Desde Le Havre hacia Valparaíso - Revista de Marina
Desde Le Havre hacia Valparaíso - Revista de Marina
Desde Le Havre hacia Valparaíso - Revista de Marina
You also want an ePaper? Increase the reach of your titles
YUMPU automatically turns print PDFs into web optimized ePapers that Google loves.
21<br />
quien otra vez permanece cuatro días en que ese punto es La Cubana<br />
y ¿por qué? Por que el señor viento, en vez <strong>de</strong> soplar <strong>de</strong>s<strong>de</strong> el sur,<br />
para variar, sopla una vez <strong>de</strong>s<strong>de</strong> el norte, y el océano Pacífico, que<br />
todo el año merece su nombre, <strong>de</strong>sea ahora darse un poco <strong>de</strong><br />
movimiento, haciendo rodar bonitas montañas <strong>de</strong> agua. Ya el primer día<br />
dijo el capitán que este tiempo no tenía significado, que luego una<br />
lluvia cambiaría el curso <strong>de</strong>l viento. ¡Conforme! Pero el barómetro,<br />
que mirábamos cuando estábamos en el cabo <strong>de</strong> Hornos y tratábamos <strong>de</strong><br />
hacer subir con constantes golpecitos, se mantenía quieto; ¡ahora<br />
está subiendo este bribón! hasta la marca "muy seco" para gran rabia<br />
nuestra. Ojalá que el cambio ansiosamente esperado <strong>de</strong>s<strong>de</strong> hace cuatro<br />
días no se haga esperar hasta que a nuestro barómetro le dé la gana<br />
<strong>de</strong> caer, <strong>de</strong> lo contrario que se vaya todo al diablo. Mañana van a ser<br />
tres meses que partimos <strong>de</strong> <strong>Le</strong> <strong>Havre</strong> y la vida a bordo ya me tiene más<br />
que saturado.<br />
10 abril. ¡Loado sea Dios! Nos acercamos a nuestra meta. Apenas hube<br />
escrito las líneas prece<strong>de</strong>ntes, como para avergonzarme por la<br />
impaciencia y la mal contenida rabia, cambió el viento <strong>de</strong>s<strong>de</strong> el norte<br />
<strong>hacia</strong> el este; volamos rápidamente y luego se había recuperado lo<br />
perdido al recorrer 60, 70 y una vez 80 horas (240 millas) en un día.<br />
Hasta la altura <strong>de</strong> Chiloé seguimos a lo largo <strong>de</strong> la costa a más <strong>de</strong><br />
100 horas. Pero <strong>de</strong>s<strong>de</strong> esa isla nos acercamos más a la costa y <strong>de</strong><br />
tiempo en tiempo veíamos la tierra a través <strong>de</strong> la bruma. Aunque no<br />
hubiésemos podido ver la costa, la presencia <strong>de</strong> algas flotantes, las<br />
bandadas <strong>de</strong> pequeñas aves terrestres, el color <strong>de</strong>l agua que <strong>de</strong> azul<br />
oscuro pasó a un apacible ver<strong>de</strong> claro, nos habría anunciado la<br />
cercanía <strong>de</strong> la costa como le ocurrió a los compañeros <strong>de</strong> Colón. Al<br />
barco lo acicalaron; con arena fina fue pulida la cubierta; todas las<br />
piezas y las pare<strong>de</strong>s fueron barridas; los botes fueron bien pintados<br />
y la tripulación también experimentó un notorio cambio en lo que a<br />
físico se refiere. Quien supiese manejar la navaja y la tijera <strong>hacia</strong><br />
<strong>de</strong> barbero. La cubierta se transformó en una verda<strong>de</strong>ra peluquería.<br />
Quien no estaba bien provisto <strong>de</strong> camisas, o sea, que sólo tenía una<br />
y una mala, se <strong>de</strong>dicaba a lavar, y a cada lado <strong>de</strong>l aparejo colgaban