Un día cuando vacacionaba con mi familia fuimos al pueblo ... - Centro

Un día cuando vacacionaba con mi familia fuimos al pueblo de Mazamitla cerca de
Guadalajara, nos hospedamos en una cabaña que estaba en los adentros del bosque,
recurriendo a la tranquilidad y el descanso absoluto de la ciudad.
La cabaña contaba con cuatro recamaras, la primera para mis papás y las demás
para mis hermanos y para mi, a la hora de instalarnos y dejar las cosas en las
recamaras, me percate que en la habitación que me había tocado estaba un chango,
que al parecer tenia demasiado tiempo ahí ya que se encontraba empolvado y se
veía que estaba muy desgasto, por lo que su ropa se veía casi sin color.
Lo volví a colocar en el lugar donde lo encontré ya que se me hizo curioso que
hubieran dejado un muñeco ahí y me fui con mi familia a recorrer el increíble lugar
que nos esperaba por conocer y descubrir. Regresamos a la cabaña a las 2 de la
mañana después de una buena cena y muertos del cansancio por todo el recorrido
que habíamos hecho por los residentes de ese pueblito. Caí muerta del cansancio
sin ponerle atención al peluche que unas horas antes había robado mi atención.
Dormí muy intranquila, despertándome en varias ocasiones pero sin hacer algún
alboroto.
Al despertarme por la mañana me lave los dientes y trataba de recordar que era lo
que había soñado ya que no me sentía muy descansada, empecé a recordar que en
mi sueño estaba en un lugar donde había muchos colores, animales como dragones,
unicornios y seres increíblemente hermosos que no tenia idea de donde habían
salido y en ese momento recordé que el chango que tenia en mi cuarto también
había estado en mi sueño solo que con la ropa súper colorida y el como si estuviera
nuevo, me quede intrigado pero al momento pensé que como en la mañana lo
había visto seguro que en mis pensamientos seguía el chistoso muñeco.
Al momento de salir del baño gire mi cabeza donde un día antes lo había dejado,
tomándome por sorpresa que ahora el chango se encontraba tirado a lado de la
cama donde había dormido y con las palmas donde tenia los platillos abiertas,
apresuraba por irme porque mi familia me estaba esperando trate de que esto se
me olvidara y me apresure al salir deje al chango en el buro que se encontraba a un
costado de la cama.
Regresamos ese día en la tarde para tomar un baño y al momento de entrar a la
recamara me percate que el muñeco se encontraba en la cómoda donde estaba la
televisión, me dio miedo ya que yo lo había dejado alado de la cama y nadie del
servicio había entrado, les pregunte a los de mi familia si ellos habían movido algo
de la recamara todos respondieron que no.
En la noche que todos nos íbamos a dormir me encontraba angustiada ya que el
chango me empezaba a dar un miedo terrible. Le pregunte a mi hermana que si me
podía quedar en su cuarto y respondió que no. Regrese a mi recamara y lista para
dormir decidí meter al muñeco a uno de los cajones del buro, me encontraba
consternada por el chango con sus platillos en la mano, sentía que me seguía con la
mirada y eso me tenia aterraba.
En la madrugada desperté porque un ruido me despertó, prendí las luces y
encontré al peluche tirado en el piso y moviendo sus manos tocando sus platillos.
Salí aterrada de mi habitación y me quede con mi hermana espantada y muy
consternada por que no entendía lo que acababa de pasar.

Al día siguiente mi familia decidió salir del pueblo e irnos a hospedar a un hotel de
Guadalajara ya que querían salir a los recorridos de ahí. Yo estaba aliviada por la
decisión ya que no les había contado nada a los demás y temía que me dijeron que
era producto de mi imaginación.
Aliviada de irnos empacamos y nos salimos, tuve que regresar por mi bolsa que se
me había olvidado en la habitación y al momento de entrar el chango se
encontraba en la cama y justo cuando iba a salir de la recamara el chango empezó a
tocar sus platillos.