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Legislación
humanitarios y sanitarios que se establecerán
por vía reglamentaria (el reglamento
aún no ha sido promulgado).
El hecho de no plantear el sacrificio
como “solución” al abandono convierte
a la ley catalana en pionera en
España. Las leyes de otras comunidades
autónomas que hemos comentado
hasta ahora en nuestra revista, parecen
(aunque en su título y exposición de
motivos se presenten como protectoras
de los animales) normas referidas al
control de plagas. Presentan el exterminio
de las víctimas como única manera
de hacer frente al enorme problema
que supone el abandono, en lugar de
intentar ir a las raíces de la cuestión.
Matando animales abandonados no se
soluciona nada, sólo se eterniza el problema
y se aplaza su solución sine die.
2ª.- Los animales de compañía que son
objeto de transacción o comercialización
han de ser esterilizados.
Directamente relacionado con la venta
de animales, nos dice la ley que los
cachorros importados o criados para
ser vendidos como animales de compañía
no podrán ser separados de sus
madres antes del momento de destete
recomendado para cada especie. Esto
es muy interesante y digno de ser tenido
en cuenta, pues, ciertos problemas
de comportamiento y adaptación que
presentan algunos animales se deben
al hecho de haber sido separados de
sus madres cuando eran prácticamente
recién nacidos.
Por lo que se refiere a la convivencia
diaria de los animales en “sociedad”,
cuando se encuentren en espacios o
vías públicas, los perros, los gatos y los
hurones deberán llevar una placa de
identificación adaptada al collar. En ella
constará el nombre del animal y los
datos de la persona poseedora o propietaria
de éste; todo ello, sin perjuicio
de la obligatoriedad del microchip.
ABANDONO Y
PÉRDIDA DE ANIMALES
DE COMPAÑÍA.
CENTROS DE RECOGIDA
Los municipios deberán hacerse cargo
de los animales de compañía abandonados
o perdidos. Esta responsabilidad
pueden delegarla en entes locales supramunicipales.
Podrán establecer convenios
de colaboración con entidades
externas, preferentemente asociaciones
de protección y defensa de los animales.
La ley contempla, no como posibilidad
sino como obligación de las autoridades
responsables, la confiscación de
los animales si hay indicios de que se
los maltrata o tortura, si presentan
síntomas de agresiones físicas, desnutrición
o atención veterinaria deficiente
o si permanecen en instalaciones
indebidas. Este artículo, el 16.6 de la
ley, es muy ambicioso, y difícil de
poner en práctica a falta de medios
económicos, materiales y humanos.
RECUPERACIÓN
DE ANIMALES
El ayuntamiento debe hacerse cargo
de los animales abandonados o perdidos
hasta que sean recuperados, cedidos
o, sacrificados según establece el
artículo 11.2: “por motivos humanitarios
y sanitarios que se establezcan
por vía reglamentaria”, único caso en
el que se contempla la muerte como
destino del animal a causa de haber
sido abandonado o haberse perdido.
El plazo para recuperar un animal sin
identificación es de veinte días. Se
entregará con la identificación correspondiente
y previo pago de todos los
gastos originados. Si llevaba identificación
al ser recogido, se ha de notificar
al propietario o poseedor que
tiene un plazo de veinte días para
recuperarlo. Transcurrido este tiempo,
si el animal no ha sido recuperado, se
considera abandonado, y puede ser
cedido, acogido temporalmente o
adoptado.
LAS INFRACCIONES
Se clasifican en leves, graves y muy
graves. Se considera muy grave, entre
otras conductas, maltratar o agredir
físicamente a los animales si las consecuencias
son muy graves para su
salud, y también abandonarlos si se ha
hecho en circunstancias que puedan
ocasionarles daños graves. Esto, en la
práctica, supone considerar el abandono
conducta muy grave casi siem-
pre, puesto que una gran parte de los
animales abandonados terminan atropellados
o mueren de hambre o frío
(y, por qué no decirlo, de pena. Todo
cuenta). La ley catalana es más avanzada
que el resto de leyes españolas,
que en ningún caso califican el abandono
de animales como conducta
muy grave, merecedora de la máxima
sanción. En cambio, en Cataluña,
abandonar animales en circunstancias
que no supongan ningún riesgo para
su salud se considera conducta grave.
Y, como hemos dicho, hacerlo en circunstancias
que los pongan en peligro
es conducta muy grave.
Las infracciones de la ley se castigarán
con multas de hasta 20.000 euros.
Además, cometer una infracción grave
puede suponer el decomiso del animal,
y la inhabilitación para la tenencia
de animales por un período comprendido
entre dos meses y cinco años.
En el caso de infracciones leves (por
ejemplo, tener un animal de compañía
sin haberlo inscrito en el registro
obligatorio, o no llevar a los perros,
gatos y hurones identificados, o exhibirlos
como reclamo) se podrán llevar
a cabo actuaciones de educación
ambiental, de prestación de servicios
de carácter cívico relacionados con la
protección de los animales. En ese
caso no se iniciará procedimiento sancionador
La ley considera responsable a cualquier
persona física o jurídica que por
acción o por omisión infrinja los preceptos
que se contienen en ella.
Campañas de divulgación: el gobierno
catalán ha de elaborar campañas
divulgadoras e informativas para los
escolares y para la población general.
Son necesarias, pero no suficientes.
(Inolvidable aquella foto y aquellas
palabras de una campaña de hace
muchos años: ”Él nunca lo haría”; en
catalán “Ell no ho faria mai”.)
El gobierno ha de establecer la dotación
presupuestaria suficiente para
aplicar la ley.
Los ingresos procedentes de las sanciones
por incumplimiento de esta ley
han de destinarse a actuaciones que
tengan por objeto el fomento de la
protección de los animales.
¡Por fin una alegría!