O curruncho dos versos - Centro Gallego de Vitoria

46
Félix Ortiz de Zárate
El ajo (allium sativum)
El ajo es una planta liliácea, cuyo
bulbo se emplea como condimento
en la cocina y se ha utilizado
desde tiempos inmemoriales en numerosas
y variadas formas.
Los milagros del ajo se conocen
desde la antigüedad y su fuerza ha
sido tal que en muchas ocasiones se
ha empleado simbólicamente para dar
buena suerte, o para alejar espíritus
malignos. Probablemente no existe
planta medicinal más conocida y estudiada
que el ajo. Por ejemplo, un
papiro egipcio que data de hace más
de 3.500 años contiene sobre doscientas
recetas a base de ajo para dive r s o s
problemas de salud.
El ajo ejerce efectos sobre numerosos
órganos de nuestro cuerpo y sobre
numerosos aspectos de nuestra fisiología.
De gran poder nutritivo, contiene
vitaminas B y C, fósforo, silicio, azufre
y otros oligoelementos que hacen de
su toma habitual una fortaleza contra
las agresiones al cuerpo, sobre todo
p a ra el tratamiento de las enfermedades
asociadas al enve j e c i m i e n t o .
De este alimento de peculiar y picante
sabor, podemos enumerar los siguientes
efectos benéficos, sustanciados en
estudios sientíficos:
•Ayuda a prevenir diversos tipos de
cáncer.
•Reduce el nivel de colesterol malo
(LDL) y aumenta el bueno (HDL): disminuye
el nivel de grasa en la sangre y el
riesgo de infarto y trombosis.
•Reduce la presión arterial.
•Mejora el funcionamiento intestinal.
•Restablece el apetito.
•Actúa como antiinflamatorio.
•Ayuda a combatir un buen número
de hongos, bacterias y virus.
•Ayuda a incrementar el nivel de
insulina en el cuerpo, reduciendo así los
niveles de azúcar en la sangre.
•Incrementa ligeramente el
n ivel de serotonina en el
cerebro ayudando a combatir
el estrés y la depresión.
Su principal ingrediente, el
aceite volátil, es simultáneamente
su mejor aliado y
enemigo. Se trata de un
antiséptico natural que previene
y cura infecciones,
r e t rasa el envejecimiento y