Pedro F. Merino (2007) - Dolores de San Juan
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que haya paz y justicia, armonía y esperanza, tus manos han <strong>de</strong> ser las<br />
nuestras, que eso es lo que Tú quieres para que en este mundo rompamos<br />
<strong>de</strong> una vez por todas tus ca<strong>de</strong>nas.<br />
Fe en las personas nos falta quizá; pecado <strong>de</strong> lesa humanidad, <strong>de</strong>l<br />
que nos redimirá el Señor <strong>de</strong> la Pollinica <strong>de</strong>jándose aclamar en su<br />
Entrada en la Jerusalén malacitana. Es la mañana <strong>de</strong>l gozo <strong>de</strong> un pueblo<br />
que cada Domingo <strong>de</strong> Ramos respira esperanza.<br />
¿Verdad, cofra<strong>de</strong>s, que su víspera es una alegre vigilia sabatina,<br />
auténtica noche <strong>de</strong> Reyes, llena <strong>de</strong> ilusiones? Todos los regalos <strong>de</strong> cada<br />
cofradía por estrenar.<br />
Cada Domingo <strong>de</strong> Ramos, sí, estrenamos esperanza: esperanza en<br />
nuestros hijos, esperanza <strong>de</strong> que ellos tejan con sus palmas inocentes un<br />
gran manto ver<strong>de</strong> don<strong>de</strong> Málaga y el orbe hallen el Amparo <strong>de</strong> una<br />
Madre atenta y complaciente.<br />
Mas los niños, como el domingo en su tar<strong>de</strong>, crecen. Y maduran, y<br />
buscan el compás <strong>de</strong> una victoria material, y entonces su inocencia se<br />
<strong>de</strong>svanece porque, como nosotros un día, <strong>de</strong>jan <strong>de</strong> creer en la gente.<br />
Claudia Prócula lo advierte:<br />
— Mira bien, Poncio, lo que juzgas; que es sangre inocente la que vas a<br />
<strong>de</strong>rramar. 8<br />
Pero el romano, como nosotros tantas veces, confió más en el humano<br />
refrán, «más vale pájaro en mano», porque le importaba más el que dirán.<br />
Y el Señor <strong>de</strong> la Humildad, triste y <strong>de</strong>spreciado, baja su mirada<br />
ante aquellos que le aclamaban y que ahora gritan su maldad, pero<br />
marchará hasta la Catedral para ser expuesto otra vez en el pretorio<br />
sentimental <strong>de</strong> la ciudad, «Ecce Homo», y <strong>de</strong>mostrarnos que <strong>de</strong> sus<br />
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