INICIA JUICIO A PORTILLO - Prensa Libre
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14 Opinión :<br />
» DISEÑO: Rodolfo Fabián Alfaro » TEL.: 2412-5600 » FAX: 2220-5128 » CORREO ELECTRÓNICO: opiniones@prensalibre.com.gt<br />
P RENSA LIBRE : Guatemala, sábado 22 de enero de 2011<br />
EDITORIAL<br />
Mafias están tras<br />
espacios políticos<br />
FUNDADO EN 1951<br />
CASA EDITORA PRENSA LIBRE S.A.<br />
13 calle 9-31 zona 1, Guatemala<br />
Presidenta:<br />
Vicepresidente:<br />
Director editorial:<br />
Gerente general:<br />
Subdirector editorial:<br />
Sectores dedicados al análisis<br />
de la realidad social guatemalteca<br />
dan como un hecho<br />
que el crimen organizado tendrá alta injerencia<br />
en el proceso electoral de este<br />
año, porque el patrocinio de candidatos<br />
le asegura respaldo político y espacio territorial<br />
para sus actividades delictivas.<br />
En esas mismas instancias de estudio<br />
se calcula que el 60 por ciento de las alcaldías<br />
guatemaltecas tienen algún tipo<br />
de relación con las mafias, porque el poder<br />
local es una esfera estratégica para<br />
aquellos grupos, pero también lo son<br />
otros cargos importantes en el andamiaje<br />
del Estado, lo que explica el interés de<br />
respaldar financiera y operativamente a<br />
aspirantes con posibilidades de triunfo.<br />
Las comunas son apéndices altamente<br />
neurálgicos del poder político, porque<br />
constituyen el primer eslabón de la relación<br />
del ciudadano con el Estado. En esta<br />
era democrática, las municipalidades<br />
han ido cobrando relevancia, en particular<br />
gracias al fortalecimiento financiero<br />
alcanzado en los últimos lustros.<br />
Pero esa bonanza económica también<br />
ha propiciado la corrupción de sus funcionarios,<br />
y como resultado de ello es<br />
creciente la desconfianza de la población<br />
en sus autoridades edilicias, al extremo<br />
de que, según el más reciente informe del<br />
Barómetro de las Américas, aquellas<br />
apenas cuentan ahora con 51.3 puntos de<br />
legitimidad en la percepción comunitaria,<br />
un criterio que, por cierto, viene en<br />
picada, porque en el año 2006 estaba en<br />
56.4 puntos, y en el 2008, en 56.1 puntos.<br />
Pese a la lenta aprobación de leyes para<br />
el combate de la corrupción y la impunidad,<br />
como la recién promulgada normativa<br />
de extinción de dominio, el camino<br />
para detectar y sancionar esas expresiones<br />
delictivas en el poder público aún<br />
está lleno de obstáculos, en especial por<br />
la debilidad del estado de Derecho.<br />
Es unánime el criterio —89 por ciento<br />
de la población así lo cree, según el mismo<br />
Barómetro de las Américas— de que<br />
la delincuencia amenaza el futuro del<br />
país, y que en lo que respecta a su prevalencia<br />
sobre las autoridades, esa lacra repercute<br />
en menoscabo de la legitimidad<br />
política y la estabilidad democrática, en<br />
tanto que resta confianza, respeto y respaldo<br />
a la institucionalidad política.<br />
En países pequeños, como Guatemala<br />
—y peor aún en los municipios—, son<br />
conocidos los nexos personales, los compromisos<br />
políticos y la trayectoria de los<br />
aspirantes —incluido en esto cualquier<br />
episodio inmoral y bochornoso—. Esa<br />
información debiera ser decisiva para<br />
orientar el voto ciudadano, para que el<br />
sufragio sea efectivo como herramienta<br />
de depuración de los postulantes con<br />
mácula, y como una vía rápida y expeditiva<br />
de sanción ética, mientras la justicia<br />
alcanza, algún día, la fortaleza que le permita<br />
accionar en contra de los individuos<br />
venales que medran del Gobierno.<br />
Esta necesaria purga requiere, sobre<br />
todo, del convencimiento ciudadano de<br />
que solo a través del sufragio responsable<br />
se logrará que personas idóneas y<br />
honradas ocupen los puestos de mayor<br />
responsabilidad en el Estado, a efecto de<br />
poner coto a la corrupción, que se traduce<br />
en clientelismo y en el saqueo de fondos<br />
públicos que deben destinarse a la<br />
solución de apremios colectivos.<br />
María Mercedes Girón de Blank<br />
Mario Antonio Sandoval<br />
Gonzalo Marroquín G.<br />
Luis Enrique Solórzano C.<br />
Miguel Ángel Méndez Zetina<br />
Teléfono: 2412-5000 = Redacción: 2412-5600 = Fax: 2251-8768<br />
Suscripciones: 1716 = Fax: 2220-5137<br />
Internet: http: www.prensalibre.com = Correo electrónico: nacionales@prensalibre.com.gt<br />
MIEMBRO DE LA SOCIEDAD INTERAMERICANA DE PRENSA<br />
ALEPH<br />
CAROLINA ESCOBAR SARTI<br />
Otra vez Alta Verapaz<br />
PARA MUCHOS CAPITALInos,<br />
Alta Verapaz queda más<br />
lejos que China. Es más fácil<br />
conmovernos por una inundación<br />
al otro lado del mundo o<br />
por un Holocausto vivido hace<br />
más de medio siglo en otro<br />
continente que inmutarnos<br />
por una tragedia que se vive a<br />
escasos 200 km de la capital.<br />
Esto se refleja en el abandono<br />
al cual los gobiernos históricamentehan<br />
sometido amuchas<br />
de las poblaciones del interior,<br />
y se expresa en las cifras de exclusión<br />
que retratan anuestra<br />
sociedad.<br />
Ampliado el estadode Sitio<br />
instituido el 19 de diciembre<br />
pasado en Alta Verapaz, cabría<br />
recordar que, bajo estados de<br />
Sitio como el que se prolongara<br />
duranteel gobierno de Carlos<br />
Arana Osorio, hace 40 años,<br />
se incrementaron los asesinatos<br />
y desapariciones de quienes<br />
expresaron oposición asu<br />
régimen. En muchas ocasiones,<br />
los estados de Sitio amplían<br />
los márgenes de acción<br />
de los grupos criminales, estén<br />
estos o no dentro de la ley.<br />
La demanda de seguridad<br />
en una Alta Verapaz<br />
tomada<br />
por el crimen<br />
organizado es<br />
una realidad, y<br />
una parte de la<br />
población se sientemás segura<br />
ahora porque “los ladrones de<br />
chompipes, de gallinas, de café,<br />
de cardamomo, ya se escondieron”.<br />
Sin embargo, “los<br />
otros” siguen allí y a lo mejor<br />
hasta se sientan a la mesa con<br />
personas importantes de la comunidad.<br />
Sabemos que las<br />
causas estructurales de la violencia<br />
han estado en AltaVerapaz<br />
desde el siglo XIX, yseguirán<br />
estando después del estado<br />
de Sitio si, como sociedad, no<br />
revisamos quiénes ycómo deben<br />
representar ala población.<br />
La historia de esa región da<br />
cuenta de sucesivos gobiernos<br />
sirviendo de celosos Cancerberos<br />
a grupos de poder fáctico<br />
que se adueñaron del lugar.<br />
Para ello han pactado con un<br />
Ejército que, en vez de cuidar<br />
la soberanía de una nación, se<br />
ha dejado privatizar para custodiar<br />
los intereses de unos pocos,<br />
incluyendo los propios.<br />
¿O nos olvidamos de los terratenientes<br />
guatemaltecos,<br />
alemanes y estadounidenses<br />
que explotaron alos indígenas<br />
de la zona por décadas, contotal<br />
impunidad, a la sombra de<br />
un Estado cómplice y un Ejército<br />
servil? ¿Acaso no surgieron,<br />
hace aproximadamente<br />
tres décadas, los grupos de militares-terratenientes<br />
vinculados<br />
al Estado, que se agenciaron<br />
de tierras en la región donde<br />
hoy hay presencia del narcotráfico?<br />
¿O acaso la masacre<br />
de Panzós no fue un parteaguas<br />
en la historia de la violencia<br />
en nuestropaís y repitió los<br />
motivos, actores yformas de<br />
represión del sistema semifeudal<br />
que se desarrolló por siglos<br />
en las grandes fincas del lugar<br />
con la complicidad de las clases<br />
gobernantes?<br />
Por ello, me pregunto si la<br />
medida del estado de Sitio<br />
cumple realmente con sus propósitos<br />
o más bien forma parte<br />
de una violencia elegante, pautada<br />
y distante que se pacta entre<br />
los gobiernos y los grupos<br />
de poder con intereses en la región.<br />
En medio de una aparente<br />
calma, hayallí un río revuelto:<br />
han sido allanadas oficinas<br />
regionales de reconocidas organizaciones<br />
sociales por parte<br />
de instituciones del Estado y<br />
se han instalado dos destacamentos<br />
militares en los municipios<br />
de SanJuan Chamelcoy<br />
Chahal, cuando ni siquiera se<br />
han terminado de exhumar los<br />
huesos de la<br />
En medio de una guerra en la zona.<br />
La remilita-<br />
aparente calma, hay<br />
rización de la<br />
allí un río revuelto.<br />
región nos remite<br />
aun pasado<br />
oscuro, con los mismos protagonistas<br />
como telón de fondo.<br />
¿Acaso están allí para cuidar<br />
alas empresas que transportarán<br />
en el futuro inmediato<br />
sus productos por la Franja<br />
Transversal del Norte? Bajo el<br />
estado de Sitio, las empresas<br />
extractivas han movilizado su<br />
maquinaria rápidamente, a pesardeque<br />
varias consultas populares<br />
les dieran el NO; pobladores<br />
han sido amenazados<br />
sin mucho ruido; la empresa<br />
detrás de la hidroeléctrica que<br />
busca situarse en Lanquín también<br />
ha actuado rápidamentey<br />
el cableado sigue en medio de<br />
intimidaciones y descontento;<br />
incluso se habla ya de mujeres<br />
violadas y de una presencia<br />
amenazante del Ejército en<br />
ciertos lugares.<br />
Alta Verapaz está cerca, en<br />
nuestro país, por lo tanto es<br />
nuestro problema. Y la gobernabilidad<br />
no se recupera por<br />
medio de un estado de Sitio,<br />
como quiere hacer creer el<br />
presidente Colom, sino trabajando<br />
por la mayoría de la población,<br />
respetando las decisiones<br />
de esa mayoría, llevando<br />
alimento, educación, agua,<br />
salud y prosperidadaun territorio.<br />
No hincándose ante los<br />
poderes fácticos de siempre.