La salud: derecho innegociable - suntnafin
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16 | Sinergia | Vol. VIII | 13<br />
El Estado enfrenta<br />
uno de sus más grandes<br />
retos: conciliar<br />
una fuerte caída de<br />
los recursos fiscales<br />
con una mayor<br />
demanda de apoyos<br />
sociales. En ese<br />
contexto, Francisco<br />
Suárez Dávila plantea<br />
ocho medidas necesarias<br />
para que México<br />
“despegue con<br />
fuerza y sostenga el<br />
vuelo con vigor”<br />
opinión<br />
Francisco Suárez Dávila<br />
El Estado y su papel<br />
en la poscrisis<br />
El<br />
punto de partida de cualquier análisis sobre el papel del Estado, es que su relación con el mercado<br />
y con la sociedad se transformará profundamente después de la gran recesión de 2009. En este<br />
nuevo balance, el Estado indudablemente jugará un papel más activo frente al mercado, al cual<br />
debe regular y encauzar mejor. Sin duda debe ser un Estado más fuerte, pero también de mejor calidad. Pero<br />
también la sociedad está, afortunadamente, mucho más activa y fuerte frente al Estado. Ésta es, finalmente,<br />
la contribución de la democracia como contrapeso.<br />
En términos de esta trilogía, el Estado enfrentará en<br />
la poscrisis uno de sus más grandes retos: tener que<br />
conciliar una muy fuerte caída de los recursos fiscales<br />
con una mayor demanda de apoyos sociales.<br />
<strong>La</strong> respuesta a la gran depresión del 29 significó<br />
un gran aumento en el papel del Estado. <strong>La</strong> sociedad<br />
en ese momento no estaba tan fuerte y, de hecho,<br />
en buena parte de Europa una sociedad débil<br />
dio lugar a estados totalitarios, que no es el caso<br />
ahora, vemos en Europa sociedades muy fuertes<br />
que, en muchos aspectos, se están oponiendo con<br />
fuerza y con vigor a acciones que el Estado tiene<br />
que tomar para transformar el entorno. Ante la crisis<br />
del 29, aquí [en México], Lázaro Cárdenas impulsó<br />
una política de intervención del Estado con importantes<br />
reformas sociales y económicas, que fue evolucionando<br />
hacia un desarrollismo industrializador y<br />
generó el más rápido crecimiento de nuestra historia:<br />
6% durante 40 años.<br />
En los años 70 del siglo pasado, el intento de<br />
adaptar el modelo para crear un desarrollo compartido<br />
dio lugar a dos serias crisis. Después de<br />
los 80 se inició un movimiento reformador que ha<br />
implicado reducir significativamente el tamaño y la<br />
influencia del Estado, a través de una ola de privatizaciones,<br />
entre otras medidas, que prevalece hasta<br />
el momento actual.<br />
Como escribió recientemente [el periodista] Anatole<br />
Kaletsky, después de la crisis del 29 sólo el Estado<br />
acierta y el mercado siempre se equivoca. Después de<br />
los años 70, el mercado siempre acierta y el Estado<br />
siempre se equivoca. Y ahora estamos presenciando<br />
un nuevo e importante movimiento pendular.<br />
México, país dialéctico<br />
<strong>La</strong> crisis ofrece una gran oportunidad para consensuar,<br />
a nivel de la sociedad mexicana, cuáles son los<br />
principales obstáculos para nuestro progreso, para<br />
luego establecer las medidas para superarlos. Hay<br />
que partir de un diagnóstico necesariamente crítico.<br />
México es un país absolutamente dialéctico. No<br />
solamente Kafka sino Marx, dirían: “Este es el paraíso<br />
para mí”. Hay avances y retrocesos, puntos y contrapuntos.<br />
En cuanto al papel del Estado: avance democrático,<br />
voto eficaz y alternancia, pero disfuncionalidad<br />
política para lograr grandes acuerdos, con un<br />
desprestigio evidente de los partidos políticos y el<br />
Poder Legislativo; creciente independencia del Poder<br />
Judicial, pero judicialización creciente de la política;<br />
libertad de expresión de los medios, pero poderes<br />
fácticos mediáticos de creciente influencia sobre el<br />
propio proceso democrático; avance en el federalismo<br />
y descentralización, pero desembocando hacia<br />
un prácticamente feudalismo fiscal, con evidente falta<br />
de rendición de cuentas en el ámbito local.<br />
Del Estado obeso pasamos al Estado anémico,<br />
que gasta poco y mal sin recaudar ingresos, que<br />
privatizó monopolios públicos para sustituirlos por<br />
monopolios privados con una deficiente regulación.<br />
El Estado, desde luego, es un factor que debe<br />
impulsar la competitividad del país. Pero el Estado<br />
mexicano resulta muy mal calificado por los índices<br />
de competitividad que se refieren a la función del Estado,<br />
recibe las peores calificaciones en sus funciones<br />
básicas, que es dar seguridad a los ciudadanos y<br />
sus propiedades y garantizar un estado de <strong>derecho</strong>.<br />
Malas calificaciones por exceso de regulación, corrupción:<br />
lugar 91.<br />
En el marco macroeconómico, recibe buenas calificaciones<br />
en los instrumentos pero malas en los resultados.<br />
Ocupa el lugar 19 mundial en el balance fiscal<br />
(Índice de Dabos), pero es el número 81 en calidad<br />
de gasto. Gran registro de alumnos en clases, lugar<br />
29 (muy bajo), pero resultados en calidad de la edu-