Desde Le Havre hacia Valparaíso - Revista de Marina
Desde Le Havre hacia Valparaíso - Revista de Marina
Desde Le Havre hacia Valparaíso - Revista de Marina
You also want an ePaper? Increase the reach of your titles
YUMPU automatically turns print PDFs into web optimized ePapers that Google loves.
3<br />
<strong>de</strong> Cherburgo, cuando al barco lo cogió una corriente que lo impulsó<br />
a través <strong>de</strong>l canal en dirección a la isla Wight <strong>de</strong>bido a que ningún<br />
viento inflara las velas y luego, <strong>de</strong>spués <strong>de</strong> la medianoche, divisamos<br />
las luces <strong>de</strong>l faro <strong>de</strong> Santa Catalina en la punta al sur <strong>de</strong> la isla.<br />
Los marineros tuvieron que trabajar toda la noche para mantener el<br />
barco alejado <strong>de</strong> la costa.<br />
4 <strong>de</strong> enero. Con el novilunio se levantó hoy un viento fresco <strong>de</strong>l<br />
noreste y así nos dirigimos con bastante rapi<strong>de</strong>z <strong>hacia</strong> el océano<br />
Atlántico a lo largo <strong>de</strong> la costa inglesa. Estaba en el camarote<br />
preocupado <strong>de</strong> escribir cuando se hizo presente en cubierta un<br />
movimiento inusual y se oyó el grito <strong>de</strong> ¡Un hombre al mar! Espantado<br />
me levanté <strong>de</strong> súbito, subí <strong>de</strong> prisa a la toldilla y vi como el<br />
capitán le lanzaba los salvavidas <strong>de</strong> corcho al marinero que se<br />
<strong>de</strong>fendía <strong>de</strong>sesperadamente <strong>de</strong> las olas. Las medidas necesarias se<br />
tomaron con rapi<strong>de</strong>z; las velas se recogieron en parte y en parte<br />
fueron viradas para frenar el curso <strong>de</strong>l barco; bajaron un bote ¡pero<br />
por <strong>de</strong>sgracia en vano! El infeliz, que no sabía nadar e impedido por<br />
las vestimentas, había perdido, al parecer, la conciencia; las olas<br />
le acercaron los salvavidas sin que lo notara, y en poco tiempo hubo<br />
una gran distancia entre él y nosotros. Durante algunos minutos vimos<br />
asomar su cabeza sobre el oleaje; repentinamente <strong>de</strong>sapareció, las<br />
olas se juntaron espumosas sobre su cabeza y el mar contaba con una<br />
víctima más. El capitán dijo ¡Gracia al hombre! Esa fue la oración<br />
fúnebre.<br />
Bien veía como sus compañeros miraban tristes <strong>hacia</strong> el lugar<br />
don<strong>de</strong> ese joven todavía lleno <strong>de</strong> vida hacía media hora había<br />
<strong>de</strong>saparecido, y más <strong>de</strong> alguno <strong>de</strong>be haber tenido en los labios una<br />
oración para ese que ahora <strong>de</strong>scansaba en la profundidad. ¿Acaso no<br />
fue este acontecimiento una advertencia <strong>de</strong> que la salud y la plenitud<br />
<strong>de</strong> la vida no protegen contra repentina muerte y que dada uno <strong>de</strong><br />
nosotros pudo haber sido arrastrado por la misma en una forma<br />
igualmente brusca y conmovedora? Este triste suceso constituyó, por<br />
supuesto, el tema <strong>de</strong> conversación <strong>de</strong>l día; se discutía y se lo<br />
trataba <strong>de</strong> explicar <strong>de</strong> cada manera posible. Se daban ejemplos <strong>de</strong>