You also want an ePaper? Increase the reach of your titles
YUMPU automatically turns print PDFs into web optimized ePapers that Google loves.
DONALBAIN<br />
¿Algún mal?<br />
Entran MALCOLM y DONALBAIN.<br />
<strong>MACBETH</strong><br />
El vuestro, y lo ignoráis: se ha secado<br />
el venero y manantial de vuestra sangre,<br />
vuestra propia fuente se ha secado.<br />
MACDUFF<br />
Han matado a vuestro augusto padre.<br />
MALCOLM<br />
¡Ah! ¿Quién?<br />
LENNOX<br />
Parece que los de su aposento: llevaban<br />
insignias de sangre en la cara y en las manos,<br />
y también en sus puñales, que hallamos sin limpiar<br />
sobre sus almohadas. Miraban cual dementes<br />
y nadie estaba seguro en su presencia.<br />
<strong>MACBETH</strong><br />
Siento que la furia me llevase<br />
a darles muerte.<br />
MACDUFF<br />
¿Por qué lo hiciste?<br />
<strong>MACBETH</strong><br />
¿Quién está a la vez lúcido y suspenso,<br />
sereno y furioso, leal a imparcial? Nadie.<br />
La presteza de mi afecto impetuoso pudo más<br />
que el freno del buen juicio. Aquí yacía Duncan,<br />
con su piel de plata bordada en sangre de oro<br />
y cuchilladas como brechas en su vida,<br />
abiertas a la devastación; ahí, los asesinos,<br />
empapados del color de su tarea,<br />
y sus dagas, innoblemente enfundadas en sangre.<br />
Con un pecho lleno de amor, y en él bravura,<br />
¿quién podía abstenerse de mostrarlo?<br />
LADY <strong>MACBETH</strong><br />
¡Ah, ayudadme a salir!<br />
MACDUFF<br />
¡Atended a la dama!<br />
30