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HEFAME 41
al día
al día
C OMENTARIOS FISCALES
lidad sea válido para determinar
la base imponible derivada de
sus rendimientos, y por lo tanto
tenga eficacia fiscal.
Entre los posibles criterios alternativos,
el más conocido y utilizado
(y que realmente guarda
cierta relación con la actividad
de farmacia) es el llamado de
caja, que en esencia podríamos
definir como aquel método de
imputación de ingresos y gastos
que se basa en el efectivo cobro
o pago de cada hecho contable.
En mi opinión, se trata de un
método de imputación de escaso
interés en la práctica contable y
que, a fuerza de intentar simplificar,
lo que termina produciendo
son complicaciones no solo contables
sino sobre todo impositivas.
Es un método digamos poco
querido por los servicios de inspección
tributaria y que exige
para su aplicación de una serie
de requisitos que paso a enumerar:
- Solicitud, con la descripción
de los ingresos y gastos a los
que afecta y su importancia en
la actividad del empresario sujeto
pasivo.
- Justificación de lo adecuado
del criterio propuesto en cuanto
que los estados contables
que determinen sean imagen
fiel de la empresa, así como en
relación al valor patrimonial
de la misma y los resultados
obtenidos.
- Explicación y justificación de
que la aplicación del método
solicitado no produce una influencia
negativa a la Hacienda
Pública por tributación inferior.
- Requisito formal en cuanto a
plazos de presentación que será
de al menos seis meses con
anterioridad al inicio del ejercicio
económico en el que se
desea su aplicación.
- La resolución administrativa
derivada de la solicitud deberá
permitir al sujeto pasivo conocer
el expediente y en su caso
poder interponer impugnación.
Con estos requisitos, ustedes
mismos pueden valorar la utilidad
en la actividad de oficinas
de farmacia, lo cual no implica
que para determinados sectores
sí que realmente la tenga.
Realicemos a continuación una
sucinta descripción de algunos
hechos contables que pueden ser
objeto de duda o al menos comentario
en cuanto al criterio de
imputación:
- Recetas dispensadas hasta
treinta y uno de diciembre y
que por lo tanto han producido
una salida de existencias, y sin
embargo no da tiempo material
a incorporar en la última remesa
del año a llevar al C.O.F.
- Dispensación de medicamentos
efectuados a crédito y por
lo tanto pendientes de ser abonados
por el cliente.
- Entrega de determinados productos
a clientes con subvención
o ayuda de otra Administración
distinta al Sistema
Nacional de Salud, y que será
objeto de posterior liquidación,
lógicamente ya en el siguiente
ejercicio.
- Análisis clínicos efectuados
hasta treinta y uno de diciembre
que no son facturados hasta
principios del siguiente ejercicio.
El servicio está prestado,
pero la factura no ha sido emitida.
- Adquisición de un bien de inversión
efectuada por leasing
dentro del ejercicio y cuya primera
cuota no nos girarán hasta
el próximo ejercicio.
- Contrato de arrendamiento
del local que se efectúa a final
de ejercicio y del que solo se
satisface la fianza.
- Contrato de seguro que cubre
los próximos 365 días y cuya
prima satisfacemos por ejemplo
en diciembre.
- Compra de material de papelería
cuyo consumo abarcará al
menos dos ejercicios.
- Cuota de mantenimiento
anual de nuestros equipos informáticos
que también satisfacemos
a final de ejercicio.
- Obras de reparación y mantenimiento
de albañilería que esperamos
sirvan para un periodo
sustancialmente superior a un
año.
ES CONVENIENTE ESTAR
ATENTO A LOS REQUISITOS
FORMALES Y, POR
SUPUESTO, A LOS PLAZOS.
- Finiquito por baja de un trabajador,
que abarca percepciones
calculadas sobre fechas futuras
como la paga extra del próximo
verano.
- Seguros sociales de diciembre
que pagaremos en enero. Existe
la tendencia a contabilizar los
doce que pagamos en el año
natural, es decir los de diciembre
del año anterior a noviembre
del año en curso.
- Liquidaciones de intereses o
gastos financieros por créditos
de periodos trimestrales o semestrales,
existe la duda de si
se debe recalcular los correspondientes
hasta 31 de diciembre.
- Cuotas de amortización, ¿es
preciso ajustar la parte proporcional
del periodo de utilización
desde su puesta en macha
o podemos aplicar el tipo de
amortización de manera lineal?.
- Cómo imputar una subvención
recibida y qué diferencia
existe entre las que se perciben
a la explotación de las que son
al capital.
Esta relación de situaciones ofrecen
serias dudas en cuanto a su
imputación, y les puedo asegurar
que con facilidad el criterio empresarial
no va a coincidir con
el fiscal. Solo el conocimiento de
la norma contable nos permitirá
una adecuada defensa de nuestros
intereses, que no son otros
que, cumpliendo con nuestra
obligación de ciudadanos, no tributar
más de lo que nos corresponda.
Por último les diré que algunos
de los casos expuestos son merecedores
de un detallado comentario,
que procuraré exponer en
futuros números de la revista si
despiertan su interés.