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Siglos XIX y XX. ST 46 Nelly Estela Gonzalez Unne. Facult

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Miradas sobre el pasado latinoamericano: género, memoria y política -<strong>Siglos</strong> <strong>XIX</strong> y <strong>XX</strong>. <strong>ST</strong> <strong>46</strong><br />

<strong>Nelly</strong> <strong>Estela</strong> <strong>Gonzalez</strong><br />

<strong>Unne</strong>. <strong>Facult</strong>ad de Humanidades<br />

Palabras Claves: Patriciado clásico- Mujer hispanoamericana- Rol femenino<br />

El siglo <strong>XIX</strong>. Una aproximación a la imagen de la mujer hispanoamericana. El caso de la<br />

mujer correntina.<br />

Introducción:<br />

La presente comunicación es parte de un proyecto de investigación "El patriciado colonial<br />

correntino del siglo XVIII. Su vinculación con el poder político y económico" acreditado ante la<br />

Secretaría de Ciencia y Técnica de la Universidad Nacional del Nordeste. UNNE.<br />

El estudio de la mujer aparece vinculado a las temáticas propias de la Historia Social.<br />

Las cuestiones sociales fueron encaradas tempranamente por la Escuela de los Annales<br />

(1929). La obra de sus fundadores Marc Bloch, Lucien Febvre y Fernand Braudel, dio inicio a una<br />

de las etapas más fecundas de reflexión en torno a la Historia.<br />

Hacia la década del cincuenta, la "Historia historizante", la Historia hechológica y política<br />

cedió paso a la "Historia problema". Así surgieron nuevas líneas investigativas en la Historia<br />

económica y la política, ampliando las temáticas en el campo de lo social.<br />

A partir de la década del sesenta, la ampliación temática trajo como consecuencia la<br />

introducción en el campo del conocimiento histórico de aspectos que muy escasamente fueron<br />

abordados con anterioridad.<br />

La nueva corriente histórica tuvo una amplia difusión en los centros académicos europeos.<br />

En el caso concreto de España, en 1961, la Escuela Histórica Catalana dio a conocer un exhaustivo<br />

trabajo fruto de la colaboración de destacados especialistas españoles y americanos.<br />

La obra, dirigida por Jaime Vicens Vives, significó un importante aporte para los<br />

historiadores interesados en el estudio de las realidades históricas de los dos espacios geográficos.<br />

Años más tarde, en 1981, se publicó la "Historia de América" de Mario Hernández Sánchez<br />

Barba que revitalizó las problemáticas planteadas en las décadas anteriores.<br />

Dentro del campo de la Historia Social hispanoamericana, los historiadores abordaron el<br />

tema de las formaciones sociales coloniales analizando las interacciones e interconexiones de las


estructuras socioeconómicas y políticas. Entre los diferentes temas analizados el rol de la mujer<br />

aparece todavía subordinado a un mundo dominado por valores masculinos y orientado hacia las<br />

acciones de los hombres.<br />

Desde esta perspectiva nuestro estudio trata de definir cual ha sido la participación de la<br />

mujer en la construcción cotidiana de la sociedad colonial.<br />

La mayoría de los historiadores que analizan esta problemática coinciden en afirmar que en<br />

el Nuevo Mundo se generó una sociedad con características singulares que la diferenciaron de la<br />

sociedad peninsular.<br />

La diferenciación establecida entre blancos e indios y las denominadas "castas", la fusión<br />

multirracial, configuró una estructura social piramidal, jerárquicamente organizada en estamentos y<br />

que alcanzó su plena vigencia en el siglo XVIII.<br />

Durante este siglo se comenzó a exigir la demostración de la pureza de sangre o el<br />

documento que la acreditara.<br />

Podemos entonces decir que durante la primera etapa de la conquista, la sociedad colonial<br />

fue relativamente abierta, pero gradualmente se fue cerrando. En otras palabras, esta sociedad se<br />

hizo más rígida hasta conformar en el siglo XVIII una sociedad de "castas" en la cual tanto la<br />

condición legal como el status social se relacionaron estrechamente con la pigmentación de la piel.<br />

En general las sociedades urbanas coloniales estaban socialmente construidas por una élite,<br />

por una clase media y por un estrato "inferior" que a diferencia de los dos primeros resultaba<br />

considerablemente más numeroso.<br />

La élite (el grupo dominante) fue la minoría blanca integrada por españoles, criollos y<br />

europeos.<br />

En un primer momento estuvo compuesta por los conquistadores y primeros pobladores. Más<br />

tarde se incorporaron los grandes propietarios, los funcionarios y militares de mayor rango, los<br />

representantes del alto clero y los comerciantes más poderosos e influyentes por su condición de<br />

participantes y socios de las instituciones del orden político y socioeconómico.<br />

Se conoce que algunos rasgos importantes de la sociedad hispanoamericana no cambiaron<br />

perceptiblemente durante los trescientos años del período colonial.<br />

En este contexto, nuestra propuesta de trabajo trata de definir cual ha sido la participación de<br />

la mujer en la construcción cotidiana de la sociedad colonial.


En este sentido, España, heredera del pensamiento occidental y cristiano logró imponer en las<br />

sociedades coloniales sus propios criterios basados en una concepción patrimonialista sobre las<br />

mujeres donde la familia y la iglesia fueron las instituciones normativas y garantes del orden<br />

patriarcal y de la exclusión de la mujer de la vida política.<br />

Así, el papel social de la mujer quedó limitado al ámbito familiar. La primera responsabilidad<br />

de la mujer fue entonces, la atención del hogar, la crianza de los hijos, la fidelidad matrimonial<br />

haciendo hincapié en una administración doméstica cuidadosa.<br />

El matrimonio como institución social fue el mecanismo utilizado no sólo para establecer y<br />

mantener sino también para consolidar la posición social de la familia o del individuo.<br />

En términos generales, el papel de la mujer en Hispanoamérica no fue totalmente pasivo o<br />

marginal. Al respecto, Asunción Lavrin opina que "...Las fuentes documentales recién descubiertas o<br />

reinterpretadas apuntan hacia una participación mayor de la que se ha venido suponiendo de la<br />

mujer, en actividades tales como la fundación de escuelas y conventos, la administración de<br />

propiedades familiares, la distribución del trabajo en los mercados locales, la administración de<br />

pequeñas tiendas" y agrega "...de este modo, estamos obligados a replantearnos la noción que<br />

teníamos de la que era considerada una conducta aceptable para las mujeres de los diversos grupos<br />

socio-étnicos, en distintos períodos y en diferentes etapas de la vida de la mujer. La caracterización<br />

de las mujeres como grupo homogéneo resulta ya inadecuada" (1)<br />

Ciertamente, el extenso período colonial no fue una época estática. Una serie de cambios y<br />

profundas transformaciones modificaron tanto las normas de conducta como las actitudes sociales de<br />

la mujer hispanoamericana.<br />

Párrafo aparte merece la mujer transgresora. Es decir, la mujer que se atrevió a infringir los<br />

parámetros tradicionales fijados por la sociedad de la época. En Hispanoamérica no son pocos los<br />

casos de mujeres transgresoras que marcaron un hito en la Historia de la mujer hispanoamericana.<br />

Teresa de Ascencio, Isabel de Guevara, Mencia Calderón de Sanabria, Juana Ortiz de Zárate<br />

son sólo algunos pocos ejemplos de mujeres valientes, audaces y decididas a convertirse en<br />

protagonistas del proceso de conquista y colonización del territorio argentino. (2)<br />

En el siglo XVII, Sor Juana Inés de la Cruz reconocida más tarde como la intelectual mas<br />

excepcional que produjo la América española, en su momento recibió el encendido rechazo de la<br />

Iglesia y de la sociedad de la época(3)


En el Perú del siglo XVIII, el caso de Micaela Villegas y Hurtado de Mendoza "La<br />

Perricholi" ocasionó serios problemas tanto en el ámbito político como en el social. Jean Descola<br />

señala "...Es más provocativa imaginada que real. Y, sin embargo, "La Perricholi" no es un mito. Es<br />

un ser de carne _ ¡y como!. Y luego, no encarna sólo el símbolo de la vida colonial en el Perú,<br />

porque las excentricidades de su vida privada, el permanente escándalo de su vida pública_y su<br />

relación con el virrey_ son el tema periódico, hasta diario, de la crónica limeña. Una nueva travesura<br />

de "La Perricholi"... y toda la ciudad se reía abiertamente" (4)<br />

Al iniciarse el siglo <strong>XIX</strong>, la vicisitudes de la guerra de la independencia afectaron<br />

singularmente, la mentalidad y el comportamiento de todos los que se encontraron envueltos en ella.<br />

De cualquier manera, estos cambios sucedieron muy al final del período colonial como para alterar<br />

abruptamente el carácter de la vida de las mujeres pero prepararon a muchas de ellas para salir del<br />

ámbito doméstico y comenzar a abrir espacios de poder socio-político.<br />

La sociedad correntina<br />

La sociedad correntina al igual que las otras sociedades hispanoamericanas se organizó en<br />

estamentos bien diferenciados en los cuales tanto la condición legal como el status social se<br />

relacionaron estrechamente con el color de la piel.<br />

En esta sociedad jerárquica y piramidal puede observarse la presencia de un grupo<br />

minoritario –blanco- integrado por españoles, criollos y europeos. Formaban parte de la clase<br />

dirigente con poder económico y prestigio social, y por lo tanto, gozaban de un poder político que no<br />

admitía confrontación sino entre iguales.<br />

Con respecto al grupo mayoritario, el común o indiferenciado en relación con el poder<br />

económico y político, puede a su vez ser dividido en dos subgrupos. Uno, formado con los<br />

descendientes de españoles sin recursos económicos y por lo tanto, con escasa o nula posibilidad de<br />

ascenso social o de participación en la vida política. Desempeñaron en todo caso, las actividades de<br />

menor importancia<br />

Por último, el segundo subgrupo, integrado por mestizo, negros, mulatos, etc. que estuvieron<br />

a cargo de los "oficios viles". En estos oficios el grupo minoritario imponía las relaciones<br />

clientelares y las condiciones de trabajo. Estas relaciones establecieron lazos de subordinación y<br />

dependencia tan fuertes que se transformaron en parte de un derecho consuetudinario.<br />

La mujer correntina


La mujer en la sociedad de Corrientes, al igual que en las otras sociedades<br />

hispanoamericanas la encontramos cumpliendo los mismos roles ya sea actuando como madre,<br />

esposa o hija.<br />

La mujer urbana, de acuerdo con los parámetros propios de la época, continuó siendo parte<br />

del sistema político y social, sin poder diferenciarse de épocas anteriores porque privilegió su<br />

situación de compañera, de contenida por el esposo o de protegida por sus padres.<br />

Es así, que en la clase alta correntina encontramos referencias a sus actividades de tipo<br />

benéfico como esposas de ...madre de...o hijas de...Esto nos lleva a pensar en una mujer que actúa<br />

socialmente limitada a una vida familiar fuerte sin que podamos detectar el grado de independencia<br />

que tenía para elegir esposo y formar familia.<br />

La docencia fue también en Corrientes el ámbito propicio para que algunas mujeres pudieran<br />

imponer sus propios criterios y de alguna manera lograr cierta independencia en el campo laboral..<br />

La mujer rural prácticamente no fue afectada por los cambios y profundas transformaciones<br />

que sucedieron al término de las guerras de independencia. En este sentido, Corrientes fue escenario<br />

de enfrentamientos bélicos que sin duda alteraron su vida política y socioeconómica.<br />

Es así que la mujer campesina continuó desempeñando el rol que su condición de hija les<br />

establecía: contener y proteger al hombre como hijo o esposo.<br />

Conclusiones:<br />

El sistema patriarcal impuesto en Hispanoamérica logró confinar a la mujer al ámbito del<br />

hogar. Por lo tanto, fueron educadas para cumplir esa función ya se como esposa, madre o hija.<br />

Desde el ámbito doméstico la mujer hispanoamericana comenzó lentamente a abrir espacios<br />

de poder socio-político.<br />

La educación fue sin duda uno de los factores que más contribuyó para que la mujer pudiera<br />

romper los cánones tradicionales de la sociedad de la época y enfrentar los nuevos desafíos.<br />

Citas:<br />

1. Asunción Lavrin. La mujer en la sociedad colonial hispanoamericana. En : Historia de –<br />

américa Latina dirigida por Lesle Bethell. Vol. 4: América Latina Colonial: Población, Sociedad y<br />

Cultura: Crítica, Barcelona, 1990.<br />

2. Lucía Galvez. Mujeres de la Conquista. Bs. As., Planeta, 1990, p34.<br />

3. Asunción Lavrin. Op.cit. p.125.


4. Jean Descola. "La vida cotidiana en el Perú en tiempos de los Españoles. 1710-1820".<br />

París. Hachette, 1964. p 74.

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