trans - IED Madrid
trans - IED Madrid
trans - IED Madrid
You also want an ePaper? Increase the reach of your titles
YUMPU automatically turns print PDFs into web optimized ePapers that Google loves.
Pablo Jarauta<br />
El proyecto del mundo<br />
<br />
Habitar la superficie de una esfera, morar en una curva, no ver más allá del lugar<br />
donde se pliega la Tierra… he ahí el hecho que desde el inicio de los tiempos ha<br />
privado al hombre de una imagen de su mundo, esférico e inaprensible. En efecto,<br />
el hombre tuvo que construir la imagen que quedaba más allá del horizonte, la<br />
primera frontera. En el proceso de esta construcción aparecieron los dioses y las<br />
utopías, relatos que completaban la imagen que el hombre tenía de sus alrededores.<br />
La historia de la cartografía está repleta de ejemplos de esta relación entre lo que<br />
observamos y lo que construimos. Observamos los alrededores; construimos el<br />
afuera, la otra cara del mundo. En este sentido la cartografía consistiría más en un<br />
proyecto que en una representación. Transformar lo esférico en plano, primera tarea<br />
de la cartografía, ya implica un alejamiento de los estándares geográficos de nuestra<br />
época, a saber, la precisión, la neutralidad y la objetividad. La diferencia fundamental<br />
entre el globo y el mapa atiende al emplazamiento del centro: para observar un globo<br />
hay que girar sobre él, desplazando repetidamente nuestro centro hacia los confines<br />
del mundo (en un globo no hay centro); el mapa, sin embargo, exige un centro y una<br />
periferia bien definidos, es decir, nace de la representación de nuestros alrededores<br />
y de la relación que mantenemos con el afuera, con lo que no es como nosotros, con<br />
lo que no comprendemos, con lo que nos da miedo. De este modo, podría decirse<br />
que toda representación del espacio esconde un proyecto sobre el mundo.<br />
Actualmente, puede apreciarse un proceso empeñado en resolver de un<br />
plumazo la relación con la alteridad, construyendo imágenes de un mundo<br />
pretendidamente homogéneo, por el que se puede viajar rápida y cómodamente.<br />
Por doquier encontramos representaciones de este proyecto que las sociedades<br />
contemporáneas están, en verdad, construyendo: un mundo sin fracturas, a<br />
modo de aldea, donde se puede encontrar de todo en cualquier lugar y donde<br />
los mismos símbolos y espacios se repiten a lo largo de todo el orbe terrestre,<br />
insertados en una red de ciudades conectadas. Pero no lo olvidemos, esto es<br />
sólo un proyecto, una imagen de la Tierra desde arriba; y como tal, no hay en ella<br />
más verdad que la pretendida por sus artífices. Los arquitectos y diseñadores<br />
deberán estar atentos a este proceso homogenizador para unos y generador<br />
de fracturas para otros, pues tanto sus construcciones como sus imágenes<br />
participan de manera directa y radical en la representación y en el proyecto del<br />
mundo.