El Futuro de la cooperación Unión European - OTAN

El futuro de la cooperación UE - OTAN
Lo importante es que no puede
culpabilizarse a la UE, sino a los Estados
por dar la espalda y no hacer que las
organizaciones tengan los medios y la
administración para actuar y reaccionar.
Depende de los Estados dotar de fuerza
sufi ciente. Especialmente los Estados
comunes a ambas organizaciones, no
deberían levantar votos y decisiones
diferenciadas en cada organización.
Esto es la prueba más clara de que los
culpables son los Estados. Por ello es
difícil acercarse a una estrategia única.
Sólo se alcanzará con una voz unánime
de los miembros, concretamente de los
que son parte de las dos organizaciones.
Toda decisión de la UE, será compleja, por
lo que los procedimientos democráticos
implican.
P.- Si el problema en la OTAN y en la UE
es que los Estados miembros no siempre
contribuyen al esfuerzo conjunto. ¿No
podría la OTAN hacer como la UE y reunir
a los que quieren y pueden cooperar
en un grupo como la cooperación
permanente estructurada?
El Coronel Squarr establece que podría
perpetuarse la situación actual, decisión
poco satisfactoria pero siempre en
manos de los Estados. Si esto sucediera,
supondría fracasar, especialmente
en temas como Afganistán. No es la
solución más óptima, pero el problema
es que no hay una sufi ciente presión
sobre los Estados miembros para salir
de esta opción y buscar una verdadera
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unión. La reforma del Tratado que prevé
la cooperación reforzada, tiene que
desarrollar qué se quiere decir con ello
porque no existe una defi nición clara al
respecto. Teniendo la base legal, será
necesario desarrollar con rapidez los
sistemas y medios que se tienen para
alcanzar el objetivo. La cooperación
reforzada en PESD despierta numerosas
incertidumbres que tienen que resolverse
desde lo político y militar porque sin duda
alguna despierta preguntas realmente
esenciales. El objetivo último debe ser
siempre no poner en peligro la cohesión
de la UE y de la PESD. Lo mismo sucede en
el seno de la OTAN a través del consenso.
Los problemas no están tanto en las
relaciones entre ambas organizaciones,
sino que está en los países, por lo que
debe llevar a una reformulación interna
de los posicionamientos nacionales.
El problema está más en determinar
qué intereses no son comunes y en las
percepciones de las amenazas a cada
lado del Atlántico, porque en función de
las percepciones, la reacción –siempre
condicionada por las capacidades
reales– será diferente. Por ello ¿son las
capacidades las que condicionan las
percepciones o son las percepciones
las que condicionan las capacidades?
¿En qué medida pueden tener los
diferentes movimientos que se han dado
durante el último año a nivel nacional
en muchos países repercusión en ambas
organizaciones?