alimentación y salud según la naturaleza y la enseñanza del ...

daban baños eléctricos. El resultado de todo ello fue una mejora temporal
y nada más.
Las enfermedades largas que sufría empezaban a influir negativamente en
mis nervios y mi corazón.
En el año 1917 enfermé de malaria y como consecuencia se me hinchó el
bazo. Al final de la guerra, en 1918, se me inmovilizó la espalda y me
causaba muchos sufrimientos. Me volví a tratar con baños calientes en
Varshez. Más tarde se me cortó un intestino que a causa de una úlcera me
provocó fiebres de 41ºC. Me operó el cirujano K quien, por milagro, me
salvó la vida, pues ya tenía indicios de envenenamiento en la sangre.
Como consecuencia de todo esto el catarro del estómago, junto con el mal
aliento y el estreñimiento aumentaron.
En el año 1926 empecé a padecer de ciática aunque de forma suave.
Todas las enfermedades mencionadas tratadas con un montón de
medicinas me estropearon los nervios, influyeron mal en mi memoria, mi
vista empezaba a debilitarse peligrosamente, el pelo se me caía, y tenía las
manos y los pies siempre fríos.
En el año 1927 se me agotó la paciencia, la fe en el poder de las
medicinas contemporáneas fue substituida por desesperación y un deseo de
poner fin a mi existencia miserable.
En este estado, por una casualidad de los humanos y por la Gracia de
Dios, encontré el día 16 de Mayo de 1927 los libros: “Curar con el agua”
de S.Kneip; “Nueva ciencia terapeutica” de Luis Kune; “Curación natural”
de Platen y otros. Los leí dos veces con gran interés, su contenido era para
mí una revelación de Dios. Decidí seguir mi tratamiento según estos libros,
me hice una bañera y el día 1 de Junio de 1927 empecé el tratamiento
siguiendo este programa: por la mañana, después de levantarme a las 6,
bebía a sorbos un vaso de agua caliente con 10 o 15 gotas de limón para
lavar los intestinos; después vaciaba los intestinos y hacía un baño
abdominal con agua templada (empezando con el agua a 28º y,
disminuyendo medio grado cada día hasta llegar a los 20º que es la
temperatura más adecuada para los hombres mientras que para las mujeres
es la de 25º). Al principio el baño duraba 10 minutos y cada día aumentaba
uno hasta llegar a los 30 minutos en verano. Después de cada baño tomaba
la medida de calentarme mediante ejercicios o bien cubierto de ropa. Diez
o quince minutos después del calentamiento hacía de 5 a diez respiraciones
profundas, desayunaba y me iba a trabajar.
Antes de comer me daba otro baño como el de la mañana, repetía los
ejercicios y las respiraciones, y después comía.
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