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Estructura del tendón 1

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1<br />

<strong>Estructura</strong><br />

<strong>del</strong> <strong>tendón</strong>


<strong>Estructura</strong> <strong>del</strong> <strong>tendón</strong><br />

INTRODUCCIÓN<br />

Los tendones son estructuras anatómicas situadas entre el músculo<br />

y el hueso cuya función es transmitir la fuerza generada por<br />

el primero al segundo, dando lugar al movimiento articular. En la<br />

unidad de movimiento básica un músculo tiene dos tendones, uno<br />

proximal y otro distal (fig. 1-1). Los tendones y ligamentos poseen<br />

tres zonas específicas en toda su longitud: (1) el punto de unión<br />

músculo-<strong>tendón</strong> se denomina unión miotendinosa (UMT); (2) la<br />

unión <strong>tendón</strong>-hueso recibe el nombre de unión osteotendinosa<br />

(UOT); (3) en la zona media o cuerpo <strong>del</strong> <strong>tendón</strong> éste a veces puede<br />

cambiar de dirección apoyándose en las poleas óseas 4 24 . No<br />

siempre ocurre la misma adaptación músculo-<strong>tendón</strong>; un único<br />

<strong>tendón</strong>, como es el de Aquiles, focaliza la acción de varios músculos<br />

o vientres musculares –tríceps sural– con el objetivo de ejercer<br />

tracción sobre un solo hueso –calcáneo–, mientras que un solo<br />

músculo –tibial posterior– puede actuar sobre varios tendones que,<br />

a su vez, anclan en distintas piezas óseas.<br />

UOT<br />

Origen<br />

UMT<br />

Inserción<br />

FIGURA 1-1. Esquema simplificado de la biomecánica articular. El músculo<br />

bíceps braquial se une a sendos tendones en sus exremos (UMT). A su vez, los tendones<br />

se insertan en distintos huesos (UOT), para conformar la palanca simple responsable<br />

de la movilidad articular. (Abreviaturas, ver texto).<br />

7


<strong>Estructura</strong> <strong>del</strong> <strong>tendón</strong><br />

Cadena polipeptídica α (secuencia de aminoácidos)<br />

Procolágeno (enlace en triple hélice de 3 cadenas α)<br />

Tropocolágeno (3 cadenas crean una molécula de tropocolágeno)<br />

FIGURA 1-5.<br />

Microfibrilla<br />

FIGURA 1-6. Representación esquemática de una fibrilla de colágeno tipo<br />

I: (A) aminoácidos se unen para formar una cadena α; la glicina ocupa las terceras posiciones<br />

(círculos negros); (B) y (C) tres cadenas α forman la triple hélice de una molécula<br />

de colágeno; las cadenas α están cubiertas por una fina capa de proteoglicanos<br />

y glucosaminoglicanos; (D) la molécula de colágeno se une para formar una molécula<br />

de tropocolágeno o microfibrilla; (E) microfibrilla o fibrilla de colágeno estriado; las microfibrillas<br />

están rodeadas por proteoglicanos y glucosaminoglicanos; (F) configuración<br />

de la red de fibrillas.<br />

21


2<br />

Biomecánica<br />

<strong>del</strong> <strong>tendón</strong>


3<br />

Tendinopatías.<br />

¿Tendinitis<br />

o tendinosis?


Tendinopatías: ¿Tendinitis o tendinosis?<br />

FIGURA 3-3. Impingement de las fibras tendinosas profundas: mo<strong>del</strong>o de<br />

Johnson. (a) Mayor solicitación de fibras superficiales; (b) Pellizcamiento de fibras profundas.<br />

Modificado de: Johnson DP, Wakeley CJ, Watt I. Magnetic resonance imaging<br />

of patellar tendonitis. J Bone Joint Surg 1996; 78B: 452-457.<br />

Hipótesis anatómica<br />

En ocasiones, la presentación de dolor en un <strong>tendón</strong> guarda relación<br />

directa con el contexto anatómico en el que se encuentra dicho<br />

<strong>tendón</strong>, por lo que el mecanismo es único para ese <strong>tendón</strong> y<br />

no es extrapolable a otros. Ejemplo de ello son la almohadilla grasa<br />

infrapatelar en el contexto de la tendinopatía rotuliana o el triángulo<br />

de Kager en la tendinopatía aquílea. En particular en el primer<br />

caso, la extremada riqueza en nociceptores de la grasa de Hoffa<br />

la convierten en una zona muy sensible 57 . Por esta razón aquella<br />

puede desempeñar un papel importante en la producción dolor en<br />

las tendinopatías rotulianas, máxime cuando, tras escisión quirúrgica,<br />

se ha comprobado que con frecuencia aparece adherida a la<br />

cara posterior <strong>del</strong> <strong>tendón</strong> 34 . Obviamente esta hipótesis goza de validez<br />

en un grupo muy selecto de tendinopatías.<br />

101


4<br />

Concepto<br />

de trabajo<br />

excéntrico


5<br />

Respuesta<br />

de los tejidos<br />

a la lesión<br />

tendinosa


6<br />

Diagnóstico<br />

de la<br />

tendinopatía


TENDÓN: valoración y tratamiento en fisioterapia<br />

TABLA 6-2. Relación entre los síntomas y la cantidad de tejido afectado.<br />

Gradación de la afectación tisular y su correlación clínica. Se distinguen 4 grados, los<br />

dos primeros corresponden a pequeñas lesiones y los dos últimos a lesiones graves.Tomado<br />

de: Leadbetter WB. Cell-matrix response in tendon injury. Clin Sports Med<br />

1992; 11(3): 533-78.<br />

Grado<br />

Dolor<br />

Signos físicos<br />

Naturaleza de la<br />

lesión<br />

Potencial<br />

de curación<br />

I<br />

Sólo durante<br />

actividad.<br />

Duración de los<br />

síntomas menos de<br />

2 semanas.<br />

Resolución<br />

espontánea dentro de<br />

las 24 horas<br />

Dolor no<br />

localizado<br />

Microdesgarros<br />

Posibilidad<br />

de resolución<br />

espontánea<br />

II<br />

Dolor durante y<br />

después actividad<br />

Duración de los<br />

síntomas entre 2 y 6<br />

semanas<br />

Dolor localizado.<br />

Signos<br />

inflamatorios<br />

mínimos o<br />

ausentes<br />

III<br />

IV<br />

Dolor durante y<br />

después actividad.<br />

Función muy<br />

disminuida.<br />

Duración <strong>del</strong> dolor<br />

más de 6 semanas<br />

Dolor no sólo en<br />

práctica deportiva,<br />

sino también en<br />

actividades diarias.<br />

Función muy<br />

disminuida.<br />

Dolor nocturno<br />

habitual<br />

Inflamación<br />

intensa.<br />

Intensidad de<br />

dolor importante<br />

Inflamación y<br />

dolor.<br />

Rotura de tejidos.<br />

Atrofia muscular<br />

Macrodesgarros<br />

Cicatriz<br />

permanente y<br />

lesión tisular<br />

residual<br />

172


7<br />

Tratamiento<br />

<strong>del</strong> <strong>tendón</strong><br />

lesionado


TENDÓN: valoración y tratamiento en fisioterapia<br />

más dexametasona al 0,4%. Sus resultados mostraron una mejoría<br />

significativa al término <strong>del</strong> tratamiento en los pacientes tratados<br />

con dexametasona 28 .<br />

TABLA 7-7. Efectos de los agentes físicos. (+) aumento; (-) disminución.<br />

Frío Calor Ultrasonidos Estimulación eléctrica<br />

(-) Metabolismo (+) Permeabilidad Efectos térmicos: (+) Permeabilidad vascular<br />

celular (+) Vascularidad (+) Temperatura tisular (-) Edema<br />

(-) Requerimientos (+) Metabolismo Efectos mecánicos: (-) Dolor<br />

de oxígeno celular (+) Fuerza tensil (+) Fortalecimiento<br />

(+) Cantidad de (+) Edema <strong>del</strong> <strong>tendón</strong> <strong>del</strong> <strong>tendón</strong><br />

tejido dañado (-) Espasmo (+) Producción de (-) Atrofia muscular<br />

(-) Edema (-) Dolor-espasmo colágeno<br />

(-) Dolor -isquemia (+) Reconstrucción<br />

(+) Viscosidad (-) Viscosidad microvascular<br />

(+) Extensibilidad (+) Miofibroblastos<br />

de los tejidos (C.H.)<br />

(-) Viscosidad<br />

(+) Extensibilidad<br />

de los tejidos<br />

5. Láser<br />

El láser difiere de otras fuentes de energía radiante en que sus<br />

rayos son coherentes, monocromáticos y colimados. Existen muchos<br />

tipos de láseres según el gas o el diodo que empleen. Los más<br />

utilizados en el tratamiento de las partes blandas son helio-neón<br />

(He-Ne), dióxido de carbono (CO 2 ), arseniuro de galio (GaAs) e<br />

infrarrojo (IR). Una revisión de la literatura muestra que la bioestimulación<br />

con láser acelera la fase inflamatoria en el proceso de<br />

curación de la herida debido a que disminuye el nivel de prostaglandinas,<br />

incrementa la síntesis de ATP por transferencia de<br />

electrones a nivel de la membrana mitocondrial y aumenta la capacidad<br />

de la células inmunitarias para combatir a los agentes pa-<br />

206


TENDÓN: valoración y tratamiento en fisioterapia<br />

FIGURA 7-2. Creciente alineación de los fibroblastos: A) Inicio <strong>del</strong> estiramiento;<br />

B) A las 6 horas de estiramiento; C) A las 24 horas de estiramiento. Tomado de:<br />

Neidlinger-Wilke, C, Grood E, Claes L, Brand R. Fibroblast orientation to stretch<br />

begins within three hours. J Orthop Res 2002; 20(5): 953-56.<br />

ta debe, por tanto, realizar un estiramiento general, para posteriormente<br />

estirar selectivamente la unión musculotendinosa implicada<br />

y su antagonista. Mayor cantidad de estiramiento si se considera que<br />

el déficit de éste es el mayor factor causante de patología, como, por<br />

ejemplo, si la amplitud <strong>del</strong> movimiento funcional está lejos de alcanzar<br />

su límite normal debido a falta de elasticidad.<br />

Al final <strong>del</strong> estiramiento, cuando el músculo alcanza su máxima<br />

longitud, suele aparecer dolor y contracción refleja. La inhibición<br />

de estos reflejos ocurre a través <strong>del</strong> sistema espinal y es mediado<br />

por los receptores musculares y los órganos de Golgi<br />

presentes en la UMT. La contracción muscular activa provoca una<br />

fuerte inhibición neuromuscular refleja, que permanece un corto<br />

período una vez que cesa ésta. De ahí la importancia <strong>del</strong> estira-<br />

216


8<br />

Tendinopatía<br />

aquílea


Tendinopatía aquílea<br />

Ligamento anular anterior<br />

Triángulo de Kager<br />

Extensor propio <strong>del</strong> primer dedo<br />

Extensor común de los dedos<br />

Bursa retrocalcánea<br />

Tendones de los<br />

peroneos laterales<br />

Calcáneo<br />

FIGURA 8-2.Vista lateral <strong>del</strong> pie.<br />

Gemelos<br />

Sóleo<br />

Vaina <strong>del</strong> <strong>tendón</strong><br />

Calcáneo<br />

FIGURA 8-3.Vista posterior de la pierna.<br />

231


Tendinopatía aquílea<br />

FIGURA 8-4. Plié.<br />

plié (fig. 8-4). Es el carácter repetitivo de esta actividad, más que<br />

la intensidad con que se lleva a cabo, lo que predispone al desarrollo<br />

de la lesión 27 40 .<br />

Papel de la carga<br />

Todos los estudios publicados sobre la resistencia <strong>del</strong> <strong>tendón</strong> de<br />

Aquiles a la carga en la práctica <strong>del</strong> atletismo remarcan que durante<br />

la carrera la carga a la que es sometido el <strong>tendón</strong> es la equivalente<br />

a 6-8 veces el peso corporal 3 17 . Toda la información de que<br />

disponemos sobre el comportamiento de un <strong>tendón</strong> sometido a<br />

una carga la encontramos en estudios de laboratorio o realizados<br />

sobre especímenes en los cuales el <strong>tendón</strong> ha sido aislado y después<br />

estirado bajo una tracción constante hasta su rotura 9 . Estas condiciones<br />

no pueden ser extrapoladas a la práctica deportiva y no son,<br />

pues, el reflejo de la realidad, si bien no existe duda de que el so-<br />

237


Tendinopatía aquílea<br />

FIGURA 8-6. Palpación <strong>del</strong> <strong>tendón</strong>.<br />

• Bursa y zona retrocalcánea.<br />

• Zonas de crepitación.<br />

• Nódulos o defectos.<br />

• Eritema, área de calor.<br />

5. Valoración funcional:<br />

• Puntillas (fig. 8-7).<br />

• Drop excéntrico (fig. 8-8).<br />

Existen múltiples cuestionarios para valorar el grado de afectación<br />

clínica <strong>del</strong> <strong>tendón</strong>. En el <strong>tendón</strong> de Aquiles el más conocido<br />

es el VISA-A, que divide la recogida de datos en tres campos: dolor,<br />

función y actividad 66 (fig. 8-9).<br />

243


Tendinopatía aquílea<br />

DIAGNÓSTICO POR LA IMAGEN<br />

La ecografía se ha utilizado desde hace tiempo con excelentes<br />

resultados para el estudio <strong>del</strong> <strong>tendón</strong> de Aquiles. Los hallazgos más<br />

característicos son la presencia de zonas hipoecoicas intratendinosas<br />

y zonas inflamatorias, lo que da una idea bastante exacta de la<br />

localización y tamaño de la lesión 5 7 11 12 32 39 69 . Ohberg analizó 28<br />

tendones con un nódulo doloroso a la palpación y en todos ellos<br />

encontró una gran zona de neovascularización, caracterizada por<br />

un ensanchamiento <strong>del</strong> <strong>tendón</strong> con áreas hipoecoicas focales, que<br />

no existía en los tendones <strong>del</strong> grupo de control 60 .<br />

La otra fuente utilizada es la resonancia magnética (RM), que<br />

evidentemente ofrece unas imágenes más contrastadas y resoluciones<br />

espaciales elevadas. La RM es especialmente útil para diferenciar<br />

la presencia de adherencias paratendinosas e inflamación de la<br />

tendinosis degenerativa verdadera (fig. 8-10) y de los desgarros par-<br />

FIGURA 8-10. Imagen por RM <strong>del</strong> <strong>tendón</strong> de Aquiles que muestra inflamación<br />

y nódulo central.<br />

247


Tendinopatía aquílea<br />

• Movilización activa dinámica sin carga. Puede efectuarse con el<br />

sujeto en prono, empleando bandas de goma. Se trata de un trabajo<br />

isométrico, concéntrico y excéntrico.<br />

• Movilización pasiva subastragalina (fig. 8-15).<br />

FIGURA 8-15. Movilización pasiva subastragalina.<br />

2. Masaje<br />

– Masaje transverso profundo (MTP) con fricción no demasiado<br />

impetuosa sobre la zona dolorosa, especialmente si se aprecian<br />

nódulos. Norris sostiene que el propósito de este masaje es aumentar<br />

la hiperemia local, mientras que otros autores afirman<br />

la intención es reagudizar el proceso inflamatorio 63 . Este tipo de<br />

masaje se empleará únicamente en los primeros días de tratamiento<br />

y durante no más de 2-3 sesiones. Al término de éstas<br />

se aplicará calor profundo. El <strong>tendón</strong> debe ser estirado sin dolor<br />

durante 10 minutos antes <strong>del</strong> masaje 73 .<br />

253


9<br />

Tendinopatía<br />

rotuliana<br />

(rodilla <strong>del</strong><br />

saltador)


TENDÓN: valoración y tratamiento en fisioterapia<br />

FIGURA 9-1. Imagen<br />

radiológica de la enfermedad<br />

de Osgood-<br />

Schlatter.<br />

FIGURA 9-2. Imagen<br />

radiológica de la enfermedad<br />

de Sinding-<br />

Larsen-Johansson.<br />

donde recibe el nombre de enfermedad de<br />

Osgood-Schlatter 42 48 57 (fig. 9-1), bien en el<br />

polo inferior de la rótula –jóvenes de 9 a 12<br />

años–, donde es conocida como lesión de<br />

Sinding-Larsen-Johansson 25 50 (fig. 9-2). En<br />

ambos casos es frecuente encontrar un crecimiento<br />

óseo importante en la zona de<br />

tracción y una debilidad muscular relativa 38 .<br />

Consideramos como verdadera tendinopatía<br />

rotuliana la que asienta en el polo<br />

inferior de la rótula. Es el lugar más común<br />

de localización de tendinopatías en individuos<br />

esqueléticamente maduros, más concretamente<br />

entre la adolescencia y los 40<br />

años, aproximadamente. De hecho, el 80%<br />

de las tendinopatías en este grupo de individuos<br />

se localizan en este lugar.<br />

La lesión se presenta habitualmente como<br />

una tendinosis <strong>del</strong> <strong>tendón</strong> rotuliano,<br />

que se localiza normalmente en las fibras<br />

medias y posteriores <strong>del</strong> <strong>tendón</strong>, cerca de<br />

su inserción. Existen dos razones para que<br />

la lesión tendinosa asiente en estos lugares:<br />

primera, las fibras cercanas al centro <strong>del</strong><br />

<strong>tendón</strong> son menos elásticas; segunda, la rigidez<br />

de las fibras tiene lugar sobre todo<br />

con la rodilla flexionada y, de manera especial,<br />

cuando el ángulo es agudo, se focaliza<br />

cerca <strong>del</strong> centro <strong>del</strong> <strong>tendón</strong> 4 10 29 .<br />

ANATOMÍA<br />

La cara anterior de la rodilla está anatómicamente diseñada en<br />

función de la rótula. La rótula es un gran hueso sesamoideo cuya<br />

principal función es servir de palanca al cuádriceps para multipli-<br />

268


Tendinopatía rotuliana (rodilla <strong>del</strong> saltador)<br />

FIGURA 9-7. Examen <strong>del</strong> polo inferior de la rótula. Una mano levanta la rótula<br />

mediante una presión sobre el polo superior de la rótula mientras la otra palpa<br />

–con el índice– su polo inferior.<br />

rótula lateralizada o rotada somete al <strong>tendón</strong> rotuliano a una tracción<br />

continua e inútil. De igual modo, el estado de tensión <strong>del</strong> cuádriceps,<br />

en especial <strong>del</strong> recto anterior, se debe examinar minuciosamente,<br />

pues la presencia de restricciones miofasciales puede<br />

alterar la posición de la rótula.<br />

Un segundo punto a valorar es el tamaño y la funcionalidad<br />

musculares. Se debe observar si existe debilidad o atrofia <strong>del</strong> cuádriceps,<br />

en particular <strong>del</strong> vasto interno. La valoración funcional <strong>del</strong><br />

cuádriceps se puede llevar a cabo pidiendo al atleta que descienda<br />

un escalón con la pierna afecta en discreta flexión, no más de 15<br />

repeticiones; la pierna contralateral permanece sin tomar contacto<br />

con el suelo. Se tiene en cuenta la aparición de fatiga y la calidad<br />

de los movimientos y se las compara con el mismo ejercicio efectuado<br />

por la pierna contralateral 30 .<br />

279


Tendinopatía rotuliana (rodilla <strong>del</strong> saltador)<br />

FIGURA 9-10. Flexibilización<br />

manual <strong>del</strong> compartimento<br />

lateral de la rodilla.<br />

FIGURA 9-11. Estiramiento<br />

global <strong>del</strong> miembro inferior:<br />

posición en 4.<br />

FIGURA 9-12 a y b. (a) Estiramiento bilateral de cuádriceps. (b) Estiramiento<br />

de los isquitiobiales – porción inferior.<br />

– Isquiotibiales, especialmente el bíceps femoral (fig. 9-12b).<br />

– Tensor de la fascia lata (TFL) (fig. 9-13).<br />

– Tríceps sural, ya que su rigidez limita la dorsiflexión <strong>del</strong> tobillo<br />

y, por tanto, la capacidad de absorción <strong>del</strong> choque por el retropié<br />

(fig. 9-14).<br />

285


10<br />

Síndrome<br />

de fricción<br />

de la banda<br />

iliotibial


Síndrome de fricción de la banda iliotibial<br />

Sobre estructuras implicadas:<br />

– Prueba de Ober para valorar el grado de flexibilidad <strong>del</strong> TFL. El<br />

paciente, en decúbito lateral sobre el lado sano, extiende la cadera<br />

hasta que el miembro inferior cae fuera <strong>del</strong> plano de la camilla.<br />

Un déficit de aducción –descenso– de la cadera se atribuye<br />

a rigidez de la BIT 13 27 .<br />

– Prueba de Thomas, con la que se valora el grado de flexibilidad<br />

de los músculos flexores de la cadera. El paciente, en decúbito<br />

en supino, tracciona con ambas manos de la rodilla sana, acercándola<br />

hacia su pecho. Si el muslo contralateral se despega de<br />

la camilla, existe un grado de rigidez muscular importante en<br />

los flexores de la cadera (fig. 10-5) 13 .<br />

FIGURA 10-5. Prueba de Thomas.<br />

309


11<br />

Tendinopatía<br />

inguinal


Tendinopatía inguinal<br />

Nervio cutáneo<br />

femoral lateral<br />

Ligamento inguinal<br />

Nervio femoral<br />

FIGURA 11-8. Localizaciones más frecuentes de la neuropatía por atrapamiento.<br />

Para Maigne, el dolor pubicoinguinal puede tener su origen en<br />

un trastorno intervertebral menor (TIM) en T11-T12 y T12-L1<br />

por irritación de las ramas anteriores de T12 y L1, dando lugar a<br />

una pseudotendinitis de los aductores 49 . La discopatía L4-L5 o la afectación<br />

de las articulaciones interapofisarias puede manifestarse<br />

igualmente en esta zona 50 .<br />

El síndrome <strong>del</strong> grácil o recto interno, consistente en una avulsión<br />

de un fragmento óseo próximo al ángulo inferior de la sínfisis<br />

púbica, posee una similar carta de presentación, ya que su principal<br />

característica es el dolor inguinal 88 . Para Taylor et al., el<br />

origen puede estar en anomalías de la musculatura abdominal co-<br />

345


Tendinopatía inguinal<br />

y deben ser dolorosas. Se las aplica sobre la musculatura aductora.<br />

Con el paciente en decúbito supino o decúbito lateral<br />

homolateral, con una mano sobre la sínfisis púbica para aplicar<br />

el estiramiento inicial, el antebrazo opuesto aplica una presión<br />

deslizante en sentido caudal (fig. 11-9).<br />

FIGURA 11-9. (a) y (b). Estiramiento miofascial de la musculatura aductora<br />

en sentido craneal.<br />

iii) Estiramientos miotendinosos (figs. 11-10 y 11-11). Una revisión<br />

sistemática de la literatura muestra heterogeneidad y escasa<br />

calidad de los estudios, lo que impide extraer conclusiones<br />

válidas sobre la utilidad <strong>del</strong> estiramiento como medida<br />

preventiva ante lesiones asociadas al ejercicio en general 87 . Sin<br />

embargo, sus acciones descontracturante y flexibilizadora parecen<br />

innegables y justifican su empleo con los objetivos mencionados.<br />

Se practican sobre las musculaturas aductora corta<br />

y larga de la cadera. En caso de ser realizadas individualmente<br />

optamos por el método estático, en el que el sujeto adopta<br />

la posición y la mantiene un mínimo de 15 segundos, con intervalos<br />

de descanso de igual o mayor duración. En determinados<br />

casos y posiciones el paciente podrá por sí mismo llevar<br />

a cabo técnicas de FNP como contraer-relajar (fig. 11-11),<br />

o bien ponerlas en marcha con la ayuda <strong>del</strong> terapeuta.<br />

351


TENDÓN: valoración y tratamiento en fisioterapia<br />

FIGURA 11-14.Trabajo excéntrico de la musculatura aductora en flexión<br />

de cadera contra resistencia elástica.<br />

FIGURA 11-15. Reprogramación neuromuscular sobre plano inestable.<br />

360


12<br />

Tendinopatías<br />

<strong>del</strong> hombro:<br />

síndrome de<br />

atrapamiento<br />

o impingement<br />

subacromial


TENDÓN: valoración y tratamiento en fisioterapia<br />

FIGURA 12-7. Medición <strong>del</strong> deslizamiento lateral de la escápula. Se toma<br />

como referencia el borde inferior de la escápula y la apófisis espinosa de la vértebra<br />

dorsal más próxima: (1) los brazos a lo largo <strong>del</strong> cuerpo; (2) las manos se colocan sobre<br />

las caderas; (3) brazos en abducción de 90º.<br />

ii. Espasmos musculares debidos al dolor.<br />

iii. Búsqueda de signos radiculares.<br />

2.3. Movimientos activos<br />

MOVIMIENTOS ACTIVOS<br />

✓ Movimientos en un solo plano.<br />

✓ Movimientos combinados.<br />

✓ Arco doloroso.<br />

✓ Ritmo escapulohumeral.<br />

✓ Elevación.<br />

✓ Rotación externa (codos flexionados<br />

y brazo unido al cuerpo).<br />

El fisioterapeuta observa el grado de participación de las diferentes<br />

estructuras –activas y pasivas– durante los movimientos de<br />

flexión, abducción y rotación, atendiendo especialmente al ritmo<br />

escapulohumeral y a la posible variación de los síntomas al modificar<br />

la posición. Una restricción en la amplitud de un determinado<br />

movimiento puede tener como causa un acortamiento de los<br />

músculos antagonistas. Ejemplo de ello son los acortamientos de<br />

subescapular, los rotadores externos, supraespinoso y <strong>del</strong>toides<br />

–que limita la aducción humeral–. Es interesante efectuar balances<br />

musculares mediante tests manuales<br />

que confirmen las sospechas<br />

iniciales. Desequilibrios frecuentes<br />

en la cintura escapular son los existentes<br />

entre los rotadores internos y<br />

los externos, a favor de los primeros<br />

76 . Este problema es muy frecuente<br />

en nadadores y suele ir asociado a<br />

debilidad de la musculatura estabilizadora<br />

de la escápula 59 72 .<br />

400


TENDÓN: valoración y tratamiento en fisioterapia<br />

electromiográficos posteriores han demostrado que el aislamiento<br />

específico <strong>del</strong> infraespinoso se obtiene en rotación externa<br />

a 0º de elevación escapular y -45º (rotación interna) de<br />

rotación humeral 57 .<br />

– Prueba de Gerber (<strong>tendón</strong> <strong>del</strong> subescapular). Con el paciente<br />

sentado y el brazo flexionado a nivel <strong>del</strong> codo colocado detrás<br />

de la espalda, se resiste la separación <strong>del</strong> antebrazo de la espalda<br />

(fig. 12-12) 37 56 .<br />

FIGURA 12-12. Prueba de Gerber para valorar el <strong>tendón</strong> <strong>del</strong> subescapular.<br />

3. Diagnóstico por la imagen<br />

Se utiliza básicamente la radiología simple, la RM y la ecografía.<br />

Hay que realizar las radiografías en tres proyecciones distintas:<br />

articulación glenohumeral anteroposterior (AP) y lateral, y vista<br />

<strong>del</strong> desfiladero <strong>del</strong> supraespinoso. Representa una técnica diag-<br />

406


Tendinopatías <strong>del</strong> hombro<br />

Figs. 12-22, 12-23 y 12-24. Ejercicios de recentrado escapular: control-seguimiento.<br />

Se pide al paciente que contacte con el dedo <strong>del</strong> fisioterapeuta, ascendiéndola<br />

(22), descendiéndola (23) o protrayéndola (24).<br />

FIGURA 12-25. Ejercicios isométricos de protracción (1) y retracción (2) escapulares.<br />

FIGURA 12-26.Trabajo de ajuste de la escápula sobre plano inestable.<br />

417


TENDÓN: valoración y tratamiento en fisioterapia<br />

a) b)<br />

FIGURA 12-38. a) Ejercicio de scaption sobre base inestable; b) ejercicio<br />

de FNP sobre base inestable.<br />

FIGURA 12-39. Ejercicio de push-up sobre base inestable.<br />

432


13<br />

Tendinopatías<br />

<strong>del</strong> codo:<br />

epicondilalgias


Tendinopatías <strong>del</strong> codo: epicondilalgias<br />

En ambos el paciente se halla sentado, con el antebrazo pronado<br />

y apoyado sobre una mesa. El fisioterapeuta resiste selectivamente<br />

la extensión de la muñeca a nivel <strong>del</strong> tercer metacarpiano para valorar<br />

el segundo radial (fig. 13-3) o aplica la resistencia sobre la falange<br />

distal <strong>del</strong> dedo medio para evaluar el extensor común de los<br />

dedos (fig. 13-4) 39 .<br />

FIGURA 13-4. Prueba de valoración activa <strong>del</strong> extensor común de los dedos.<br />

Diagnóstico diferencial<br />

Se realiza con:<br />

a) Artrosis degenerativa de la articulación humerorradial. El dolor<br />

en estos casos es más difuso y no se localiza concretamente sobre<br />

el epicóndilo lateral (externo) 78 .<br />

b).Las disfunciones cervicales en niveles C5-C6 se manifiestan por<br />

dolor irradiado sobre la cara externa <strong>del</strong> codo. En este caso hay<br />

que comprobar si existen movimientos restringidos en el cuello<br />

o puntos de dolor 31 41 . Vicenzino et al. recurren a la terapia manipulativa<br />

de la columna cervical por la rápida hipoalgesia que<br />

induce en las epicondilalgias laterales 104 .<br />

c). El síndrome <strong>del</strong> túnel radial es una compresión <strong>del</strong> nervio radial.<br />

Las compresiones radiales a menudo se asocian a parestesias, que<br />

457


Tendinopatías <strong>del</strong> codo: epicondilalgias<br />

FIGURA 13-6. Estiramiento miofascial<br />

de los músculos extensores de la muñeca.<br />

El fisioterapeuta aplica presión deslizante<br />

con el pulgar en sentido caudal.<br />

tivamente los puntos gatillo<br />

(PG) presentes –habitualmente<br />

el supinador<br />

corto y el segundo radial–<br />

con el objetivo de<br />

devolver a los tejidos blandos<br />

sus propiedades mecánicas.<br />

La liberación miofascial<br />

tiene lugar sobre los<br />

músculos extensores de la<br />

muñeca y los supinadores<br />

<strong>del</strong> antebrazo. Puede<br />

realizarse de forma pasiva<br />

(fig. 13-6) o con cierto componente<br />

activo (figs. 13-7 y<br />

13-8). Inicialmente, el paciente<br />

está con el codo a 90º y la muñeca en posición neutra. Manteniendo<br />

la presión con los pulgares sobre los puntos de induración,<br />

el paciente extiende el codo y flexiona la muñeca mientras el fisioterapeuta<br />

desliza la presión en sentido proximal. Este trabajo es interesante<br />

para liberar los planos musculares 59 .<br />

FIGURA 13-7. Posición inicial<br />

para la liberación activa<br />

de los planos musculares.<br />

FIGURA 13-8. Posición final<br />

para la liberación activa de<br />

los planos musculares.<br />

461


14<br />

Tendinopatías<br />

de la mano<br />

y la muñeca:<br />

tenosinovitis de<br />

De Quervain


Tendinopatías de la mano y la muñeca<br />

xión-aproximación <strong>del</strong> primer dedo, lo que acaba restringiendo<br />

la movilidad de éste. La palpación dolorosa de la estiloides<br />

radial, el engrosamiento <strong>del</strong> <strong>tendón</strong> y la vaina <strong>del</strong> extensor y una<br />

crepitación ocasional completan el cuadro 7 .<br />

c) Maniobras específicas, entre las que la prueba de Finkelstein se<br />

presenta como la más fiable y patognomónica. En ella se aloja<br />

el primer dedo, en flexión entre la cara palmar y los cuatro últimos<br />

dedos, llevándose a continuación la muñeca a inclinación<br />

cubital (fig. 14-5). La aparición de dolor en el trayecto tendinoso<br />

durante la ejecución de la prueba indica la presencia de<br />

patología 46 70 . Estudios biomecánicos llevados a cabo por Kutsumi<br />

et al. han demostrado que este test refleja principalmente<br />

anomalías <strong>del</strong> ECP, en detrimento <strong>del</strong> ALP. Estos autores consideran<br />

la enfermedad de De Quervain como una disfunción<br />

más propia <strong>del</strong> ECP –en concreto, de su subvaina– que <strong>del</strong> ALP,<br />

o cuando menos de ambos por igual 77 78 . El signo de Françon,<br />

FIGURA 14-5. Prueba de Finkelstein.<br />

497


15<br />

Modificadores<br />

farmacológicos<br />

de la inflamación


TENDÓN: valoración y tratamiento en fisioterapia<br />

TABLA 15-1. Antiinflamatorios más usuales. Tomado de: Catálogo de Especialidades<br />

Farmacéuticas: Madrid: Consejo General de Colegios Oficiales de Farmacéuticos;<br />

2002.<br />

GRUPO QUÍMICO<br />

SALICILATOS<br />

Ácido acetil-salicílico<br />

PIRAZOLONAS<br />

Fenilbutazona<br />

Feprazona<br />

DERIVADOS<br />

INDOLACÉTICOS<br />

Acetamicina;<br />

Indometacina;Tolmetin<br />

DERIVADOS<br />

ARILACÉTICOS<br />

Aceclofenaco<br />

Diclofenaco;<br />

Nabumetona<br />

DERIVADOS ARIL-<br />

PROPIÓNICOS<br />

Ibuprofeno; Ibuproxam<br />

Ketoprofeno<br />

OXICAMAS Y<br />

ANÁLOGOS<br />

Piroxicam<br />

Tenoxicam<br />

COXIB (inhibidores<br />

selectivos de la<br />

COX-2)<br />

Celecoxib; Rofecoxib<br />

COMENTARIOS<br />

El ácido acetil-salicílico sigue siendo de los AINE más utilizados por su<br />

relación eficacia/coste. Para obtener eficacia óptima se han de<br />

administrar dosis elevadas, lo que ocasiona importantes efectos<br />

secundarios.<br />

Quizá sean de los antiinflamatorios más potentes, pero con<br />

importantes efectos secundarios. Las pirazolonas deben ser<br />

consideradas como medicamentos de último recurso.<br />

La indometacina sigue siendo de los antiinflamatorios más eficaces,<br />

pero con elevada incidencia gástrica y sobre el SNC.<br />

Químicamente muy parecidos al grupo anterior. Entre ellos se<br />

encuentra el diclofenaco, que quizás sea el AINE mas empleado.<br />

La nabumetona, tras ser absorbido a nivel intestinal, se transforma<br />

en un metabolito muy parecido al naproxeno.<br />

Generalmente son menos potentes y, por ello, son mejor tolerados. El<br />

ibuprofeno tiene un reconocido historial de seguridad. El naproxeno<br />

es más potente y se encuentra en un lugar medio en cuanto a<br />

tolerancia, debido a su administración cada 12 horas.<br />

El piroxicam tiene una semivida muy larga, lo que permite<br />

administrarlo en dosis única diaria; ello lo ha convertido en uno de los<br />

antiinflamatorios más utilizados, pero no de los mejor tolerados. El<br />

tenoxicam posee una semivida aún más larga, pero es dudoso que<br />

esto suponga alguna ventaja, ya que los efectos secundarios duran más<br />

tiempo.<br />

Actividad antiinflamatoria similar a los AINE convencionales. Su mayor<br />

aportación está en la seguridad, ya que no producen grandes<br />

trastornos digestivos, alrededor de un 30% menos que los AINE<br />

convencionales.<br />

534


16<br />

Nuevas<br />

tendencias en<br />

el tratamiento<br />

de las<br />

tendinopatías


Nuevas tendencias en el tratamiento de las tendinopatías<br />

Los tendones, pese a constituir uno de los tejidos conectivos<br />

menos complejos en cuanto a composición y arquitectura, presentan<br />

una capacidad limitada de regeneración, lo que abre un gran<br />

campo de actuación a la ingeniería tisular (fig. 16-3). Existe en la<br />

actualidad una creciente actividad investigadora en torno a la identificación<br />

de los factores bioquímicos que dificultan o participan<br />

en el proceso de reparación tendinosa. Entre ellos, además de los<br />

FC anteriormente expuestos, han surgido recientemente nuevas<br />

formas de entender y abordar la patología tendinosa, como la apli-<br />

FIGURA 16-3. Microfotografías representativas de cultivo de <strong>tendón</strong> humano<br />

a los seis días de tratamiento con factores de crecimiento. a) es cultivo<br />

contro; b) es cultivo con plasma pobre en plaquetas; c) y d) es cultivo con plasma<br />

rico en plaquetas. En c), en concreto, sobrenadante de plasma rico en plaquetas.Tomado<br />

de: Anitua E,Andia I, Sanchez M,Azofra J, <strong>del</strong> Mar Zalduendo M, de la Fuente<br />

M, Nurden P, Nurden AT.Autologous preparations rich in growth factors promote<br />

proliferation and induce VEGF and HGF production by human tendon cells<br />

in culture. J Orthop Res 2005; 23(2):281-6.<br />

571

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