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Libro Cuatro El Evangelista y Su Aclamación - Luz al Atardecer

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16 SOBRENATURAL: La Vida de William Branham<br />

Por cuanto el cáncer era inoperable, su condición parecía<br />

desahuciada. <strong>Su</strong> doctor la <strong>al</strong>imentó por vía intravenosa durante<br />

varios meses, mientras sus músculos se encogían y su piel se pegaba<br />

a los huesos. Eventu<strong>al</strong>mente su peso decayó a 50 libras [22.68<br />

kilogramos], haciéndola que se pareciera a piel extendida sobre<br />

huesos. Aquellos en derredor de ella creían que había llegado a su<br />

fin, pero Florence Nighting<strong>al</strong>e Shirlaw todavía no se había dado por<br />

vencida.<br />

<strong>El</strong>la había leído acerca de William Branham y el éxito asombroso<br />

que estaba teniendo <strong>al</strong> orar por el enfermo. En 1946, William<br />

Branham dijo que un ángel le trajo una comisión de parte de Dios<br />

para llevar un don de sanidad Divina a las gentes del mundo. <strong>El</strong><br />

ángel le dijo que si él era sincero y podía hacer que la gente le<br />

creyese cuando él orara, nada podría hacer frente a su oración, ni<br />

siquiera el cáncer. La Srita. Shirlaw le envió a William Branham un<br />

boleto de avión y le imploró que volara a <strong>Su</strong>dáfrica a orar por ella.<br />

Desafortunadamente el evangelista estaba ya programado para ir<br />

<strong>Su</strong>ecia, Finlandia, y Noruega. Cuando Florence Shirlaw se dio<br />

cuenta que el Hermano Branham estaría deteniéndose en Inglaterra<br />

para orar por el Rey Jorge VI, ella fletó un avión con destino a<br />

Londres. <strong>Su</strong> avión aterrizó apenas minutos antes del avión que<br />

llevaba <strong>al</strong> evangelista Norteamericano. Para este entonces, Florence<br />

estaba casi muerta. <strong>Su</strong>s venas se habían colapsado, significando que<br />

su enfermera ya no podía insertar una aguja para <strong>al</strong>imentación<br />

intravenosa. <strong>Su</strong> voz era un susurro: su respiración era poco<br />

profunda; su pulso era lento y débil. William Banham le pidió a Dios<br />

que la sanara en el Nombre de Jesucristo, y luego él profetizó, ―Así<br />

dice el Señor, ‗Tú vivirás y no morirás‘.‖ Tan increíble como parecía<br />

esa profecía, se hizo re<strong>al</strong>idad. <strong>El</strong> artículo mostraba una fotografía<br />

actu<strong>al</strong> de Florence Nighting<strong>al</strong>e Shirlaw pesando 155 libras [70.30<br />

kilogramos], sonriendo, mirándose llena de vida y energía.<br />

Willie Upshaw se metió el recorte de periódico en el bolsillo en el<br />

saco de su traje azul. <strong>Su</strong> fe estaba ardiendo como incendio forest<strong>al</strong><br />

avivado por un viento fuerte de C<strong>al</strong>ifornia. Tan sólo permitirle entrar<br />

en esa fila de oración ahora...<br />

<strong>Su</strong> taxi, bloqueado en el tráfico, redujo la marcha hasta detenerse,<br />

haciendo que la tarjeta de oración se mirara muy lejos. Willie<br />

murmuró entre dientes para sus adentros, ―Que nada te des<strong>al</strong>iente, y<br />

jamás te des por vencido.‖<br />

Milagros en Blanco y Negro 17<br />

HOWARD BRANHAM tocó ligeramente en la puerta de la<br />

habitación del hotel de su hermano. ―Billy,‖ dijo él en voz baja, ―la<br />

reunión está a punto de iniciar. Si no nos ponemos en marcha, vamos<br />

a llegar tarde.‖<br />

Él estuvo atento a una respuesta. No hubo ninguna. Howard <strong>al</strong>zó<br />

su mano para tocar más fuerte, pero desistió de ello. Este era su<br />

cuarto día en Los Angeles y él podía decir que su hermano estaba<br />

sintiendo la tensión de orar por el enfermo. No obstante, Howard<br />

nunca había sabido que su hermano se quedara dormido antes de una<br />

reunión. Era más probable que él estuviera en profunda oración.<br />

Howard bajó las esc<strong>al</strong>eras hacia un restaurante, encargó una leche<br />

m<strong>al</strong>teada, y la sorbió lentamente a través de un popote. Al<br />

terminarse la m<strong>al</strong>teada, subió de vuelta las esc<strong>al</strong>eras y tocó otra vez.<br />

En esta ocasión la puerta estaba entreabierta.<br />

William Branham no habló con su hermano mientras se dirigían<br />

hacia el Templo C<strong>al</strong>vary [C<strong>al</strong>vario.] Los pensamientos de él estaban<br />

concentrados en el Espíritu Santo. En su habitación del hotel el ángel<br />

del Señor lo había visitado. Aún cuando Bill no podía ver <strong>al</strong> ángel, sí<br />

podía decir siempre cuando el ángel se acercaba. Una presión tocaba<br />

su piel, parecida a una brisa que estaba cargada de electricidad. En la<br />

presencia de este ser sobrenatur<strong>al</strong>, Bill se par<strong>al</strong>izaba de asombro y<br />

temor. Aunque el ángel se había encontrado con él centenares de<br />

veces, Bill siempre se sentía inquieto ante su presencia. Sin<br />

embargo, este temor disminuía cuando el ángel hablaba. A menudo<br />

visiones seguían. Bill no tenía control sobre estas visiones. En t<strong>al</strong>es<br />

ocasiones él ni siquiera podía controlar su propia voz. Esa es la<br />

razón que no le dijo nada a su hermano Howard en su ruta a la<br />

iglesia; no quería perturbar la unción del Espíritu Santo que estaba<br />

sobre él, porque sabía que su don operaría automáticamente bajo esa<br />

unción, agotando su energía, y él necesitaba escatimar su fuerza para<br />

el culto de esta noche.<br />

Siendo que llegaron <strong>al</strong> Templo C<strong>al</strong>vary más tarde de lo<br />

programado, Bill no se sorprendió de encontrar a su administrador,<br />

W. J. Ern Baxter, detrás del púlpito predicando. Al ver a Bill, Ern<br />

Baxter terminó inmediatamente su pequeño sermón y dirigió a la<br />

gente en el canto del tema music<strong>al</strong> de las Campañas de Branham:<br />

Sólo Creed, sólo creed,<br />

Todo es posible, sólo creed...

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