La práctica docente; un desafío diario

CIAEM-IACME, Recife, Brasil, 2011
La práctica docente; un desafío diario 6
Se comienza a reconocer el cambio de los profesores en el dictado de la materia y lo beneficioso
que les resulta a todos esta nueva propuesta. Son los integrantes de toda una comunidad
educativa, los que logran resignificar el área, devolviéndoles el interés a los integrantes hacia
ella.
Al finalizar el ciclo lectivo, todos acuerdan en lo favorable del cambio realizado, el compromiso
con el que se trabajó y los excelentes resultados que se obtuvieron a partir de esta propuesta.
Se confeccionan además, registros de aula para analizar y evaluar los niveles de eficacia que se
observan a partir de la implementación de esta propuesta.
Trabajar con actividades diferentes, contando con un guía que regula desde los aspectos
didácticos y psicológicos en simultáneo las manifestaciones y dificultades desde lo personal y
grupal, genera la distensión suficiente para la resignificación de conceptos tanto en docentes
como alumnos.
Conclusiones:
La participación en esta propuesta hace que todos reaccionan emocionalmente y que se
replanteen la modificación de sus actitudes y su desempeño a medida que surgen diferentes
propuestas.
Por su parte el grupo que trabaja de modo tradicional presenta marcadas dificultades en lo
referido a la acreditación de la materia.
Un dato relevante es que el porcentaje con respecto a años anteriores es similar; pudiendo
concluir de este modo que en algún punto está naturalizado que una gran cantidad de alumnos no
promuevan en los tiempos estipulados y deban presentarse en los períodos de recuperación en
mesa de examen.
Del análisis de esta investigación, se puede concluir que los educandos se distienden y generan
propuestas más positivas, cuando se sienten acompañados y guiados por un otro; que resulta
referente de éstos.
El punto de inflexión deberá centrarse en la desmitificación de “la matemática es difícil” y poder
poner en palabras las dificultades, que desde lo personal se presentan para de este modo subsanar
antedichas falencias. Tanto en los educandos como en los profesores.
Es considerado, según los lineamientos de la psicología freudiana, como un mecanismo de
defensa, depositar la responsabilidad del fracaso en el otro; dado que la propia persona se
reconoce a si misma sin falencias en lo referente a su conducción y desenvolvimiento, ya que su
estructura psíquica está formada y su ideal del yo lo coloca en un rol frente a la sociedad del cual
es muy dificultoso poder dar cuenta de modo consciente. El profesor es protagonista en este
proceso pues, frente a sus alumnos, en el aula, puede mostrar distintas estrategias para la
apropiación de los conceptos necesarios; es para él, un desafío, trabajar de este modo, pero le
servirá como una herramienta para ser utilizada en los diferentes ámbitos. En cuanto a los
alumnos se notó un aumento del compromiso con la tarea escolar. Además se incrementó, de
modo muy favorable, el índice de los aprobados, que lograron alcanzar los objetivos propuestos
en los tiempos estipulados.
El adolescente, generalmente, deposita la responsabilidad en su formador; quizá no imprimiendo
la atención necesaria que le permite la acreditación de la materia, de acuerdo con la
identificación que con éste otro realiza. Es por este motivo que el taller del cual participan les
permite moverse de esta posición y aprovechar la propuesta para su mejor rendimento.