01.06.2013 Views

federico_moccia-tres_metros_sobre_el_cielo

federico_moccia-tres_metros_sobre_el_cielo

federico_moccia-tres_metros_sobre_el_cielo

SHOW MORE
SHOW LESS

You also want an ePaper? Increase the reach of your titles

YUMPU automatically turns print PDFs into web optimized ePapers that Google loves.

FEDERICO MOCCIA Tres <strong>metros</strong> <strong>sobre</strong> <strong>el</strong> ci<strong>el</strong>o<br />

9<br />

Roberta, eufórica por sus dieciocho años, por la fiesta que está saliendo<br />

redonda, corre al t<strong>el</strong>efonillo.<br />

—Contesto yo —ad<strong>el</strong>antándose a un tipo que pasa por allí con un platito lleno<br />

de pequeñas pizzas.<br />

—Hola. Está Francesca, ¿verdad?<br />

—¿Qué Francesca?<br />

—Giacomini, la rubia.<br />

—Ah, sí, ¿qué le digo?<br />

—Nada, ábreme. Soy su hermano, le tengo que dejar las llaves.<br />

Roberta aprieta una vez <strong>el</strong> botón d<strong>el</strong> t<strong>el</strong>efonillo luego, para estar más segura de<br />

haber abierto, aprieta de nuevo. Va a la cocina, coge dos Coca-Colas grandes y se<br />

dirige hacia <strong>el</strong> salón. Se topa con una chica rubia que está hablando con un chico con<br />

<strong>el</strong> p<strong>el</strong>o engominado hacia detrás.<br />

—Francesca, tu hermano est{ subiendo…<br />

—Ah… —Es la única cosa que Francesca logra decir—. Gracias. —Después de<br />

haberlo pronunciado, se queda con la boca abierta. El chico engominado pierde algo<br />

de su estatismo y se concede un ligero estupor.<br />

—France, ¿pasa algo?<br />

—No, no pasa nada, solo que yo soy hija única.<br />

—Aquí es. —El Siciliano y Hook son los primeros en leer la etiqueta <strong>sobre</strong> <strong>el</strong><br />

timbre d<strong>el</strong> cuarto piso—. Micchi, ¿no?<br />

Sch<strong>el</strong>lo llama.<br />

La puerta se abre casi de inmediato.<br />

Roberta permanece en <strong>el</strong> umbral, mira a aqu<strong>el</strong> grupo de muchachos musculosos<br />

y despeinados. «Visten un poco deportivos», piensa ingenuamente.<br />

—¿Puedo hacer algo por vosotros?<br />

Sch<strong>el</strong>lo se ad<strong>el</strong>anta.<br />

—Buscaba a Francesca, soy su hermano.<br />

Como por encanto, Francesca se asoma a la puerta, acompañada d<strong>el</strong><br />

engominado.<br />

—Ah, aquí está tu hermano.<br />

—¿Y quién se supone que es?<br />

—¡Yo! —Lucone alza la mano.<br />

También Pollo la levanta.<br />

—Yo también, somos gem<strong>el</strong>os, como en la p<strong>el</strong>ícula de Schwarzenegger. Él es <strong>el</strong><br />

tonto. —Todos se ríen.

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!