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El ejemplo de la transformación de la marisma en arrozal es de los<br />
mejores para comprobar que, la combinación de la actividad económica<br />
con el curso de determinados procesos naturales, puede suponer<br />
un beneficio mutuo. Si bien es cierto que determinados nichos ecológicos<br />
han sufrido con estas transformaciones, otros han salido ganando.<br />
Las aves, en concreto se han visto muy beneficiadas por esta enorme<br />
y nutritiva marisma de recambio. Si al arroz, del que quedan muchos<br />
granos en el suelo tras la cosecha y que es consumido por millones de<br />
aves acuáticas, le sumamos la aparición del cangrejo de Luisiana, tenemos<br />
como resultado un cóctel perfecto: anátidas, limícolas, garzas,<br />
láridos, o zampullines ya tenían<br />
la mesa puesta. La ornitología,<br />
al día de hoy en la Doñana Sevillana,<br />
se ha visto beneficiadas de<br />
forma sostenible por la actividad<br />
humana, y más en los últimos 70<br />
años. Hoy en día las poblaciones<br />
de aves en la marisma de Sevilla<br />
son realmente únicas en Europa.<br />
Aves en la marisma sevillana<br />
La ganadería ha convivido de<br />
forma ancestral en la marisma con<br />
la fauna silvestre. La vaca mostrenca, las yeguas retuertas, la churra lebrijana<br />
y, como no, la ganadería<br />
brava, han sobrevivido durante<br />
siglos a la dureza de este ambiente<br />
gracias a su magnífica<br />
rusticidad. Lamentablemente,<br />
hoy nos encontramos algunas<br />
razas, las denominadas industriales,<br />
y sus cruces como son<br />
la Limusina o la Charolesa y<br />
Vacas marismeñas<br />
La saca de las yeguas<br />
algunas ovejas escocesas, algo<br />
que esperamos se pueda corregir<br />
en un futuro para volver a la excelencia<br />
y a la autenticidad del ganado<br />
marismeño. En la marisma<br />
se han mantenido grandes cabañas<br />
ganaderas aprovechando los<br />
pastos de primavera, aguantando<br />
los duros veranos y los muy<br />
lluviosos inviernos. Los herma-<br />
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