El Futuro de la cooperación Unión European - OTAN

internacionales como la ONU y la OTAN.
Y en un futuro próximo es de prever que
la demanda de la participación de la UE
en operaciones exteriores no haga sino
aumentar.
Para que la UE pueda estar a la altura
de sus responsabilidades en este terreno
resulta esencial profundizar en el desarrollo
de estructuras y de capacidades tanto
civiles como militares, que permitan esa
actuación. Y ello tendrá que hacerlo dentro
del marco general diseñado por lo que va
a ser el nuevo Tratado de Reforma una vez
que sea suscrito por los jefes de Estado y
de Gobierno y entre en vigor, según esta
previsto, a principios de 2009. Tratado de
Reforma que, como ustedes saben, señala
que la política común de seguridad y
defensa incluirá la progresiva defi nición de
una política común de defensa europea y
que ésta conducirá a una defensa común
una vez que el Consejo Europeo lo decida
por unanimidad.
España siempre se ha mostrado partidaria
de la construcción europea en todos sus
ámbitos y por lo tanto, también en el
ámbito de la seguridad y defensa. Esa
prioridad se refl eja en la Directiva de
Defensa Nacional (DDN), la Directiva que
fi rmó el Presidente del Gobierno el 30 de
diciembre del 2004 y que señala que en
materia de seguridad y defensa, Europa
es nuestra área de interés prioritario.
Somos Europa y nuestra seguridad está
indisolublemente unida a la seguridad
del continente. ¿Ello en que se traduce?
La Directiva de Defensa
Nacional establece lo siguiente:
“potenciar las relaciones
entre la UE y la OTAN desde el
convencimiento que un vínculo
trasatlántico sólido, robusto
y equilibrado es un elemento
decisivo para la paz y para la
estabilidad internacionales”
Se traduce, como señala la propia DDN,
en que España tiene que promover e
impulsar una auténtica política europea
de seguridad y defensa, respaldar las
iniciativas tendentes a alcanzar una
defensa común, contribuir a que la UE
se dote de las necesarias capacidades
civiles y militares necesarias para intervenir
activa y autónomamente, y subrayo activa
y autónomamente, en la prevención y
resolución de confl ictos. Para eso la propia
DDN se anticipa y pone los mimbres
de lo que podrá ser la participación de
España en una eventual, en una futura
cooperación estructurada permanente.
Porque la Directiva señala que para ello,
deberemos estar en condiciones de poder
participar con determinados países, si
así se decidiese, para el desarrollo de
capacidades militares más exigentes o
para la adquisición de compromisos más
vinculantes.
Paralelamente a este carácter prioritario
de la construcción europea para nuestro
país, España también ha sido siempre
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