OPINIÓN El efecto shale sobre Repsol No es posible en estos días dejar de escribir algo sobre lo que le acontece con Repsol en la región, pero principalmente en Argentina, Bolivia y Perú. Los aires en estos tres países han cambiado drásticamente en esta última media década merced al efecto shale gas y vaticinamos más cambios. Mercedes Sosa con su hermosa y cálida voz diría “Cambia, todo cambia”. Analicemos por qué. En Argentina, todo parecía indicar que con la entrada del grupo Petersen a YPF, cuatro años atrás, los caminos se allanarían para un mejor entendimiento entre Repsol y el gobierno de Argentina y que se conseguirían mejores precios y también inversiones para elevar la produccion de gas y petróleo en el país del tango. Sin embargo, algo inesperado ocurrió el 2011. Ese año, YPF comunica al mercado mundial la enorme riqueza en Neuquén, principalmente en Vaca Muerta de petróleo y gas no convencional (shale). Recordamos la célebre frase que pronunciaban muy orgullosamente los ejecutivos españoles de Repsol e YPF: Vamos a cambiar la ecuación energética del Cono Sur a partir de Vaca Muerta. Recordar que YPF tiene 79.5% de los recursos contingentes de Vaca Muerta y tiene reservas probadas de petróleo equivalente (entre petróleo y gas) de 33 MMbbls. Esta riqueza, a nuestro juicio, es el detonante fundamental para la decisión del gobierno para expropiar el 51% de YPF. Cambia, todo cambia. En Bolivia, allí por el año 2006, la administración de Evo Morales se llevaba por delante a Repsol, acusándola hasta de contrabando e inclusive llegó a poner a uno o dos de sus ejecutivos tras las rejas por unos días. Con la inmensa riqueza de gas bajo la tierra en los campos descubiertos de Margarita y Huacaya y con la perspectiva de exportar gas a Argentina, Repsol logra seducir al gobierno y al momento mantiene inmejorables relaciones con millonarias inversiones en base al contrato con Argentina. ¿No será que el gas y petróleo no convencional en Neuquén también tendrá efectos sobre el cumplimiento del contrato más adelante? Cambia todo cambia. En Perú, Repsol apostó hace más de media década muy fuerte por el gas natural en toda la cadena y principalmente en la exportación de GNL a México. Todo parecía estar bajo ruedas. Nuevamente el desarrollo de shale gas, esta vez en Estados Unidos, le juega una mala pasada a Repsol. Los precios en el mercado Norteamericano están bastante deprimidos y se debe aterrizar con precios de 2 a 3 US$/MMbtu en ese merca- |AGOSTO-SEPTIEMBRE 2012| 40 Álvaro Ríos Roca* * Actual Socio Director de Gas Energy y Drilling Info. Fue Secretario Ejecutivo de OLADE y Ministro de Hidrocarburos de Bolivia. do por unos buenos años más. Por supuesto que no cubre ni los costos de transporte y licuefacción y la ecuación económica no cierra muy bien. Paralelamente, se ha conminado al consorcio Camisea (donde Resol tiene participación) a que debe levantar las reservas de gas del lote 88 que respaldan la exportación y se presiona a Repsol a acelerar inversiones en el lote 57. Entendemos que esto ya ha sido superado y que se ha tenido que trabajar con los bancos acreedores para otorgar otras garantías que respalden la exportación y/o poniendo reservas del lote 57, que tendrán que irse a muy bajo precio. Peor aún, en vista de los bajos precios para la exportación en el pago de regalías, Perú ha conminado al consorcio Camisea (donde Repsol es parte) que deberá pagar regalías como mínimo sobre el promedio del mercado interno, que será más elevado que el se dará para la exportación. Otro nuevo golpe que también afecta las arcas de Repsol. La historia no termina. Recientemente en Perú, se ha iniciado una investigación profunda para averiguar si Repsol ha estado desviando (swaps también pueden ser) exportaciones a mercados con mejores precios como el asiático, aduciendo exportaciones a Norteamérica, con bajo precio. Por ejemplo, se cuestiona que en marzo de 2011 todas las exportaciones se van a Norteamérica con un precio de pago de regalías más transporte de 1.51 US$/MMBTU y en abril del mismo año los cargamentos se van a Europa y Asia con un precio promedio de 5.34 US$/MMBTU. La pregunta que se hacen en Perú es ¿por qué mandar gas a Norteamérica a precios tan bajos cuando los volúmenes podían haber ido a un sediento mercado asiático o europeo? Como vemos la situación de Repsol no está nada fácil en el país del ceviche a partir del desarrollo de shale gas en Norteamérica. Cambia, todo cambia. El desarrollo de extensos recursos de gas hará que se den giros fundamentales en esta industria en el futuro. Por estos días, está golpeando muy fuertemente a Repsol en Argentina y Perú y puede golpearla en Bolivia en una media década mas, dependiendo de cómo resulten las cosas a partir de un nuevo YPF controlado por el Estado. Cambia, todo cambia.
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