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HEFAME 40
al día
al día
El cierre del ejercicio
Criterios de imputación temporal
C OMENTARIOS FISCALES
El ejercicio económico abarca un
periodo de tiempo que generalmente
es de 365 días y coincide
con el año natural. Esto quiere
decir que dicho ejercicio económico
comienza cada año el uno
de enero y finaliza el 31 de diciembre.
Esto que es sencillo y
evidente se complica cuando tratamos
de determinar qué entra
y qué no entra al cierre de cada
ejercicio.
La normativa contable y fiscal
consagra el criterio del devengo
como norma fundamental para
determinar la imputación de ingresos
y gastos. Básicamente se
trata de considerar que cada ingreso
se produce y se aplica en
el momento o fecha en que se
realiza la entrega del bien o la
prestación del servicio y en consecuencia
en la fecha que se ha
de aplicar a la factura o ticket
que emitimos o que recibimos.
Este principio o criterio del devengo
tiene un específico tratamiento
en la normativa contable,
y si bien parece algo sencillo de
aplicar, existe una profusa literatura
que lo desarrolla, mereciendo
discusión y a veces dudas,
incluso en el ámbito de sectores
de actividad o de empresas con
mayores y más complicadas obligaciones
contables.
Centrándonos en el sector que
aquí nos trae, que no es otro que
el de las oficinas de farmacia, he
de adelantarme a decir que las
normas contables y fiscales que
le atañen no son tan complicadas,
pero creo interesante que
hagamos un repaso o recorrido
por aspectos que aún no siendo
especialmente complejos conviene
tener claro.
La normativa fiscal es la que suele
despertar mayor preocupación
al hablar de contabilidad en una
pequeña empresa como es una
oficina de farmacia. Por lo general
intentamos cumplir justamente
con las obligaciones contables
que nos imponen desde el
ámbito de los tributos, no dando
gran importancia a otros principios
o exigencias contables. Pues
bien, esta normativa nos dice
que para las farmacias se aplicará
el sistema de Estimación Directa
en una de sus dos modalidades:
para aquellas con ingresos superiores
a 600.000 euros la denominada
normal y para las de inferior
cifra de ingresos, la
simplificada. La modalidad normal
obliga a llevar la contabilidad
ajustada a las normas del Código
de Comercio que en su artículo
25 (RD 1643/1990) consagra la
obligatoriedad de ajustarse al
Plan General de Contabilidad al
objeto de poder tener un conocimiento
exacto de los rendimientos
reales producidos durante el
ejercicio y la formulación de un
balance de final de año. Para la
modalidad simplificada la normativa
obliga al cumplimiento
del Código de Comercio, pero
exime de determinados aspectos
formales estableciendo la cumplimentación
de unos libros que
sin duda reducen las exigencias
de dicho código y del Plan General
de Contabilidad.
Los libros a cumplimentar en la
modalidad normal son:
Libro de inventarios y cuentas
anuales. Deberán abrirse con un
balance inicial, con al menos un
balance por cada trimestre que
son los llamados balances de sumas
y saldos. A final de ejercicio
se debe determinar y transcribir
el inventario de existencias y
formular las cuentas anuales.
Libro diario, donde se reflejarán
día a día y de manera individualizada
todas las operaciones. Como
excepción se admite la agrupación
de las ventas de contado
a clientes no sujetos pasivos del
IVA, en un apunte diario.
Estos libros se han de legalizar
en el correspondiente Registro
Mercantil de la provincia donde
el farmacéutico venga desarrollando
su actividad. Mención especial
merece el caso de las sociedades
civiles y comunidades
de bienes cuyos libros no suelen
ser admitidas por los Registradores
en cuyo caso aconsejamos
sean diligenciados ante fedatario
público / generalmente en Notaría)
para poder acreditar que fueron
cumplimentados en tiempo
y forma. La fecha límite de diligenciado
es el 30 de abril posterior
al 31 de diciembre de cada
ejercicio.
En cuanto a la modalidad simplificada
los libros a cumplimentar
son:
Libro registro de ventas e ingresos;
Libro registro de compras y
gastos;
Libro registro de bienes de inversión.
A partir del ejercicio de 1998 no
existe obligación de diligenciar
los libros ante la Administración
Tributaria.
Tanto en un sistema como en
otro, la normativa fiscal permite
criterios de imputación diferentes
al devengo, para lo cual el
contribuyente deberá solicitar de
la Administración la correspondiente
autorización. Con ello,
conseguirá que el resultado contable
que obtenga de su contabi-