The Cuban Philatelist - Ernesto Cuesta

El Sr. Prats menciona el artículo de Peter A. Robertson
en ‘Opinions IV’ publicado por la Philatelic Foundation en
1987 pero no dice nada sobre las pruebas de laboratorio
independientemente realizadas a las que se sometió el sello
en 1985. El reporte de laboratorio original dice lo siguiente:
“Un examen de la superficie impresa del sello sobre cubierta
usando un microscopio 100-300X indica lo siguiente:
1. No hay evidencia de distorsión de las fibras del papel, ya
sea de forma mecánica o química.
2. El pigmento rojo naranja en el centro del “4,” y justo por
debajo, es de la misma densidad que el pigmento a la
derecha y a la izquierda de las líneas cruzadas del “4.”
Un análisis espectrofotométrico de rayos x de la tinta
de la sobrecarga del sello sobre cubierta revela lo siguiente:
Es virtualmente idéntica en composición y grosor de capa al
negro carbón usado en los ejemplares normales; existe sólo
una diferencia menor en densidad en comparación con una
de las sobrecargas normales, y no hay variaciones medibles
al compararlo con tres (3) sobrecargas normales (Nota: La
Philatelic Foundation sometió el sello en cuestión para su
análisis junto con cuatro ejemplares con la sobrecarga ‘Y
1/4’ genuina de 1860 para su comparación).
Basándome en la información anterior, es mi opinión
que la sobrecarga del sello en cubierta no ha sido alterada
de ninguna forma.”
Peter A. Robertson en ‘Opinions IV’ también dijo: “No
hay absolutamente ninguna evidencia de que la sobrecarga
haya sido cambiada, ni de que el sello no provenga de este
sobre. El sello está matasellado con los canceladores propios
de la época, y, por supuesto, fue usado en La Habana. El
sello no ha sido removido del frente de este sobre.”
La aseveración del Sr. Prats de que la sobrecarga ha
sido alterada no está de acuerdo ni con el reporte de
laboratorio presentado a la Philatelic Foundation o con lo
que Peter Robertson escribió en 1987. Yo tampoco estoy de
acuerdo con las conclusiones del Sr. Prats.
Veamos el sello: Éste sin duda proviene de la esquina
inferior izquierda de la hoja por consiguiente está en la
posición 154 como dice el Sr. Prats. Por lo que parece que él
dice que el sello tiene una sobrecarga ‘Y 1/4’ de la posición
154 de la hoja y que el ‘1’ ha sido cambiado a un ‘4’ y que el
‘4’ ha sido cambiado a un ‘1.’
En su artículo él provee una ilustración agrandada de
la sobrecarga ‘Y 1/4’ normal de la posición 154 por lo que se
implica que esta es la sobrecarga ha sido alterada. Sin
embargo, este no es el caso. Si uno sencillamente sobrepone
la sobrecarga normal y el error en la posición 154 usando la
‘Y’ como punto fijo, entonces se puede ver claramente que
hay una discrepancia entre las dos sobrecargas. En el error
el ‘4’ está más alto que el ‘1’ en el sello normal y la barra de
fracción también está un poco más alta. El ‘1’ en el error
está más alto y a la izquierda de la barra vertical del ‘4’ que
The Cuban Philatelist. Last Half 2005.
fakes and forgeries but any such pieces were vastly outnumbered
by genuine items.
Mr. Prats does mention the article by Peter A. Robertson in
Opinions IV published by the Philatelic Foundation in 1987 but
fails to comment on the independent laboratory analysis of the
stamp carried out on behalf of the Philatelic Foundation in 1985.
The original laboratory report on the stamp states the following:
“An examination of the printed surface of the specimen on cover
using a 100-300X scope indicated the following:
1. There is no evidence of paper fibre distortion, either by
mechanical abrading or chemical stress.
2. The reddish orange pigment lying at the center line of the “4,”
and just below it is of the same density as pigment depositions to
the right and left of the x-bar of the “4.”
An x-ray spectrophotometric analysis of the overprint ink on
the specimen on cover revealed the following:
It is virtually identical in composition and thickness of film to the
carbon black used on the regularly printed examples; there exists
only a minor difference in density compared to one of the normal
overprints, and no measurable variation when compared with
three (3) regular overprints (Note: The Philatelic Foundation
submitted the stamp in question for analysis along with four other
examples of genuine 1860 ‘Y 1/4’ surcharges for comparison
purposes).
Based on the information detailed above, it is my opinion that
the overprint on the specimen on cover has not been altered in any
manner.”
Peter A. Robertson in Opinions IV also said: “There is
absolutely no evidence that the surcharge has been changed, nor
that the stamp did not originate on the cover front. The stamp is
tied by the proper grid and circular date stamp in use in Havana
around this date, and, of course, it is used in Havana. The stamp
has not been off this cover front.”
Mr. Prats’ assertion that the surcharge has been altered does
not agree with either the laboratory report presented to the
Philatelic Foundation or to what Peter Robertson wrote in 1987. I
also do not agree with Mr. Prats’ assertion.
Moving to the stamp itself: The stamp certainly comes from
the lower left corner of the sheet and is therefore position 154 on
the sheet as stated by Mr. Prats. It would therefore seem that he is
saying that this stamp was a genuine copy of the ‘Y 1/4’ surcharge
on this stamp from position 154 on the sheet and that the ‘1’ has
been changed to a ‘4’ and the ‘4’ has been changed to a ‘1.’
In his article he kindly provides a blow-up illustration of the
normal ‘Y 1/4’ surcharge from position 154 and he must therefore
[have] been saying that this is the surcharge that has been altered.
However, this is not the case. If one does a simple overlay test on
the normal and error surcharges from position 154 using the ‘Y’ as
a constant then one can clearly see there is a discrepancy between
the two surcharges. On the error surcharge the ‘4’ is positioned
higher than the ‘1’ on the normal stamp and the crossbar is also
slightly higher on the error surcharge. The ‘1’ on the error
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