>teral Amiotrófica.<br />

Exercise in Amyotrophic <strong>La</strong>teral Sclerosis.<br />

Ana Isabel Macías-Jiménez y Miguel Avenza-Jaén<br />

• Evi<strong>de</strong>ncias cientificas sobre Fisioterapia en las Tendinitis <strong>de</strong>l Manguito Rotador y<br />

Sindrome <strong>de</strong> Rozamiento Subacromial.<br />

Cientific evi<strong>de</strong>nces about Fisiotherapy in Rotator cuff Tendonitis and Inpingement<br />

Syndrome.<br />

Isabel Vilar Gálvez


LA NUEVA GENERACIÓN EN LA ADMINISTRACIÓN PÚBLICA<br />

El perfil <strong>de</strong> los fisioterapeutas que trabajan en la administración pública ha cambiado <strong>de</strong>s<strong>de</strong> que comenzaran<br />

su andadura los primeros fisioterapeutas, que se iniciaron como una especialidad <strong>de</strong> enfermería. Quizás hayamos<br />

perdido mucho al <strong>de</strong>sligarnos <strong>de</strong> la enfermería y emanciparnos como una carrera propia, ya que nuestra<br />

representación en todas las negociaciones es escasa o nula, por no <strong>de</strong>cir <strong>de</strong> las controversias en el uso <strong>de</strong> agujas<br />

<strong>de</strong> acupuntura para diferentes técnicas como punción seca, EPI, acupuntura, etc.<br />

El caso es que, aquellos fisioterapeutas, pudieron tener una estabilidad laboral a corto-medio plazo (en su<br />

mayoría), ya que, al ser pocos, la lucha en las oposiciones era menor y la bolsa <strong>de</strong> trabajo se movía mucho. <strong>La</strong><br />

mayoría tenían, y tienen, clínicas propias don<strong>de</strong> continúan <strong>de</strong>sarrollando su labor profesional en el ámbito privado;<br />

ya que la <strong>de</strong>manda al inicio iba creciendo y los fisioterapeutas no eran muchos.<br />

En la actualidad la mayoría <strong>de</strong> los fisioterapeutas que trabajan en la administración pública no obtienen<br />

estabilidad laboral a corto-medio plazo, la mayoría enca<strong>de</strong>nan contratos eventuales que, en muchas ocasiones, la<br />

administración se resiste a convertir en interinida<strong>de</strong>s. A<strong>de</strong>más estos fisioterapeutas <strong>de</strong>ben luchar muy duro por<br />

intentar sacar una plaza en oposición, puesto que la competencia es amplia y fuerte. Un <strong>de</strong>talle a tener en cuenta<br />

es que, en su mayoría, sólo trabajan para la administración pública, lo que disipa cualquier conflicto <strong>de</strong> intereses<br />

que sí tienen (o pue<strong>de</strong>n tener) los profesionales sanitarios que tienen empresa propia y que <strong>de</strong>sarrollan su labor<br />

como sanitarios también en el ámbito privado. Pero esta generación, que <strong>de</strong>ci<strong>de</strong> apostar sus cartas a una incierta<br />

sanidad pública, no <strong>de</strong>ja <strong>de</strong> formarse, aunque sólo pueda <strong>de</strong>sarrollar lo nuevo aprendido en un ámbito en el que<br />

no van a sacar un rendimiento económico <strong>de</strong>l nuevo conocimiento adquirido.<br />

En este momento en el que tantos fisioterapeutas <strong>de</strong>ci<strong>de</strong>n cursar otras carreras para intentar tener un porvenir<br />

profesional, o para mejorar su presente, sigue existiendo una vocación por hacer las cosas bien hechas aún no<br />

obteniendo ningún beneficio económico a <strong>de</strong>terminados esfuerzos.<br />

Precisamente ahora el sistema público tien<strong>de</strong> a naufragar porque no le <strong>de</strong>jan otra opción, porque, me atrevo a<br />

<strong>de</strong>cir, que los trabajadores <strong>de</strong>l mismo no son el problema, ya que la ten<strong>de</strong>ncia es a trabajar en exclusividad para<br />

la administración, con más precariedad en los contratos y con mejor formación. Pero los intereses económicos<br />

<strong>de</strong>rivados <strong>de</strong> las posibles privatizaciones harán sombra al esfuerzo <strong>de</strong> tanta gente que día a día da lo mejor en su<br />

trabajo, aunque los llamen, a veces con <strong>de</strong>sprecio: funcionarios.<br />

2 Fisioter calid vida.2012;15(1)<br />

Editorial<br />

Esther García Delgado


Vol.15 Núm.1 2012<br />

Fisioter calid vida.2012;15(1)<br />

3


D. Pedro Marín Carratalá. Murcia (España).<br />

D. Antonio T. Ríos Cortés. Murcia (España).<br />

Dª. Mª Eulalia Martínez Fernán<strong>de</strong>z. Murcia (España).<br />

D. Alejandro Garrido Vallés. Murcia (España).<br />

D. Victor Jiménez Ruiz. Murcia (España).<br />

D. César Fernán<strong>de</strong>z <strong>de</strong> las Peñas. Madrid (España).<br />

D. Adalbert I. Kapandji. París (Francia).<br />

D. Ángel Martínez Carrasco. Murcia (España).<br />

D. Antón De Wijer. Utrecht (Holanda).<br />

Dª. Antonia Jiménez Conesa. Murcia (España).<br />

Dª. Carolina Vázquez Villa. Murcia (España).<br />

Dª. Cristina Aramburu <strong>de</strong> Vega. Valencia (España).<br />

D. David G. Simons. Covington (EEUU).<br />

D. Diego Albala<strong>de</strong>jo Monreal. Murcia (España).<br />

D. Francisco Checa Olmos. Almería (España).<br />

D. Francisco Javier Jimeno Serrano. Murcia (España).<br />

D. Gary Heir. New Jersey (EEUU).<br />

D. Iban Arrien Celaya. Pais Vasco (España).<br />

D. José Luis García Madrid. Murcia (España).<br />

D. Joseph Benítez Martínez. Valencia (España).<br />

D. Jorge Rodrigo Rodríguez. Madrid (España).<br />

D. Juan Antonio Montaño Munuera. Murcia (España).<br />

D. Julián Maya Martín. Sevilla (España).<br />

D. Leon Chaitow. Inglaterra (Gran Bretaña).<br />

Revista <strong>de</strong> Fisioterapia y Calidad <strong>de</strong> Vida<br />

DIRECCIÓN EDITORIAL<br />

Dña. Esther García Delgado Murcia (España)<br />

SUBDIRECCIÓN<br />

D. Antonio Tomás Ríos Cortés. Murcia (España)<br />

COORDINADOR<br />

D. Francisco Ruiz Salmerón. Murcia (España)<br />

Comité <strong>de</strong> Redacción<br />

Comité <strong>de</strong> Científico<br />

D. Jaime Espinosa Carrasco. Murcia (España).<br />

D. Fulgencio Buendía López. Murcia (España).<br />

D. Javier Meroño Gallut. Murcia (España).<br />

D. José Manuel Ortiz Marín. Murcia (España).<br />

D. Juan Martínez Fuentes. Murcia (España).<br />

Dª. María Antonia Murcia González. Murcia (España).<br />

FE DE ERRATAS: Por error no se habían incluido entre los nombres <strong>de</strong>l Comité Científico a: D. Ángel Martínez Carrasco, D. Mariano Martínez González,<br />

D. Francisco Javier Jimeno Serrano, D. Víctor Zamora Conesa, Dña. Antonia Gómez Conesa y D. Juan Antonio Montaño Munuera.<br />

4 Fisioter calid vida.2012;15(1)<br />

D. Leopold Busquet. Pau (Francia).<br />

D. Marc Van Zuilen. Madrid (España).<br />

D. Manuel Albornoz Cabello. Sevilla (España).<br />

D. Manuel Valls Barberá. Valencia (España).<br />

D. Mariano Martínez González. Murcia (España).<br />

Dª. Michèle Esnault. (Francia).<br />

D. Orlando Mayoral <strong>de</strong>l Moral. Toledo. (España).<br />

D. Rafael Aleixandre Benavent. Valencia (España).<br />

D. Robert Gerwing. Bethesda, Maryland. (EEUU).<br />

D. Tomás Alías Aguiló. Islas Baleares (España).<br />

D. Víctor Zamora Conesa. Murcia (España).<br />

D. Victorino <strong>de</strong> la Fuente Crespo. Madrid (España).<br />

D. José Luis <strong>de</strong> la Hoz Aizpurua. Madrid (España).<br />

D. Andrzej Pilat. (Venezuela).<br />

D. Mariano Rocabado Seaton. Santiago <strong>de</strong> Chile (Chile)<br />

D. Juan Madrid Conesa. Mucia (España)<br />

D. Francisco Checa Olmos. Almería (España)<br />

D. Nils Ove An<strong>de</strong>rsson Silva. (España)


• Reeducación <strong>de</strong>l control postural en bipe<strong>de</strong>stación a través <strong>de</strong>l pie.<br />

Reducacion of the control postural in standing across to the foot . --------------------------------6<br />

Beatriz María Mula Melenchón y María José Macias Cruces<br />

• Fisioterapia en la fractura <strong>de</strong> ca<strong>de</strong>ra intervenida quirúrgicamente en el anciano.<br />

Revisión bibliográfica.<br />

Physiotherapy in hip fracture surgery in the el<strong>de</strong>rly. Literature review.--------------------------14<br />

Elena Marqués Sulé y Emilia Andrea Medina Higuera<br />

• Ejercicio físico en la Esclerosis <strong>La</strong>teral Amiotrófica.<br />

Exercise in Amyotrophic <strong>La</strong>teral Sclerosis. --------------------------------------------------------------20<br />

Ana Isabel Macías-Jiménez y Miguel Avenza-Jaén<br />

• Evi<strong>de</strong>ncias cientificas sobre Fisioterapia en las Tendinitis <strong>de</strong>l Manguito Rotador y<br />

Sindrome <strong>de</strong> Rozamiento Subacromial.<br />

Cientific evi<strong>de</strong>nces about Fisiotherapy in Rotator cuff Tendonitis and Inpingement<br />

Syndrome ----------------------------------------------------------------------------------------------------28<br />

Isabel Vilar Gálvez<br />

Sumario<br />

• Normas generales para la presentación <strong>de</strong> artículos científicos originales. --------------38<br />

EDITAN: <strong>Colegio</strong> <strong>de</strong> <strong>Fisioterapeutas</strong> <strong>de</strong> la Región <strong>de</strong> Murcia, <strong>Colegio</strong> <strong>de</strong> <strong>Fisioterapeutas</strong> <strong>de</strong> la Comunidad Valenciana, <strong>Colegio</strong> <strong>de</strong> <strong>Fisioterapeutas</strong> <strong>de</strong>l País Vasco<br />

y <strong>Colegio</strong> <strong>de</strong> <strong>Fisioterapeutas</strong> <strong>de</strong> <strong>Castilla</strong> <strong>La</strong> Mancha. © Copyright 2008. <strong>Colegio</strong>s <strong>de</strong> <strong>Fisioterapeutas</strong>.<br />

Preimpresión e Impresión: LIBECROM, S.A.. Reservados todos los <strong>de</strong>rechos. Ninguna parte <strong>de</strong> esta publicación pue<strong>de</strong> ser reproducida, transmitida<br />

<strong>de</strong> ninguna forma o medio alguno, electrónico o mecánico, incluyendo fotocopias, grabaciones o cualquier sistema <strong>de</strong> recuperación <strong>de</strong> almacenaje <strong>de</strong><br />

información, sin la autorización por escrito <strong>de</strong>l titular <strong>de</strong>l Copyright. Periodicidad trimestral. Depósito Legal: M-41050-1998. ISSN: 1575-4847<br />

Fisioter calid vida.2012;15(1)<br />

5


Reeducación <strong>de</strong>l control postural en bipe<strong>de</strong>stación a través <strong>de</strong>l pie.<br />

RESUMEN<br />

Reducacion of the control postural in standing across to the foot.<br />

Beatriz María Mula Melenchón.<br />

Fisioterapeuta <strong>de</strong>l Hospital Virgen <strong>de</strong>l Alcázar en Lorca.<br />

María José Macías Cruces<br />

Fisioterapeuta <strong>de</strong>l Centro <strong>de</strong> Fisioterapia y Rehabilitación Physios en Estepona (Málaga).<br />

Dirección para correspon<strong>de</strong>ncia:<br />

Beatriz María Mula Melenchón.<br />

C/ Eulogio Periago nº 11 - 30800 Lorca (Murcia)<br />

Teléfono: 669 58 48 91 - E-mail:beatrizmula@gmail.com<br />

Normalmente concebimos el cuerpo humano y sus<br />

estructuras <strong>de</strong> modo aislado, error que no se <strong>de</strong>be<br />

cometer en el análisis <strong>de</strong>l control postural <strong>de</strong> la<br />

bipe<strong>de</strong>stación, don<strong>de</strong> vemos que intervienen musculatura<br />

como: abductor <strong>de</strong>l V <strong>de</strong>do, interóseos plantares y<br />

dorsales, tríceps sural, isquiosurales, multífidos,<br />

isquiococcigeos y elevador <strong>de</strong>l ano. Observamos tras la<br />

revisión bibliográfica realizada en las bases <strong>de</strong> datos<br />

Pubmed, Souchard, Sutherland, Busquet y GDS,<br />

diferencias que muestran los diferentes autores en cuanto<br />

a la responsabilidad <strong>de</strong> dichos músculos en el control<br />

postural. Pero es clara la importancia <strong>de</strong>l pie y sus<br />

estrechas relaciones con el sistema vestibular que<br />

transfiere el estimulo a la musculatura estática que busca<br />

la extensión <strong>de</strong> nuestro cuerpo.<br />

Objetivos: Evaluar si existen cambios morfológicos <strong>de</strong>l<br />

apoyo plantar y <strong>de</strong> la estática tras la realización <strong>de</strong>l<br />

tratamiento propuesto.<br />

6 Fisioter calid vida.2012;15(1)<br />

Material y método: En una muestra <strong>de</strong> 15 personas se<br />

realizará los siguientes procedimientos: 1) firma <strong>de</strong>l<br />

consentimiento informado, 2) formalización <strong>de</strong> la historia<br />

clínica basada en el ICF, 3) marcación <strong>de</strong> los puntos <strong>de</strong><br />

referencia cineantropométricos para la posterior<br />

medición, 4) realización <strong>de</strong> la fotografía en el plano<br />

sagital, 5) toma <strong>de</strong> muestra <strong>de</strong>l apoyo plantar, 6)<br />

realización <strong>de</strong>l tratamiento, 7) repetición <strong>de</strong> los pasos 4 y<br />

5. Todas las imágenes serán tratadas a través <strong>de</strong>l<br />

programa <strong>de</strong> análisis <strong>de</strong> imagen Image J v.1.36. y se<br />

realizara una comparativa <strong>de</strong> los datos obtenidos previa y<br />

posteriormente a la intervención terapéutica.<br />

Conclusiones: El tratamiento fisioterápico <strong>de</strong>l pie, según<br />

el concepto Bobath, mejora el equilibrio. Po<strong>de</strong>mos intuir<br />

la eficacia <strong>de</strong> dicho tratamiento sobre todo en persona<br />

con el pie cavo.<br />

Palabras claves: Equilibrio postural, extremidad inferior,<br />

pie, fisioterapia, fotografía.


Reeducación <strong>de</strong>l control postural en bipe<strong>de</strong>stación a través <strong>de</strong>l pie<br />

ABSTRACT<br />

Normally we conceived the human body and its structures<br />

of isolated way, error that is not due to commit in the<br />

analysis of the postural control of the bipe<strong>de</strong>stación,<br />

where we see that they take part musculature like:<br />

abductor of the V plantar and dorsal, triceps sural,<br />

isquiosurales finger, interóeos, multífidos, isquiococcigeos<br />

and elevating of the anus. We observed after the<br />

bibliography revision ma<strong>de</strong> in the data bases Pubmed,<br />

Souchard, Sutherland, Busquet and GDS, differences that<br />

show the different authors as far as the responsibility from<br />

these muscles in the postural control. But importance of<br />

the foot and its narrow relations with the system of<br />

vestibular that it transfers I stimulate to the static muscle<br />

that looks for the extension of our body. OBJECTIVE: To<br />

evaluate if morphologic changes of the plantar support<br />

and statics exist after the accomplishment of the proposed<br />

treatment. MATERIALS And METHODS: In a sample of 15<br />

people it will be ma<strong>de</strong> the following procedures: 1)<br />

company/signature of the informed consent, 2)<br />

formalization of the clinical history based on the ICF, 3)<br />

bearing of the cineantropometricos datum points for the<br />

later measurement, 4) accomplishment of the photograph<br />

in the saggital plane, 5) taking of sample of the plantar<br />

support, 6) accomplishment of the treatment, 7) repetition<br />

of steps 4 and 5. All the images will be treated through<br />

proceeds of image analysis image J v.1.36. and a<br />

comparative one of the data collected previously and to<br />

the therapeutic intervention was ma<strong>de</strong> later.<br />

Key words: Postural balance, Lower extremity, foot,<br />

physical therapy, photography.<br />

Conclusions: The treatment of Physical therapy of the foot,<br />

according to the concept Bobath, improves the balance.<br />

We can feel the efficiency of the above mentioned<br />

treatment especially in person with the high instep.<br />

INTRODUCCIÓN<br />

Beatriz María Mula Melenchón y María José Macías Cruces<br />

El cuerpo humano y su postura, se interrelaciona a través <strong>de</strong><br />

las ca<strong>de</strong>nas musculares y su funcionalidad viene <strong>de</strong>scrita<br />

por el tipo <strong>de</strong> fibras que las compone. Nos vamos a centrar<br />

en la <strong>de</strong>scripción <strong>de</strong> los músculos, que en las referencias<br />

bibliográficas consultadas nos marcan una importancia<br />

clara en el control postural y sobre los que aplicaremos la<br />

propuesta terapéutica: abductor <strong>de</strong>l V <strong>de</strong>do, interóseos<br />

plantares y dorsales, tríceps sural, sóleo, bíceps femoral,<br />

semitendinoso, semimembranoso, multífidos, coccígeo,<br />

elevador <strong>de</strong>l ano, pubococcigeo, iliococcigeo (1).<br />

Po<strong>de</strong>mos mencionar que hay discrepancias entre la teoría<br />

propuesta por diferentes autores. Bousquet nos divi<strong>de</strong> entre<br />

ca<strong>de</strong>na anterior dinámica don<strong>de</strong> nos incluye el<br />

semimembranoso y ca<strong>de</strong>na anterior estática <strong>de</strong> flexión<br />

don<strong>de</strong> nos incluye el suelo pélvico, y en ca<strong>de</strong>na posterior<br />

estática <strong>de</strong> extensión a los multífidos y en la dinámica<br />

interóseos y sóleo. En las ca<strong>de</strong>nas cruzadas nos incluye al<br />

suelo pélvico y en la lateral estática la fascia plantar (2).<br />

Souchard lo divi<strong>de</strong> en ca<strong>de</strong>na anterior estática: soleogemelos,<br />

semimembranos, semitendinoso y multifidos,<br />

mientras que en ca<strong>de</strong>na posterior estática incluye a soleo,<br />

gemelos, semimembranoso, semitendinoso y multífidos (3).<br />

Es importante conocer el tipo <strong>de</strong> fibra que poseen los<br />

músculos, atendiendo a que po<strong>de</strong>mos diferenciar fibras<br />

blancas tipo I (gruesas y rápidas), también <strong>de</strong>nominadas FT,<br />

que actúan en los casos en que se exige un rendimiento<br />

rápido e intenso <strong>de</strong>l músculo, don<strong>de</strong> incluimos a los<br />

gemelos ó fibras rojas o tipo II (finas y lentas), que actúan<br />

cuando el músculo trabaja con poca intensidad como por<br />

ejemplo el soleo, los isquiosurales y multífidos.<br />

A<strong>de</strong>más <strong>de</strong>bemos mencionar que el en<strong>de</strong>rezamiento <strong>de</strong> la<br />

columna dorsal se realiza a través <strong>de</strong>l diafragma que se<br />

encarga <strong>de</strong> la extensión <strong>de</strong> las tres primeras vértebras<br />

lumbares mientras que el epiespinoso tien<strong>de</strong> a cifosar<br />

dichas vértebras.<br />

Fisioter calid vida.2012;15(1)<br />

7


<strong>La</strong> estática posterior <strong>de</strong>l tronco va a <strong>de</strong>pen<strong>de</strong>r <strong>de</strong>l:<br />

esqueleto, fascia posterior, presión intra-torácica e intraabdominal.<br />

El en<strong>de</strong>rezamiento <strong>de</strong> la columna lumbar lo<br />

realizan las fibras oblicuas <strong>de</strong>l cuadrado lumbar a partir <strong>de</strong><br />

sus puntos fijos <strong>de</strong> insercción (torácico e iliaco). El<br />

autocrecimiento provoca una disminución <strong>de</strong> las curvas<br />

cervicales y lumbares, y un en<strong>de</strong>rezamiento <strong>de</strong> la zona<br />

dorsal. El sistema <strong>de</strong> autocrecimiento se organiza a partir <strong>de</strong><br />

los ligamentos cervicales posteriores, aponeurosis dorsal y<br />

lumbar. El cráneo, tórax y pelvis se convierten en zonas <strong>de</strong><br />

fijación. Cuanto más erguidos estemos más precario será el<br />

equilibrio (4).<br />

Para enten<strong>de</strong>r la transmisión <strong>de</strong> la información <strong>de</strong>s<strong>de</strong> los<br />

receptores al sistema nervioso central <strong>de</strong>bemos a<strong>de</strong>más<br />

conocer qué sistemas controlan la postura:<br />

Si aten<strong>de</strong>mos a los sistemas <strong>de</strong>scendientes po<strong>de</strong>mos dividir<br />

los mismos en ventromediales y dorsolaterales. Dentro <strong>de</strong><br />

los ventromediales que son los que controlan la postura,<br />

nos encontramos con el sistema vestíbulo-espinal,<br />

especialmente conectado con los estímulos llegados <strong>de</strong>s<strong>de</strong><br />

el pie, a través <strong>de</strong> los receptores <strong>de</strong> tacto y <strong>de</strong> presión, que<br />

interrelacionan las gran<strong>de</strong>s articulaciones <strong>de</strong>l miembro<br />

inferior y dan un estímulo <strong>de</strong> extensión anti-gravitatoria al<br />

tronco, vehiculizado por receptores como los<br />

graviceptores, presentes en las vísceras <strong>de</strong>l abdomen.<br />

También encontramos el tracto retículoespinal<br />

protuberancial y así como el tectoespinal. Dentro <strong>de</strong> los<br />

sistemas dorso laterales encontramos el rubroespinal,<br />

corticoespinal y tracto retículoespinal bulbar.<br />

El sistema vestibular recibe aferencias <strong>de</strong>s<strong>de</strong> los<br />

propioceptores, visión y cerebelo, que envían la<br />

información a los núcleos vestibulares que la integran para<br />

producir una adaptación postural automática.<br />

Emite <strong>de</strong>l mismo modo eferencias a través <strong>de</strong>l tracto medial,<br />

excitando motoneuronas <strong>de</strong>l cuello y <strong>de</strong>l tronco superior, y<br />

<strong>de</strong>l tracto lateral, excitando motoneuronas <strong>de</strong> músculos<br />

8 Fisioter calid vida.2012;15(1)<br />

extensores e inhibiendo las <strong>de</strong> los músculos flexores (5).<br />

En función <strong>de</strong>l predominio <strong>de</strong> la ca<strong>de</strong>na muscular<br />

encontrada en el paciente observaremos diferentes huellas<br />

plantares como pue<strong>de</strong> ser la normal, cavo (en sus tres<br />

grados) y plano (6).<br />

En nuestro estudio hemos utilizado el fotopodograma para<br />

obtener la huella plantar estática, que nos va a proporcionar<br />

una imagen con contornos bien marcados, que nos dará la<br />

posibilidad <strong>de</strong> hacer una medición precisa a la hora <strong>de</strong><br />

<strong>de</strong>terminar los datos a valorar en cuanto a morfología,<br />

modificación <strong>de</strong> áreas, etc.<br />

OBJETIVOS:<br />

-Mejorar el equilibrio utilizando el tratamiento fisioterápico<br />

<strong>de</strong>l pie propuesto por el concepto Bobath.<br />

- Verificar la eficacia <strong>de</strong> dicho tratamiento en personas con<br />

el pie cavo.<br />

MATERIAL Y MÉTODO<br />

El material empleado en el <strong>de</strong>sarrollo <strong>de</strong> este estudio fue el<br />

siguiente:<br />

- Báscula para pesar a los participantes.<br />

- Cinta métrica.<br />

- Liquido fijador y revelador.<br />

- Agua.<br />

- Papel fotográfico <strong>de</strong> fibra mate.<br />

Vol.15 Núm.1 2012<br />

Tomamos una muestra <strong>de</strong> 15 adultos (9 mujeres y 6<br />

hombres), todos ellos estudiantes universitarios, con un<br />

rango <strong>de</strong> edad entre los 20 y 32 años.<br />

Hemos realizado una toma <strong>de</strong> datos cumplimentando la<br />

historia clínica <strong>de</strong>l participante utilizando el cuestionario


Reeducación <strong>de</strong>l control postural en bipe<strong>de</strong>stación a través <strong>de</strong>l pie<br />

CIF (clasificación internacional <strong>de</strong> la funcionalidad), con<br />

firma previa <strong>de</strong>l consentimiento informado.<br />

Para calcular el IMC (índice <strong>de</strong> masa corporal) pesamos a<br />

*Figura 1: Test <strong>de</strong> equilibrio<br />

monopodal sin visión.<br />

*Figura 2: Test <strong>de</strong> equilibrio<br />

monopodal sin visión.<br />

cada uno <strong>de</strong> los participantes y seguidamente lo medimos.<br />

A continuación realizamos el test <strong>de</strong> equilibrio monopodal<br />

sin visión para la cual colocamos inicialmente a cada<br />

participante sobre suelo firme colocando la pierna sin<br />

apoyo en flexión <strong>de</strong> 90º <strong>de</strong> rodilla, las piernas en ligera<br />

abducción y los brazos a lo largo <strong>de</strong>l cuerpo (Figura 1 y 2).<br />

Valoramos durante 30 segundos cada pie parando el<br />

cronómetro en cada fallo para pedirle al participante que se<br />

coloque nuevamente en la posición <strong>de</strong> partida.<br />

Consi<strong>de</strong>ramos como fallos el contacto entre ambas pierna,<br />

separación <strong>de</strong> los brazos así como tocar el suelo con el<br />

miembro inferior levantado. Después realizamos la misma<br />

secuencia sobre una espuma <strong>de</strong> <strong>de</strong>nsidad media para<br />

limitar así el componente propioceptivo.<br />

Seguidamente realizamos el fotopodograma <strong>de</strong>l pie que<br />

hubiera tenido más fallos durante el test <strong>de</strong> equilibrio<br />

monopodal sin visión sobre suelo firme (7). El pie indicado<br />

Beatriz María Mula Melenchón y María José Macías Cruces<br />

se impregna con líquido revelador mediante una gasa,<br />

colocamos una hoja <strong>de</strong> papel fotográfico sobre el suelo<br />

firme y a continuación situamos el pie <strong>de</strong>l participante<br />

sobre la misma con un apoyo monopodal y flexión <strong>de</strong> 90º<br />

<strong>de</strong> rodilla <strong>de</strong> la pierna que no apoya, permitiéndole apoyar<br />

los miembros superiores sobre una superficie estable.<br />

Mantenemos la posición durante un minuto, y a<br />

continuación se sienta apoyando el miembro inferior que se<br />

encontraba en flexión y sin <strong>de</strong>spegar el que esta apoyado<br />

sobre el papel fotográfico (8). Una vez sentado ayudamos a<br />

retirar el pie <strong>de</strong>l papel. Acto seguido introducimos el papel<br />

en una cubeta con líquido fijador durante 30 segundos y<br />

posteriormente en otra cubeta con agua para neutralizar la<br />

imagen. Una vez obtenida el dibujo <strong>de</strong> la huella plantar,<br />

<strong>de</strong>jamos secar en un lugar oscuro.<br />

Seguidamente proce<strong>de</strong>mos al tratamiento <strong>de</strong>l pie valorado<br />

para lo cuál utilizamos el tratamiento <strong>de</strong>l pie propuesto por<br />

el concepto Bobath, insistiendo en dar una buena longitud<br />

al tríceps sural (Figura 3) que es el encargado <strong>de</strong><br />

proporcionar una buena flexión dorsal. Elongamos la fascia<br />

plantar llevando el pie a la máxima eversión que nos<br />

ayudará a la aparición <strong>de</strong> los extensores <strong>de</strong> los <strong>de</strong>dos y a<br />

mejorar la alineación <strong>de</strong> todas las gran<strong>de</strong>s articulaciones<br />

*Figura 3: Colocación <strong>de</strong>l liquido revelador.<br />

Fisioter calid vida.2012;15(1)<br />

9


*Figura 4: Realización <strong>de</strong>l<br />

fotopodograma <strong>de</strong>l pie a tratar.<br />

<strong>de</strong>l miembro inferior, inhibiendo a los flexores <strong>de</strong> los <strong>de</strong>dos<br />

y la musculatura que acorta el arco longitudinal <strong>de</strong> la<br />

bóveda plantar (9). (Figura 4 y 5).<br />

Realizamos una facilitación específica <strong>de</strong>l abductor <strong>de</strong>l V<br />

<strong>de</strong>do, buscando una eversión y un aumento <strong>de</strong>l arco<br />

transversal <strong>de</strong>l arco <strong>de</strong> la bóveda (Figura 6).<br />

Por último realizamos una facilitación <strong>de</strong> los músculos<br />

intrínsecos antes <strong>de</strong>scritos y la movilización <strong>de</strong> los<br />

metatarsianos y <strong>de</strong>dos (Figura 7).<br />

Buscamos aumentar la receptividad <strong>de</strong> las estructuras y<br />

receptores que nos muestran cómo está nuestro pie en todo<br />

momento.<br />

*Figura 6: Tratamiento <strong>de</strong>l pie<br />

según el concepto Bobath.<br />

10 Fisioter calid vida.2012;15(1)<br />

*Figura 5: Obtención <strong>de</strong> la<br />

huella plantar.<br />

*Figura 7: Elongación <strong>de</strong>l Triceps<br />

sural.<br />

Después <strong>de</strong>l tratamiento se realiza nuevamente el<br />

fotopodograma y el test <strong>de</strong> equilibrio monopodal sin visión<br />

<strong>de</strong>l pie tratado. <strong>La</strong>s valoraciones así como el tratamiento<br />

fueron realizados cada uno <strong>de</strong> ellos por la misma persona,<br />

intentando minimizar los sesgos interobservador.<br />

Una vez finalizadas todas las exploraciones los<br />

fotopodogramas fueron escaneados, a 600 puntos por<br />

pulgada y tratados posteriormente con programas <strong>de</strong><br />

edición <strong>de</strong> imagen para <strong>de</strong>terminar las líneas que nos<br />

permitirán el cálculo <strong>de</strong>l Índice <strong>de</strong>l arco (Arch In<strong>de</strong>x), así<br />

como las áreas <strong>de</strong> los <strong>de</strong>dos y <strong>de</strong> la huella plantar, para lo<br />

cuál empleamos el programa Image J.<br />

Para el posterior análisis<br />

estadístico empleamos el<br />

programa<br />

12.01.<br />

SPSS versión<br />

El índice <strong>de</strong> arco lo hallamos<br />

marcando dos líneas<br />

paralelas; una en el punto<br />

más posterior <strong>de</strong>l talón y otra<br />

en la parte más anterior <strong>de</strong>l *Figura 8: Elongación <strong>de</strong> la fascia<br />

antepié. Después dividimos<br />

la distancia en tres partes<br />

plantar.<br />

iguales, lo cuál <strong>de</strong>terminó el antepié (A), mediopié (B) y<br />

retropié (C) (10). (Figura 8).<br />

Vol.15 Núm.1 2012<br />

Calculamos el área <strong>de</strong> cada una <strong>de</strong> estas partes con el<br />

programa Image J y realizamos el cálculo <strong>de</strong>l índice <strong>de</strong><br />

arco, para <strong>de</strong>terminar el tipo <strong>de</strong> pie que poseen los<br />

participantes.<br />

Hemos realizado una búsqueda <strong>de</strong> información en las bases<br />

<strong>de</strong> datos <strong>de</strong> Pubmed , EBSCO, artículos científicos y varias<br />

revistas electrónicas a través <strong>de</strong> DOYMA, con las palabras<br />

claves y con los <strong>de</strong>scriptores: Postural balance, Lower<br />

extremity, foot, physical therapy, photography.


Reeducación <strong>de</strong>l control postural en bipe<strong>de</strong>stación a través <strong>de</strong>l pie<br />

RESULTADOS<br />

Los resultados obtenidos se basan en los siguientes datos:<br />

<strong>La</strong> muestra es <strong>de</strong> 15 participantes, <strong>de</strong> edad comprendida<br />

entre 20 y 32 años, talla media (m) <strong>de</strong> 1,68, peso medio<br />

(Kg) <strong>de</strong> 61,86 e IMC medio <strong>de</strong> 21,72.<br />

Aplicamos un test no paramétrico porque el valor<br />

muestral es pequeño, cuyos cálculos no se basan en<br />

valores medios sino en or<strong>de</strong>naciones (mediana).<br />

Empleamos la prueba <strong>de</strong> Wilcoxon para dos muestras<br />

Tabla 1: Resultado <strong>de</strong> las pruebas <strong>de</strong>l test <strong>de</strong> equilibrio monopodal sin<br />

visión antes y <strong>de</strong>spués <strong>de</strong>l tratamiento.<br />

Gráfico 1: Resultado <strong>de</strong> las pruebas <strong>de</strong>l test <strong>de</strong> equilibrio monopodal<br />

sin visión antes y <strong>de</strong>spués <strong>de</strong>l tratamiento.<br />

*Figura 9: Eversión <strong>de</strong>l pie.<br />

relacionadas (esto quiere <strong>de</strong>cir que la prueba compara en<br />

cada individuo el valor antes y <strong>de</strong>spués <strong>de</strong>l tratamiento).<br />

Beatriz María Mula Melenchón y María José Macías Cruces<br />

Tanto para el test en suelo como el test en espuma, como<br />

po<strong>de</strong>mos observar en la tabla 1 y gráfico 1.<br />

Observamos que existen diferencias en el test <strong>de</strong><br />

equilibrio monopodal sin visión realizado antes <strong>de</strong>l<br />

tratamiento y <strong>de</strong>spués, obteniendo mejores resultados<br />

tras el mismo.<br />

En la tabla 2 mostramos los datos estadísticos<br />

<strong>de</strong> contraste.<br />

Como se observa en la última fila, no existen diferencias<br />

significativas para ninguna <strong>de</strong> las parejas estudiadas, ya<br />

que el valor <strong>de</strong> p≥0.05, al igual que hemos visto en la<br />

tabla anterior.<br />

No existen diferencias significativas ya que p=0.715<br />

Tabla 2: Resultados comparativos <strong>de</strong>l test <strong>de</strong> equilibrio monopodal<br />

antes y <strong>de</strong>spués <strong>de</strong>l tratamiento sobre suelo firme y espuma.<br />

Tabla 3: Resultados estadísticos <strong>de</strong> contraste <strong>de</strong> los diferentes <strong>de</strong>dos<br />

<strong>de</strong>l pie tratado.<br />

Tabla 4: Estadísticos <strong>de</strong> contraste <strong>de</strong>l índice plantar.<br />

Fisioter calid vida.2012;15(1)<br />

11


antes y <strong>de</strong>spués en el índice plantar.<br />

Cuando comparamos las áreas tanto <strong>de</strong> los <strong>de</strong>dos como<br />

<strong>de</strong>l antepié, mediopié y retropié antes y <strong>de</strong>spués <strong>de</strong>l<br />

tratamiento y con los datos obtenidos po<strong>de</strong>mos afirmar<br />

que no existen diferencias significativas.<br />

Tabla 5<br />

*Figura 10: Facilitación <strong>de</strong>l Abductor <strong>de</strong> V <strong>de</strong>do.<br />

Gráfico 2: Tipos <strong>de</strong> pie.<br />

Tabla 6: Resultados estadísticos <strong>de</strong>l test <strong>de</strong> equilibrio monopodal sin<br />

visión antes y <strong>de</strong>spués <strong>de</strong>l tratamiento sobre suelo y espuma según el<br />

tipo <strong>de</strong> pie.<br />

12 Fisioter calid vida.2012;15(1)<br />

Por ello cuando calculamos<br />

el índice <strong>de</strong> arco, no existen<br />

igualmente diferencias<br />

significativas en el pie<br />

tratado antes y <strong>de</strong>spués.<br />

<strong>La</strong> variable <strong>de</strong>l índice<br />

plantar es igual al área <strong>de</strong>l<br />

medio pie (B), dividido por<br />

*Figura 11: Facilitación <strong>de</strong> la<br />

la suma <strong>de</strong> las áreas <strong>de</strong>l musculatura intrínseca <strong>de</strong>l pie y<br />

antepie (A), mediopie (B) y<br />

retropié (C), y la hemos<br />

movilización <strong>de</strong> los <strong>de</strong>dos y<br />

metatarsianos.<br />

categorizado en tres tipos <strong>de</strong> pie para comparar por<br />

último si existen diferencias en los test <strong>de</strong> equilibrio según<br />

el tipo <strong>de</strong> pie, obteniendo los siguientes resultados.<br />

Realizamos la prueba <strong>de</strong> Wilcoxon relacionando el tipo<br />

<strong>de</strong> pie, y comprobamos que para los pies planos (5<br />

sujetos) no hubo diferencias significativas para los pies<br />

normales (4 sujetos) no hubo diferencias significativas,<br />

pero para los pies cavos (6 sujetos) hubo diferencias en la<br />

primera pareja (en la variable test equilibrio en suelo<br />

antes y <strong>de</strong>spués) (11).<br />

DISCUSIÓN<br />

Vol.15 Núm.1 2012<br />

Figura 12: Fotopodograma. Figura 13: Índice <strong>de</strong>l arco plantar.<br />

Es cierto que nuestros datos no po<strong>de</strong>mos compararlos con<br />

ningún otro autor, ya que no hemos obtenido en la<br />

búsqueda bibliográfica ningún artículo científico, ni<br />

monografía que hayan empleado ni el mismo método ni


Reeducación <strong>de</strong>l control postural en bipe<strong>de</strong>stación a través <strong>de</strong>l pie<br />

la estrategia terapéutica empleada.<br />

Sólo en algunas referencias observamos como algunos<br />

autores relacionan la mejora <strong>de</strong>l equilibrio tras el<br />

tratamiento fisioterápico a nivel <strong>de</strong>l pie, aun sólo<br />

habiendo observado que éstos realizan estudios respecto<br />

a los estiramientos <strong>de</strong>l tríceps sural (Avela, 2004) (12).<br />

Si existen publicaciones que ponen en relación la<br />

arquitectura plantar con la diferencia en la orientación y<br />

en el movimiento <strong>de</strong>l centro <strong>de</strong> masas (Wounds, 2000), el<br />

cuál no es uno <strong>de</strong> los propósitos <strong>de</strong> nuestro estudio.<br />

Kavounoudias (2001) muestra la importancia en el control<br />

postural <strong>de</strong>l tibial anterior y el sóleo, pero olvida<br />

categóricamente la musculatura intrínseca <strong>de</strong>l pie, que<br />

tiene una importancia clave, en el control postural (13).<br />

Por último reseñar la existencia <strong>de</strong> gran cantidad <strong>de</strong><br />

sistemas <strong>de</strong> valoración, por lo general <strong>de</strong> alto coste, que<br />

tien<strong>de</strong>n a objetivar tanto los apoyos, áreas y que observan<br />

al pie en movimiento, pero olvidando qué es lo que está<br />

sucediendo <strong>de</strong> los pies hacia arriba.<br />

CONCLUSIONES<br />

Tras el estudio llevado acabo durante estos últimos meses<br />

y su puesta en práctica, po<strong>de</strong>mos concluir que se pue<strong>de</strong><br />

mejorar el equilibrio aplicando el tratamiento<br />

fisioterápico <strong>de</strong>l pie según el concepto Bobath, sobre todo<br />

en aquellas personas que poseen un pie cavo, mientras<br />

que en pies planos y normales no obtenemos diferencias<br />

significativas.<br />

Este estudio lo hemos realizados en personas que no<br />

poseían ningún tipo <strong>de</strong> patologías en los miembros<br />

inferiores y observando los resultados, nos anima a seguir<br />

por este camino <strong>de</strong> trabajo, siendo una <strong>de</strong> nuestras metas<br />

realizar dicho estudio en personas con patologías.<br />

AGRADECIMIENTOS.<br />

Beatriz María Mula Melenchón y María José Macías Cruces<br />

A Juan Carlos Bonita Ga<strong>de</strong>lla, profesor <strong>de</strong> la Universidad<br />

Católica <strong>de</strong> San Antonio <strong>de</strong> Murcia, por su colaboración<br />

y apoyo en la realización <strong>de</strong> este trabajo.<br />

BIBLIOGRAFÍA.<br />

1. Johanes Putz, Reinhard V. Pabst, Rein Hard. Sobotta. Atlas <strong>de</strong><br />

anatomía Humana.<br />

Tomo 1 y 2. 32ª edición. Editorial médica panamericana.<br />

2. L. Bousquet. <strong>La</strong>s ca<strong>de</strong>nas musculares. Tomo 1.Tonco, columna<br />

cervical, miembros superiores e inferiores. 8ª edición. Editorial<br />

paidotribo.<br />

3. E. Souchard. Reeducación postural global. 1ª edición. Editorial<br />

Paidotribo.<br />

4. Watanabe I, Okubo J. The role of the plantar mechanoreceptor in<br />

equilibrium control. Ann N Y Acad Sci. 1981;374:855–864.<br />

5. Philippe Campignion. Ca<strong>de</strong>nas musculares y articulares método<br />

GDS.<br />

Aspectos biomecánicos. Ca<strong>de</strong>nas antero-laterales. 2ª edición. Paris<br />

Ph.<br />

Campignion, 2001<br />

6. Viladot A. Quince lecciones sobre patología <strong>de</strong>l pie. 2ª Edición<br />

Masson, 2002;23-25.<br />

7. Restoy JLF. Análisis <strong>de</strong> la Estática Humana. Podoscopio.2001;22-5.<br />

8. Maclean KG. Photography of the plantar surface of the foot.Med<br />

Biol<br />

Illus 1977; 27: 141– 4.<br />

9. Berta Bobath. Hemiplejia <strong>de</strong>l adulto. Evolución y tratamiento. 3ª<br />

edición. Editorial panamericana.<br />

10. Harding FR. Photographing the plantar surface of the foot with<br />

weight<br />

bearing. J Biol Photogr Assoc 1942; 10: 113– 5.<br />

11. Song J, Hillstrom HJ, Secord D, Levitt J. Foot type biomechanics:<br />

comparison of planus and rectus foot types. J Am Podiatr Med Assoc.<br />

1996;86:16–23.<br />

12. J. Avela, T. Finni, T. Liikavainio, E. Niemela and P. V. Komi.Neural<br />

and mechanical responses of the triceps surae muscle group after 1 h<br />

of repeated fast passive stretches.J Appl Physiol, June 1, 2004; 96<br />

(6): 2325-2332.<br />

13. Anne Kavounoudias, Régine Roll and Jean-Pierre Roll.Foot sole and<br />

ankle muscle inputs contribute jointly to human erect posture<br />

regulation.J. Physiol. 2001;532;869-878.<br />

Fisioter calid vida.2012;15(1)<br />

13


RESUMEN<br />

Fisioterapia en la fractura <strong>de</strong> ca<strong>de</strong>ra intervenida<br />

quirúrgicamente en el anciano. Revisión bibliográfica.<br />

Physiotherapy in hip fracture surgery in the el<strong>de</strong>rly.<br />

Literature review.<br />

Elena Marqués Sulé.<br />

Fisioterapeuta.<br />

Emilia Andrea Medina Figuera.<br />

Fisioterapeuta.<br />

Dirección para correspon<strong>de</strong>ncia:<br />

Elena Marqués Sulé<br />

C/ En Sanz, 4. Valencia. 46001<br />

Teléfono: 961 14 25 84<br />

E-mail: marqueselena@hotmail.com<br />

Introducción. <strong>La</strong>s fracturas <strong>de</strong> la articulación <strong>de</strong> la ca<strong>de</strong>ra<br />

en la tercera edad pue<strong>de</strong>n conllevar un importante <strong>de</strong>clive<br />

en la capacidad funcional, autonomía, calidad <strong>de</strong> vida,<br />

pérdida <strong>de</strong> movilidad e incapacidad en activida<strong>de</strong>s<br />

cotidianas. El tipo <strong>de</strong> cirugía <strong>de</strong>pen<strong>de</strong> <strong>de</strong>l estado físico,<br />

estado mental y la existencia <strong>de</strong> patología ósea o articular<br />

previa, si bien las técnicas y objetivos fisioterápicos son<br />

similares en todas ellas. <strong>La</strong> edad tiene un efecto crítico en<br />

los programas fisioterapéuticos en fractura <strong>de</strong> ca<strong>de</strong>ra en<br />

ancianos, la cirugía se relaciona con menor tiempo <strong>de</strong><br />

hospitalización y <strong>de</strong>scenso <strong>de</strong> morbilidad y mortalidad.<br />

Objetivos. Determinar los objetivos <strong>de</strong> los programas <strong>de</strong> la<br />

fisioterapia en estos pacientes, las técnicas empleadas y la<br />

frecuencia y duración total <strong>de</strong> las sesiones <strong>de</strong> fisioterapia.<br />

Resultados. El principal objetivo es la prevención <strong>de</strong> la<br />

progresión <strong>de</strong> la incapacidad y recuperación <strong>de</strong> la<br />

capacidad funcional previa a la fractura. A<strong>de</strong>más se<br />

preten<strong>de</strong> conseguir una movilidad in<strong>de</strong>pendiente,<br />

14 Fisioter calid vida.2012;15(1)<br />

bipe<strong>de</strong>stación y marcha segura, mejoría en función física,<br />

fortalecimiento muscular y movilidad articular. <strong>La</strong>s técnicas<br />

fisioterapéuticas varían en función <strong>de</strong>l tipo <strong>de</strong> intervención<br />

quirúrgica y el momento temporal. Deben estructurarse en:<br />

fisioterapia pre y post quirúrgica. <strong>La</strong>s sesiones <strong>de</strong><br />

fisioterapia <strong>de</strong>ben realizarse 5 días semanales, a razón <strong>de</strong><br />

una hora diaria, durante 6 meses. Conclusiones. El objetivo<br />

principal es la prevención <strong>de</strong> la progresión <strong>de</strong> la<br />

incapacidad y recuperación <strong>de</strong> la capacidad funcional<br />

previa a la fractura. <strong>La</strong>s técnicas empleadas en fisioterapia<br />

pre y post quirúrgica varían en función <strong>de</strong> tipo <strong>de</strong> cirugía y<br />

el momento temporal, si bien <strong>de</strong>ben realizarse una hora<br />

diaria 5 días a la semana durante 6 meses.<br />

Palabras clave. Fisioterapia, rehabilitación, anciano,<br />

fractura, ca<strong>de</strong>ra.<br />

ABSTRACT.<br />

Introduction. Hip fractures in el<strong>de</strong>rly patients can lead to a<br />

significant <strong>de</strong>crease in functional capacity, quality of life,<br />

autonomy, mobility <strong>de</strong>crease and disability in daily life


Fisioterapia en la fractura <strong>de</strong> ca<strong>de</strong>ra intervenida quirúrgicamente en el anciano. Revisión bibliográfica.<br />

activities. The type of surgery <strong>de</strong>pends on the physical state,<br />

mental state and the existence of prior bone or articular<br />

pathology, while techniques and physiotherapeutic<br />

objectives are similar in all of them. Age has a critical effect<br />

on physiotherapeutic programs in hip fracture in el<strong>de</strong>rly<br />

people, surgery is associated with shorter hospitalization<br />

and with a reduction of morbidity and mortality. Objective.<br />

Determine the objectives of physiotherapeutic programs in<br />

these patients, which techniques are used and the<br />

frequency and total duration of the sessions. Results. The<br />

main objective is to prevent the progression of disability,<br />

and to recover functional capacity there was prior to<br />

fracture. It is also wanted to get in<strong>de</strong>pen<strong>de</strong>nt mobility, safe<br />

standing, improvement in physical function, muscle<br />

strengthening and articular mobility. Physiotherapeutic<br />

techniques vary <strong>de</strong>pending on the type of surgical<br />

intervention and the temporary moment. They must be<br />

structured in: physiotherapy pre and post-surgical<br />

intervention. Physiotherapeutic sessions must be done 5<br />

days per week, one hour a day, for 6 months. Conclusions.<br />

The main objective to prevent the progression of disability<br />

and to recover functional capacity there was prior to<br />

fracture. Techniques used in physical therapy pre and postsurgical<br />

intervention vary according to the type of surgery<br />

and the temporary time, but physiotherapy must be done<br />

one hour a day, 5 days a week for 6 months.<br />

Key words. Physiotherapy, rehabilitation, el<strong>de</strong>rly, old,<br />

fracture, hip, thigh.<br />

especially in person with the high instep.<br />

INTRODUCCIÓN.<br />

<strong>La</strong>s fracturas <strong>de</strong> la articulación <strong>de</strong> la ca<strong>de</strong>ra son lesiones<br />

comunes y con gran impacto en la tercera edad (1-3). En<br />

España, el 90% <strong>de</strong> fracturas <strong>de</strong> ca<strong>de</strong>ra ocurren en ancianos<br />

<strong>de</strong> más <strong>de</strong> 64 años <strong>de</strong> edad (4), la mayoría se producen en<br />

Elena Marqués Sulé y Emilia Andrea Medina Higuera<br />

ancianos <strong>de</strong> alre<strong>de</strong>dor <strong>de</strong> 80 años(5), constituyen la primera<br />

causa <strong>de</strong> ingresos y la mayor permanencia en hospitales en<br />

la población anciana (5,6) y tienen un elevado coste<br />

económico (7,8). Entre la población <strong>de</strong> la tercera edad, una<br />

<strong>de</strong> cada tres mujeres y uno <strong>de</strong> cada seis hombres pa<strong>de</strong>cerán<br />

una fractura <strong>de</strong> ca<strong>de</strong>ra (9) y un 20-30% <strong>de</strong> las personas<br />

mayores con fractura <strong>de</strong> ca<strong>de</strong>ra muere en un año (10). <strong>La</strong><br />

fractura <strong>de</strong> ca<strong>de</strong>ra en el anciano pue<strong>de</strong> conllevar un<br />

importante <strong>de</strong>clive en la capacidad funcional y autonomía<br />

(11,12), pérdida <strong>de</strong> gran parte <strong>de</strong> la movilidad o incluso la<br />

incapacidad <strong>de</strong> realizar tareas <strong>de</strong> la vida cotidiana (9,13) y<br />

afectar <strong>de</strong> forma clara a su calidad <strong>de</strong> vida (2,14). Varios<br />

estudios muestran que tras la fractura, la mayoría <strong>de</strong><br />

pacientes con fractura <strong>de</strong> ca<strong>de</strong>ra no recuperará la función<br />

que tenía antes <strong>de</strong> la lesión y un 38-50% necesitará ayudas<br />

para andar o no podrá caminar (3,14,15). Dos años tras la<br />

fractura, los supervivientes tienen una probabilidad <strong>de</strong> tener<br />

limitación <strong>de</strong> movilidad cuatro veces mayor que los <strong>de</strong> su<br />

misma edad que no han sufrido fractura <strong>de</strong> ca<strong>de</strong>ra, y una<br />

probabilidad más <strong>de</strong> dos veces mayor <strong>de</strong> ser<br />

funcionalmente <strong>de</strong>pendientes (10,16). Por todo ello cabe<br />

resaltar la importancia relativa a un a<strong>de</strong>cuado tratamiento<br />

<strong>de</strong> este tipo <strong>de</strong> lesiones en la vejez.<br />

<strong>La</strong>s fracturas <strong>de</strong> la articulación <strong>de</strong> la ca<strong>de</strong>ra pue<strong>de</strong>n<br />

clasificarse en intracapsulares y extracapsulares,<br />

<strong>de</strong>pendiendo <strong>de</strong>l lugar <strong>de</strong> la fractura y en relación a la<br />

inserción <strong>de</strong> la cápsula en la articulación <strong>de</strong> la ca<strong>de</strong>ra y la<br />

parte proximal <strong>de</strong>l fémur. <strong>La</strong> consi<strong>de</strong>ración quirúrgica<br />

<strong>de</strong>pen<strong>de</strong>rá <strong>de</strong>l estado físico <strong>de</strong>l paciente anciano, estado<br />

mental y la existencia <strong>de</strong> patología ósea o articular previa<br />

(11). <strong>La</strong> técnica quirúrgica empleada por el cirujano<br />

influirá, respecto a la fisioterapia, sobre todo en los tiempos<br />

e intensida<strong>de</strong>s <strong>de</strong> tratamiento (tiempo <strong>de</strong> hospitalización,<br />

inicio <strong>de</strong> la <strong>de</strong>ambulación, etc.), ya que las técnicas y<br />

objetivos fisioterápicos son similares en todas ellas.<br />

Actualmente, la mayoría <strong>de</strong> fracturas <strong>de</strong> ca<strong>de</strong>ra se tratan<br />

mediante cirugía, que implica fijación interna don<strong>de</strong> se<br />

Fisioter calid vida.2012;15(1)<br />

15


encuentra la fractura mediante diversos implantes que<br />

permiten conservar la cabeza <strong>de</strong>l fémur o mediante el<br />

reemplazo <strong>de</strong> ésta con una prótesis (5).<br />

<strong>La</strong> fisioterapia adquiere gran importancia en el cuidado <strong>de</strong><br />

los pacientes <strong>de</strong> edad avanzada con fractura <strong>de</strong> ca<strong>de</strong>ra, no<br />

obstante, la pluripatología que normalmente afecta a este<br />

tipo <strong>de</strong> pacientes condiciona en algunos casos<br />

complicaciones y problemas asociados a la edad (5,16) <strong>de</strong><br />

forma que los pacientes con comorbilida<strong>de</strong>s, función física<br />

<strong>de</strong>teriorada y bajas puntuaciones en las escalas mentales<br />

previas a la lesión, obtienen resultados inferiores en el<br />

programa <strong>de</strong> fractura <strong>de</strong> ca<strong>de</strong>ra en geriatría (7,12). <strong>La</strong><br />

morbilidad, movilidad, condiciones clínicas y capacidad<br />

funcional son predictores <strong>de</strong>l logro <strong>de</strong> la rehabilitación y<br />

pue<strong>de</strong>n ser usados como herramientas útiles para la<br />

<strong>de</strong>terminación <strong>de</strong>l potencial, las necesida<strong>de</strong>s y el programa<br />

rehabilitador <strong>de</strong>l paciente (9). <strong>La</strong> edad tiene un efecto<br />

crítico en la planificación <strong>de</strong> patrones <strong>de</strong> rehabilitación <strong>de</strong><br />

fractura <strong>de</strong> ca<strong>de</strong>ra en pacientes <strong>de</strong> edad avanzada (12,17),<br />

la operación realizada en pacientes mayores <strong>de</strong> 65 años se<br />

relaciona con un menor tiempo <strong>de</strong> hospitalización y<br />

<strong>de</strong>scenso <strong>de</strong> la morbilidad y mortalidad (10) y las<br />

complicaciones y readmisión hospitalaria no aumentan <strong>de</strong><br />

forma significativa(18).<br />

Objetivos. En esta revisión se establecen como objetivos:<br />

1. Determinar los objetivos <strong>de</strong> los programas <strong>de</strong> la<br />

fisioterapia en la fractura <strong>de</strong> ca<strong>de</strong>ra intervenida<br />

quirúrgicamente en el anciano.<br />

2. Determinar las técnicas fisioterápicas empleadas,<br />

frecuencia <strong>de</strong> realización <strong>de</strong> las sesiones y duración total<br />

<strong>de</strong>l programa.<br />

MATERIAL Y MÉTODOS.<br />

Se realizó una búsqueda bibliográfica en las bases <strong>de</strong> datos<br />

Medline, Cochrane, PEDro-Physiotherapy evi<strong>de</strong>nce<br />

16 Fisioter calid vida.2012;15(1)<br />

database y Cochrane plus, así como en las revistas Free<br />

Medical Journals (Age and ageing, The Gerontologist, The<br />

journals of gerontology series A, Geriatrics y Physical<br />

Therapy). Se emplearon las palabras clave: physiotherapy,<br />

rehabilitation, el<strong>de</strong>rly, old, fracture, hip, thigh, mediante el<br />

uso <strong>de</strong> operadores booleanos. Se obtuvieron 18 artículos<br />

que investigaran acerca <strong>de</strong> la fisioterapia en la fractura <strong>de</strong><br />

ca<strong>de</strong>ra intervenida quirúrgicamente en el anciano.<br />

RESULTADOS.<br />

Vol.15 Núm.1 2012<br />

<strong>La</strong> rehabilitación tras una fractura <strong>de</strong> ca<strong>de</strong>ra preten<strong>de</strong><br />

restaurar y mejorar la movilidad articular (5) y ayuda a la<br />

recuperación funcional, implica mejoría a nivel <strong>de</strong><br />

fortalecimiento muscular y función física (3). El principal<br />

objetivo <strong>de</strong>l tratamiento <strong>de</strong> la fractura <strong>de</strong> ca<strong>de</strong>ra es la<br />

prevención <strong>de</strong> la progresión <strong>de</strong> la incapacidad y<br />

recuperación <strong>de</strong> la capacidad funcional previa a la fractura<br />

(1,13) y tras cirugía por fractura <strong>de</strong> ca<strong>de</strong>ra el objetivo es<br />

conseguir que los pacientes se mantengan en pie <strong>de</strong> forma<br />

segura y caminen (5).<br />

Una vez el anciano ha sufrido una fractura <strong>de</strong> ca<strong>de</strong>ra,<br />

correspon<strong>de</strong> tanto al hospital como al servicio <strong>de</strong> atención<br />

primaria, servicios sociales y cuidadores proporcionar los<br />

medios necesarios <strong>de</strong> cuidados y rehabilitación (6). Los<br />

hospitales con mayores <strong>de</strong> 65 años ingresados por fractura<br />

<strong>de</strong> ca<strong>de</strong>ra <strong>de</strong>ben proporcionar programas formales <strong>de</strong><br />

fractura <strong>de</strong> ca<strong>de</strong>ra en ancianos que sean llevados a cabo<br />

con un enfoque multidisciplinar y supervisados por un<br />

equipo geriátrico (6,7,18). Se recomienda la aplicación <strong>de</strong><br />

un programa <strong>de</strong> rehabilitación especializada supervisada<br />

por un geriatra, <strong>de</strong>ntro <strong>de</strong> un equipo interdisciplinar e<br />

incluyendo el tratamiento geriátrico <strong>de</strong>s<strong>de</strong> el ingreso (5). El<br />

tratamiento <strong>de</strong>be iniciarse cuando así lo indique el cirujano<br />

y el médico rehabilitador, para coordinar el inicio <strong>de</strong>l<br />

tratamiento y la evolución (18).<br />

Deben prevenirse las secuelas <strong>de</strong>l encamamiento como


Fisioterapia en la fractura <strong>de</strong> ca<strong>de</strong>ra intervenida quirúrgicamente en el anciano. Revisión bibliográfica.<br />

úlceras por <strong>de</strong>cúbito, problemas venosos, complicaciones<br />

respiratorias, infecciones urinarias, etc. por lo que es<br />

necesaria la fisioterapia temprana en este tipo <strong>de</strong> pacientes,<br />

que se asocia con un mayor porcentaje <strong>de</strong> retorno al estatus<br />

resi<strong>de</strong>ncial previo a la fractura (18). <strong>La</strong> movilización precoz<br />

y la fisioterapia pre y post cirugía pue<strong>de</strong> prevenir problemas<br />

y complicaciones <strong>de</strong> tipo tensional, y trombótico venoso,<br />

reducen complicaciones pulmonares y úlceras por<br />

<strong>de</strong>cúbito. Por tanto, está <strong>de</strong>mostrado que el tratamiento<br />

multidisciplinar en la fractura <strong>de</strong> ca<strong>de</strong>ra <strong>de</strong>be ser lo más<br />

temprana posible (12,18) y si las condiciones médicas <strong>de</strong>l<br />

paciente lo permiten <strong>de</strong>be comenzarse a las 24 horas post<br />

cirugía.<br />

Los ejercicios <strong>de</strong>ben ir encaminados a conseguir una<br />

a<strong>de</strong>cuada marcha y realización <strong>de</strong> las activida<strong>de</strong>s <strong>de</strong> la vida<br />

diaria (lavarse, vestirse, etc.), con el objetivo <strong>de</strong> conseguir<br />

una movilidad in<strong>de</strong>pendiente y la consiguiente<br />

funcionalidad (2,11). El equilibrio y el modo <strong>de</strong> andar son<br />

componentes esenciales <strong>de</strong> la movilidad y predictores útiles<br />

en la consecución <strong>de</strong> la in<strong>de</strong>pen<strong>de</strong>ncia funcional (9).<br />

Asimismo, es importante trabajar la reeducación funcional<br />

y el reentrenamiento al esfuerzo, así como conseguir que el<br />

anciano genere confianza en su ca<strong>de</strong>ra y logre un<br />

a<strong>de</strong>cuado equilibrio que le permita realizar las activida<strong>de</strong>s<br />

cotidianas. Resulta útil la aplicación <strong>de</strong> escalas <strong>de</strong><br />

valoración <strong>de</strong> activida<strong>de</strong>s <strong>de</strong> la vida diaria en los pacientes<br />

con fractura <strong>de</strong> ca<strong>de</strong>ra para comprobar los cambios <strong>de</strong>bidos<br />

al tratamiento aplicado (7).<br />

FISIOTERAPIA PRE QUIRÚRGICA:<br />

Cabe tener en cuenta que es recomendable realizar una<br />

fisioterapia pre-quirúrgica que incluya fisioterapia<br />

respiratoria y <strong>de</strong>sobstrucción bronquial (estimulación <strong>de</strong> la<br />

actividad respiratoria normal para evitar complicaciones),<br />

ejercicios para prevención <strong>de</strong> úlceras por <strong>de</strong>cúbito (evitar la<br />

inmovilidad), ejercicios preventivos <strong>de</strong> tromboflebitis y<br />

embolia pulmonar (flexión <strong>de</strong> ca<strong>de</strong>ra y rodilla <strong>de</strong>l lado<br />

Elena Marqués Sulé y Emilia Andrea Medina Higuera<br />

sano, isométricos <strong>de</strong> cuádriceps y glúteos, movilización<br />

activa <strong>de</strong> tobillo y pie <strong>de</strong>l lado lesionado), mantenimiento<br />

<strong>de</strong> la fuerza muscular <strong>de</strong>l lado sano mediante ejercicios<br />

globales <strong>de</strong>l miembro sano activos o contra resistencia con<br />

repeticiones frecuentes y vigilancia <strong>de</strong> actitu<strong>de</strong>s viciosas (5).<br />

FISIOTERAPIA POST QUIRÚRGICA:<br />

En líneas generales, en el tratamiento post-quirúrgico <strong>de</strong><br />

fractura <strong>de</strong> ca<strong>de</strong>ra en ancianos se preten<strong>de</strong> restaurar el arco<br />

articular (movilizaciones activo-asistidas suaves, evitando<br />

actitu<strong>de</strong>s viciosas y movimientos bruscos), restablecer el<br />

tono muscular (movilización global <strong>de</strong>l miembro inferior<br />

sano, isométricos <strong>de</strong> cuádriceps y glúteos, movilizaciones<br />

activas <strong>de</strong> rodilla), evitar el éstasis venoso (movilizaciones<br />

activas <strong>de</strong> tobillo y <strong>de</strong>dos, ejercicios isométricos) y<br />

estimular la actividad respiratoria. En las diferentes fases <strong>de</strong><br />

la rehabilitación tras cirugía se emplean movilizaciones,<br />

reentrenamiento <strong>de</strong> la marcha y ejercicios,<br />

recomendándose en un primer momento el reposo en cama<br />

y limitación <strong>de</strong> levantamiento <strong>de</strong> pesos y activida<strong>de</strong>s como<br />

caminar, correr, para emplear más a<strong>de</strong>lante diversas<br />

estrategias <strong>de</strong> movilización en el hospital y <strong>de</strong>spués <strong>de</strong>l<br />

alta, como el reentrenamiento <strong>de</strong> la marcha y programas <strong>de</strong><br />

ejercicios controlados (5).<br />

Diferentes estudios especifican la necesidad <strong>de</strong> realizar<br />

diferentes ejercicios, sin señalar el momento en que <strong>de</strong>ben<br />

ser aplicados. En ellos varían el grado y el tiempo según la<br />

técnica quirúrgica realizada. Algunos estudios (5) aconsejan<br />

al paciente caminar con muletas, sentarse, subir escaleras,<br />

reentrenamiento <strong>de</strong> la marcha con tapiz rodante, ejercicios<br />

<strong>de</strong> fortalecimiento, entrenamiento progresivo <strong>de</strong><br />

resistencia, ejercicios <strong>de</strong> amplitud <strong>de</strong> movimiento (como<br />

flexión y extensión <strong>de</strong> ca<strong>de</strong>ra, rodilla y tobillo), ejercicios<br />

<strong>de</strong> equilibrio, entrenamiento funcional y ejercicios en<br />

domicilio. Otros trabajos (14) recomiendan realizar<br />

ejercicios activos asistidos, asistidos y resistidos,<br />

entrenamiento <strong>de</strong> las transferencias, adiestramiento sobre la<br />

Fisioter calid vida.2012;15(1)<br />

17


carga en la ca<strong>de</strong>ra intervenida, limitaciones y precauciones,<br />

fortalecimiento <strong>de</strong> las extremida<strong>de</strong>s inferiores y entrenamiento<br />

<strong>de</strong> la flexibilidad. En el fortalecimiento muscular pue<strong>de</strong>n<br />

emplearse 3 series <strong>de</strong> 8 repeticiones cada una <strong>de</strong> ellas, a un<br />

80% <strong>de</strong> la repetición máxima. Debe dirigirse a extensores <strong>de</strong><br />

ca<strong>de</strong>ra (bilateral), extensores <strong>de</strong> rodilla, flexores plantares. Se<br />

ha comprobado que el fortalecimiento <strong>de</strong> cuádriceps y su<br />

estimulación neuromuscular mejoran la movilidad <strong>de</strong> la<br />

articulación <strong>de</strong> la ca<strong>de</strong>ra y disminuyen la pérdida <strong>de</strong> fuerza.<br />

Por ejemplo se recomienda una frecuencia <strong>de</strong> 2 días a la<br />

semana con series <strong>de</strong> 12 repeticiones <strong>de</strong> extensión <strong>de</strong> rodilla<br />

con cada pierna (5).<br />

Se pue<strong>de</strong> establecer el siguiente protocolo en pacientes con<br />

fracturas <strong>de</strong> ca<strong>de</strong>ra intervenidas:<br />

1. En el primer día post-cirugía se recomienda control <strong>de</strong><br />

las posiciones, aplicación <strong>de</strong> fisioterapia respiratoria<br />

(estimulación <strong>de</strong> la actividad respiratoria mediante<br />

ejercicios inspiratorios y espiratorios), movilización activaasistida<br />

suave (abducción-aducción <strong>de</strong> ca<strong>de</strong>ra y flexoextensión<br />

<strong>de</strong> rodilla y tobillo, prestando atención a la<br />

aproximación <strong>de</strong> ca<strong>de</strong>ra en <strong>de</strong>terminadas intervenciones).<br />

También se recomienda la realización <strong>de</strong> isométricos <strong>de</strong><br />

glúteos y cuádriceps, ejercicios activos <strong>de</strong> anteversión y<br />

retroversión <strong>de</strong> pelvis (con la extremidad intervenida<br />

inmóvil) y ejercicios activos <strong>de</strong> miembros superiores y<br />

pierna sana) (17).<br />

2. En el segundo día post-cirugía se aplicará la misma pauta<br />

que en el primer día y a<strong>de</strong>más inicio <strong>de</strong> la se<strong>de</strong>stación<br />

(intentar que las rodillas <strong>de</strong>l paciente se sitúen más bajas<br />

que las ca<strong>de</strong>ras).<br />

3. En el tercer día post-cirugía, si no existe<br />

contraindicación médica, es conveniente realizar también<br />

la misma pauta que el segundo día, y a<strong>de</strong>más bipe<strong>de</strong>stación<br />

e inicio <strong>de</strong> la marcha (asistida con andador). No obstante,<br />

algunos autores <strong>de</strong>fien<strong>de</strong>n que la rehabilitación <strong>de</strong>be<br />

comenzar el tercer día post-operación en la habitación <strong>de</strong>l<br />

18 Fisioter calid vida.2012;15(1)<br />

Vol.15 Núm.1 2012<br />

paciente, con fortalecimiento muscular y amplitud <strong>de</strong>l<br />

movimiento articular (17).<br />

4. A partir <strong>de</strong>l cuarto día el paciente normalmente<br />

dispondrá <strong>de</strong>l alta hospitalaria, y pue<strong>de</strong> <strong>de</strong>ambular con<br />

andador si es necesario. Otros autores explican que se <strong>de</strong>be<br />

caminar con apoyo y carga parcial <strong>de</strong>s<strong>de</strong> el séptimo día (17).<br />

De modo general, la carga <strong>de</strong>l propio peso sobre la pierna<br />

lesionada <strong>de</strong>be ser permitida, a menos que no haya certeza<br />

<strong>de</strong> la calidad <strong>de</strong> reparación <strong>de</strong> la fractura (9). <strong>La</strong><br />

<strong>de</strong>ambulación precoz <strong>de</strong>be llevarse a cabo incluso en los<br />

pacientes <strong>de</strong> mayor edad, con el objetivo <strong>de</strong> obtener<br />

resultados satisfactorios a nivel funcional (17). Por otra<br />

parte, los ejercicios con levantamiento <strong>de</strong> peso se inician,<br />

en general, <strong>de</strong>ntro <strong>de</strong> los primeros días <strong>de</strong> la cirugía,<br />

mejoran la movilidad y el equilibrio (5). Concretamente se<br />

recomienda el entrenamiento analítico <strong>de</strong> la musculatura<br />

abductora <strong>de</strong> la ca<strong>de</strong>ra, dado que se ha <strong>de</strong>mostrado su<br />

importancia en la marcha (7). En cualquier caso, siempre<br />

que sea necesario, es importante aplicar técnicas para el<br />

alivio <strong>de</strong>l dolor (7).<br />

Adunsky et al (6) refieren que la rehabilitación <strong>de</strong>be<br />

realizarse durante cinco días a la semana, una hora diaria.<br />

A<strong>de</strong>más también <strong>de</strong>be realizarse una hora diaria <strong>de</strong> terapia<br />

ocupacional. Si los pacientes requieren tratamientos<br />

rehabilitadores adicionales <strong>de</strong>ben llevarse a cabo en caso<br />

<strong>de</strong> necesidad. Otros autores recomiendan una duración <strong>de</strong><br />

las sesiones <strong>de</strong> 15 a 30 minutos, incluso 1 hora diaria (5).<br />

Diversos estudios muestran una mejoría en el resultado<br />

<strong>de</strong>spués <strong>de</strong> 12 semanas o bien tras 6 meses <strong>de</strong><br />

entrenamiento físico y <strong>de</strong>spués <strong>de</strong> un programa<br />

domiciliario <strong>de</strong> fisioterapia (5). A los seis meses <strong>de</strong><br />

rehabilitación los pacientes alcanzan un 80-90% <strong>de</strong> la<br />

capacidad funcional que tenían previamente a la fractura. (1).<br />

Así, los procedimientos fisioterápicos contribuyen a<br />

mejorar la situación clínica <strong>de</strong>l paciente <strong>de</strong> edad avanzada<br />

con fractura <strong>de</strong> ca<strong>de</strong>ra. (6,17)


Fisioterapia en la fractura <strong>de</strong> ca<strong>de</strong>ra intervenida quirúrgicamente en el anciano. Revisión bibliográfica.<br />

CONCLUSIONES.<br />

1. El principal objetivo es la prevención <strong>de</strong> la progresión <strong>de</strong><br />

la incapacidad y recuperación <strong>de</strong> la capacidad funcional<br />

previa a la fractura. A<strong>de</strong>más se preten<strong>de</strong> conseguir una<br />

movilidad in<strong>de</strong>pendiente, bipe<strong>de</strong>stación forma segura,<br />

marcha y mejoría en función física, fortalecimiento<br />

muscular y movilidad articular.<br />

2. <strong>La</strong>s técnicas fisioterapéuticas varían en función <strong>de</strong>l tipo<br />

<strong>de</strong> intervención quirúrgica y el momento temporal. Deben<br />

estructurarse en: fisioterapia pre y post quirúrgica.<br />

3. <strong>La</strong>s sesiones <strong>de</strong> fisioterapia <strong>de</strong>ben realizarse 5 días a la<br />

semana, a razón <strong>de</strong> una hora diaria, durante 6 meses.<br />

Se recomienda la realización <strong>de</strong> un programa <strong>de</strong><br />

rehabilitación <strong>de</strong>spués <strong>de</strong> la intervención quirúrgica <strong>de</strong><br />

fractura <strong>de</strong> ca<strong>de</strong>ra en la tercera edad dado que los<br />

beneficios experimentados por los pacientes rehabilitados<br />

aconsejan, salvo contraindicación médica, la realización<br />

<strong>de</strong> este programa a todos los ancianos en esta situación.<br />

BIBLIOGRAFÍA.<br />

1. Hagino T, Ochiai S, Wako M, Sato E, Maekawa S, Hamada Y.<br />

Comparison of the prognosis among different age groups in el<strong>de</strong>rly<br />

patients with hip fracture. Indian J Orthop. 2008;42(1):29–32.<br />

2. Baztán JJ, Fernán<strong>de</strong>z-Alonso M, Aguado R, Socorro A. Resultados al<br />

año <strong>de</strong> la rehabilitación tras fractura <strong>de</strong> fémur proximal en mayores<br />

<strong>de</strong> 84 años. An Med Interna 2004;21:433-40.<br />

3. Handoll H, Parker M J. Tratamiento conservador versus quirúrgico<br />

para las fracturas <strong>de</strong> ca<strong>de</strong>ra en adultos. Revisión. <strong>La</strong> Biblioteca<br />

Cochrane Plus. 2009 Número 3<br />

4. Casado BL, Resnick B, Zimmerman S, Nahm ES, Orwig D, MacMillan<br />

K et al. Social Support for Exercise by Experts in Ol<strong>de</strong>r Women<br />

Post–Hip Fracture. J Women Aging. 2009;21(1):48–62.<br />

5. Campbell JW, Gardner M, Gillespie L, Jackson J, Robertson C, Theis<br />

JC et al. Acute management and immediate rehabilitation after hip<br />

fracture amongst people aged 65 years and over. Best practice<br />

evi<strong>de</strong>nce-based gui<strong>de</strong>line. New Zealand Gui<strong>de</strong>lines Group<br />

Incorporated. June 2003.<br />

6. Adunsky A, Lusky A, Arad M and Heruti RJ. A Comparative Study of<br />

Rehabilitation Outcomes of El<strong>de</strong>rly Hip Fracture Patients: The<br />

Advantage of a Comprehensive Orthogeriatric Approach. Journal<br />

Gerontol: Med Sciences 2003;58(6):542–7<br />

Elena Marqués Sulé y Emilia Andrea Medina Higuera<br />

7. Graham JE, Chang PFG, Berge´s IM, Granger CV and Ottenbacher<br />

KJ. Race / Ethnicity and Outcomes Following Inpatient Rehabilitation<br />

for Hip Fracture. Journ Gerontol: Med Sciences 2008; 63(8):860–6<br />

8. Craik RL. Disabilily following hip fracture. Phys Ther. 1994;74:387-<br />

98<br />

9. Serra JA, Garrido G, Vidán M, Marañón E, Brañas F, Ortiz F.<br />

Epi<strong>de</strong>miología <strong>de</strong> la fractura <strong>de</strong> ca<strong>de</strong>ra en ancianos en España. An Med<br />

Interna 2002;19(8):389-95.<br />

10. Scott J et al. Tratamiento <strong>de</strong> los pacientes <strong>de</strong> la 3ª edad con<br />

fracturas <strong>de</strong> ca<strong>de</strong>ra. Julio 1997.Publicaciones <strong>de</strong> la Scottish<br />

Intercollegiate Gui<strong>de</strong>lines Netwotk. Documento nº 15<br />

11. Scottish intercollegiate gui<strong>de</strong>lines network. Management of hip<br />

fracture in ol<strong>de</strong>r people: a national clinical gui<strong>de</strong>line. June 2009. CE-B<br />

12. Rö<strong>de</strong>r F, Schwab M, Aleker T, Mörike K, Thon KP, Klotz U. Proximal<br />

femur fracture in ol<strong>de</strong>r patients, rehabilitation and clinical outcome.<br />

Age Ageing 2003;32:74–80<br />

13. Cameron ID, Handoll HG, Finnegan TP, Madhok R, <strong>La</strong>nghorne P.<br />

Abordajes multidisciplinarios coordinados para la rehabilitación <strong>de</strong><br />

pacientes ancianos hospitalizados con fracturas femorales<br />

proximales. <strong>La</strong> Biblioteca Cochrane Plus, Revisión. 2008, Número 2.<br />

14. Mangione KK, Palombaro KM. Exercise prescription for a patient<br />

3 months after hip fracture. Phys Ther. 2005;85:676–87.<br />

15. Mangione KK, Craik RL, Tomlinson SS, Palombaro KM. Can el<strong>de</strong>rly<br />

patients who have had a hip fracture perform mo<strong>de</strong>rate to high<br />

intensity exercise at home? Phys Ther. 2005;85:727–39.<br />

16. Mendonça TMS, Silva CHM, Morales NMO, Morales RR, Canto<br />

RST et al. Evaluation of the health-related quality of life in el<strong>de</strong>rly<br />

patients according to the type of hip fracture: femoral neck or<br />

trochanteric. Clinics. 2008;63(5):607-12.<br />

17. Vega Ojeda AP, Maestre Márquez H, Robaina Ruiz L. Sala <strong>de</strong><br />

geriatría para pacientes con afecciones traumatológicas ortopédicas.<br />

Rev Cubana Ortop Taumatol 2004;18:122-8<br />

18. Handoll HHG, Sherrington C. Estrategias <strong>de</strong> movilización <strong>de</strong>spués<br />

<strong>de</strong> la cirugía por fractura <strong>de</strong> ca<strong>de</strong>ra en adultos. <strong>La</strong> Biblioteca<br />

Cochrane Plus, Revisión. 2008, Número 2<br />

Fisioter calid vida.2012;15(1)<br />

19


EJERCICIO FÍSICO EN LA ESCLEROSIS LATERAL AMIOTRÓFICA.<br />

EXERCISE IN AMYOTROPHIC LATERAL SCLEROSIS.<br />

Ana Isabel Macías-Jiménez<br />

Fisioterapeuta. Unidad <strong>de</strong> ELA. Hospital Carlos III, Madrid<br />

Profesora asociada. Universidad Rey Juan Carlos. Facultad <strong>de</strong> Ciencias <strong>de</strong> la Salud – Dpto. <strong>de</strong><br />

Fisioterapia, Terapia Ocupacional, Rehabilitación y Medicina Física – Área <strong>de</strong> Fisioterapia.<br />

Miguel Avenza-Jaén<br />

Fisioterapeuta. Unidad <strong>de</strong> ELA. Hospital Carlos III, Madrid<br />

Dirección para correspon<strong>de</strong>ncia:<br />

Ana Isabel Macías Jiménez<br />

HOSPITAL CARLOS III. C/ Sinesio Delgado, 10<br />

28029 Madrid<br />

Teléfono: 91 453 25 13<br />

E-mail: aimacias@gmail.com<br />

RESUMEN<br />

<strong>La</strong> ELA es una enfermedad neuro<strong>de</strong>generativa progresiva <strong>de</strong><br />

etiología <strong>de</strong>sconocida con una evolución <strong>de</strong> 3 a 5 años hasta<br />

la muerte. Hoy en día no existe tratamiento curativo, siendo<br />

el Riluzole el único fármaco aprobado como tratamiento<br />

patogénico capaz <strong>de</strong> aumentar levemente la supervivencia.<br />

Son muchos los estudios que tratan <strong>de</strong> <strong>de</strong>terminar los efectos<br />

<strong>de</strong>l ejercicio físico en los pacientes con ELA, concluyendo en<br />

su mayoría que el ejercicio mo<strong>de</strong>rado permite retrasar la<br />

progresión <strong>de</strong> la discapacidad, así como mejorar algunos <strong>de</strong><br />

los síntomas y evitar las complicaciones que aparecen<br />

frecuentemente en estos pacientes. Sin embargo, son<br />

necesarios nuevos estudios que permitan establecer la pauta<br />

concreta <strong>de</strong> ejercicio en el momento concreto <strong>de</strong> progresión<br />

<strong>de</strong>l paciente con ELA que permita obtener los mayores<br />

beneficios.<br />

20 Fisioter calid vida.2012;15(1)<br />

Palabras clave: Esclerosis <strong>La</strong>teral Amiotrófica, Ejercicio,<br />

Enfermedad Neuromuscular, Fisioterapia, Actividad física.<br />

ABSTRACT<br />

ALS is a progressive neuro<strong>de</strong>generative disease of unknown<br />

etiology with an evolution from 3 to 5 years until <strong>de</strong>ath.<br />

Today there is no cure, and Riluzole remains the only drug<br />

approved for pathogen treatment that can slightly increase<br />

survival. There are many studies that attempt to <strong>de</strong>termine<br />

the effects of physical exercise in ALS patients, mostly<br />

concluding that mo<strong>de</strong>rate exercise can <strong>de</strong>lay the<br />

progression of disability and to improve some symptoms<br />

and prevent complications that appear frequently in these<br />

patients. However, further studies are nee<strong>de</strong>d to establish<br />

the specific pattern of exercise in the particular time of


Ejercicio físico en la Esclerosis <strong>La</strong>teral Amiotrófica.<br />

progression of ALS patient to obtain the greatest benefits.<br />

Keywords: Amyotrophic <strong>La</strong>teral Sclerosis, Exercise,<br />

Neuromuscular Disease, Physiotherapy, Physical Activity.<br />

INTRODUCCIÓN<br />

<strong>La</strong> Esclerosis <strong>La</strong>teral Amiotrófica (ELA) es una enfermedad<br />

neuro<strong>de</strong>generativa rápidamente progresiva y <strong>de</strong> <strong>de</strong>senlace<br />

fatal, <strong>de</strong> etiología <strong>de</strong>sconocida, que provoca la pérdida <strong>de</strong><br />

motoneuronas superiores e inferiores en el cortex cerebral,<br />

sistema nervioso y médula espinal (1,2). Es la enfermedad<br />

<strong>de</strong> motoneurona más común en la población adulta, con<br />

inci<strong>de</strong>ncia estimada en la población europea <strong>de</strong> 2,16<br />

personas por cada 100.000 habitantes, siendo mayor en<br />

hombres (3,0 por 100000 habitantes) que en mujeres (2,4<br />

por cada 100000 habitantes) (3), mientras que la<br />

prevalencia se sitúa en 4-6 personas por cada 100.000 (4).<br />

<strong>La</strong> media <strong>de</strong> edad <strong>de</strong> comienzo <strong>de</strong> la enfermedad en su<br />

forma esporádica varía entre 55 y 65 años, con una media<br />

<strong>de</strong> 64 años (5). En la mayor parte <strong>de</strong> los casos se trata <strong>de</strong><br />

una ELA esporádica, siendo sólo un 5% los casos en los que<br />

se i<strong>de</strong>ntifica una historia <strong>de</strong> ELA familiar (6).<br />

<strong>La</strong> ELA se caracteriza por la presencia variable <strong>de</strong> <strong>de</strong>bilidad<br />

muscular progresiva, atrofia, fatiga, espasticidad, disartria,<br />

disfagia y compromiso respiratorio, provocando una<br />

limitación funcional progresiva, discapacitante y,<br />

finalmente, <strong>de</strong>sembocando en fallo respiratorio y muerte (7).<br />

Actualmente no existen tratamientos curativos, siendo el<br />

Riluzole el único fármaco aprobado como tratamiento<br />

patogénico <strong>de</strong> la enfermedad, el cual ha <strong>de</strong>mostrado un<br />

ligero aumento <strong>de</strong> la supervivencia en 2 ensayos clínicos<br />

internacionales (8). Por lo tanto, en ausencia <strong>de</strong> un<br />

tratamiento curativo, el ejercicio físico y la fisioterapia se<br />

plantean como una <strong>de</strong> las estrategias más apropiadas para<br />

retrasar la pérdida <strong>de</strong> fuerza, resistencia e in<strong>de</strong>pen<strong>de</strong>ncia (1).<br />

A la espera <strong>de</strong> un tratamiento curativo o <strong>de</strong> <strong>de</strong>tención <strong>de</strong> la<br />

Ana Isabel Macías-Jiménez y Miguel Avenza-Jaén<br />

progresión, son muchas las estrategias que pue<strong>de</strong>n<br />

adoptarse para el manejo los pacientes con ELA. El<br />

tratamiento no pue<strong>de</strong> limitarse al riluzol, la única molécula<br />

que ha <strong>de</strong>mostrado modificar la evolución <strong>de</strong> la<br />

enfermedad. Los tratamientos sintomáticos tienen un papel<br />

importante en el control <strong>de</strong> los principales síntomas y<br />

signos <strong>de</strong> la enfermedad, tales como astenia, fatiga,<br />

<strong>de</strong>presión, ansiedad, secreciones, dolor, estreñimiento,<br />

prevención <strong>de</strong> escaras, calambres, espasmos musculares,<br />

trastornos <strong>de</strong>l sueño, espasticidad, inestabilidad emocional<br />

y trastornos digestivos.<br />

<strong>La</strong>s dificulta<strong>de</strong>s en la <strong>de</strong>glución y la aparición <strong>de</strong> disfunción<br />

diafragmática provocan la <strong>de</strong>snutrición e insuficiencia<br />

respiratoria. Diversos estudios sugieren que la gastrostomía<br />

y la ventilación mecánica no invasiva mejoran la calidad <strong>de</strong><br />

vida y la supervivencia en los pacientes con ELA (9-11).<br />

El objetivo <strong>de</strong> esta revisión es <strong>de</strong>terminar el efecto que el<br />

ejercicio físico tiene sobre la progresión <strong>de</strong> la ELA, sobre la<br />

discapacidad y sobre la sintomatología que<br />

progresivamente aparece en estos pacientes, tratando <strong>de</strong><br />

establecer qué pauta <strong>de</strong> ejercicio es la más apropiada para<br />

retrasar el avance <strong>de</strong> la enfermedad.<br />

MATERIAL Y MÉTODO<br />

Se realizó una búsqueda sistemática <strong>de</strong> la literatura en las<br />

principales bases <strong>de</strong> datos bibliográficas, Pubmed, Cinahl,<br />

ISI web of knowledge, PEDro, Cochrane y Aca<strong>de</strong>mic Search<br />

Premier, <strong>de</strong>s<strong>de</strong> el año 1950 hasta la actualidad. <strong>La</strong>s palabras<br />

clave utilizadas fueron: exercise, physical activity,<br />

physiotherapy, occupational therapy, acuatic therapy,<br />

amyotrophic lateral sclerosis, neuromuscular disease. Los<br />

resúmenes <strong>de</strong> los artículos publicados i<strong>de</strong>ntificados fueron<br />

revisados para <strong>de</strong>terminar la relevancia <strong>de</strong> los mismos.<br />

Como resultado <strong>de</strong> esta búsqueda, un total <strong>de</strong> 50<br />

referencias bibliográficas han sido incluidas en esta<br />

revisión.<br />

Fisioter calid vida.2012;15(1)<br />

21


RESULTADOS<br />

Es ampliamente aceptado que el ejercicio físico aporta<br />

gran<strong>de</strong>s beneficios al organismo, contribuyendo<br />

positivamente a mantener un peso saludable, y<br />

favoreciendo el funcionamiento muscular, cardiovascular e<br />

inmunológico. A<strong>de</strong>más, el ejercicio ha <strong>de</strong>mostrado ser<br />

eficaz en la reducción <strong>de</strong>l riesgo en patologías con alto<br />

índice <strong>de</strong> mortalidad como la hipertensión arterial, la<br />

patología cardíaca, la obesidad y la diabetes (12-15). De<br />

especial interés para el tema que nos ocupa, el ejercicio<br />

también ha <strong>de</strong>mostrado un importante efecto<br />

neuroprotector, tanto en el sistema nervioso central como<br />

en el periférico (16).<br />

Sin embargo, pese al acuerdo existente sobre los beneficios<br />

<strong>de</strong>l ejercicio físico general, la utilización <strong>de</strong>l mismo en<br />

pacientes con ELA se ha convertido en un tema<br />

controvertido, no existiendo acuerdo con respecto a si la<br />

actividad física aumenta el riesgo <strong>de</strong> progresión o<br />

promueve la <strong>de</strong>generación <strong>de</strong> las neuronas motoras en la<br />

ELA. Actualmente, las hipótesis fisiopatológicas incluyen la<br />

excitotoxicidad, el estrés oxidativo y el aumento <strong>de</strong> las<br />

cargas <strong>de</strong> calcio como causas <strong>de</strong> la <strong>de</strong>generación selectiva<br />

<strong>de</strong> las neuronas motoras vulnerables, pudiendo amplificar<br />

estos factores el ejercicio vigoroso (17).<br />

Históricamente, el fortalecimiento muscular y el ejercicio<br />

<strong>de</strong> acondicionamiento no han sido recomendados como<br />

estándar <strong>de</strong> cuidado para las personas con ELA, no<br />

existiendo acuerdo con respecto al efecto beneficioso o<br />

perjudicial que pue<strong>de</strong> tener el ejercicio físico mo<strong>de</strong>rado en<br />

la evolución <strong>de</strong> esta enfermedad. Inicialmente, las<br />

recomendaciones incluían evitar el ejercicio que no fuera<br />

inherente a la vida cotidiana (18), basándose dicha<br />

recomendación en los estudios epi<strong>de</strong>miológicos que<br />

indicaban que altos niveles <strong>de</strong> esfuerzo podrían estar<br />

asociados a un aumento <strong>de</strong>l riesgo <strong>de</strong> progresión <strong>de</strong> la<br />

<strong>de</strong>generación asociada con la ELA (19,20). Bennet et al<br />

22 Fisioter calid vida.2012;15(1)<br />

Vol.15 Núm.1 2012<br />

<strong>de</strong>scriben la presencia <strong>de</strong> respuestas fisiológicas anormales<br />

al ejercicio en personas con ELA, concluyendo que el<br />

ejercicio vigoroso pue<strong>de</strong> facilitar alguno <strong>de</strong> los mecanismos<br />

patógenos implicados en la ELA (21).<br />

Otros estudios teorizan que el ejercicio físico intenso o muy<br />

repetitivo podría provocar un aumento <strong>de</strong> la pérdida <strong>de</strong><br />

masa muscular, favoreciendo la <strong>de</strong>nervación <strong>de</strong> las<br />

neuronas motoras (22). En este sentido, Patel (23) concluye<br />

que la malnutrición y la limitación calórica, sumado a<br />

ejercicio <strong>de</strong> alta intensidad, podrían acelerar el proceso <strong>de</strong><br />

la enfermedad. Kilmer et al (24) llevaron a cabo un estudio<br />

en 1994 en pacientes con enfermedad neuromuscular,<br />

llevando a cabo un programa <strong>de</strong> ejercicio resistido <strong>de</strong><br />

fortalecimiento muscular. Los resultados mostraron que el<br />

ejercicio <strong>de</strong> alta intensidad y resistencia tiene efectos<br />

perjudiciales, principalmente aquellos realizados <strong>de</strong><br />

manera excéntrica en extremida<strong>de</strong>s superiores. Este estudio<br />

sugiere que realizar ejercicio más <strong>de</strong> 4 días en semana<br />

pue<strong>de</strong> provocar <strong>de</strong>bilidad muscular en esta población.<br />

No obstante, son muchos los estudios que abogan por la<br />

utilización <strong>de</strong>l ejercicio físico en los pacientes con ELA.<br />

Aunque la ELA es una enfermedad neuro<strong>de</strong>generativa<br />

progresiva que compromete el conjunto <strong>de</strong> neuronas<br />

motoras y, secundariamente, la fisiología <strong>de</strong> las fibras<br />

musculares, existen teorías que apuestan por la seguridad<br />

<strong>de</strong>l ejercicio mo<strong>de</strong>rado y por el beneficio <strong>de</strong> éste en los<br />

pacientes con ELA (25). El ejercicio mo<strong>de</strong>rado pue<strong>de</strong><br />

mejorar la plasticidad neuronal a través <strong>de</strong> factores tróficos,<br />

tales como el factor <strong>de</strong> crecimiento insulínico (IGF) y<br />

factores entróficos <strong>de</strong>rivados gliales (26). El<br />

acondicionamiento cardiovascular aumenta la circulación<br />

cerebral y periférica mediante el aumento <strong>de</strong> la capacidad<br />

aeróbica a través <strong>de</strong> un aumento <strong>de</strong> volumen sistólico y la<br />

extracción <strong>de</strong> oxígeno, las nuevas re<strong>de</strong>s capilares (27), y la<br />

captación <strong>de</strong> colina y el aumento <strong>de</strong> la <strong>de</strong>nsidad <strong>de</strong><br />

receptores <strong>de</strong> la dopamina (28). Por lo tanto, es posible que


Ejercicio físico en la Esclerosis <strong>La</strong>teral Amiotrófica.<br />

el ejercicio mo<strong>de</strong>rado pueda ser beneficioso para las<br />

neuronas motoras sanas provocando una reestructuración<br />

<strong>de</strong>ndrítica, un aumento <strong>de</strong> liberación <strong>de</strong> neurotransmisores<br />

en la placa motora, una mejora en la síntesis <strong>de</strong> proteínas,<br />

un fortalecimiento <strong>de</strong> las conexiones sinápticas en los<br />

músculos objetivo, ayudando a mantener la organización y<br />

el potencial <strong>de</strong> contracción <strong>de</strong> las fibras musculares,<br />

mediando en el equilibrio <strong>de</strong>l calcio intracelular y<br />

mejorando el transporte axonal (29). El ejercicio físico <strong>de</strong>be<br />

adaptarse <strong>de</strong> acuerdo a la situación clínica <strong>de</strong> cada<br />

individuo, evitando la sobrecarga <strong>de</strong> los sistemas nervioso,<br />

muscular y respiratorio, así como la activación <strong>de</strong> los<br />

mecanismos fisiopatológicos <strong>de</strong> la ELA (es <strong>de</strong>cir, alteración<br />

<strong>de</strong> la homeostasis <strong>de</strong> los radicales libres, la función <strong>de</strong><br />

mitocondrias, organización <strong>de</strong> los filamentos intermedios<br />

celulares o intracelulares y la regulación <strong>de</strong>l calcio). Esta<br />

<strong>de</strong>saceleración <strong>de</strong> la fisiología podría aumentar la<br />

in<strong>de</strong>pen<strong>de</strong>ncia funcional.<br />

Recientes estudios epi<strong>de</strong>miológicos informan <strong>de</strong> una<br />

asociación significativa entre la actividad física y el riesgo<br />

<strong>de</strong> progresión en la ELA (30). Sin embargo, otros estudios<br />

muestran que los regímenes <strong>de</strong> ejercicio mo<strong>de</strong>rado mejoran<br />

la situación funcional <strong>de</strong> los pacientes con ELA y son<br />

beneficiosos para el control <strong>de</strong> los síntomas <strong>de</strong> la<br />

enfermedad. Otros trabajos recientes llevados a cabo en<br />

mo<strong>de</strong>los <strong>de</strong> ratones transgénicos con ELA familiar han<br />

<strong>de</strong>mostrado un enlentecimiento <strong>de</strong> la progresión <strong>de</strong> la<br />

enfermedad, mejora <strong>de</strong> la función, y la extensión <strong>de</strong> la<br />

supervivencia en aquellos animales que realizaban un<br />

programa <strong>de</strong> ejercicio mo<strong>de</strong>rado.<br />

Los estudios realizados por Kaspar (31) en 2005 muestran<br />

que los ratones transgénicos SOD1 que realizaban ejercicio<br />

no exhaustivo y no excéntrico, mediante la rueda <strong>de</strong> libre<br />

acceso, presentaban una mayor esperanza <strong>de</strong> vida en<br />

comparación con aquellos que vivían <strong>de</strong> forma se<strong>de</strong>ntaria<br />

(202 días en ratones que realizaban ejercicio frente a 119<br />

Ana Isabel Macías-Jiménez y Miguel Avenza-Jaén<br />

días en ratones se<strong>de</strong>ntarios). Los resultados <strong>de</strong>mostraron<br />

que el ejercicio alarga la vida útil y retrasa el <strong>de</strong>terioro<br />

funcional <strong>de</strong> manera significativa. Otros estudios (32,33)<br />

llevados a cabo en animales corroboran un aumento<br />

mo<strong>de</strong>sto en la supervivencia en aquellos ratones que<br />

realizan un programa <strong>de</strong> ejercicio. Grondard et al (34)<br />

<strong>de</strong>mostraron que el ejercicio regular mejora <strong>de</strong> manera<br />

apreciable la supervivencia <strong>de</strong> la neurona motora y con<br />

ello, la función motora, ampliando la supervivencia en<br />

ratones en un 50% con respecto al grupo <strong>de</strong> animales<br />

control. En 2004, otro estudio mostró que los ratones<br />

machos con ELA que realizaban ejercicio <strong>de</strong> alta intensidad<br />

presentaban una menor supervivencia y un <strong>de</strong>terioro motor<br />

más rápido (35).<br />

Estudios más actuales, con ratones, como el llevado a cabo<br />

por Carreras et al (36), muestran cómo el ejercicio<br />

mo<strong>de</strong>rado retrasa la aparición <strong>de</strong>l déficit motor en más <strong>de</strong><br />

una semana. Como contrapartida, el ejercicio vigoroso<br />

<strong>de</strong>mostró acelerar significativamente la aparición <strong>de</strong><br />

déficits <strong>de</strong> rendimiento <strong>de</strong>l motor <strong>de</strong> la neurona motora.<br />

Varios ensayos clínicos han <strong>de</strong>mostrado el valor <strong>de</strong> ciertos<br />

tipos <strong>de</strong> ejercicio para aminorar el progresivo <strong>de</strong>terioro y<br />

mejorar la funcionalidad <strong>de</strong> los pacientes con ELA. Drory et<br />

al (37) llevaron a cabo un estudio con pacientes<br />

diagnosticados <strong>de</strong> ELA probable o <strong>de</strong>finida, para tratar <strong>de</strong><br />

<strong>de</strong>terminar los efectos <strong>de</strong>l ejercicio sobre estos pacientes. El<br />

programa establecido incluía la realización <strong>de</strong> ejercicio<br />

mo<strong>de</strong>rado durante 15 minutos 2 veces al día. Los<br />

resultados mostraron que, tras 3 meses <strong>de</strong> programa, los<br />

pacientes mostraban un menor <strong>de</strong>terioro medido mediante<br />

la escala funcional ALSFRS-r y unos mejores valores en la<br />

escala <strong>de</strong> Ashworth. Los mismos resultados fueron<br />

obtenidos en las evaluaciones realizadas a los 6 meses. Sin<br />

embargo, no se encontraron diferencias significativas en la<br />

fuerza muscular, el nivel <strong>de</strong> fatiga, dolor y calidad <strong>de</strong> vida<br />

tras 3 meses, ni tras los 6 meses entre el grupo que realizó<br />

Fisioter calid vida.2012;15(1)<br />

23


los ejercicios y el grupo control. <strong>La</strong>s evaluaciones<br />

realizadas a los 9 y a los 12 meses no generaron datos<br />

significativos <strong>de</strong>bido al número escaso <strong>de</strong> pacientes que<br />

continuaban en el estudio. Por tanto, concluyen los autores<br />

que, un programa regular <strong>de</strong> ejercicio físico mo<strong>de</strong>rado tiene<br />

un efecto positivo <strong>de</strong> corta duración sobre la discapacidad<br />

en pacientes con ELA y, por lo tanto, <strong>de</strong>be ser<br />

recomendado.<br />

Pinto et al (38) estudiaron el efecto combinado <strong>de</strong>l ejercicio<br />

en cintas <strong>de</strong> umbral aeróbico con la utilización <strong>de</strong><br />

ventilación invasiva asistida durante 1 año, como técnica<br />

para mejorar el mantenimiento <strong>de</strong> la fuerza muscular y la<br />

oxigenación, así como mejorar la calidad <strong>de</strong> vida. Los<br />

pacientes que llevaron a cabo este protocolo <strong>de</strong><br />

entrenamiento mostraron una mejoría en la movilidad y en<br />

la función respiratoria, así como una menor disminución en<br />

la fuerza muscular.<br />

DalBello-Haas et al (39) investigaron los efectos <strong>de</strong>l<br />

ejercicio resistido mo<strong>de</strong>rado en el domicilio en pacientes<br />

con ELA. Los pacientes realizaron un programa <strong>de</strong><br />

ejercicios diarios en el hogar <strong>de</strong> estiramiento y resistencia,<br />

tres veces por semana durante 1 mes. Los resultados<br />

mostraron que los pacientes <strong>de</strong>l grupo que realizó el<br />

programa <strong>de</strong> ejercicio presentaban mayores puntuaciones<br />

en la escala funcional ALSFRS-r en la función física y un<br />

menor <strong>de</strong>terioro en la fuerza <strong>de</strong> extremida<strong>de</strong>s inferiores. Los<br />

autores concluyen que un programa <strong>de</strong> ejercicios <strong>de</strong><br />

resistencia individualizado pue<strong>de</strong> reducir la atrofia por<br />

<strong>de</strong>suso, siempre y cuando el ejercicio no cause fatiga.<br />

El entrenamiento en el agua es otra forma <strong>de</strong> realizar<br />

ejercicio físico que podría beneficiar a los pacientes con<br />

ELA. Deforges et al (40) realizaron un estudio con ratones<br />

con ELA <strong>de</strong> 70 días <strong>de</strong> edad, a los que se les sometió a un<br />

programa <strong>de</strong> natación 30 minutos al día los 5 días <strong>de</strong> la<br />

semana. Los ratones fueron evaluados hasta los 115 días <strong>de</strong><br />

edad o hasta la muerte. Veinte ratones fueron incluidos en<br />

24 Fisioter calid vida.2012;15(1)<br />

Vol.15 Núm.1 2012<br />

un grupo <strong>de</strong> ejercicio en cinta con velocidad regulada y<br />

otros 25 ratones se incluyeron en el grupo <strong>de</strong> natación en<br />

una piscina <strong>de</strong> flujo. Un tercer grupo <strong>de</strong> 50 ratones con ELA<br />

y 10 ratones control fueron colocados en una piscina sin<br />

flujo o en una cinta sin velocidad. Los resultados indicaron<br />

que la natación induce múltiples beneficios en la función<br />

motora, restrasando la muerte <strong>de</strong> la motoneuronas<br />

espinales y, con ello, probando un aumento <strong>de</strong> la<br />

supervivencia <strong>de</strong> 25 días.<br />

En contraste con los anteriores estudios, las pruebas<br />

realizadas a ratones transgénicos <strong>de</strong> la misma cepa que la<br />

anterior, expuestos a ejercicio vigoroso, mediante un<br />

programa <strong>de</strong> 10h al día, no resultó en una progresión más<br />

rápida <strong>de</strong> la <strong>de</strong>generación <strong>de</strong> las neuronas motoras (41).<br />

Jonson (42), en los años 80, experimentó un programa <strong>de</strong><br />

terapia en agua con un paciente con ELA, una vez por<br />

semana 45 minutos, concluyendo que la terapia en agua<br />

tiene múltiples ventajas como la facilitación a la hora <strong>de</strong>l<br />

ejercicio, la mejora <strong>de</strong> la condición física, incluyendo un<br />

gran aspecto recreativo y social.<br />

Zawodniak (43) recomienda el ejercicio acuático como<br />

programa <strong>de</strong> acondicionamiento <strong>de</strong> los pacientes con ELA,<br />

asegurando que un programa acuático permite la marcha<br />

<strong>de</strong>bido a la disminución <strong>de</strong> la gravedad, permite un mayor<br />

<strong>de</strong>scanso <strong>de</strong> la musculatura, consigue un aumento <strong>de</strong> la<br />

movilidad reducida y consigue la relajación <strong>de</strong> la<br />

musculatura espástica.<br />

Jackson et al (7) proponen la realización <strong>de</strong> un programa <strong>de</strong><br />

ejercicio mo<strong>de</strong>rado como medida para mejorar la<br />

resistencia, la fatiga y la eficiencia muscular, advirtiendo<br />

sobre el riesgo <strong>de</strong> daño muscular que conlleva la<br />

realización <strong>de</strong> ejercicio vigoroso. En la misma línea <strong>de</strong><br />

recomendar la realización <strong>de</strong> ejercicio mo<strong>de</strong>rado, Francis<br />

et al (44) informó que los ejercicios <strong>de</strong> resistencia pue<strong>de</strong><br />

ser beneficiosos en pacientes con una progresión lenta y<br />

sólo en los músculos que siguen siendo fuertes.


Ejercicio físico en la Esclerosis <strong>La</strong>teral Amiotrófica.<br />

Coincidiendo con Francis et al, Simmons (1) señaló que el<br />

ejercicio mo<strong>de</strong>rado pu<strong>de</strong> ser beneficioso, en aquellos<br />

músculos que cuentan aún con suficiente fuerza muscular.<br />

Müller (45) establece que es necesaria sólo una contracción<br />

al día con la mitad <strong>de</strong> la fuerza máxima para prevenir la<br />

atrofia. Un músculo que no se contrae pier<strong>de</strong> alre<strong>de</strong>dor <strong>de</strong><br />

un 5% <strong>de</strong> su fuerza diaria. También consi<strong>de</strong>ran que el rango<br />

<strong>de</strong> movimiento (ROM) y los ejercicios <strong>de</strong> estiramiento se<br />

<strong>de</strong>be iniciar en todos los pacientes con ELA que muestran<br />

<strong>de</strong>bilidad muscular. Estos ejercicios han <strong>de</strong>mostrado ser<br />

útiles en el mantenimiento <strong>de</strong> movimiento pasivo,<br />

ayudando a prevenir o reducir el dolor y aumentar o<br />

mantener la función (1). Otros efectos beneficiosos <strong>de</strong>l<br />

estiramiento incluyen la prevención <strong>de</strong> contracturas,<br />

trombosis venosa profunda y émbolos pulmonares (46).<br />

Es importante conocer el efecto <strong>de</strong>l entrenamiento <strong>de</strong> la<br />

fuerza isométrica <strong>de</strong> los pacientes con ELA para <strong>de</strong>terminar<br />

su posible utilización <strong>de</strong>ntro <strong>de</strong>l programa <strong>de</strong><br />

rehabilitación. Lenman (47) realizó un estudio <strong>de</strong><br />

entrenamiento muscular <strong>de</strong> los grupos flexores y grupos<br />

extensores <strong>de</strong>l codo en pacientes con diversos grados <strong>de</strong><br />

<strong>de</strong>bilidad muscular. Los pacientes participaron entre 11 y<br />

21 sesiones <strong>de</strong> entrenamiento consistente en la realización<br />

<strong>de</strong> 30 contracciones isométricas. Tres <strong>de</strong> los pacientes que<br />

se sometieron al programa <strong>de</strong> entrenamiento mejoraron la<br />

fuerza <strong>de</strong> flexión y extensión <strong>de</strong> codo, mientras que los tres<br />

restantes no mostraron mejoría o presentaron pérdida <strong>de</strong><br />

fuerza. El autor concluye que los ejercicios <strong>de</strong><br />

fortalecimiento están garantizados sólo cuando el proceso<br />

<strong>de</strong> la enfermedad es <strong>de</strong> progresión lenta. Chan y Sinaki<br />

(44,48) sugieren que seis contracciones isométricas durante<br />

seis segundos cada una, junto con ejercicios submáximos<br />

<strong>de</strong> banda elástica, pue<strong>de</strong>n ayudar a mantener o mejorar la<br />

fuerza en pacientes con ELA.<br />

<strong>La</strong> fatiga es un síntoma referido frecuentemente por los<br />

pacientes. Se entien<strong>de</strong> por fatiga la pérdida <strong>de</strong> capacidad<br />

Ana Isabel Macías-Jiménez y Miguel Avenza-Jaén<br />

<strong>de</strong> generar fuerza <strong>de</strong>spués <strong>de</strong>l ejercicio, mediante la<br />

medición <strong>de</strong> los cambios en la actividad electromiográfica<br />

<strong>de</strong> un esfuerzo <strong>de</strong>terminado, pero también se trata <strong>de</strong> un<br />

síntoma ciertamente subjetivo (49).<br />

DalBello-Haas et al (50) recomiendan la vigilancia y la<br />

adaptación <strong>de</strong> los programas <strong>de</strong> ejercicio para evitar la<br />

excesiva fatiga en los pacientes, con especial atención a la<br />

aparición <strong>de</strong> calambres y/o fasciculaciones, lo cual podría<br />

indicar la presencia <strong>de</strong> fatiga muscular.<br />

En los pacientes con ELA la reducción en la actividad física<br />

pue<strong>de</strong> ser <strong>de</strong>bida, a<strong>de</strong>más, a un síndrome <strong>de</strong><br />

hipoventilación alveolar. Por ello, la fisioterapia respiratoria<br />

es fundamental, mediante ejercicios <strong>de</strong> respiración<br />

abdominal, expansión costal y, en fases más avanzadas,<br />

mediante fisioterapia respiratoria asistida. Estudios<br />

recientes han <strong>de</strong>mostrado que el uso <strong>de</strong> ventilación<br />

mecánica no invasiva pue<strong>de</strong> aumentar la supervivencia<br />

en pacientes con ELA, pese a que no <strong>de</strong>mostró cambios<br />

en la progresión <strong>de</strong> la <strong>de</strong>bilidad muscular ni en la calidad<br />

<strong>de</strong> vida (38).<br />

CONCLUSIONES<br />

Son numerosos los estudios que han tratado <strong>de</strong><br />

<strong>de</strong>terminar los efectos <strong>de</strong>l ejercicio en los pacientes con<br />

ELA. Muchos autores coinci<strong>de</strong>n en afirmar que el<br />

ejercicio mo<strong>de</strong>rado provoca un enlentecimiento <strong>de</strong> la<br />

progresión <strong>de</strong> la discapacidad pero, sin embargo, no hay<br />

establecidas pautas concretas que indiquen qué tipo <strong>de</strong><br />

ejercicio es el más recomendable, así como cuál es la<br />

duración y frecuencia más apropiadas.<br />

Por lo tanto, son necesarios nuevos trabajos <strong>de</strong><br />

investigación que permitan <strong>de</strong>terminar el efecto concreto<br />

que el ejercicio mo<strong>de</strong>rado tiene en los pacientes con ELA<br />

y que permitan <strong>de</strong>finir un programa concreto en<br />

frecuencia y durabilidad.<br />

Fisioter calid vida.2012;15(1)<br />

25


BIBLIOGRAFÍA.<br />

1. Simmons Z. Management strategies for patients with amyotrophic<br />

lateral sclerosis from diagnosis through <strong>de</strong>ath. Neurologist<br />

2005;11:257–270<br />

2. Cozzolina M, Ferri A, Crri MT. Amyotrophic lateral sclerosis: From<br />

current <strong>de</strong>velopments in the laboratory to clinical implications.<br />

Antioxidants ReDox Signal. 2007;10:406–430.<br />

3. Logroscino G, Traynor BJ, Hardiman O, Chiò A, Mitchell D, Swingler<br />

RJ, Millul A et al; EURALS. Inci<strong>de</strong>nce of amyotrophic lateral sclerosis<br />

in Europe. J Neurol Neurosurg Psychiatry 2010;81(4):385-390.<br />

4. Kaufmann P et al. Phase II trial of CoQ10 for ALS finds insufficient<br />

evi<strong>de</strong>nce to justify phase III. Ann Neurol 2009 Aug;66(2):235-44.<br />

5. Leigh PN. Amyotrophic lateral sclerosis. In Motor Neuron<br />

Disor<strong>de</strong>rs and related diseases. Volume 82. Edited by: Eisen AA, Sham<br />

PJ. Ámsterdam: Elsevier, 2007:249-268<br />

6. An<strong>de</strong>rson PM. Genetic Aspects of Amyotrophic <strong>La</strong>teral<br />

Sclerosis/Motor Neuron Disease. In: Shaw PJ, Strong MJ, editors.<br />

Motor Neuron Disor<strong>de</strong>rs Volume 28. Phila<strong>de</strong>lphia: Butterworth<br />

Heinemann; 2003. p. 207-208.<br />

7. Jackson CB, Bryan WW. Amyotrophic lateral sclerosis. Semin<br />

Neurol 1998;18:27–39.<br />

8. <strong>La</strong>comblez L, Bensimon G, Leigh PN, Guillet P, Meininger V. Doseranging<br />

study of riluzole in amyotrophic lateral sclerosis. Amyotrophic<br />

<strong>La</strong>teral Sclerosis/Riluzole Study Group II. <strong>La</strong>ncet.<br />

1996;347(9013):1425-31.<br />

9. Almeida SR, Silva LB, Guerreiro CA, Nucci A. Amyotrophic lateral<br />

sclerosis: prospective study on respiratory parameters. Arq<br />

Neuropsiquiatr 2010 Apr;68(2):258-62.<br />

10. Gautier G, Verschueren A, Monnier A, Attarian S, Salort-Campana<br />

E, Pouget J. ALS with respiratory onset: clinical features and effects of<br />

non-invasive ventilation on the prognosis. Amyotroph <strong>La</strong>teral Scler<br />

2010 Aug;11(4):379-82.<br />

11. Spataro R, Ficano L, Piccoli F, <strong>La</strong> Bella V. Percutaneous endoscopic<br />

gastrostomy in amyotrophic lateral sclerosis: effect on survival. J<br />

Neurol Sci 2011 May 15;304(1-2):44-8.<br />

12. Pescatello LS, Franklin BA, Fagard R, Farquhar WB, Kelley GA, Ray<br />

CA. American College of Sports Medicine. American College of<br />

Sports Medicine position stand: exercise and hypertension. Med Sci<br />

Sports Exerc 2004;35:533–553.<br />

13. Hansen D, Dendale P, Berger J, van Loon LJ, Meeusen R. The effects<br />

26 Fisioter calid vida.2012;15(1)<br />

Vol.15 Núm.1 2012<br />

of exercise training on fat-mass loss in obese patients during energy<br />

intake restriction. Sports Med. 2007;37(1):31–46.<br />

14. Fischer CP, Plomgaard P, Hansen AK, Pilegaard H, Saltin B, Pe<strong>de</strong>rsen<br />

BK. Endurance training reduces the contraction-induced interleukin-<br />

6 mRNA expression in human skeletal muscle. Am J Physiol<br />

Endocrinol Metab 2004;1189:1194.<br />

15. Pereira LO, <strong>La</strong>ncha AH. Effect of insulin and contraction up on<br />

glucose transport in skeletal muscle. Prog Biophys Mol Biol<br />

2004;84(1):1–27.<br />

16. McCrate ME, Kaspar BK. Physical activity and neuroprotection in<br />

amyotrophic lateral sclerosis. Neuromolecular Med 2008;10(2):108-<br />

17.<br />

17. Ruiz AL, Clavijo D, Mejía O, Ruiz M, García A, García G et al. Bases<br />

biológicas y patobiológicas humanas <strong>de</strong> la esclerosis lateral<br />

amiotrófica. Universitas Médica 2006; 47 (1): 35-54.<br />

18. Sinaki M, Mul<strong>de</strong>r DW. Rehabilitation techniques for patients with<br />

amyotrophic lateral sclerosis. Mayo Clinic Proceedings<br />

1978;53(3):173-8.<br />

19. Kurtzke JF. Risk factors in amyotrophic lateral sclerosis. Advances<br />

in Neurology 1991;56:245-70.<br />

20. Strickland D, Smith SA, Dolliff G, Goldman L, Roelofs R. Physical<br />

activity, trauma, and ALS: a case-control study. Acta Neurologica<br />

Scandinavica1996;94(1):45-50.<br />

21. Bennett RL, Knowlton GC. Overwork weakness in partially<br />

<strong>de</strong>nervated skeletal muscle. Clinical Orthopaedics and Related<br />

Research, 1958;12:22-29.<br />

22. Johnson EW, Braddom R. Overwork weakness in<br />

facioscapulohumeral muscular dystrophy. Archives of Physical<br />

Medicine and Rehabilitation 1971;52(7):333-6<br />

23. Patel BP, Hama<strong>de</strong>h MJ. Nutritional and exercise-based<br />

interventions in the treatment of amyotrophic lateral sclerosis. Clin<br />

Nutr 2009 Dec;28(6):604-17.<br />

24. Kilmer DD, McCrory MA, Wright NC, Aitkens SG, Bernauer EM.<br />

The effect of a high resistance exercise program in slowly progressive<br />

neuromuscular disease. Archives of Physical Medicine and<br />

Rehabilitation 1994;75(5):560-3.<br />

25. Sanjak M, Reddan W, Brooks BR. Role of muscular exercise in<br />

amyotrophic lateral sclerosis. Neurol Clin 1987;5:251–268.<br />

26. Cohen AD, Tillerson JL, Smith AD, Schallert T, Zigmond MJ.<br />

Neuroprotective effects of prior limb use in 6 hydroxydopamine


Ejercicio físico en la Esclerosis <strong>La</strong>teral Amiotrófica.<br />

treated rats: Possible role of GDNF. J Neurochem 2003;85:299 –305.<br />

27. Swain RA, Harris AB, Wiener EC, Dutka MV, Morris HD, Theien<br />

BE et al. Prolonged exercise induces angiogenesis and increases<br />

cerebral blood volume in primary motor cortex of the rat.<br />

Neuroscience 2003;117:1037–1046.<br />

28. Fordyce D, Farrar RP. Physical activity effects on hippocampal and<br />

parietal cortical cholinergic function and spatial learning in F344 rats.<br />

Behav Brain Res 1991;43:115–123.<br />

29. Jokic N, Gonzalez <strong>de</strong> Aguilar JL, Dimou L, Lin S, Fergani A, Ruegg<br />

MA et al. The neurite outgrowth inhibitor Nogo-A promotes<br />

<strong>de</strong>nervation in an amyotrophic lateral sclerosis mo<strong>de</strong>l. EMBO Rep<br />

2006;7:1162–1167.<br />

30. Veldink JH, Kalmijn S, Groeneveld GJ, Titulaer MJ, Wokke JH, van<br />

<strong>de</strong>n Berg LH.. Physical activity and the association with sporadic ALS.<br />

Neurology 2005;64:241–245.<br />

31. Kaspar BK, Frost LM, Christian L, Umapathi P, Gage FH. Synergy<br />

of insulin-like growth factor-1 and exercise in amyotrophic lateral<br />

sclerosis. Ann Neurol 2005; 57:649–655.<br />

32. Veldink JH, Bar PR, Joosten EA, Otten M, Wokke JH, van <strong>de</strong>n Berg<br />

LH. Sexual differences in onset of disease and response to exercise in<br />

a transgenic mo<strong>de</strong>l of ALS. Neuromuscular Disor<strong>de</strong>rs 2003;13:<br />

737–743.<br />

33. Kirkinezos IG, Hernan<strong>de</strong>z D, Bradley WG, Moraes CT. Regular<br />

exercise is beneficial to a mouse mo<strong>de</strong>l of amyotrophic lateral<br />

sclerosis. Ann Neurol. 2003;53(6):804-7<br />

34. Grondard C, Biondi O, Armand AS, Lécolle S, Della Gaspera B,<br />

Pariset C et al. Regular exercise prolongs survival in a type 2 spinal<br />

muscular atrophy mo<strong>de</strong>l mouse. J Neurosci. 2005;25(37):8587.<br />

35. Mahoney DJ, Rodriguez C, Devries M, Yasuda N, Tarnopolsky MA.<br />

Effects of high-intensity endurance exercise training in the G93A<br />

mouse mo<strong>de</strong>l of amyotrophic lateral sclerosis. Muscle Nerve 2004;<br />

29: 656–662.<br />

36. Carreras I, Yuruker S, Aytan N, Hossain L, Choi JK, Jenkins BG et<br />

al. Mo<strong>de</strong>rate exercise <strong>de</strong>lays the motor performance <strong>de</strong>cline in a<br />

transgenic mo<strong>de</strong>l of ALS. Brain Res 2010;1313:192-201.<br />

37. Drory VE, Goltsman E, Reznik JG, Mosek A, Korczyn AD. The value<br />

of muscle exercise in patients with amyotrophic lateral sclerosis. J<br />

Neurol Sci 2001;191(1-2):133-7.<br />

38. Pinto AC, Alves M, Nogueira A, Evangelista T, Carvalho J, Coelho A,<br />

<strong>de</strong> Carvalho M, Sales-Luís ML. Can amyotrophic lateral sclerosis<br />

Ana Isabel Macías-Jiménez y Miguel Avenza-Jaén<br />

patients with respiratory insufficiency exercise? J Neurol Sci<br />

1999;169(1-2):69-75.<br />

39. Dalbello-Haas V, Florence JM, Krivickas LS. Therapeutic exercise<br />

for people with amyotrophic lateral sclerosis or motorneuron<br />

disease. Cochrane Database Syst Rev 2008 Apr 16;(2):CD005229.<br />

40. Deforges S, Branchu J, Biondi O, Grondard C, Pariset C, Lécolle S<br />

et al. Motoneuron survival is promoted by specific exercise in a<br />

mouse mo<strong>de</strong>l of amyotrophic lateral sclerosis. J Physiol<br />

2009;587(14):3561-72.<br />

41. Liebetanz D, Hagemann K, von Lewinski F, Kahler E, Paulus W.<br />

Extensive exercise is not harmful in amyotrophic lateral sclerosis. Eur<br />

J Neurosci 2004;20(11):3115-20.<br />

42. Johnson CR. Aquatic therapy for ALS patient. Am J Occup Ther<br />

1988;42(2):115-20.<br />

43. Zawodniak J. Exercise, ambulation, and pulmonary physical therapy<br />

for the amyotrophic lateral sclerosis patient. In: Caroscio J., editor.<br />

Amyotrophic lateral sclerosis: A gui<strong>de</strong> to patient care. New York:<br />

Thieme Medical Publishers;1986. p.219-244.<br />

44. Francis K, Bach JR, DeLisa JA. Evaluation and rehabilitation of<br />

patients with adult motor neuron disease. Arch Phys Med Rehabil<br />

1999;80(8):951-63.<br />

45. Müller EA. Influence of Training and of Inactivity on Muscle<br />

Strength. Arch Phys Med Rehabil. 1970 Aug;51(8):449-62.<br />

46. Kimura F, Ishida S, Furutama D, Hirata Y, Sato T, Hosokawa T et al.<br />

Wheelchair economy class syndrome in amyotrophic lateral<br />

sclerosis Neuromuscul Disord 2006;16(3):204-7.<br />

47. Lenman JAR. A clinical and experimental study of the effects of<br />

exercise on motor weakness in neurological disease. J Neurol<br />

Neurosurg Psychiatry 1959;22:182-194.<br />

48. Ann Hallum. Neurological Rehabilitation. 4 ed. St. Louis, Missouri:<br />

Mosby, Inc; 2001. p.363–385.<br />

49. Féasson L, Cam<strong>de</strong>ssanché JP, El Mandhi L, Calmels P, Millet GY.<br />

Fatigue et affections neuromusculaires. Ann Readapt Med Phys 2006<br />

Jul;49(6):289-300, 375-84.<br />

50. DalBello-Haas V, Kloos AD, Mitsumoto H. Physical therapy for a<br />

patient through six stages of amyotrophic lateral sclerosis. Phys Ther<br />

1998;78(12):1312-24.<br />

Fisioter calid vida.2012;15(1)<br />

27


Evi<strong>de</strong>ncias cientificas sobre Fisioterapia en las Tendinitis <strong>de</strong>l<br />

Manguito Rotador y Sindrome <strong>de</strong> Rozamiento Subacromial.<br />

Cientific evi<strong>de</strong>nces about Fisiotherapy in Rotator cuff Tendonitis<br />

and Inpingement Syndrome<br />

Isabel Vilar Gálvez.<br />

Fisioterapeuta colegiada nº 117<br />

Dirección para correspon<strong>de</strong>ncia:<br />

C/ Carros nº36, edificio Namansa 13, 1º B<br />

Teléfonos: 617 51 37 79 (personal) - 968 59 19 05 (trabajo)<br />

Fax: 950 45 42 42<br />

E-mail: gonzalez.lozano@allianzmed.es<br />

RESUMEN<br />

El dolor <strong>de</strong> hombro es el segundo en prevalencia <strong>de</strong>spués<br />

<strong>de</strong>l <strong>de</strong> espalda. <strong>La</strong> causa más frecuente es el síndrome <strong>de</strong><br />

rozamiento subacromial que se caracteriza por un<br />

compromiso <strong>de</strong> las estructuras subacromiales. Otra causa<br />

importante es la tendinitis <strong>de</strong>l manguito rotador que suele<br />

afectar al tendón <strong>de</strong>l supraespinoso primariamente pero<br />

pue<strong>de</strong> exten<strong>de</strong>rse a los restantes tendones <strong>de</strong>l manguito. El<br />

objetivo <strong>de</strong> esta revisión es encontrar protocolos <strong>de</strong><br />

tratamiento válidos para tratar estas patologías.<br />

Método: Se ha realizado una búsqueda bibliográfica en las<br />

bases <strong>de</strong> datos Pedro, Pub med y Cochrane <strong>de</strong>s<strong>de</strong> el año<br />

1984 hasta el 2008. Se han seleccionado revisiones<br />

sistemáticas y ensayos clínicos hechos a doble ciego, con<br />

grupo control y escritos en español ó inglés.<br />

Resultados: Para tratar la tendinitis <strong>de</strong>l manguito rotador<br />

28 Fisioter calid vida.2012;15(1)<br />

po<strong>de</strong>mos utilizar láser <strong>de</strong> ArGa <strong>de</strong> 904 nm, con<br />

aplicaciones <strong>de</strong> 1 minuto en el troquíter mayor, el menor, el<br />

canal bicipital y la cara anterior y posterior <strong>de</strong> la capsula<br />

articular. El láser <strong>de</strong> infrarrojo a 904 nm también ha<br />

<strong>de</strong>mostrado ser eficaz. El masaje como tratamiento<br />

adicional al tratamiento manual y la magnetoterapia<br />

pulsada usada diariamente durante 1 mes para la tendinitis<br />

crónica.<br />

Para la tendinitis calcificada usamos ultrasonidos durante<br />

15 minutos con una frecuencia <strong>de</strong> 0.85 MHz y una<br />

intensidad <strong>de</strong> 2.5 W cm2 y magnetoterapia pulsada 30<br />

minutos durante 6 días consecutivos.<br />

En el síndrome <strong>de</strong> rozamiento subacromial hay evi<strong>de</strong>ncias<br />

limitadas <strong>de</strong> que el láser es mejor que los AINES en<br />

pacientes que no pue<strong>de</strong>n hacer cinesiterapia pero no ha<br />

<strong>de</strong>mostrado beneficios adicionales sumado a ella. <strong>La</strong><br />

electroacupuntura ha <strong>de</strong>mostrado ser efectiva usada en tres


Evi<strong>de</strong>ncias cientificas sobre Fisioterapia en las Tendinitis <strong>de</strong>l Manguito Rotador y Sindrome <strong>de</strong> Rozamiento Subacromial.<br />

puntos simultáneamente, un punto gatillo y un punto <strong>de</strong><br />

acupuntura local, el LI 15: Jianyu que son estimulados con<br />

una corriente <strong>de</strong> 2-100 Hz y un pulso con una duración <strong>de</strong><br />

100-400 microsegundos durante 20 minutos y un punto<br />

distal, el ST38 en el que se aplica también una aguja<br />

durante 20 minutos. <strong>La</strong> electroterapia interferencial<br />

aplicada con 4 electrodos <strong>de</strong> ventosa coplanares <strong>de</strong> 80-120<br />

Hz durante 20 minutos a la máxima intensidad tolerada por<br />

el paciente también es efectiva. Para la cinesiterapia todos<br />

los autores están <strong>de</strong> acuerdo en que la máxima efectividad<br />

se consigue combinando el ejercicio terapéutico con la<br />

terapia manual y uno <strong>de</strong> ellos incluye también la aplicación<br />

<strong>de</strong> crioterapia <strong>de</strong>ntro <strong>de</strong> esta.<br />

Palabras Clave: síndrome subacromial, hombro doloroso,<br />

terapia física, rehabilitación y manguito rotador<br />

SUMMARY<br />

Shoul<strong>de</strong>r pain is the second most prevalent pain after back<br />

pain. The most frequent cause is sub- acromial<br />

impingement syndrome which is characterised by the<br />

<strong>de</strong>generation of the subacromial structure. Another<br />

significant cause is tendon damage in the rotator cuff which<br />

often affects primarily the supraspinatus tendon but which<br />

can spread to the remaining tendons. The purpose of this<br />

review is to find suitable treatments for these conditions.<br />

Method: A search of the databases Pedro, Pub med and<br />

Cochrane from 1987 to 2008 has been carried out.<br />

Systematic review and clinical trials written with control<br />

groups and double blind tests in Spanish and English have<br />

been selected.<br />

Results: To treat tendonitis of the rotator cuff an ArGa laser<br />

of 904 nm can be used, applying for one minute on the<br />

greater tuberosity, the lesser, the bicipital canal and the front<br />

and rear of the shoul<strong>de</strong>r. An infrared laser of 904 nm has<br />

also been shown to be effective. Massage can also be used<br />

Fisioter calid vida.2012;15(1)<br />

Isabel Vilar Gálvez<br />

as an additional treatment and electromagnetic pulse<br />

therapy can be used daily for one month for chronic<br />

tendonitis.<br />

For calcified tendonitis ultrasound can be used for 15<br />

minutes at 0.85 MHz at an intensity of 2.5 W cm2 along<br />

with electromagnetic pulse therapy for 30 minutes for 6<br />

consecutive days.<br />

With sub-acromial impingement syndrome there is some<br />

evi<strong>de</strong>nce that laser treatment is better than antiinflamatories<br />

(AINES) in patients who can not do<br />

kinesiotherapy but no additional benefits have been noted<br />

when used along with kinesiotherapy. Electroacupunture<br />

has been shown to be effective when used simultaneously<br />

at three points; a trigger point and a local acupuncture<br />

point, the LI15: Jianyu both of which are stimulated by a 2-<br />

100 Hz current and a pulse with a duration of 100-400<br />

microseconds for 20 minutes and a distal point, the ST 38<br />

in which a needle is inserted for 20 minutes. Interferential<br />

therapy applied 4 electro<strong>de</strong>s at 80-120 Hz for 20 minutes at<br />

the maximum intensity which can be tolerated by the<br />

patient is also effective. As far as kinesiotherapy in<br />

concerned, all the authors are in agreement that maximum<br />

effectiveness is achieved by combining therapeutic exercise<br />

with manual therapy and n addition one author also<br />

inclu<strong>de</strong>s the application of cryotherapy.<br />

Key words: impingement syndrome, painful shoul<strong>de</strong>r,<br />

physical therapy, rehabilitation and rotator cuff.<br />

INTRODUCCIÓN<br />

El dolor <strong>de</strong> hombro es el segundo en prevalencia <strong>de</strong>spués<br />

<strong>de</strong>l <strong>de</strong> espalda, afectando <strong>de</strong>l 16 al 21 % <strong>de</strong> la población<br />

aproximadamente. <strong>La</strong> causa más frecuente <strong>de</strong> este dolor es<br />

el síndrome <strong>de</strong> rozamiento subacromial que llega a sumar<br />

<strong>de</strong>l 44 al 60% <strong>de</strong> las visitas al fisioterapeuta por problema<br />

en el hombro (14). Este síndrome se caracteriza porque el<br />

29


dolor es causado por un compromiso <strong>de</strong> las estructuras<br />

subacromiales: manguito rotador, tendón <strong>de</strong> la cabeza larga<br />

<strong>de</strong>l bíceps y bursa y se exacerva con la elevación <strong>de</strong>l brazo<br />

y las activida<strong>de</strong>s que se realizan sobre la cabeza (14).<br />

El termino “manguito rotador” se refiere al grupo <strong>de</strong><br />

músculos y tendones que ro<strong>de</strong>an y estabilizan la<br />

articulación <strong>de</strong>l hombro durante el movimiento (4). <strong>La</strong><br />

tendinitis <strong>de</strong>l manguito origina un síndrome <strong>de</strong> hombro<br />

doloroso que varía <strong>de</strong>s<strong>de</strong> leves molestias con la actividad<br />

hasta un dolor intenso que comúnmente empeora por la<br />

noche. Suele afectar al tendón <strong>de</strong>l supraespinoso<br />

primariamente, aunque pue<strong>de</strong> exten<strong>de</strong>rse a los restantes<br />

tendones <strong>de</strong>l manguito (24).<br />

Los trastornos <strong>de</strong>l hombro son difíciles <strong>de</strong> diagnosticar y <strong>de</strong><br />

clasificar <strong>de</strong>bido a una coinci<strong>de</strong>ncia frecuente <strong>de</strong> los<br />

síntomas (3). En primer lugar <strong>de</strong>bemos <strong>de</strong>scartar los dolores<br />

referidos o irradiados <strong>de</strong>s<strong>de</strong> otras estructuras. Una vez<br />

establecido que el dolor asienta en el hombro se realiza la<br />

anamnesis en la que es importante la edad <strong>de</strong>l paciente, los<br />

<strong>de</strong>portes que practica, las características <strong>de</strong>l dolor, la<br />

incapacidad funcional y las enfermeda<strong>de</strong>s asociadas (24).<br />

Terminada la anamnesis se realiza una exploración global<br />

que se completa si es necesario con otras pruebas<br />

complementarias como analítica, radiografía o ecografía (25).<br />

Una <strong>de</strong> las dificulta<strong>de</strong>s <strong>de</strong> investigar las evi<strong>de</strong>ncias<br />

científicas <strong>de</strong>l tratamiento con medios físicos, es la<br />

amalgama <strong>de</strong> términos que suelen indicar las impresiones<br />

diagnósticas (17) como lesiones <strong>de</strong><br />

tejidos blandos <strong>de</strong>l hombro (2), hombro doloroso (5) ó<br />

dolor inespecífico <strong>de</strong> hombro (1), términos <strong>de</strong>masiado<br />

ambiguos para po<strong>de</strong>r basar un estudio en ellos.<br />

También hay que <strong>de</strong>finir las causas (etiologías) específicas<br />

<strong>de</strong>l dolor <strong>de</strong> hombro.<br />

El objetivo <strong>de</strong> este trabajo es encontrar la evi<strong>de</strong>ncia<br />

científica existente <strong>de</strong> la efectividad <strong>de</strong> las técnicas<br />

fisioterápicas para tratar la tendinopatía <strong>de</strong>l manguito<br />

30 Fisioter calid vida.2012;15(1)<br />

Vol.15 Núm.1 2012<br />

rotador y el síndrome <strong>de</strong> rozamiento subacromial.<br />

MATERIAL Y METODO.<br />

Se ha realizado una búsqueda en las bases <strong>de</strong> datos Pub<br />

med, Cochrane y Pedro y se han seleccionado artículos<br />

escritos <strong>de</strong>s<strong>de</strong> 1984 hasta el 2008. <strong>La</strong>s palabras clave<br />

utilizadas han sido: hombro doloroso, síndrome<br />

subacromial, manguito rotador, rehabilitación y terapia física.<br />

De los estudios encontrados se seleccionaron aquellos que<br />

eran revisiones sistemáticas o ensayos clínicos hechos a<br />

doble ciego y con grupo control y que estuvieran escritos<br />

en español ó en inglés.<br />

RESULTADOS.<br />

Los resultados están divididos en dos grupos, primero el <strong>de</strong><br />

tendinopatías y segundo el <strong>de</strong> síndrome <strong>de</strong> rozamiento<br />

subacromial.<br />

A. TENDINITIS<br />

ULTRASONIDOS<br />

No hay suficientes evi<strong>de</strong>ncias científicas que permitan<br />

recomendar el uso <strong>de</strong>l ultrasonido ni continuo ni pulsátil<br />

para el tratamiento <strong>de</strong> la tendinitis <strong>de</strong>l manguito rotador.<br />

Ebenbichler et al. (19) recomiendan su uso en<br />

tendinopatías calcificadas <strong>de</strong>l hombro para problemas<br />

recientes. Los parámetros usados son: ultrasonido pulsátil<br />

en modo 1:4, con un transductor <strong>de</strong> 5 cm2 (sonodyn,<br />

siemens) aplicado durante 15 minutos con una frecuencia<br />

<strong>de</strong> 0.89 MHz y una intensidad <strong>de</strong> 2.5 W cm2. Se utiliza gel<br />

<strong>de</strong> ultrasonidos y se realizan movimientos lentos en<br />

círculos. El paciente mantiene el hombro flexionado y<br />

rotado internamente. Reciben un total <strong>de</strong> 24 sesiones, las<br />

15 primeras diariamente durante 3 semanas y las restantes<br />

3 veces a la semana durante 3 semanas. Al finalizar el<br />

tratamiento los pacientes presentan menos dolor y mejor<br />

calidad <strong>de</strong> vida que los que han recibido el ultrasonido<br />

placebo.


Evi<strong>de</strong>ncias cientificas sobre Fisioterapia en las Tendinitis <strong>de</strong>l Manguito Rotador y Sindrome <strong>de</strong> Rozamiento Subacromial.<br />

Este trabajo es tenido en cuenta en otras dos gran<strong>de</strong>s<br />

revisiones sobre el tema realizadas con posterioridad,<br />

Phila<strong>de</strong>lphia Panel en 2001 (1) y Green et al en 2005 (3).<br />

LASER.<br />

Vecchio et al. (7). utilizan un láser <strong>de</strong> arseniuro <strong>de</strong> galio <strong>de</strong><br />

830 nm y lo aplica dos veces a la semana durante 8<br />

semanas, un máximo <strong>de</strong> 10 minutos en 5 puntos dolorosos<br />

encontrados por el examinador. El tratamiento se concentra<br />

todo lo posible en la zona subacromial y anterior <strong>de</strong>l<br />

hombro. Este estudio concluye que el láser no es mejor que<br />

el placebo en el tratamiento <strong>de</strong> las tendinopatías <strong>de</strong>l<br />

manguito rotador.<br />

Ümit Bingöl et al. (8), usan el láser <strong>de</strong> arseniuro <strong>de</strong> galio<br />

904 nm y lo aplican combinado con un protocolo <strong>de</strong><br />

ejercicios durante dos semanas. <strong>La</strong>s aplicaciones duran 1<br />

minuto y se realizan sobre el troquíter mayor y menor <strong>de</strong>l<br />

hombro, el canal bicipital y la cara anterior y posterior <strong>de</strong><br />

la cápsula articular. Los resultados <strong>de</strong>muestran una mejoría<br />

en la sensibilidad a la palpación y la extensión pasiva pero<br />

no una mejoría significativa en dolor y movimiento activo.<br />

Saun<strong>de</strong>rs (9) seleccionó a 24 pacientes diagnosticados <strong>de</strong><br />

tendinitis <strong>de</strong>l supraespinoso y los dividió <strong>de</strong> forma aleatoria<br />

en dos grupos. Uno <strong>de</strong> ellos recibe láser <strong>de</strong> 820 nm durante<br />

9 sesiones <strong>de</strong> tratamiento y el otro un placebo. <strong>La</strong>s<br />

indicaciones sobre higiene postural son idénticas. Los<br />

resultados muestran una mejoría en el dolor y la<br />

sensibilidad a la palpación.<br />

England et al. seleccionaron a 30 pacientes con tendinitis<br />

<strong>de</strong>l supraespinoso ó tendinitis bicipital que se dividieron en<br />

tres grupos a los que se aplicó láser <strong>de</strong> infrarrojos <strong>de</strong> 904<br />

nm durante 2 semanas, láser placebo o medicación. Los<br />

pacientes <strong>de</strong>muestran una mejoría significativa en el grupo <strong>de</strong>l<br />

láser tanto en capacidad <strong>de</strong> movimiento como en dolor. (10).<br />

TENDINITIS Y ELECTROTERAPIA.<br />

No se ha encontrado ningún trabajo que presente un<br />

protocolo <strong>de</strong> tratamiento válido con electroterapia.<br />

Fisioter calid vida.2012;15(1)<br />

Isabel Vilar Gálvez<br />

Hay un estudio <strong>de</strong> Geer et al (2) que <strong>de</strong>muestra que la<br />

aplicación <strong>de</strong> 12 sesiones <strong>de</strong> electroterapia <strong>de</strong> media<br />

frecuencia (interferencial bipolar) no es efectiva para tratar<br />

los <strong>de</strong>sor<strong>de</strong>nes <strong>de</strong> los tejidos blandos <strong>de</strong>l hombro.<br />

En una revisión realizada por el Phila<strong>de</strong>lphia Panel sobre<br />

intervenciones para el dolor <strong>de</strong> hombro analizaron trabajos<br />

hechos con TENS pero llegaron a la conclusión <strong>de</strong> que no<br />

tienen suficiente calidad metodológica para ser<br />

consi<strong>de</strong>rados (1).<br />

TENDINITIS Y TERMOTERAPIA.<br />

No hay evi<strong>de</strong>ncias científicas fiables sobre tratamientos con<br />

termoterapia, a esta conclusión llegan en dos revisiones<br />

Green et al (17) y el Phila<strong>de</strong>lphia Panel (1).<br />

MAGNETOTERAPIA.<br />

Encontramos un trabajo <strong>de</strong> Bin<strong>de</strong>r <strong>de</strong> 1984 (11) que es<br />

consi<strong>de</strong>rado en muchos estudios posteriores y que habla <strong>de</strong><br />

que la magnetoterapia pulsada aplicada diariamente<br />

durante 4 semanas pue<strong>de</strong> ser útil en el tratamiento <strong>de</strong> la<br />

tendinitis crónica <strong>de</strong>l manguito rotador.<br />

Otro estudio <strong>de</strong> Dal Conte <strong>de</strong> 1990 (3) obtuvo resultados<br />

positivos en la tendinitis calcificada aplicando<br />

magnetoterapia pulsada 30 minutos al día durante 6 días<br />

consecutivos.<br />

CINESITERAPIA<br />

Smidt en al. (13) en un trabajo sobre revisiones que<br />

estudiaban la efectividad <strong>de</strong> la terapia <strong>de</strong> ejercicio en<br />

distintas patologías llegan a la conclusión <strong>de</strong> que no hay<br />

suficientes evi<strong>de</strong>ncias que permitan afirmar o rechazar la<br />

efectividad <strong>de</strong> la terapia <strong>de</strong> ejercicio para tratar pacientes<br />

con dolor <strong>de</strong> hombro.<br />

Verhagen et al. (12) realizaron una revisión sobre<br />

intervenciones ergonómicas y fisioterapéuticas para el<br />

tratamiento <strong>de</strong> las molestias relacionadas con el trabajo en<br />

el brazo, cuello u hombro en adultos y concluyen que hay<br />

pruebas conflictivas en cuanto a la eficacia <strong>de</strong> los ejercicios<br />

31


sobre ningún tratamiento o como tratamiento adicional.<br />

También hay pruebas limitadas <strong>de</strong> que los ejercicios son<br />

más eficaces en comparación con el masaje y <strong>de</strong> la eficacia<br />

a corto plazo para los ejercicios individuales en<br />

comparación con los ejercicios grupales. Todavía no pue<strong>de</strong><br />

encontrarse una diferencia entre diversas clases <strong>de</strong><br />

ejercicios.<br />

MASAJE<br />

Verhagen et al (12) también estudiaron la efectividad <strong>de</strong>l<br />

masaje y llegaron a la conclusión <strong>de</strong> que había pruebas<br />

limitadas para la efectividad <strong>de</strong>l masaje como tratamiento<br />

adicional al tratamiento manual.<br />

B. SÍNDROME DE ROZAMIENTO SUBACROMIAL<br />

LASER<br />

En la revisión que realizaron Michener et al. en 2004<br />

llegaron a la conclusión <strong>de</strong> que hay evi<strong>de</strong>ncias limitadas <strong>de</strong><br />

que el láser es mejor que los AINES en pacientes que no<br />

pue<strong>de</strong>n hacer cinesiterapia pero no ha <strong>de</strong>mostrado<br />

beneficios adicionales sumado a ella (14).<br />

ULTRASONIDOS.<br />

Michener et al (14) concluyen que el ultrasonido no ha<br />

<strong>de</strong>mostrado su eficacia en el tratamiento <strong>de</strong>l síndrome <strong>de</strong><br />

rozamiento subacromial por lo que no recomiendan su uso<br />

ni solo ni acompañando a la terapia <strong>de</strong> ejercicio.<br />

San Segundo et al. (23) realizan un ensayo clínico <strong>de</strong><br />

ultrasonidos frente a placebo para el que incluyen a 17<br />

pacientes en cada grupo <strong>de</strong> forma aleatoria. A las 3 y 5<br />

semanas aprecian una mejora <strong>de</strong> las variables en relación a<br />

los valores basales pero la diferencia no llega a ser<br />

significativa por lo que concluyen que los ultrasonidos no<br />

son eficaces para el tratamiento <strong>de</strong>l síndrome subacromial.<br />

MAGNETOTERAPIA<br />

En un trabajo realizado por Ilnur Aktas et al. en el<br />

<strong>de</strong>partamento <strong>de</strong> medicina física y rehabilitación <strong>de</strong> la<br />

Universidad <strong>de</strong> Estambul en 2007 se estudió si el campo<br />

32 Fisioter calid vida.2012;15(1)<br />

Vol.15 Núm.1 2012<br />

electromagnético pulsado era eficaz como tratamiento<br />

adicional en el síndrome <strong>de</strong> rozamiento subacromial en<br />

fase aguda. Para ello usaron un campo <strong>de</strong> 30 G, 50 Hz, 25<br />

minutos por sesión, 5 días a la semana durante 3 semanas.<br />

<strong>La</strong> conclusión fue que no había evi<strong>de</strong>ncias estadísticamente<br />

significativas <strong>de</strong> que ofreciera un beneficio adicional (20).<br />

CRIOTERAPIA<br />

Ganze Senbursa et al (18) incluyen la aplicación <strong>de</strong> hielo<br />

en su protocolo <strong>de</strong> ejercicio supervisado más terapia<br />

manual para el tratamiento <strong>de</strong>l síndrome <strong>de</strong> rozamiento<br />

subacromial.<br />

ELECTROTERAPIA<br />

Cheing et al. (22) han hecho un trabajo para estudiar la<br />

efectividad <strong>de</strong> la electroacupuntura y la electroterapia<br />

interferencial en el tratamiento <strong>de</strong>l síndrome <strong>de</strong><br />

rozamiento. Para ello distribuyen <strong>de</strong> forma aleatoria a 70<br />

pacientes en tres grupos (electroacupuntura más ejercicio,<br />

electroterapia interferencial más ejercicio y grupo control<br />

sin terapia) que reciben tratamiento durante 4 semanas. Al<br />

final <strong>de</strong>l tratamiento en ambos grupos se produce una<br />

mejora significativa <strong>de</strong>l dolor y <strong>de</strong> la función en relación al<br />

grupo control. <strong>La</strong> mejoría obtenida se mantuvo durante al<br />

menos 6 meses <strong>de</strong>spués <strong>de</strong> finalizar las 10 sesiones <strong>de</strong><br />

tratamiento y no hay diferencias significativas entre el grupo<br />

tratado con electroacupuntura y el <strong>de</strong> electroterapia<br />

interferencial.<br />

El grupo <strong>de</strong> electroacupuntura recibió 10 sesiones <strong>de</strong><br />

tratamiento en un periodo <strong>de</strong> 4 semanas (2-3 veces/semana)<br />

con agujas <strong>de</strong> 0.30 X 40 mm que se insertan<br />

intramusculares 15-20 mm en 3 puntos: un punto gatillo,<br />

un punto local (LI 15: Jianyu) y un punto distal (ST38:<br />

Tiaokou). Los 2 puntos <strong>de</strong> la región <strong>de</strong>l hombro (el punto<br />

gatillo y el LI 15: Jianyu) fueron conectados a un aparato<br />

mo<strong>de</strong>lo: ES-160, ITO Co. Ltd, 3-3-3 Trupta, al. Minami,<br />

Nerima-kuy, Tokio 176-8605, Japón. Se estimularon con<br />

una frecuencia alternante <strong>de</strong> 2-100 Hz y una duración <strong>de</strong>


Evi<strong>de</strong>ncias cientificas sobre Fisioterapia en las Tendinitis <strong>de</strong>l Manguito Rotador y Sindrome <strong>de</strong> Rozamiento Subacromial.<br />

pulso <strong>de</strong> 100-400 microsegundos durante 20 minutos. <strong>La</strong><br />

intensidad <strong>de</strong> la estimulación se ajusta al nivel <strong>de</strong> tolerancia<br />

justo en el umbral <strong>de</strong> gritar <strong>de</strong> dolor. <strong>La</strong> aguja que fue<br />

aplicada en el punto distal se mantiene durante 20 minutos<br />

y es estimulada cada 10 minutos sacándola y clavándola.<br />

El primer día se enseña al paciente el programa <strong>de</strong><br />

ejercicios que realizará en casa para movilizar el hombro 5<br />

veces al día y que incluye: Flexión anterior <strong>de</strong>l hombro, con<br />

la ayuda <strong>de</strong> un sistema <strong>de</strong> poleas sobre la cabeza; Rotación<br />

externa, manteniendo el brazo pegado al tronco; Aducción<br />

horizontal, moviendo el brazo en aducción contra el pecho<br />

y haciendo resistencia con el otro brazo y rotación interna;<br />

colocando el brazo afecto <strong>de</strong>trás <strong>de</strong> la espalda y cogiendo<br />

con la mano la punta <strong>de</strong> una toalla, la otra mano se pone<br />

en el lado opuesto tirando <strong>de</strong>l otro extremo <strong>de</strong> la toalla para<br />

conseguir la máxima rotación.<br />

El grupo <strong>de</strong> electroterapia interferencial recibió 10 sesiones<br />

en 4 semanas con un aparato Phyaction Guidance E unit<br />

con una frecuencia <strong>de</strong> 80 a 120 Hz y 4 electrodos <strong>de</strong><br />

succión que se colocan coplanares en la región <strong>de</strong>l<br />

hombro. <strong>La</strong> estimulación dura 20 minutos y la intensidad<br />

se ajusta hasta justo antes <strong>de</strong> que el paciente grite <strong>de</strong> dolor.<br />

CINESITERAPIA.<br />

Michener et al (14) recomiendan el ejercicio terapéutico<br />

combinado con la terapia manual para tratar el síndrome <strong>de</strong><br />

rozamiento subacromial. El ejercicio terapéutico se<br />

recomienda como primera opción <strong>de</strong> tratamiento antes que<br />

la cirugía.<br />

En un trabajo <strong>de</strong> Bang y Deyle <strong>de</strong>l 2000 (25) proponen un<br />

protocolo <strong>de</strong> tratamiento que incluye ejercicio terapéutico<br />

(que realiza el paciente <strong>de</strong>spués <strong>de</strong> un proceso <strong>de</strong><br />

aprendizaje) más terapia manual aplicada por el<br />

fisioterapeuta. Divi<strong>de</strong>n a los pacientes en dos grupos, uno<br />

<strong>de</strong> los cuales hace solo la parte <strong>de</strong> ejercicio terapéutico<br />

supervisado y otro recibe también terapia manual. Aunque<br />

al finalizar el tratamiento ambos grupos han mejorado la<br />

Fisioter calid vida.2012;15(1)<br />

Isabel Vilar Gálvez<br />

diferencia es significativa a favor <strong>de</strong>l segundo (que realiza<br />

el protocolo completo).<br />

El ejercicio terapéutico esta orientado al estiramiento y<br />

fortalecimiento <strong>de</strong> la musculatura <strong>de</strong>l hombro e incluye dos<br />

ejercicios <strong>de</strong> estiramiento pasivo y seis <strong>de</strong> potenciación.<br />

Cada ejercicio <strong>de</strong> estiramiento se realiza 3 veces durante 30<br />

segundos con un <strong>de</strong>scanso <strong>de</strong> 10 segundos entre cada<br />

repetición:<br />

- Musculatura posterior <strong>de</strong>l hombro: Se coloca la mano <strong>de</strong>l<br />

hombro a estirar sobre el hombro contralateral y con la otra<br />

mano se empuja sobre el codo hacia el pecho.<br />

- Musculatura anterior <strong>de</strong>l hombro: Con el codo flexionado<br />

colocamos la palma <strong>de</strong> la mano sobre la pared con el<br />

antebrazo paralelo al cuerpo, en esta posición a<strong>de</strong>lantamos<br />

el tronco.<br />

Cuatro <strong>de</strong> los ejercicios <strong>de</strong> potenciación se realizan con<br />

“theratubing” combinando 6 niveles <strong>de</strong> resistencia. Se<br />

hacen 3 series <strong>de</strong> 10 repeticiones <strong>de</strong>scansando 60 segundos<br />

entre cada una. El número máximo <strong>de</strong> repeticiones en cada<br />

serie es 10 pero <strong>de</strong>pendiendo <strong>de</strong>l dolor y la calidad <strong>de</strong>l<br />

movimiento pue<strong>de</strong>n hacerse menos:<br />

- Flexión <strong>de</strong> hombro.<br />

- Remar.<br />

- Abducción.<br />

- Extensión horizontal con rotación externa.<br />

Los dos últimos ejercicios <strong>de</strong> potenciación se realizan hasta<br />

la fatiga con un máximo <strong>de</strong> 25 repeticiones:<br />

- Sentado con los brazos extendidos a ambos lados <strong>de</strong>l<br />

cuerpo y las manos cogidas a la silla presionar hacia arriba<br />

intentando levantar el cuerpo.<br />

- Tumbado boca abajo con los codos flexionados empujar<br />

hacia arriba para elevar el tronco.<br />

<strong>La</strong> terapia manual incluye:<br />

- Movilización <strong>de</strong> la articulación glenohumeral.<br />

33


- Movilización <strong>de</strong> las otras articulaciones y tejidos blandos<br />

<strong>de</strong>l hombro y la zona Cervico-dorsal.<br />

- Masaje <strong>de</strong> los tejidos blandos periarticulares.<br />

- Estiramiento <strong>de</strong>l pectoral menor, infraespinoso, trapecio<br />

superior, esternocleidomastoi<strong>de</strong>o y escalenos.<br />

<strong>La</strong> intensidad <strong>de</strong> estas técnicas irá aumentando según la<br />

tolerancia <strong>de</strong>l paciente.<br />

En otro estudio <strong>de</strong> Gamze Senbursa et al. que vamos a ver<br />

ahora también comparan dos grupos, uno solo hacía<br />

ejercicio terapéutico supervisado y el otro recibía también<br />

terapia manual:<br />

Ejercicio terapéutico supervisado:<br />

- Utilizando una banda elástica realizan un programa <strong>de</strong><br />

ejercicios <strong>de</strong> estiramiento y fortalecimiento que incluye los<br />

músculos <strong>de</strong>l manguito rotador, el romboi<strong>de</strong>s, el elevador<br />

<strong>de</strong> la escápula y el serrato anterior. Lo hacen todos los días,<br />

<strong>de</strong> 10 a 15 minutos, durante 4 semanas. Se usa el “Thera-<br />

Band” porque al estar disponible en distintos niveles <strong>de</strong><br />

resistencia se pue<strong>de</strong> adaptar mejor a cada paciente.<br />

Terapia manual:<br />

- Fricción profunda <strong>de</strong>l tendón <strong>de</strong>l supraespinoso.<br />

- Estiramiento <strong>de</strong>l nervio radial.<br />

- Movilización escapular.<br />

- Movilización <strong>de</strong> la articulación glenohumeral.<br />

- Técnicas <strong>de</strong> facilitación neuromuscular propioceptiva<br />

como la estabilización rítmica.<br />

En este grupo también se incluye la aplicación <strong>de</strong> hielo.<br />

Cada grupo recibe tratamiento durante 4 semanas y a<strong>de</strong>más<br />

se les dice que eviten realizar trabajos ó <strong>de</strong>portes en los que<br />

el brazo suba por encima <strong>de</strong> la cabeza.<br />

Al finalizar el tratamiento los pacientes <strong>de</strong> ambos grupos<br />

habían mejorado, pero aunque la diferencia no llegaba a<br />

ser estadísticamente significativa, la mejoría en el grupo<br />

que recibía la terapia manual siempre era mayor para los<br />

34 Fisioter calid vida.2012;15(1)<br />

Vol.15 Núm.1 2012<br />

distintos valores medidos (dolor, funcionalidad, movilidad)<br />

que en la <strong>de</strong> ejercicio solo, por lo que llegan a la<br />

conclusión <strong>de</strong> que es mejor la aplicación conjunta <strong>de</strong><br />

ambas técnicas.<br />

DISCUSIÓN.<br />

Muy pocos tratamientos han podido <strong>de</strong>mostrar su<br />

efectividad para tratar la tendinitis <strong>de</strong>l manguito rotador y el<br />

síndrome <strong>de</strong> rozamiento subacromial, sin embargo, es<br />

importante tener en cuenta una serie <strong>de</strong> cuestiones.<br />

Una <strong>de</strong> ellas sería el número <strong>de</strong> participantes <strong>de</strong> los<br />

ensayos, si es muy bajo el resultado pue<strong>de</strong> estar sesgado<br />

por un error, que sería la imposibilidad <strong>de</strong> <strong>de</strong>mostrar la<br />

diferencia que en realidad está presente o falso negativo (3)<br />

ó limitar la vali<strong>de</strong>z <strong>de</strong> un resultado positivo. Un ejemplo <strong>de</strong><br />

esto es el trabajo <strong>de</strong> Saun<strong>de</strong>rs (9) para probar la efectividad<br />

<strong>de</strong>l láser en la tendinitis <strong>de</strong>l manguito rotador en el que la<br />

muestra es <strong>de</strong> 24 pacientes y aunque la conclusión es que<br />

el láser es útil para tratar la tendinitis en el mismo trabajo<br />

los autores advierten que los resultados están limitados por<br />

el bajo número <strong>de</strong> pacientes.<br />

Otra interesante cuestión surge al afirmar por ejemplo que<br />

el ultrasonido no es efectivo para los <strong>de</strong>sor<strong>de</strong>nes <strong>de</strong> los<br />

tejidos blandos <strong>de</strong>l hombro (2) porque si por tejidos blandos<br />

enten<strong>de</strong>mos estructuras tan distintas como ligamentos,<br />

tendones, grasa o músculos tendremos que tener en cuenta<br />

que su absorción por los tejidos varía según el contenido <strong>de</strong><br />

estos en agua y en proteínas. Esta afirmación es recogida en<br />

una revisión realizada Speed (6) que también incluye otras<br />

variables como el grado <strong>de</strong> cronicidad <strong>de</strong> la lesión (los<br />

ultrasonidos serían más efectivos en lesiones agudas), la<br />

profundidad o la dosis aplicada, lo que podría explicar el<br />

hecho <strong>de</strong> que en los experimentos realizados en el<br />

laboratorio se produzcan unos efectos que luego no se<br />

pue<strong>de</strong>n <strong>de</strong>mostrar en los ensayos clínicos.


Evi<strong>de</strong>ncias cientificas sobre Fisioterapia en las Tendinitis <strong>de</strong>l Manguito Rotador y Sindrome <strong>de</strong> Rozamiento Subacromial.<br />

Con otras técnicas como el láser también necesitamos<br />

<strong>de</strong>finir exactamente que es lo que estamos tratando,<br />

tendones, ligamentos, puntos gatillo, para po<strong>de</strong>r aplicarlo<br />

puntualmente en la zona a tratar y con una dosis a<strong>de</strong>cuada.<br />

A<strong>de</strong>más es necesario estandarizar los diseños <strong>de</strong> los<br />

estudios sobre su aplicación, poniendo énfasis sobre todo<br />

en el tipo y la duración <strong>de</strong>l láser y en los criterios <strong>de</strong><br />

selección <strong>de</strong> pacientes para po<strong>de</strong>r crear protocolos válidos (8).<br />

En la práctica diaria los problemas <strong>de</strong> hombro suelen<br />

tratarse con una combinación <strong>de</strong> varias técnicas <strong>de</strong><br />

fisioterapia o incluso combinando la fisioterapia con otros<br />

tratamientos médicos y muy pocos ensayos han evaluado<br />

combinaciones <strong>de</strong> tratamientos.<br />

CONCLUSIÓN:<br />

Aunque al iniciar la búsqueda encontramos muchos<br />

artículos relacionados con la patología <strong>de</strong>l hombro, un<br />

examen más exhaustivo <strong>de</strong> los mismos nos revela que la<br />

mayoría tienen fallos en la metodología, tanto en aspectos<br />

relacionados con la estadística (número <strong>de</strong> individuos <strong>de</strong> la<br />

muestra, selección <strong>de</strong> los pacientes, grupo control, que sea<br />

realizado a doble-ciego…) como en los relacionados con el<br />

tratamiento( criterios <strong>de</strong> inclusión que permiten estudiar<br />

juntas patologías que son distintas, ensayos <strong>de</strong> cada técnica<br />

por separado mientras que en la práctica clínica se usan<br />

varias combinadas, uso <strong>de</strong> términos ambiguos como<br />

hombro doloroso ó patología <strong>de</strong> los tejidos blandos <strong>de</strong>l<br />

hombro…). Todo esto hace que nos planteemos si técnicas<br />

como la masoterapia ó la crioterapia que aún no han<br />

podido <strong>de</strong>mostrar su efectividad podrían hacerlo<br />

mejorando la calidad <strong>de</strong> los ensayos.<br />

Con otras técnicas como la cinesiterapia, el láser ó la<br />

magnetoterapia que si han <strong>de</strong>mostrado su efectividad en<br />

varios trabajos es clara la necesidad <strong>de</strong> estandarizar los<br />

diseños <strong>de</strong> los ensayos clínicos para po<strong>de</strong>r realizar<br />

comparaciones entre ellos y encontrar con mayor facilidad<br />

Fisioter calid vida.2012;15(1)<br />

Isabel Vilar Gálvez<br />

protocolos <strong>de</strong> tratamiento válidos para la tendinitis <strong>de</strong>l<br />

manguito rotador y el síndrome <strong>de</strong> rozamiento<br />

subacromial.<br />

Ebenbichler et al. recomiendan el uso <strong>de</strong>l ultrasonido para<br />

las tendinitis calcificadas <strong>de</strong> hombro. Aplican durante 15<br />

minutos una intensidad <strong>de</strong> 2.5 W con una frecuencia <strong>de</strong><br />

0.89 Hz. El modo pulsátil es <strong>de</strong> 1:4 y el cabezal <strong>de</strong> 5 cm2.<br />

<strong>La</strong>s primeras 15 sesiones <strong>de</strong> las 24 son aplicadas<br />

diariamente (5 veces por semana) y las 9 restantes 3 veces<br />

a la semana durante 3 semanas.<br />

El láser ha <strong>de</strong>mostrado ser efectivo para tratar la tendinitis<br />

ha 904 nm en dos trabajos diferentes. El <strong>de</strong> Bingöl et al. que<br />

usa un láser <strong>de</strong> ArGa con una frecuencia <strong>de</strong> 2000 Hz y una<br />

duración <strong>de</strong> 1 minuto sobre cada punto (troquíter mayor,<br />

troquíter menor, corre<strong>de</strong>ra bicipital y cara anterior y<br />

posterior <strong>de</strong> la capsula articular) durante 2 semanas,<br />

aplicando un total <strong>de</strong> 10 sesiones y el <strong>de</strong> England et al. que<br />

utilizan el láser <strong>de</strong> infrarrojo también durante 2 semanas<br />

pero aplican solo 6 sesiones en total (3 veces/semana).<br />

<strong>La</strong> magnetoterapia ha <strong>de</strong>mostrado en un trabajo <strong>de</strong> Bin<strong>de</strong>r<br />

ser eficaz para tratar la tendinitis crónica <strong>de</strong>l hombro<br />

aplicada diariamente <strong>de</strong> forma pulsátil durante 4 semanas.<br />

Verhagen et al. han llegado a la conclusión <strong>de</strong> que hay<br />

pruebas limitadas <strong>de</strong> la efectividad <strong>de</strong>l masaje como<br />

tratamiento adicional a la terapia manual.<br />

Ganze Senbursa et al. incluyen la crioterapia como parte <strong>de</strong><br />

su protocolo <strong>de</strong> tratamiento para el síndrome <strong>de</strong> rozamiento<br />

subacromial.<br />

Tanto en la revisión <strong>de</strong> Michener et al. como en los trabajos<br />

<strong>de</strong> Ganze Senbursa et al. y <strong>de</strong> Bang y Deyle se recomienda<br />

el ejercicio terapéutico más la terapia manual como mejor<br />

opción para tratar el síndrome <strong>de</strong> rozamiento subacromial.<br />

Los trabajos <strong>de</strong> estos dos últimos tienen muchas<br />

coinci<strong>de</strong>ncias como son el uso <strong>de</strong> bandas elásticas con<br />

diferentes niveles <strong>de</strong> resistencia para realizar los ejercicios,<br />

la realización <strong>de</strong> ejercicios <strong>de</strong> estiramiento y<br />

35


fortalecimiento <strong>de</strong> la musculatura periarticular <strong>de</strong>l hombro<br />

y el incluir en la terapia manual movilización <strong>de</strong> la<br />

escapula y <strong>de</strong> la articulación glenohumeral. Bang y Deyle<br />

incluyen <strong>de</strong>ntro <strong>de</strong> este apartado el masaje <strong>de</strong> las<br />

estructuras blandas <strong>de</strong>l hombro, la movilización <strong>de</strong>l resto<br />

<strong>de</strong> articulaciones <strong>de</strong>l hombro y <strong>de</strong> la zona cervical y el<br />

estiramiento <strong>de</strong>l pectoral menor, escalenos,<br />

esternocleidomastoi<strong>de</strong>o, infraespinoso y trapecio superior.<br />

Ganze Senbursa recomienda fricción profunda <strong>de</strong>l tendón<br />

<strong>de</strong>l supraespinoso, estiramiento <strong>de</strong>l nervio radial y técnicas<br />

<strong>de</strong> facilitación neuromuscular propioceptiva.<br />

BIBLIOGRAFÍA.<br />

1. PHILADELPHIA PANEL EVIDENCE-BASED<br />

CLINICAL PRACTICE GUIDELINES ON SELECTED<br />

REHABILITATION INTERVENTIONS FOR SHOULDER<br />

PAIN. Physical Therapy. Volume 81. Number 10. October<br />

2001. 1719-1730.<br />

2. Geer J M G van <strong>de</strong>r Heij<strong>de</strong>n, Piete Leffer, Pieter J M<br />

C Wolters, José J D Verhij<strong>de</strong>n, Henk van Mameren, Jo P<br />

Houben, Lex M Bouter, Paul G Knipschild NO EFFECT OF<br />

BIPOLAR INTERFERENTIAL ELECTROGHERAPY AND<br />

PULSED ULTRASOUND FOR SOFT TISSUE SHOULDER<br />

DISORDERS: A RANDOMISED CONTROLLED TRIAL.<br />

Ann Rheum Dis 1999; 58:530-540 (September).<br />

3. Green S, Buchbin<strong>de</strong>r R, Hetrick S. PHISIOTHERAPY<br />

INTERVENTIONS FOR SHOULDER PAIN. The Cochrane<br />

Library, 2005 Issue 4.<br />

4. Heather J. Grant; Anne Arthur; David R Pichora.<br />

EVALUATION OF INTERVENTIONS FOR ROTATOR<br />

CUFF PATHOLOGY: A SYSTEMATIC REVIEW. Journal of<br />

Hand Therapy; Apr-Jun 2004; 17,2 274-299.<br />

5. Matti Nykänen. PULSED ULTRASOUND<br />

TREATMENT OF THE PAINFUL SHOULDER. A<br />

RANDOMIZED, DOUBLE-BLIND, PLACEBO-<br />

CONTROLLED STUDY. Scand J Rehab Med 27: 105-108,<br />

36 Fisioter calid vida.2012;15(1)<br />

1995.<br />

Vol.15 Núm.1 2012<br />

6. C. A. Spedd. THERAPEUTIC ULTRASOUND IN SOFT<br />

TISSUE LESIONS. Rheumatology 2001; 40:12 1331-1336.<br />

7. P. Vecchio, M. Cave, V. King, A. O. A<strong>de</strong>bajo, M. Smith and<br />

B. L. Hazleman. A DOUBLE-BLIND STUDY OF THE<br />

EFFECTIVENESS OF LOW LEVEL LASER TREATMENT OF<br />

ROTATOR CUFF TENDINITIS.British Journal of<br />

Rheumatology 1993; 32:740-742.<br />

8. Ümit Bingöl. M.D., <strong>La</strong>le Altan, M.D., and Merih<br />

Yurtkuran, M.D.LOW-POWER LASER TREATMENT FOR<br />

SHOULDER PAIN.Photomedicine and <strong>La</strong>ser Surgery.2005;<br />

23:5 459-464.<br />

9. Saun<strong>de</strong>rs L. THE EFFICACY OF LOW-LEVEL LASER<br />

THERAPY IN SUPRASPINATUS TENDINITS.Clinical<br />

Rehabilitation.1995 May 9(2):126-34.<br />

10. S England, AJ Farrell, JS Coppock, G Struthers, and PA<br />

Bacon. LOW POWER LASER THERAPY OF SHOULDER<br />

TENDONITIS. Scand J Rheumatol, 1989 January 1 18(6):<br />

427-31.<br />

11. Bin<strong>de</strong>r A, Parr G, Hazleman B, Fitton-Jackson S.<br />

PULSED ELECTROMAGNETIC FIELD THERAPY OF<br />

PERSISTENT ROTATOR CUF TENDINITIS. A DOUBLE-<br />

BLIND CONTROLLED ASSESSMENT. <strong>La</strong>ncet 1984 Mar<br />

31;1 (8379):695-8.<br />

12. Verhagen AP, Karels C, Bierma-Zeinstra SMA, Burdorf<br />

L, Feleus A, Dahaghin S, <strong>de</strong> Vet HCW, Koes BW.<br />

INTERVENCIONES ERGONÓMICAS Y<br />

FISIOTERAPÉUTICAS PARA EL TRATAMIENTO DE LAS<br />

MOLESTIAS RELACIONADAS CON TRABAJO EN EL<br />

BRAZO, CUELLO Y HOMBRO EL ADULTOS (Revisión<br />

Cochrane traducida).Biblioteca Cochrane Plus, 2007<br />

número 1.<br />

13. Nynke Smidt, Henrica CW <strong>de</strong> Vet, Lex M Bouter and<br />

Joost Dekker for the Exercise Therapy Group.<br />

EFFECTIVENESS OF EXERCISE THERAPY: A BEST-<br />

EVIDENCE SUMMARY OF SYSTEMATIC REVIEWS.<br />

Australian Journal of Physiotherapy 2005 vol. 51.71-85.


Evi<strong>de</strong>ncias cientificas sobre Fisioterapia en las Tendinitis <strong>de</strong>l Manguito Rotador y Sindrome <strong>de</strong> Rozamiento Subacromial.<br />

14. Lori A. Michener, Matthew K. Walsworth, Evie N.<br />

Burnet. EFFECTIVENESS OF REHABILITATION FOR<br />

PATIENTS WITH SUBACROMIAL IMPINGEMENT<br />

SYNDROME: A SYSTEMATIC REVIEW. Journal of Hand<br />

Therapy; Apr-jun 2004; 17, 2.<br />

15. François Desmeules, Clau<strong>de</strong> H. Côte, Pierre Frémont.<br />

THERAPEUTIC EXERCISE AND ORTHOPEDIC MANUAL<br />

THERAPY FOR IMPINGEMENT SYNDROME: A<br />

SYSTEMATIC REVIEW. Clinical Journal of Sport Medicine,<br />

2003 13:176-182<br />

16. Geert J M G van <strong>de</strong>r Heij<strong>de</strong>n, Daniëlle A W M van <strong>de</strong>r<br />

Windt. PHYSIOTHERAPY FOR PATIENTS WITH SOFT<br />

TISSUE SHOULDER DISORDERS: A SYSTEMATIC<br />

REVIEW OF RANDOMISED CLINICAL TRIALS. BMJ 1997;<br />

315:25-30 (5 july).<br />

17. Sally Green, Rachelle Buchbin<strong>de</strong>r, Richard Glazier,<br />

Andrew Forbes. SYSTEMATIC REVIEW OF RANDOMISED<br />

CONTROLLED TRIALS OF INTERVENTIONS FOR<br />

PAINFUL SHOULDER: SELECTION CRITERIA,<br />

OUTCOME ASSESSMENT, AND EFFICACY. BMJ 1998;<br />

316:354-360 (31 January).<br />

18. Gamze Senbursa, Gul Baltaci, Ahmed Atay.<br />

COMPARISON OF CONSERVATIVE TREATMENT WITH<br />

AND WITHOUT MANUAL PHYSICAL THERAPY FOR<br />

PATIENTS WITH SHOULDER IMPINGEMENT<br />

SYNDROME: A PROSPECTIVE, RANDOMIZED CLINICAL<br />

TRIAL. Knee Surg Sports Traumatol Arthrosc (2007)<br />

15:915-921.<br />

19. Gerold R. Ebenbichler, Celal B. Erdogmus, Karl L.<br />

Resch, Martin A. Funovics, Franz Kainberber, Georg<br />

Barisani, Martin Ariber, Peter Nicolakis, Günther F.<br />

Wiesinger, Mehrdad Baghestanian, Elisabeth Preinsinger,<br />

Veronika Fialka-Moser.ULTRASOUND THERAPY FOR<br />

CALCIFIC TENDONITIS OF THE SHOULDER. The New<br />

England Journal of Medicine Volume 340 number 20 1533-<br />

1538<br />

20. Ilknur Aktas, Kenan Akgun, Bahar Cakmak.<br />

Fisioter calid vida.2012;15(1)<br />

Isabel Vilar Gálvez<br />

THERAPEUTIC EFFECT OF PULSED<br />

ELECTROMAGNETIC FIELD INCONSERVATIVE<br />

TREATMENT OF SUBACROMIAL IMPINGEMENT<br />

AYNDROME. Clin Rheumatol 2007 26:1234-1239.<br />

21. Michael D. Bang, Gail D. Deyle. COMPARISON OF<br />

SUPERVISED EXERCISE WITH AND WITHOUT MANUAL<br />

PHYSICAL THERAPY FOR PATIENTS WITH SHOULDER<br />

IMPINGEMENT SYNDROME. Journal of Orthopaedic &<br />

Sports Physical Therapy 2000; 30(3):126-137.<br />

22. Gladys L. Y. Cheing, Eric M. L. So, Clare Y. L. Chao.<br />

EFFECTIVENESS OF ELECTROACUPUNTURE AND<br />

INTERFERENTIAL ELECTROTHERAPY IN THE<br />

MANAGEMENT OF FROZEN SHOULDER. J Reabil Med<br />

2008; 40:166-170. (este lo encontré el otro día pero creo<br />

que es interesante incluirlo)<br />

23. R.M. San Segundo, J. Molins, M. Valdés, T.R. Fernán<strong>de</strong>z.<br />

TRATAMIENTO CONSERVADOR DEL SÍNDROME<br />

SUBACROMIAL. ULTRASONIDOS FRENTE A PLACEBO.<br />

UN ENSAYO CLÍNICO. Rehabilitación (Madr.) 2008;<br />

42(2):61-6. (este todavía no lo he incluido en el artículo<br />

porque no estoy segura <strong>de</strong> que este metodológicamente<br />

bien, te lo enviaré para que lo leas).<br />

24. Javier Pérez Ares; Javier Sainz <strong>de</strong> Murieta Ro<strong>de</strong>yro;<br />

Ana Beatriz Varas <strong>de</strong> la Fuente. FISIOTERAPIA DEL<br />

COMPLEJO ARTICULAR DEL HOMBRO. EVALUACIÓN Y<br />

TRATAMIENTO DE LOS TEJIDOS BLANDOS. Escuela<br />

Universitaria <strong>de</strong> la Once. Universidad Autónoma <strong>de</strong><br />

Madrid. Masson.2004.<br />

25. Michael D. Bang, Gail D. Deyle. COMPARISON OF<br />

SUPERVISED EXERCISE WITH AND WITHOUT MANUAL<br />

PHYSICAL THERAPY FOR PATIENTS WITH SHOULDER<br />

IMPINGEMENT SYNDROME. Journal of Orthopaedic and<br />

Sports Physical Therapy. 2000; 30(3):126-137.<br />

37


Normas para la publicación <strong>de</strong> artículos en la revista <strong>de</strong> colegios<br />

<strong>de</strong> fisioterapeutas: “fisioterapia y calidad <strong>de</strong> vida”<br />

<strong>La</strong> Revista <strong>de</strong> Fisioterapia y Calidad <strong>de</strong> Vida admite la<br />

publicación <strong>de</strong>: trabajos originales, revisiones bibliográficas y<br />

cartas al director relativas a la política editorial <strong>de</strong> la revista o<br />

trabajos previamente publicados en ella, siempre que<br />

contengan críticas o comentarios objetivos y fundamentados.<br />

Los manuscritos <strong>de</strong>berán estar mecanografiados a doble<br />

espacio con letra tipo Times New Roman en cuerpo <strong>de</strong> 12<br />

puntos en formato DIN A4 con márgenes <strong>de</strong> 2,5 cm a cada<br />

lado, sin encabezados ni pies <strong>de</strong> página. <strong>La</strong>s páginas <strong>de</strong>berán<br />

numerarse correlativamente en el extremo inferior <strong>de</strong>recho. Se<br />

recomienda una extensión no superior a los 25 folios.<br />

Los trabajos se enviarán por duplicado a la coordinación <strong>de</strong><br />

la revista y al <strong>Colegio</strong> <strong>de</strong> <strong>Fisioterapeutas</strong> al que pertenezca el<br />

primer autor.<br />

Se entregará una copia en papel y otra en soporte electrónico<br />

(CD-Rom). El procesador <strong>de</strong> texto <strong>de</strong>berá ser Word Office o<br />

similar (OpenOffice). Se i<strong>de</strong>ntificará perfectamente cada<br />

archivo y se entregará únicamente la versión <strong>de</strong>finitiva.<br />

Se adjuntará una <strong>de</strong>claración jurada y firmada por cada uno<br />

<strong>de</strong> los autores en la que se afirme que el trabajo es original y<br />

no ha sido publicado en otro medio (ver final <strong>de</strong>l documento).<br />

Se informará al autor responsable <strong>de</strong> la recepción <strong>de</strong> los<br />

trabajos así como <strong>de</strong> su número <strong>de</strong> referencia.<br />

Cada trabajo será revisado por al menos dos revisores <strong>de</strong><br />

forma anónima. Los autores serán informados <strong>de</strong>l resultado <strong>de</strong><br />

cada una <strong>de</strong> las evaluaciones bien para la aceptación <strong>de</strong>l<br />

trabajo, bien para la realización <strong>de</strong> las modificaciones<br />

oportunas.<br />

<strong>La</strong> portada <strong>de</strong>berá constar <strong>de</strong>l título <strong>de</strong>l trabajo seguido <strong>de</strong>l<br />

nombre completo <strong>de</strong> los autores y la filiación profesional <strong>de</strong><br />

cada uno <strong>de</strong> ellos. Se indicará el nombre, dirección postal,<br />

teléfono y fax, y dirección electrónica <strong>de</strong>l autor responsable<br />

para la correspon<strong>de</strong>ncia sobre el manuscrito. Ésta será la única<br />

página <strong>de</strong>l trabajo don<strong>de</strong> aparecerán los nombres <strong>de</strong> los<br />

autores. Si la investigación se realizó bajo alguna beca, o<br />

financiación <strong>de</strong>l material, medicamentos, etc. se indicará <strong>de</strong><br />

forma abreviada al final <strong>de</strong> la portada.<br />

En la primera página se hará constar sólo el título <strong>de</strong>l trabajo,<br />

en el idioma en el que esté redactado el trabajo y en inglés. Se<br />

aconsejan títulos con una extensión entre 10 y 25 palabras.<br />

En la segunda página aparecerá el resumen en el idioma en<br />

que esté redactado el trabajo. No sobrepasará las 300 palabras<br />

y en los trabajos originales <strong>de</strong>berá estructurarse en: objetivos,<br />

material y método, resultados más relevantes y conclusiones<br />

principales. Al resumen le seguirán entre 3 y 6 palabras clave.<br />

<strong>La</strong>s palabras clave <strong>de</strong>ben figurar en el In<strong>de</strong>x Medicus aunque si<br />

aún no aparecen los términos para conceptos recientes, pue<strong>de</strong>n<br />

usarse los habituales. El diccionario terminológico <strong>de</strong>l In<strong>de</strong>x<br />

Medicus pue<strong>de</strong> consultarse en español en:<br />

http://<strong>de</strong>cs.bvs.br/E/homepage.htm o en inglés en:<br />

http://www.nlm.nih.gov/mesh/meshhome.html.<br />

38 Fisioter calid vida.2012;15(1)<br />

En la tercera página aparecerá el resumen en inglés seguido<br />

<strong>de</strong> las palabras clave también en inglés.<br />

<strong>La</strong> cuarta página comenzará con el apartado <strong>de</strong><br />

“Introducción”. En la introducción se <strong>de</strong>be dar contexto a los<br />

antece<strong>de</strong>ntes <strong>de</strong>l estudio como la naturaleza y la importancia<br />

<strong>de</strong> éste. En el último párrafo <strong>de</strong> la introducción se <strong>de</strong>ben<br />

reflejar <strong>de</strong> forma clara y sencilla los objetivos <strong>de</strong>l trabajo (cabe<br />

la posibilidad <strong>de</strong> crear un apartado in<strong>de</strong>pendiente para los<br />

objetivos).<br />

El siguiente apartado <strong>de</strong>l trabajo se correspon<strong>de</strong>rá con<br />

“Material y métodos”. Debe contener la información para<br />

respon<strong>de</strong>r a las preguntas ¿con quién o con qué se ha llevado a<br />

cabo el estudio? y ¿cómo se ha realizado ese estudio? <strong>La</strong><br />

metodología <strong>de</strong>be estar lo suficientemente clara y <strong>de</strong>tallada<br />

como para que un experto pueda reproducir el trabajo y<br />

comprobar las conclusiones a las que se han llegado. Es posible<br />

establecer sub-apartados, que en muchos casos ayudarán a<br />

organizar los conceptos y la información que se <strong>de</strong>be reflejar.<br />

En el apartado <strong>de</strong> “Resultados” se <strong>de</strong>be respon<strong>de</strong>r a la<br />

pregunta ¿qué se ha encontrado? Se <strong>de</strong>ben organizar los<br />

resultados para una lectura clara, sencilla y or<strong>de</strong>nada. Se podrá<br />

combinar el texto con el uso <strong>de</strong> tablas y figuras. Si se <strong>de</strong>sea<br />

aportar material adicional (por ejemplo, los ítems <strong>de</strong> una<br />

encuesta) o <strong>de</strong>talles técnicos, es aconsejable incluirlos en un<br />

anexo para no interrumpir la secuencia <strong>de</strong>l texto.<br />

En el apartado <strong>de</strong> “Discusión” se interpretarán los resultados<br />

encontrados y se analizarán en relación con otros trabajos<br />

publicados sobre el tema. Es útil empezar la discusión<br />

resumiendo brevemente los principales hallazgos para<br />

continuar con la explicación <strong>de</strong> los posibles mecanismos o <strong>de</strong><br />

los hallazgos, con una comparación contraste <strong>de</strong> los resultados<br />

con los <strong>de</strong> otros estudios relevantes. Se <strong>de</strong>be ser autocrítico y<br />

aclarar cuáles son las limitaciones <strong>de</strong>l estudio así como las<br />

implicaciones para futuras investigaciones y para la práctica<br />

clínica.<br />

En el apartado <strong>de</strong> “Conclusiones” se <strong>de</strong>be respon<strong>de</strong>r <strong>de</strong><br />

forma clara e inequívoca a los objetivos planteados en el<br />

trabajo.<br />

Si se <strong>de</strong>sea colocar un apartado <strong>de</strong> agra<strong>de</strong>cimiento, se<br />

colocará a continuación <strong>de</strong> las conclusiones. En este apartado<br />

se incluirán todos los colaboradores que no cumplen los<br />

criterios <strong>de</strong> autoría. Por ejemplo: quien facilita ayuda técnica,<br />

en la redacción, o un director <strong>de</strong> <strong>de</strong>partamento que sólo<br />

proporciona ayuda general. <strong>La</strong>s ayudas económicas y<br />

materiales <strong>de</strong>berían aparecer en los agra<strong>de</strong>cimientos. Personas<br />

o instituciones que han contribuido materialmente al artículo<br />

pero cuya colaboración no justifica la autoría, <strong>de</strong>berían<br />

aparecer como “investigadores clínicos” o “investigadores<br />

participantes”, y asimismo <strong>de</strong>bería <strong>de</strong>scribirse su contribución<br />

“asesor científico”, “revisión crítica”, “recogida <strong>de</strong> datos”,<br />

“cuidado <strong>de</strong> los pacientes”, etc.


Puesto que la persona que lee un artículo interpreta que<br />

todas las personas que aparecen en los agra<strong>de</strong>cimientos dan su<br />

aprobación a los datos y conclusiones, éstas <strong>de</strong>berán dar su<br />

autorización, por escrito, a aparecer en esta sección.<br />

<strong>La</strong>s tablas <strong>de</strong>ben incluirse en hojas in<strong>de</strong>pendientes <strong>de</strong>l texto<br />

(cada tabla en una hoja diferente) junto con su título y pie <strong>de</strong><br />

tabla si lo hubiere. En el texto <strong>de</strong>be reflejarse el lugar don<strong>de</strong><br />

<strong>de</strong>be ir colocada la tabla entre corchetes y negrita, por<br />

ejemplo: [Tabla 1]. Deberán numerarse correlativamente como<br />

[Tabla 1], [Tabla 2] según el or<strong>de</strong>n <strong>de</strong> la primera vez que<br />

aparecen en el texto. Cada tabla <strong>de</strong>berá llevar un título. No<br />

usar líneas horizontales ni verticales. Cada columna <strong>de</strong>be ir<br />

encabezada por un título breve o abreviado. Los autores <strong>de</strong>ben<br />

colocar las explicaciones en notas a pie <strong>de</strong> tabla, no en el<br />

título. Explicar en notas a pie <strong>de</strong> tabla todas las abreviaturas no<br />

habituales. Para las notas a pie <strong>de</strong> tabla, usar los siguientes<br />

símbolos en este or<strong>de</strong>n: * † ‡ § || ** †† ‡‡. Asegúrese <strong>de</strong> que<br />

en el texto cada tabla tiene su correspondiente cita.<br />

Se consi<strong>de</strong>ran figuras a las fotografías, dibujos, esquemas,<br />

gráficos, todos ellos bajo la misma <strong>de</strong>nominación: [Figura 1],<br />

[Figura 2] en relación a la primera vez que aparecen en el<br />

texto. En el texto <strong>de</strong>be indicarse la referencia <strong>de</strong> la figura entre<br />

corchetes y negrita, por ejemplo: [Figura 1]. Cada figura <strong>de</strong>be<br />

incluirse en una hoja in<strong>de</strong>pendiente con su correspondiente<br />

título y pie <strong>de</strong> foto. <strong>La</strong>s figuras <strong>de</strong>berían haber sido diseñadas y<br />

fotografiadas en calidad profesional o bien presentadas como<br />

fotografías digitales. El formato en el que <strong>de</strong>ben presentarse las<br />

figuras <strong>de</strong>be ser en JPG o GIF con la calidad suficiente para<br />

po<strong>de</strong>rlas reproducir en papel (se aconseja una resolución<br />

mínima <strong>de</strong> 200 ppp). <strong>La</strong>s letras, números y símbolos <strong>de</strong> las<br />

figuras <strong>de</strong>berían ser claros y totalmente uniformes, y tener un<br />

tamaño suficiente para que al reducirlas para su publicación<br />

sigan siendo legibles. <strong>La</strong>s figuras <strong>de</strong>ben ser tan claras como sea<br />

posible (autoexplicativas). En las leyendas <strong>de</strong> las figuras no<br />

<strong>de</strong>berían faltar títulos ni explicaciones, pero estas<br />

explicaciones no <strong>de</strong>ben figurar en el interior <strong>de</strong> las<br />

ilustraciones.<br />

Si se usan fotografías <strong>de</strong> personas, o bien los sujetos no<br />

<strong>de</strong>ben po<strong>de</strong>r i<strong>de</strong>ntificarse o bien sus fotografías <strong>de</strong>ben ir<br />

acompañadas <strong>de</strong> la correspondiente autorización escrita para<br />

utilizarlas. Siempre que sea posible <strong>de</strong>bería obtenerse el<br />

permiso para la publicación.<br />

Se aconseja un máximo <strong>de</strong> 10 tablas y figuras.<br />

Usar solamente abreviaturas estándar. Evitar el uso <strong>de</strong><br />

abreviaturas en el título. <strong>La</strong> primera vez que se usa una<br />

abreviatura <strong>de</strong>bería ir precedida por el término sin abreviar, a<br />

menos que sea una unidad <strong>de</strong> medida estándar.<br />

En cuanto al apartado <strong>de</strong> Referencias bibliográficas <strong>de</strong>ben<br />

seguirse el estilo <strong>de</strong> los “Requisitos <strong>de</strong> Uniformidad para<br />

Manuscritos enviados a Revistas Biomédicas: redacción y<br />

preparación <strong>de</strong> la edición <strong>de</strong> una publicación biomédica” en su<br />

revisión <strong>de</strong> noviembre <strong>de</strong> 2003, disponible en castellano en:<br />

http://www.metodo.uab.es y en la versión original en:<br />

http://www.icmje.org/. Para ejemplos <strong>de</strong> formato <strong>de</strong> referencias<br />

bibliográficas, los autores <strong>de</strong>berían consultar la página web:<br />

http://www.nlm.nih.gov/bsd/uniform_requirements.html o en<br />

su traducción al español en www.metodo.uab.es.<br />

Vol.15 Núm.1 2012<br />

El número <strong>de</strong> citas no sobrepasará las 40 ref. para un trabajo<br />

experimental y 60 para un trabajo <strong>de</strong> revisión bibliográfica.<br />

<strong>La</strong>s referencias <strong>de</strong>berían estar numeradas consecutivamente,<br />

siguiendo el or<strong>de</strong>n en que se mencionan por vez primera en el<br />

texto. I<strong>de</strong>ntificar las referencias bibliográficas en el texto<br />

mediante números arábigos entre paréntesis. Si hay varias citas<br />

correlativas se coloca la primera y la última separadas por un<br />

guión. Incorrecto: (1, 2, 3, 5, 10, 11, 12, 13). Correcto: (1-3, 5,<br />

10-13). El punto <strong>de</strong> finalización <strong>de</strong>l párrafo se pondrá siempre<br />

<strong>de</strong>spués <strong>de</strong>l paréntesis.<br />

Los títulos <strong>de</strong> las revistas <strong>de</strong>ben abreviarse conforme al estilo<br />

<strong>de</strong>l In<strong>de</strong>x Medicus. Consultar la Lista <strong>de</strong> revistas in<strong>de</strong>xadas en<br />

el In<strong>de</strong>x Medicus, publicado anualmente como número aparte<br />

y también en el número <strong>de</strong> enero <strong>de</strong>l In<strong>de</strong>x Medicus. Asimismo,<br />

la lista también se pue<strong>de</strong> obtener en el sitio web <strong>de</strong> la NLM<br />

(http://www.nlm.nih.gov). Para consultar las abreviatura <strong>de</strong><br />

revistas españolas, pue<strong>de</strong> consultar el catálogo <strong>de</strong>l Instituto<br />

Carlos III (http://www.isciii.es/publico/ )<br />

Ejemplos para referencias bibliográficas (para casos especiales<br />

consulta:<br />

http://www.nlm.nih.gov/bsd/uniform_requirements.html o<br />

www.metodo.uab.es).<br />

1. Artículo <strong>de</strong> revista estándar. Se mencionan los seis primeros<br />

autores. Si hay más, <strong>de</strong>spués <strong>de</strong>l sexto se escribe et al.<br />

Halpern SD, Ubel PA, Caplan AL. Solid-organ transplantation in<br />

HIV-infected patients. N Engl J Med. 2002 25;347(4):284-7. Rose<br />

ME, Huerbin MB, Melick J, Marion DW, Palmer AM, Schiding JK,<br />

et al. Regulation of interstitial excitatory amino acid concentrations<br />

after cortical contusion injury. Brain Res. 2002; 935(12):40-6.<br />

Geraud G, Spierings EL, Keywood C. Tolerability and safety of<br />

frovatriptan with short- and long-term use for treatment of migraine<br />

and in comparison with sumatriptan. Headache. 2002;42 Suppl<br />

2:S93-9.<br />

Tor M, Turker H. International approaches to the prescription of<br />

long-term oxygen therapy [letter]. Eur Respir J. 2002;20(1):242.<br />

(En español [carta])<br />

Lofwall MR, Strain EC, Brooner RK, Kindbom KA, Bigelow GE.<br />

Characteristics of ol<strong>de</strong>r methadone maintenance (MM) patients<br />

[abstract]. Drug Alcohol Depend. 2002;66 Suppl 1: S105.<br />

(En español [resumen])<br />

2. Libros y otras Monografías<br />

Murray PR, Rosenthal KS, Kobayashi GS, Pfaller MA. Medical<br />

microbiology. 4th ed. St. Louis: Mosby; 2002.<br />

Gilstrap LC 3rd, Cunningham FG, VanDorsten JP, editors.<br />

Operative obstetrics. 2nd ed. New York: McGraw-Hill; 2002.<br />

(En español: editores)<br />

3. Capítulo <strong>de</strong> libro<br />

Meltzer PS, Kallioniemi A, Trent JM. Chromosome alterations in<br />

human solid tumors. In: Vogelstein B, Kinzler KW, editors. The<br />

genetic basis of human cancer. New York: McGraw-Hill; 2002. p.<br />

93-113. (En español: En:)<br />

4. Actas <strong>de</strong> conferencias, congresos<br />

Harn<strong>de</strong>n P, Joffe JK, Jones WG, editors. Germ cell tumours V.<br />

Proceedings of the 5th Germ Cell Tumour Conference; 2001 Sep<br />

Fisioter calid vida.2012;15(1)<br />

39


13-15; Leeds, UK. New York: Springer; 2002.<br />

(En español: Actas <strong>de</strong>l/<strong>de</strong> la)<br />

5. Artículo <strong>de</strong> periódico<br />

Tynan T. Medical improvements lower homici<strong>de</strong> rate: study sees<br />

drop in assault rate. The Washington Post. 2002 Aug 12; Sect. A:2<br />

(col. 4).<br />

(En español: 12 Ago 2002; Secc. )<br />

6. Diccionarios y similares<br />

Dorland's illustrated medical dictionary. 29th ed. Phila<strong>de</strong>lphia:<br />

W.B. Saun<strong>de</strong>rs; 2000. Filamin; p. 675.<br />

7. Artículo <strong>de</strong> revista en Internet<br />

Abood S. Quality improvement initiative in nursing homes: the<br />

ANA acts in an advisory role. Am J Nurs [serial on the Internet].<br />

2002 Jun [cited 2002 Aug 12];102(6):[about 3 p.]. Available from:<br />

http://www.nursingworld.org/AJN/2002/june/Wawatch.htm<br />

(En español: [serie en Internet]. [citado 12 Ago 2002]; [aprox. 3<br />

p.]. Disponible en:)<br />

8. Monografía en Internet<br />

Foley KM, Gelband H, editors. Improving palliative care for<br />

cancer [monograph on the Internet]. Washington: National<br />

Aca<strong>de</strong>my Press; 2001 [cited 2002 Jul 9]. Available from:<br />

http://www.nap.edu/books/0309074029/html/.<br />

(En español: [monografía en Internet]. [citado 9 Jul 2002].<br />

Disponible en:)<br />

9. Página principal <strong>de</strong> un sitio Web<br />

Cancer-Pain.org [homepage on the Internet]. New York:<br />

Association of Cancer Online Resources, Inc.; c2000-01 [updated<br />

2002 May 16; cited 2002 Jul 9]. Available from:<br />

http://www.cancer-pain.org/.<br />

(En español: [actualizado 16 May 2002; citado 9 Jul 2002].<br />

Disponible en:)<br />

10. Página Web <strong>de</strong> un sitio Web<br />

American Medical Association [homepage on the Internet].<br />

Chicago: The Association; c1995-2002 [updated 2001 Aug 23;<br />

cited 2002 Aug 12]. AMA Office of Group Practice Liaison; [about<br />

2 screens]. Available from: http://www.amaassn.org/ama/pub/category/1736.html<br />

(En español: [actualizado 23 Ago 2001; citado 12 Ago 2002].<br />

[aprox. 2 pantallas]. Disponible en:)<br />

40 Fisioter calid vida.2012;15(1)<br />

Vol.15 Núm.1 2012


SOLICITUD DE DECLARACIÓN JURADA

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!