Semana Santa - mengibar

genealógico. No obstante, mi puesto en esta cofradía no es heredado,
ni concedido tras vacante. Y es que tradicionalmente, para
pertenecer a mi cofradía, existían exclusivamente estas dos vías.
Con el resto de cofradías, me enorgullece poder decir, que
tengo familiares o muy buenos amigos en todas ellas Conforme
se va acercando el Domingo de Ramos, las conversaciones
con mis amigos son de temática casi única, la Semana Santa.
Puede parecer que las conversaciones se repiten año tras año,
nada más lejos, esta semana encierra en sí multitud de matices.
Cada año hay nuevos acontecimientos que comentar, nuevas
marchas que escuchar, o nuevos interrogantes que plantear.
En mi casa ocurre prácticamente lo mismo, pero a esto hay que
sumarle la preparación de los aparejos cofrades: túnicas, capirotes,
alabardas, coletos, polainas, morriones, etc. Durante la Semana
Santa no se para, poco descanso le dejamos a mi madre.
Recuerdo con nostalgia aquellos años en los que mi hermano
Antonio y yo sorteábamos las procesiones en las que saldríamos
vestidos de la cofradía del niño, con el antiquísimo coleto de herencia
familiar. Tú, la del “Amarrao”, la Soledad y los oficios de Viernes
Santo. Para mí, la de Nuestro Padre Jesús, la del Santo Sepulcro
y las guardias del Viernes Santo por la mañana. Todos contentos.
En el pregón de este año se unen religión, tradición, vivencias
y costumbrismo, pero he querido que la religión ocupase
el punto central. La Semana Santa se fundamenta en la religión
católica, y por tanto su pregón debe ser consecuente con ello.
Este ha sido el principal y casi único objetivo, digo casi único,
porque hay otros que ya se han cumplido. El disfrute de elaborarlo
ha sido infinitamente mayor de lo que había imaginado.
Quiero aprovechar la oportunidad que me ha sido brindada
Mengíbar 2013
Foto: Juan Lanzas
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