2ª Tocada... - Universidad La Salle Morelia

J. Jesús Vázquez Estupiñán
62ª Tocada…
“POLONIA” (1991)
Chestojova fue sede del encuentro del Papa con los jóvenes de todo el mundo. Los
latinoamericanos fuimos minoría y todos los accesos prometidos estaban imposibles,
a pesar de tener boleto confirmado. Una joven monja polaca se dio cuenta de
nuestro desconsuelo y sentimiento de horfandad...me tomó de la mano llevándome
con paso veloz a la Alcaldía. “Un mágico sombrero charro” que presenté como
carta credencial cautivó al comité organizador.
Fuimos acomodados al lado de las personas con discapacidad, como una excepción
considerando la distancia de donde veníamos y en vista de que los europeos del
Este habían acaparado totalmente el recinto y sus alrededores.
Al día siguiente continuamos el “acecho” a Su Santidad; nos lanzamos a Cracovia
en donde sería despedido por Lech Walesa. Un obispo desconocido para nosotros,
nos vio en la entrada del aeropuerto y quizá pensó que pertenecíamos al elenco de
ese protocolo. Iba caminando hacia el ingreso y nos seguía haciendo plática. Los
guardias nos vieron con tal naturalidad, que pensaron que íbamos con él; estando
dentro, nos formamos sin mediar instrucción alguna al lado de un grupo folklórico
de origen polaco que nos miraba con extrañeza.
Nadie se explicaba cómo ni por qué estábamos ahí. Concluidos los honores militares
y viendo con desesperación que el Papa ya se iba, le lanzamos nuestras clásicas
porras y cantos. Los asistentes nos voltearon a ver con cierto rigor (quizá por el
protocolo alterado). El Papa nos escuchó y se regresó. Se dirigió al micrófono y dijo
“¡México siempre está presente y se oye muy bien; qué bueno que vinieron!”...habló
en polaco provocando que todos nos miraran ahora con complacencia inaudita
y aplaudieran la extraña presencia de unos mexicanos en un aeropuerto polaco.
Después “nos echamos un palomazo”; cantamos unos a otros, intercambiamos
recuerdos y posamos para las fotos...hasta autógrafos nos pidieron.
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