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Revista Comercio
Columna Laboral
Las proyecciones previas al
último Censo recién realizado
arrojaban que los habitantes
de nuestro país, al año 2012,
seríamos 17,5 millones, cifra que era
utilizada para todos los efectos.
Es así como el FMI acaba de publicar
su estimación de PIB per cápita para
Chile, estableciendo que corresponde a
US$18.319 lo cual nos sitúa a la cabeza
de la región, para lo cual habría usado
una cifra de población similar a la señalada.
Sin embargo, la información inicial que
ha arrojado el Censo 2012, es que nuestra
población es de solo 16,5 millones
aproximada de habitantes.
Nos falta un millón.
Para ciertos efectos, esta realidad puede
ser aparentemente positiva. Por
ejemplo, si el PIB per cápita se calcula
con una población de 16,5 millones
aumenta a US$19.000, muy cerca del
umbral de US$20.000 de algunos países
desarrollados.
Sin embargo, para efectos de capital
humano la noticia es, a los menos, de-
“Nos falta un millón”
Mauricio Peñaloza C.
Miembro Comité Laboral CCS y
Socio de Ernst & Young
safiante, ya que muestra un estancamiento
en el crecimiento de la población.
Esto significa que la actual escasez de
capital humano que enfrenta nuestro
país, tenderá a agravarse en los próximos
años, si no tomamos las decisiones
estratégicas que corresponden.
Una de esas decisiones estratégicas es
la modificación de nuestra regulación
migratoria y laboral.
La actual legislación migratoria tiene
casi 40 años, lo cual significa que fue
planificada e implementada literalmente
para otro país: el Chile de los años 70.
Esa legislación y la gestión pública de
la misma, hoy está generando graves
problemas para contar en Chile con
trabajadores extranjeros.
El gobierno ha anunciado que enviará
prontamente un proyecto de ley mediante
el cual establecerá un nuevo
sistema de regulación migratoria, por
lo cual esperamos que por lo menos la
regulación legal sea armónica con la
realidad poblacional, económica, laboral
y social que vive nuestro país.
No obstante, hay un aspecto que puede
y debe ser mejorado hoy sin necesidad
de esperar la modificación legal y es el
referido a la gestión pública de todos
los trámites vinculados con la llegada
de extranjeros a trabajar a Chile.
Actualmente son numerosos los trámites
que un mismo extranjero y su familia
deben efectuar ante también numerosas
autoridades chilenas para contar
con autorización para trabajar en Chile.
Lamentablemente, las descoordinaciones,
disparidades de criterios y dilaciones
injustificadas de varias de las
autoridades públicas chilenas intervinientes
son frecuentes.
Pareciera que no necesitáramos a ese
millón y sí lo necesitamos. Urgentemente.
Chile es un ejemplo mundial en crecimiento
económico, en tasa de empleo,
en sistema de pensiones y en sistema tecnológico
tributario, entre otras materias.
Si queremos que esto se mantenga en
el largo plazo, estamos obligados a corregir
nuestro sistema de regulación y
administración pública migratoria.