El Futuro de la cooperación Unión European - OTAN

determinados requisitos. España cree que
es bueno que aquellos países interesados
en ser parte de la cooperación estructurada
permanente, empecemos a coordinarnos
ya más estrechamente para conocer
cuál es nuestro grado de compromiso,
conocer cuáles son los procedimientos
políticos internos, identifi car las decisiones
políticas que tendremos que tomar. Por
eso el ministro de Defensa ha emprendido
en este último trimestre una ronda de
contactos con distintos socios europeos
(con la presidencia portuguesa de la UE,
con Francia, con Alemania con el Alto
Representante para la PESC y lo va a hacer
próximamente con Italia) con la idea de
intercambiar información, ver cual es el
grado de compromiso y coordinarnos más
estrechamente. Entre otras iniciativas,
España ha decidido incluir el impulso a
la cooperación estructurada permanente
dentro de las reuniones sectoriales de
defensa con todos los países con los que
celebramos cumbres bilaterales.
Pero esta propuesta se hace manteniendo
una relación equilibrada con la OTAN,
entendiendo que el vínculo trasatlántico
es un elemento esencial para la seguridad
y que la Europa de la defensa, no debe
construirse contra nadie, sino a favor de
los propios intereses europeos y habrá
ocasiones en las que la UE no tendrá
derecho a solicitarle a la OTAN que
intervenga o la OTAN no querrá intervenir
en una determinada operación de gestión
de crisis y por ello la UE tendrá que tener
la capacidad para actuar de manera
autónoma y para actuar de manera
independiente. Que de la misma manera
que para nuestros socios al otro lado del
Atlántico, la OTAN es un instrumento
importante para hacer efectivos sus
intereses en materia de defensa, pero
es un instrumento más, también la UE
tiene que tener esa capacidad para actuar
autónomamente cuando la OTAN no
pueda o no desee intervenir.
Somos conscientes de que la diferente
participación en estas organizaciones por
parte de sus miembros es un inconveniente
a la hora de aplicar automáticamente
las decisiones en uno y otro foro. Este es
un aspecto en el que los 21 miembros
comunes de la UE y de la OTAN
tenemos una responsabilidad especial
y tenemos que esforzarnos en facilitar
los consensos necesarios y los acuerdos.
Igualmente, abogamos por mantener
un cierto pragmatismo a la hora de
defi nir y desarrollar nuestras capacidades
de manera que evitemos innecesarias
duplicidades de medios civiles o militares
en las dos organizaciones. En este sentido,
el desarrollo de las capacidades europeas
debería ir acompañado de una mayor
profundización del diálogo institucional y
el desarrollo de mecanismos que faciliten
la transparencia y el intercambio de
información entre las dos organizaciones o
entre las respectivas agencias de defensa.
Entretanto, tenemos que optimizar los
recursos disponibles. Tanto la UE como
la OTAN pueden aportar contribuciones
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