Semana Santa - mengibar

fuera con menos que otros años, porque con ello podríamos aportar
nuestro grano de arena a que la gente de nuestro pueblo, que
lo está pasando mal, pueda tener algo de alivio con nuestra ayuda.
Como cuando se empieza algo con ilusión, todos locos pensando
cómo podíamos comenzar para ayudar a los demás, unos que si hacemos
recogida de alimentos, otros que si pedimos comida a las comercios….,
pero salió una idea,¿ por qué no comenzar por los más pequeños
de las casas? Ya que, aunque sus padres nos les quisieran hacer
ver lo mal que lo estaban pasando, en los próximos reyes, se notaría.
Así salió la idea de recoger juguetes, y vaya si recogimos, ¡no saben
ustedes qué gente hay en nuestro pueblo! Es una gente solidaria,
que cuando las cosas van mal nos unimos para ayudar a otros, y el día
de la recogida venían por todas partes, con juguetes sin usar, seminuevos,
limpios, se notaba que querían ayudar, llegaban dejaban sus
juguetes y sin decir más palabras se iban. Nosotros los reteníamos
para que se hicieran fotos de la entrega, pero muchos decían no hacía
falta, que con que solamente llevásemos los juguetes a los niños era
la mejor foto y así se reunieron muchísimos juguetes, los cuales, mis
hermanos, porque yo poco pude ayudar, limpiaron, arreglaron, empaquetaron
y etiquetaron para su entrega a Cáritas y a la iglesia, aunque
nos guardamos algunos juguetes para dárselos a nuestros hermanos,
que nos lo habían pedido y que estaban en esa situación, y no saben
ustedes con que ilusión, dentro de las estricta intimidad los dimos.
Personalmente recuerdo a unos niños, que vinieron con los padres
(aunque les dijimos que no hacían falta que vinieran) que con una cara de
asombro cogieron los paquetes, creo que no habría nadie que pudiese
quitárselos, algunos más grandes que ellos. Con esto ya me di por satisfecho
y lleno, ya sabía que nuestro esfuerzo había servido para algo.
Seguimos, nuestra gran fuente de ingresos es la lotería de Navidad
y el Niño, pues este año, aunque en crisis, hemos vendido
más que otros años, lo ven, la gente de nuestro pueblo es así,
como sabían qué es lo que queríamos hacer, ¡pues ala!, a comprar
lotería. Mis hermanos como locos vendiendo lotería, en los últimos
días, unos llamándonos a otros para ver a quien le quedaban
décimos o papeletas, para que se quedara btodo vendido,
casi lo conseguimos. Cuando nos reunimos para hacer cuentas,
Mengíbar 2013
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