LV 1402

20 LA VANGUARDIA OPINIÓN VIERNES, 14 FEBRERO 2014
Quim Monzó
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Un estallido
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La economía catalana mejora
LAeconomía catalana consolida su recuperación
con mayor intensidad que la del conjunto
del Estado. Esto es algo que históricamente
siempre ha sucedido. Cuando empiezan
las crisis, Catalunya las acusa con mayor dureza ycuando
acaban es la primera comunidad autónoma en salir
de ellas. Esto lo certifica nuevamente un informe de la
Cambra de Comerç de Barcelona, tras analizar un amplio
número de indicadores económicos. Pero, pese a
la mejora general que se detecta, incluso en el frente
laboral, hay que mantener un optimismo muy moderado,
porque los índices de crecimiento son muy débiles,
lo que confirma que se tardará todavía bastante tiempo
–hasta diez años según la UE– en recuperar los niveles
de antes del inicio de la crisis.
De momento, hay datos suficientes para pronosticar
–como hace la Cambra de Comerç– que la mejora de
la actividad económica iniciada en la segunda parte
del 2013 se afianzará en este 2014. Por lo tanto, este
año será mejor que el pasado, ypuede ser uno de los
mejores desde que comenzó la crisis porque, según las
estimaciones de dicha institución, también podría consolidarse
la creación de empleo neto.
La mejora constante yprogresiva del clima de confianza
empresarial que se detecta avala las predicciones
optimistas de la Cambra de Comerç. Aun así, hay
que recordar que se habla de crecimientos apenas algo
superiores al 0,4% del producto interior bruto de Catalunya,
tras una caída del 0,6% en el 2013, que –eso sí–
fue la mitad de la registrada en el conjunto del Estado.
Un dato especialmente relevante es que en Catalunya,
por primera vez desde que comenzó la crisis, hace
ya siete años, la actividad del sector de la construcción
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empieza adar señales positivas, lo que sería un indicio
de que su ajuste ha finalizado oestaría muy próximo a
hacerlo. La salida de la crisis no se concibe si no lo
hace también este sector, ya que es el más intensivo en
mano de obra.
La actividad industrial mantiene un proceso de mejora
constante, pero el principal sector que dinamiza
la economía es el de servicios, debido al intenso impulso
del turismo, cuyo peso es creciente en Catalunya.
También, por primera vez desde que comenzó la crisis,
se detecta una ligera mejora del consumo, que frena
su caída, así como un aumento de las inversiones en
bienes de equipo, que constituyen un claro indicador
de confianza en la mejora de las perspectivas. En cambio,
las exportaciones, que hasta ahora constituían el
motor de la actividad, han debilitado su crecimiento
como consecuencia de la caída de las ventas hacia los
países emergentes, con excepción de China.
El conjunto de datos aportados por la Cambra de Comerç
refleja que, al menos hasta el día de hoy, la pugna
política sobre el derecho adecidir ylas aspiraciones
soberanistas no afectan alaevolución de la economía
como algunos sectores temían. La prueba es que las
inversiones extranjeras recibidas en Catalunya en el
2013 triplican alas del conjunto del Estado.
Es evidente que la incertidumbre siempre es un factor
negativo para la confianza empresarial. Pero de momento
hay que dejar constancia de que el escenario de
estabilidad política, económica ysocial del país propicia
–si no cambian las cosas– que el debate político
siga sus cauces yque la economía avance por su propio
camino, en un marco empresarial caracterizado por
un gran dinamismo yuna clara apuesta por el futuro.
Renzi desplaza aLetta
ENRICO Letta presentará hoy su dimisión como
primer ministro italiano al presidente de
la República, Giorgio Napolitano. Nueve meses
ymedio después de asumir este cargo,
Letta se ve apartado de él. Un golpe en el seno de su
formación, el Partido Demócrata (PD), le ha descabalgado.
Matteo Renzi se hizo en diciembre con la secretaría
del PD. Ydesde entonces ha maniobrado con el
afán, en última instancia, de convertirse en el próximo
inquilino del palacio Chigi, sede del primer ministro.
Ayer Renzi dio un paso decisivo al presentar al partido
un documento proponiendo cambios en la línea de gobierno
del país. La votación de dicho documento no
dejó lugar adudas: 136 dirigentes del PD se pronunciaron
en su favor, 16 en contra y2se abstuvieron. Letta
se dio por enterado de inmediato yanunció su dimisión
para hoy. El enésimo episodio cainita en el centroizquierda
italiano quedaba consumado.
Enrico Letta accedió al cargo de primer ministro en
abril del año pasado, en un momento de seria agitación
política. Ahora la situación es otra: la figura de Silvio
Berlusconi, durante unos veinte años en el centro de la
escena política italiana, ya es una sombra, ylaeconomía
navega por mares menos turbulentos. Sin embargo,
Renzi no parece compartir este análisis, particularmente
en el apartado económico. La necesidad de llevar
acabo un “cambio radical” en las tareas de gobierno,
al objeto de relanzar la economía yacometer las
reformas administrativas pendientes, vertebraba el documento
que ayer sometió alaopinión del PD. Asu
entender, Italia precisa salir con urgencia del “pantano”
de “incertidumbre einestabilidad” en el que, dice,
está atrapada. Y, al parecer, tanto la patronal como los
sindicatos serían partidarios de dar ese acelerón.
Matteo Renzi, que no ha cumplido todavía los cuarenta
años, es un político ambicioso yexpeditivo. Carece
de experiencia parlamentaria yministerial, pero
desde suámbito local –es alcalde de Florencia desde
hace cinco años, yfue presidente provincial antes de
cumplir los treinta– ha sabido ganar proyección ypopularidad
nacionales. Su deseo es mantener las alianzas
de gobierno yllegar atérmino de la legislatura, que
expira en el 2018. Ayer, su audaz maniobra política fue
recibida con tranquilidad por los mercados, que ciñen
su significado aunmero relevo en la dirección del partido
gobernante. Pero está por ver que esa placidez se
mantenga cuando Renzi deba buscar apoyos para ciertos
planes de gobierno. Como también está por ver que
su estabilidad al frente de un centroizquierda que devora
asus líderes vaya aser extraordinaria.
Noesfácil llevar acabo un
ataque suicida de forma correcta.
No se trata simplemente
de colocarse un cinturón
con explosivos ysubir aunautobús
lleno de gente oentrar en un mercado
concurrido y hacerse estallar.
Hay que saber cómo comportarse para
no despertar sospechas, dónde situarse
exactamente para ocasionar el mayor
número posible de víctimas. Por
eso hay escuelas donde los instructores
enseñan alos futuros kamikazes cada
una de esas fases. El lunes, en una
de esas escuelas, situada aunos cien kilómetros
al norte de Bagdad, un grupo
de yihadistas asistía aclase. Estaba en
un campo de entrenamiento del Estado
Islámico de Iraq ySiria, una organización
que en principio era una rama
de Al Qaeda hasta que, aprincipios de
mes, la organización madre los repudió.
Bien, pues estaban en clase, practicando
con un coche cuando, sin quererlo,
el profesor detonó la carga explosiva.
Salieron volando por los aires el
coche ytodos los aspirantes aterrorista.
Elresultado final es de veintidós
muertos: el profesor yveintiuno de los
alumnos.
Evidentemente, el hecho hace reír.
Que unos alumnos que practican para
cometer más adelante atentados suicidas
salgan volando por los aires es una
El lunes, en una escuela
de futuros terroristas
suicidas, un grupo de
yihadistas daban clase
ironía de la vida, puro humor negro.
Los habitantes de Bagdad, que sufren
constantemente ese tipo de ataques, están
encantados con lo sucedido. En
The New York Times, algunos bagdadíes
se congratulan. El dependiente de
una tienda de licores explica sus sentimientos:
“Es muy divertido. Demuestra
hasta qué punto son estúpidos esos
perros ehijos de perros. También me
produce dolor, porque recuerdo atoda
la gente inocente que han matado
aquí. Es la justicia de Dios. Es Dios que
envía un mensaje atodos los malvados
ylos criminales del mundo, para decirles
que ya basta de injusticia yque hace
falta la paz. Al final, el mal no triunfará.
Siempre es la vida la que triunfa
sobre la muerte”.
El suceso recuerda un sketch de
Monty Phyton’s Flying Circus, Los escoceses
kamikazes. Los británicos han
creado el primer regimiento kamikaze
de Su Majestad la Reina, que se entrena
en el castillo de Edimburgo. Todos
los soldados van con falda escocesa, un
gorro alto peludo, de esos que llaman
bearskin, ytocan la gaita. Hacen cola
para practicar. Bajo la supervisión del
sargento mayor (Terry Jones), la práctica
consiste en ir lanzándose desde las
almenas del castillo –uno tras otro, sin
dejar de tocar la gaita– ycaer hasta estrellarse
contra el suelo. Cuando llega
el capitán (John Cleese), de los treinta
mil soldados que tenía el regimiento al
principio ya sólo quedan seis ycuando
acaba la conversación con el sargento,
ya sólo uno. No sé si los aspirantes a
terrorista suicida de Iraq han visto el
sketch yhan aprendido sus valiosas enseñanzas,
pero lo que sí sé es que, una
vez más, no es que la realidad supere a
la ficción, sino que la ficción se adelanta
siempre alarealidad.c