REVISTA HISPANO-AMERICANA . Cuarta Ãpoca . No. 435/436 ...
REVISTA HISPANO-AMERICANA . Cuarta Ãpoca . No. 435/436 ...
REVISTA HISPANO-AMERICANA . Cuarta Ãpoca . No. 435/436 ...
You also want an ePaper? Increase the reach of your titles
YUMPU automatically turns print PDFs into web optimized ePapers that Google loves.
Si es muy ninna y muchacha es dulce cossa,<br />
porque es como la rrosa<br />
que pocos la an tocado,<br />
agora lo tenga abierto, agora cerrado:<br />
sienpre queremos mas la fruta nueba<br />
aunque otro aya fecho ya la prueua.<br />
El amor de la viuda<br />
por mi casa y puerta acuda,<br />
que no hay peligro ni duda,<br />
si la pica sólo un cardo.<br />
¡Ay, Dios, quién hincase un dardo<br />
en aquel venadico pardo!<br />
Pues si es muger en días algo entrada,<br />
esta es la que me agrada,<br />
porque en el dulze oficio<br />
tiene tanta espiren&ia y exercicio<br />
que la sobra de edad muy bien se escusa<br />
el arte y los primores que allí usa.<br />
El amor de la beata<br />
es apacible y no mata,<br />
que no pide oro ni plata,<br />
mas secreto y paño pardo.<br />
¡Ay, Dios, quién hincase un dardo<br />
en aquel venadico pardo!<br />
Al fin, sea muger, sea como fuere,<br />
que si ella no tubiere<br />
tal fealdad que espante,<br />
no puedo no querer la delantera;<br />
porque como me boy allí derecho,<br />
nunca rreparo en rrostro , cuello y pecho.<br />
El amor de cualquier monja<br />
que me chupa como esponja<br />
y todo es una lisonja,<br />
y muero, padezco y ardo.<br />
¡Ay, Dios, quién hincase un dardo<br />
en aquel venadico pardo!<br />
Dámaso Alonso en el Cancionero y Romancero<br />
español (Biblioteca Básica Salvat. España, 1982),<br />
consigna el siguiente cantar anónimo:<br />
¡Ay, Dios, quién hincase un dardo<br />
en aquel venadico pardo!<br />
El amor de la soltera<br />
lo trocaré por cualquiera,<br />
aunque vuestro dolor fuera<br />
más que Narciso gallardo.<br />
¡Ay, Dios, quién hincase un dardo<br />
en aquel venadico pardo!<br />
El amor de la doncella<br />
que fuera discreta y bella,<br />
para el que gozare de ella<br />
será gustoso, aunque tardo.<br />
¡Ay, Dios, quién hincase un dardo<br />
en aquel venadico pardo!<br />
El amor de la casada<br />
me satisface y agrada,<br />
porque como está encerrada<br />
ni la celo ni la guardo.<br />
¡Ay, Dios, quién hincase un dardo<br />
en aquel venadico pardo!<br />
30