Para leer el Nuevo Testamento - Etienne Charpentier - OpenDrive
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de libros que sirviesen de regla (= canon) de fe. Sólo<br />
se mantienen entonces los libros escritos en hebreo,<br />
a pesar de que los judíos de Alejandría reconocían<br />
otros, escritos o conocidos en griego (esta diferencia<br />
se observa también entre las Biblias católicas y<br />
protestantes: d. <strong>Para</strong> <strong>leer</strong> <strong>el</strong> AT, 114).<br />
En <strong>el</strong> exterior, este judaísmo se enfrenta con <strong>el</strong><br />
cristianismo, bien implantado en Palestina (los<br />
cristianos huyeron antes d<strong>el</strong> 70 de Jerusalén para<br />
establecerse en P<strong>el</strong>la, al este d<strong>el</strong> Jordán, y en Galilea),<br />
así como en Asia Menor, Grecia, Egipto... En<br />
Yamnia se tomaron medidas que prohibían a los<br />
cristianos participar en la plegaria judía; se introduce<br />
en las 18 bendiciones una petición contra los<br />
«herejes, apóstatas y orgullosos», es decir, contra<br />
los cristianos. La ruptura es ya un hecho. El cristianismo<br />
se convierte en «una secta judía rechazada»<br />
por <strong>el</strong> judaísmo.<br />
• Los cristianos y Yamnia<br />
Nunca se habla de Yamnia en <strong>el</strong> <strong>Nuevo</strong> <strong>Testamento</strong>,<br />
pero algunos detalles no acaban de explicarse<br />
más que por la influencia de este judaísmo renaciente,<br />
sobre todo en <strong>el</strong> evang<strong>el</strong>io de Mateo, donde se<br />
recogen las tradiciones de las comunidades que vivían<br />
en Siria-Palestina, o sea, las más en contacto<br />
con los fariseos de Yamnia. Mt subraya lo que les<br />
opone y les acerca a <strong>el</strong>los.<br />
La oposición es más clara. El Jesús de Mt es muy<br />
duro con los fariseos (Mt 23); opone la oración cristiana<br />
a la suya (6, 5- 6); <strong>el</strong> «yugo» que propone es<br />
suave frente a las innumerables prácticas que <strong>el</strong>los<br />
imponen (11, 29-30); la gente reconoce que la autoridad<br />
de Jesús no es como la de <strong>el</strong>los (7, 29) ... Pero,<br />
cuando se lee a Mt, conviene preguntarse siempre<br />
quién es <strong>el</strong> que habla: ¿<strong>el</strong> Jesús de los años 30, o <strong>el</strong><br />
resucitado de los años 80-90 que ataca a los fariseos<br />
de Yamnia?<br />
Mt intenta también subrayar su acuerdo en profundidad<br />
con lo mejor de ese fariseísmo. El sermón<br />
de la montaña se presenta como un gran catecismo,<br />
paral<strong>el</strong>o a la enseñanza de Yamnia y apoyándose en<br />
las tres columnas clásicas d<strong>el</strong> judaísmo: la justicia,<br />
las buenas obras tradicionales y <strong>el</strong> culto. En dos<br />
38 PARA LEER EL NT<br />
ocasiones, <strong>el</strong> Jesús de Mt, y sólo él, cita Os 6, 6 (Mt 9,<br />
13; 12,7); pues bien, éste es precisamente uno de los<br />
textos predilectos de Yohanan ben Zakay, <strong>el</strong> fundador<br />
de Yamnia; se cuenta que un día uno de sus<br />
discípulos se lamentaba de la destrucción d<strong>el</strong> templo:<br />
ya no era posible ofrecer sacrificios por <strong>el</strong> perdón<br />
de los pecados. «No te aflijas, hijo mío -respondió<br />
Yohanan-, porque tenemos una expiación que<br />
tiene <strong>el</strong> mismo valor: los actos de misericordia, ya<br />
que, según la Escritura, es amor lo que quiero, y no<br />
sacrificios».<br />
4. Los primeros cristianos<br />
A lo largo de nuestro recorrido veremos quiénes<br />
son los cristianos y cómo viven. Podemos reunir<br />
aquí algunos <strong>el</strong>ementos que nos ofrece esta lectura<br />
de los Hechos.<br />
He aquí algunos textos entre otros muchos: 1,<br />
13-15; 2,41-46; 3, 1; 4,23-31.32-37; 6, 1-15; 9, 1-2; 14,<br />
27; 15, 1-12; 18,24- 28; 20, 17-38; 21,8-10... Describid<br />
la vida de estos primeros cristianos.<br />
• Una secta judía rechazada<br />
Al principio, y durante mucho tiempo, los discípulos<br />
de Jesús -que no tomaron <strong>el</strong> nombre de cristianos<br />
hasta algunos años después de la resurrección,<br />
en Antioquía (11,26)- aparecen como una secta<br />
dentro d<strong>el</strong> judaísmo: Pedro y Juan van a rezar al<br />
templo; Pablo predica en las sinagogas, va al templo<br />
para cumplir un voto (21, 26). Hay ciertamente<br />
entre <strong>el</strong>los divergencias doctrinales, pero la práctica<br />
es la misma.<br />
La repulsa empezó cuando los h<strong>el</strong>enistas -los<br />
judíos de la diáspora establecidos en Jerusalén, que<br />
hablaban en griego- empiezan a discutir esa práctica<br />
(sobre todo la veneración d<strong>el</strong> templo y los sacrificios);<br />
la división se acentuó cuando empezaron a<br />
entrar los paganos en la iglesia (