2ª Tocada... - Universidad La Salle Morelia
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“LA VUELTA AL MUNDO EN OCHENTA TOCADAS”<br />
¡Otra… otra…otra!<br />
81ª <strong>Tocada</strong>…<br />
“LA ACRÓPOLIS…<br />
EL PARTENÓN”<br />
Costumbre muy mexicana: “el pilón”. Condición de éxito para cada tocada; que el<br />
público pida “¡otra!”.<br />
Una vez concluida la aventura en pos del Taj Mahal, los ochenta episodios estarían<br />
más que completos habiendo tenido la bendición y la providencia del buen Dios<br />
para permitirme culminar la redacción de estas vivencias.<br />
Un “sueño guajiro” antes de salir a España y Francia para la gestión y renovación<br />
de unos convenios de intercambio y movilidad estudiantil de <strong>La</strong> <strong>Salle</strong> <strong>Morelia</strong>, me<br />
hizo concebir la locura de intentar el salto a Grecia.<br />
Contando con sólo una semana para visitar Roma, una <strong>Universidad</strong> en París y otra<br />
en Beauvais en Francia; <strong>La</strong> <strong>Salle</strong>, la Complutense y Nebrija en Madrid; la Ramón<br />
Llull en Barcelona y la de Zaragoza; me parecía que el itinerario ya de por si era<br />
complicado y a marchas forzadas como para todavía tener ocasión de cantar un<br />
poco (con la fraternal complicidad de Toñito Maravilla y del Poten menor).<br />
En París tocamos brevemente en el Sagrado Corazón y en la Plaza de los Pintores<br />
en Montmartre, en medio de un ambiente bohemio. Uno de los retratistas me compartió<br />
material y caballete para ejecutarme el clásico paisaje de Guanajuato.<br />
En las escalinatas todos quieren foto pues el sombrero charro y la simpatía del<br />
Poten (Jorge) atraen a los paseantes. Un grupo de “jóvenes, damas españolas de la<br />
tercera edad” quieren retratarse con el que llaman: el “gordito bonito” y se despiden<br />
de él con doble beso.<br />
En el aeropuerto de Barcelona nos sorprende el primer partido de la selección contra<br />
Sudáfrica. Cuando cae el gol mexicano, “El Cielito Lindo” suena con la complacencia<br />
internacional de los pasajeros futboleros.<br />
Una vez visitada la Casa Generalizia y realizada la reunión de rectores, la opción<br />
era un viaje a Venecia en Domingo con los participantes del curso de líderes al que<br />
algunos rectores mexicanos habíamos acudido a saludar. Tuve la oportunidad de<br />
encontrar a mi hermano Pedro viviendo de lleno el curso.<br />
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