Semana Santa - mengibar

mañana de un mundo que tiene que ser mejor, que ha de saber
mejor; que ha de forzar esas renuncias, no como la del Papa,
que va por otros lares, sino las de los que no entienden de qué
va la fe, de qué va el sacar a la calle una cofradía si no se comprende
qué es lo que se lleva y, ni mucho menos, por dónde sale.
Mengíbar, su gente y sus calles, ha de creer, precisamente, en
su gente y sus calles, en sus cofradías y en su banda de música,
en sus curas y en sus monaguillos, en sus seglares y penitentes,
en sus flores y velas, en sus miradas con un corazón a la escucha
y en sus corazones abiertos a la fe que sueña y trabaja por
un mejor mañana. Porque todo redunda en todos y porque un
pueblo no deja de ser una familia, y porque lo fácil sería dejar
las cosas como si no pasase nada, como si un mínimo detalle
no cambiase el devenir, como si la muerte de la tradición compartida
-que es la única que no puede cambiarse- fuese sola
a un destino del que no es partícipe el vecino que te da la paz
en misa y que lleva la túnica de otro color en las procesiones.
Duele el cansancio ante la ausencia de algunas renuncias
y paradójicamente, se va el Papa Emérito pidiendo por nosotros.
Ahora mismo hay alguien que llora porque no tiene ni trabajo,
ni dinero, ni fe y lo que más quema por dentro es sentirse
solo, sin compañía. Si esto no fuera un pueblo, daría igual
el dolor ajeno. Pero todavía hay calles en las que late la vida
compartida y esta Semana Santa es una oportunidad para redoblar
abrazos y forzar renuncias de los que no se portan
como hermanos y ocupan los sitios de los que sí lo harían.
Adelante los que al pecho llevan una Cruz, los que se desviven
por las personas y por su pueblo, que hay que luchar contra los que
no ven más allá de su ego y un hombre solo no es hombre alguno.
Parte de la felicidad es compartir, de entrada, el cariño por un mismo
fin. Sonriamos, pues, para trabajar por nuestros hermanos, que
es el objetivo real de una Iglesia verdadera y auténticamente viva.
b
Jesús Vicioso Hoyo
62 Semana Santa