LV 1402

34 LA VANGUARDIA VIERNES, 14 FEBRERO 2014
Cultura
Las buenas relaciones culturales entre Catalunya ylacapital de España
El caballero de
Olmedo
Teatro Pavón
Director: Lluís Pasqual
JUSTO BARRANCO
Barcelona
Quizá las relaciones
políticas entre los
gobiernos de Madrid
y Barcelona
no estén en su mejor
momento, pero
desde luego no sucede
lo mismo con las culturales,
donde los puentes se mantienen
intactos. “No es que no haya una
fractura, es que no hay ni siquiera
una grieta”, afirma el director
del Lliure, Lluís Pasqual. Ylacartelera
teatral madrileña de estos
días, de toda la temporada, parece
darle abrumadoramente la razón:
los cuatro principales teatros
públicos de la ciudad programan
en estos momentos obras
dirigidas por catalanes.
Hoy se estrena en el Centro
Dramático Nacional El viaje aninguna
parte, de Fernando Fernán
Gómez, dirigido por Carol López
(Barcelona, 1969), autora de Germanes
yhasta hace poco directora
de la barcelonesa sala Villarroel.
Pero es que desde hace unos
días Lluís Pasqual dirige con
enorme éxito El caballero de Olmedo
en el teatro Pavón con actores
de la joven compañía del Lliure
ydelaJoven Compañía Nacional
de Teatro Clásico. YÀlex Rigola
dirige El policía de las ratas
en La Abadía, protagonizada por
Andreu Benito yJoan Carreras.
Y, justo cuando acabe esa obra, a
la misma La Abadía llega La punta
del iceberg,dirigida por... Sergi
Belbel. Además, en los Teatros
del Canal Albert Boadella dirige
aArturo Fernández en Ensayando
Don Juan.Alo que hay que sumar
que Jordi Galceran tiene en
cartel El crédito –con un éxito
arrollador yprotagonizado por
Carlos Hipólito yLuis Merlo– y
Burundanga, que lleva tres años
en cartel. Yque el miércoles se
estrenó en las Naves del Español
Picasso versus Dalí, una obra de
Fernando Arrabal en la que el
enigmático Dalí es Roger Coma.
Ylalista de lo que llevamos de
Teatro catalán en
MADRID
El puente cultural, más vivo que nunca, con
Pasqual, Rigola, Belbel yCarol López en cartel
temporada es aún más larga: durante
estos meses, Oriol Broggi
ha dirigido Tirano banderas en el
Español, un teatro en el queJulio
Manrique recaló con lagira de
Roberto Zucco ydonde hace escasas
fechas Xavier Albertí ha triunfado
agotando todas las entradas
LOPE CON ACENTO CATALÁN
Directores catalanes
copan las obras de
la Compañía Nacional
de Teatro Clásico
LA ABADÍA, AÑO CATALÁN
Rigola, Belbel, Espert,
Vicky Peña, Sergi
López oTitzina han
llenado su temporada
con su versión de Tierra de nadie
de Harold Pinter, con Lluís Homar
yJosep Maria Pou. En La
Abadía,elteatro dirigido por José
Luis Gómez, ha sido un no parar:
comenzó Rigola dirigiendo
Maridos y mujeres de Woody
Allen, vino Vicky Peña con El diccionario,luego
Sergi López yJorge
Picó con 30/40 Livingstone,
más tarde Distancia siete minutos
de Titzina Teatre, ahora están Rigola
yBelbel ycerrará el curso
Núria Espert con La violación de
Lucrecia. Además, Josep Maria
Mestres ya está ensayando La cortesía
de España de Lope de Vega
con la Joven Compañía Nacional
de Teatro Clásico (CNTC) –se estrena
el 3deabril en el Matadero–
y Carme Portaceli dirigirá
desde el 8demayo otro Lope para
la CNTC, Las dos bandoleras,
en una versión de Marc Rosich y
con escenografía de otro catalán,
Paco Azorín.
De hecho, nada menos que
tres de las cuatro únicas producciones
de la Compañía Nacional
de Teatro Clásico de este año las
dirigen catalanes. Lluís Pasqual,
responsabledeEl caballero de Olmedo,
dice que “es perfectamente
normal, pero me gustaría saber
qué pasaría si fuera al revés,
si yo presentara una temporada
en el Lliure con un 75% de directores
de Madrid”. “En todo caso,
allí no pasa nada, es así ysiempre
ha sido así”, señala, ydice que
hay épocas de mayor ymenor
concentración. “En los años treinta
Enric Borràs yMargarida Xirgu
tenían compañía propia en
Madrid. Yo dirigí en Madrid el
María Guerrero, antes lo dirigió
Núria Espert, antes Adolfo Marsillach...
yMario Gas dirigió el Español.
Yeso sin tener en cuenta
la plantilla de actores catalanes
que van porque hay cineyseries
de televisión. Pero es verdad que
hay más intercambio en este momento
porque la gente del teatro
ha tenido una visión muy positiva
frente alacrisis ynadie se ha
arredrado: hemos perdido puestos
de trabajo, bolos ygiras, pero
hemos buscado soluciones colectivas
ysolidarias. La crisis ha impulsado
las coproducciones, como
El caballero deOlmedo, con
actores del Lliure ydelaCNTC.
Por separado, no la habríamos podido
hacer ni ellos ni nosotros.
Nos hemos de encontrar. Además
en Catalunya tenemos la ventaja
que nos podemos autotraducir
al castellano”, afirma Pasqual.
Por su parte, Sergi Belbel, que
está acabando los ensayos de La
punta del iceberg en La Abadía,
cuenta una anécdota bastante significativa:
en la rueda de prensa
de la temporada, como la mayoría
de espectáculos eran de catalanes,
José Luis Gómez, el director
del centro, se había preparado
una respuesta para la casi segura
LLUÍS PASQUAL
“Hoy los teatros de
Madrid ydeBarcelona
se necesitan más, solos
llegamos amenos”
LAS CLAVES DEL MOMENTO
Las coproducciones
crecen yelteatro
catalán en Madrid
tiene fama ytradición
pregunta de los periodistas. Pero
nadie lo preguntó. Belbel, que dirige
en La Abadía una obra del canario
Antonio Tabares –al que augura
una larga carrera– que trata
un tema muy actual –una empresa
en la que la reducción de plantilla
hace que los que queden deban
apechugar con un enorme