historia de américa - Anastasio Rojo Vega

1551. 27 mayo. “Sepan cuantos esta carta de poder vieren como yo Pedro de
Acebedo, escribano de su majestad y escribano público del número de la villa de
Plata y su jurisdicción, que es en la provincia de las Charcas de los reinos y
provincias del Perú, digo que por cuanto Luis de Soto, escribano público y del
cabildo de la dicha villa, y Pedro de Aguilar y Antonio de Villalpando, natural
de Villalpando, que es en Campos en Castilla la Vieja, por otro nombre se llama
Antonio Provecho, y yo, todos cuatro hicimos y otorgamos una compañía ante
Juan Gutiérrez, escribano de su majestad, en que en la dicha compañía el dicho
Pedro de Aguilar puso y metió en ella cinco mil pesos de buen oro y ley
perfecta, de valor cada un peso cuatrocientos cincuenta maravedís, y el dicho
Antonio de Villalpando puso y metió en la dicha compañía cuatro mil pesos... y
el dicho Luis de Soto puso y metió en la dicha compañía tres mil pesos... y yo
puse y metí en la dicha compañía otros tres mil pesos... de lo cual todo se hizo
cargo y lo recibió el dicho Antonio de Villalpando... y el dicho Antonio de
Villalpando, conforme a la dicha compañía, se partió de estos reinos y
provincias del Perú para la Nueva España, adonde iba dirigido y enderezado a
emplear toda la dicha moneda y así es como por cartas del dicho Antonio de
Villalpando he sabido como de la provincia de Guatemala le echaron a los reinos
de España por casado y que llevó allá toda la dicha moneda...”. Acebedo dio
poder para cobrar su parte y otros tres mil pesos, seis mil en total, que le había
cedido Pedro de Soto “y más de un caballo que toda la dicha compañía le dio
para en que se fuese de el asiento de Potosí a la ciudad de Arequipa y allí vendió
el dicho caballo y de los carretos? que le pagaron de todas las barras de plata que
llevó y de todo lo demás”. En consecuencia de lo dicho, dio poder al padre
Alonso Requejo, natural de la villa de Rioseco, a Antón de Castro, natural de
Valladolid, a Cristóbal Cueto, residente en Corte, y a Agustín de Burgos,
procurador de la Chancillería, para cobrar de Antonio y de Pedro de Aguilar
“por cuanto el dicho Pedro de Aguilar llevó míos trescientos pesos de buen oro
de la dicha ley y valor y más una taza de plata con una memoria mía, firmada de
mi nombre, para que los distribuyese conforme a la dicha memoria”, más
adelante vuelve a nombrar a los procuradores citados arriba y les encarga que
con lo cobrado “se alimente Ana de Acebedo, mi hija natural, si fuere viva...”.
La escritura fue otorgada en las minas de Potosí ante el escribano Diego Gómez,
siendo testigos el escribano Alonso de Toledo, Bartolomé de Prádanos, Diego
Pérez Mexía y Alonso Hernández. 222-741.
1554. 27 agosto. Cristóbal Cueto, vecino de Valladolid, presentó a la justicia el
poder de Pedro de Acebedo arriba señalado y “por virtud del dicho poder que de
él tiene, que suso va incorporado, hubo pedido al dicho Pedro de Aguilar le diese
cuenta con pago de lo que hubo cobrado del dicho Antonio de Villalpando...
sobre lo cual se hubieron sentado a cuentas, por las cuales el dicho Cristóbal de
Cueto, en el dicho nombre, hizo alcance al dicho Pedro de Aguilar dos cuentos y
cuarenta y un mil y trece maravedís... las cuales dichas cuentas y alcance de ellas
fueron y están por ellos consentidas y aprobadas en la dicha villa de Medina del
Campo, en 8 días del mes de junio de este presente año de mil y quinientos y
cincuenta y cuatro años...”. En pago de dicho alcance, Pedro de Aguilar traspasó
a Acebedo un censo de ciento treinta y ocho mil seiscientos cuarenta y tres
maravedís de renta anual. 222-744.
GASPAR de ACEBEDO FONSECA.