La tierra del tiempo perdido - Alfaguara
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<strong>La</strong> <strong>tierra</strong> <strong>del</strong> <strong>tiempo</strong> <strong>perdido</strong><br />
José María Merino<br />
1.- EL AUTOR Y SU OBRA<br />
1.1.- EL AUTOR<br />
José María Merino (<strong>La</strong> Coruña, 1941) es un escritor, poeta y novelista, de los que cuentan<br />
actualmente en la república de las letras españolas. Tras los Cuentos <strong>del</strong> reino secreto publicó<br />
<strong>La</strong> orilla oscura, Premio «Novelas y cuentos» y Premio de la Crítica. El viajero <strong>perdido</strong> y El<br />
centro <strong>del</strong> aire añaden nuevos éxitos a su carrera. Para público juvenil, sin descartar lectores<br />
adultos, escribió la trilogía <strong>La</strong>s crónicas mestizas, compuesta por El oro de los sueños, <strong>La</strong> <strong>tierra</strong><br />
<strong>del</strong> <strong>tiempo</strong> <strong>perdido</strong> y <strong>La</strong>s lágrimas <strong>del</strong> sol, de cuya segunda parte nos ocupamos hoy aquí.<br />
1.2.- CONTEXTO Y GÉNERO LITERARIOS<br />
<strong>La</strong> <strong>tierra</strong> <strong>del</strong> <strong>tiempo</strong> <strong>perdido</strong> es el hermoso y sugerente título que José Mª Merino dio a la<br />
segunda novela de la trilogía que el autor dedicó a temas americanos. <strong>La</strong>s tres novelas encajan<br />
perfectamente en el concepto de «novela histórica». Sitúan la acción en lugares reales aunque<br />
desconocidos y teñidos de características fantásticas en la mente de los descubridores; ocurren<br />
en el pasado; toman los hechos históricos documentados y los pueblan de personajes que<br />
existieron junto a otros inventados que podían haber sido generados verosímilmente por ese<br />
contexto y que sustentan la «verdad novelesca» de toda la obra. En las tres entregas, la labor <strong>del</strong><br />
novelista en cuanto a documentación es muy rigurosa y tanto aquella vida azarosa de los<br />
aventureros como las características de la administración y gobierno emergen de las páginas<br />
llenas de fuerza. Sin embargo, como se verá, no es menor lo que la imaginación <strong>del</strong> autor pone:<br />
los elementos de la novela de aventuras están presentes, con todo género de peligros y sorpresas<br />
que maltratan el corazón <strong>del</strong> lector y le tienen en suspenso.<br />
Diversos momentos, espacios y culturas aparecen en la trilogía: estamos a mediados <strong>del</strong> siglo<br />
XVI. <strong>La</strong> <strong>tierra</strong> <strong>del</strong> <strong>tiempo</strong> <strong>perdido</strong> recorre la península de Yucatán y sus zonas limítrofes, que<br />
hoy son parte de México, Belice, Guatemala, El Salvador y Honduras, es decir la <strong>tierra</strong> de los<br />
mayas. <strong>La</strong> simpatía por las culturas americanas y la comprensión <strong>del</strong> punto de vista de los<br />
españoles no libra a los hechos históricos de un enfoque crítico. Eso es lo que nos da Merino,<br />
bellamente transformado en literatura.<br />
1.3.- VALOR ESTÉTICO Y FORMATIVO<br />
El lenguaje cuidado, salpicado de arcaísmos y americanismos que apenas dificultan la lectura,<br />
es uno de los valores que ofrece la novela. Se ha conseguido el tono justo para que la épica de la<br />
conquista discurra con fluidez entre momentos de ternura y pinceladas líricas. <strong>La</strong> secuenciación<br />
de la trama, con sus <strong>tiempo</strong>s intensos y sus remansos es ágil sin que descuide José Mª Merino<br />
proporcionar al lector claves históricas y socioculturales para la comprensión de lo narrado.<br />
Estos y otros atractivos rasgos se irán viendo en los apartados de análisis y comentario que<br />
vienen a continuación.
2.- ACERCAMIENTO AL COMENTARIO DE TEXTO<br />
<strong>La</strong>s actividades que se sugieren no deben suponer una carga de trabajo que grave la lectura<br />
placentera, sino una cordial y abierta reflexión que se orientará siempre a aquellos aspectos que<br />
hayan interesado más <strong>del</strong> libro.<br />
2.1.- ANTES DE EMPEZAR A LEER<br />
Resulta un buen punto de partida conseguir que el alumnado emprenda la lectura de una obra<br />
con buen ánimo, motivado por lo que espera encontrar, movido por la curiosidad de la intriga o<br />
por el interés <strong>del</strong> tema. Vale la pena dedicar unos días a crear esa expectativa y realizar<br />
actividades paralelas en torno al libro. No es perder el <strong>tiempo</strong>. Si la motivamos, la lectura<br />
después correrá fluida.<br />
Actividad:<br />
Trazar un sencillo mapa de América Central y Meridional donde se sitúen los nombres de<br />
los lugares más citados: Yucatán, Nombre de Dios, Veracruz, la costa de Darién, Perú,<br />
puerto de El Callao. Dibujar cada alumno en una cartulina tamaño de tarjeta postal que le<br />
servirá, luego, de marcalibros o punto de lectura. Por detrás, añadir cada uno alguna frase<br />
<strong>del</strong> libro, que le llame la atención, tomada al azar al hojearlo. Leer en voz alta, en clase,<br />
todas las frases elegidas, para provocar curiosidad.<br />
<strong>La</strong>s poderosas civilizaciones americanas (por <strong>tierra</strong>s <strong>del</strong> Misisipí, Yucatán, México y los Andes)<br />
que José Mª Merino refleja en los libros de la trilogía dan pie también a buscar la motivación en<br />
las imágenes, especialmente en lo que se refiere a la civilización maya (<strong>La</strong> <strong>tierra</strong> <strong>del</strong> <strong>tiempo</strong><br />
<strong>perdido</strong>) y la cultura de los incas (<strong>La</strong>s lágrimas <strong>del</strong> sol), así como a la azarosa e imponente<br />
geografía donde se alzaron.<br />
Actividad:<br />
Buscar libros ilustrados sobre los mayas para conocer bajorrelieves, su calendario, sus<br />
impresionantes pirámides escalonadas. Pedir la colaboración <strong>del</strong> profesor de historia para<br />
que dé una pequeña charla en torno a esa cultura, que verse, por ejemplo, sobre los<br />
sacrificios humanos en los que, según el conocido antropólogo Marvin Harris, tomaba<br />
parte no sólo la religión sino también la distribución de proteínas, mediante el canibalismo.<br />
Es preferible leer El oro de los sueños antes de <strong>La</strong> <strong>tierra</strong> <strong>del</strong> <strong>tiempo</strong> <strong>perdido</strong> pero, en todo caso,<br />
el resumen oral por parte <strong>del</strong> profesor de las primeras aventuras de Miguel Villacé Yólotl, de<br />
Juan/Juana, Lucía, el A<strong>del</strong>antado y Doña Ana… es de utilidad para motivar la lectura de la<br />
segunda parte.<br />
2.2.- PERDER EL MIEDO AL VOCABULARIO<br />
Cuando el libro ya se está leyendo individualmente, resulta oportuno comentar cada semana en<br />
clase lo que más sorprenda, aclarar las dudas, dedicar algún <strong>tiempo</strong> a leer en hora de clase… y<br />
respetar prudencialmente el ritmo de lectura. Sin prisas. El vocabulario empleado en la novela<br />
está trufado de términos que le dan color y sabor de crónica. Para abordarlos sugerimos esta<br />
actividad.<br />
Actividad:<br />
<strong>La</strong> dificultad de los arcaísmos (follón y malandrín, elementos <strong>del</strong> vestuario…), vocabulario<br />
marinero (cofa, jarcia, sentina, toldilla, cuadernas…) y palabras autóctonas (bohío, ceiba,<br />
huipiles, gallinazos, milpas, macanas, cenote, katunes, huacales, metate, quetzal…) <strong>del</strong>
Continente americano puede resolverse colectivamente en clase colocando tres cartulinas<br />
en el tablón de anuncios de la clase o en la pared. Pedir a los lectores que definan (con<br />
ayuda <strong>del</strong> diccionario) una sola palabra de cada tipo, sacada de la novela, que ellos<br />
mismos pueden escribir en mayúsculas de color destacado. Además de escribir la suya,<br />
tendrán que leer las otras. Después de todas se asimilan dedicando dos periodos de media<br />
clase, en tono lúdico, a intercambiar mensajes escritos «de barco a barco», «de indio maya<br />
a indio maya», «de soldado a soldado», pidiéndoles una «traducción» que muestre la<br />
comprensión alcanzada.<br />
A esta actividad se pueden aplicar distintas variantes que se nos puedan ocurrir para practicar.<br />
Los propios lectores, muchos de ellos muy aficionados a dameros, sopas de letras y otros<br />
pasa<strong>tiempo</strong>s verbales, sugerirán prácticas lúdicas y eficaces.<br />
Actividades:<br />
Elaborar una SOPA DE LETRAS en la que anoten las definiciones de los términos que se<br />
han de localizar en la cuadrícula e intercambiarla en clase con la de otro/a compañero/a.<br />
Aplicar el conocido JUEGO DEL AHORCADO, por parejas, en clase. Con un <strong>tiempo</strong><br />
máximo de un minuto para averiguar la palabra en cuestión y enunciar su significado.<br />
Ofrecer desordenadas las letras de un vocablo que hay que reordenar y definir.<br />
Con estas actividades se busca <strong>del</strong>etrear, aprender y memorizar las palabras que, en principio,<br />
son desconocidas por el joven lector. Un poco más difícil resulta añadir las definiciones<br />
correctas, aspecto al que no se puede renunciar a favor de dominar meros significantes.<br />
Actividad:<br />
Para el vocabulario marinero, dibujar una carabela en una cartulina, fijar en la pared y<br />
señalar allí todas las partes que se van definiendo.<br />
2.3.- UNA OJEADA A LOS PERSONAJES<br />
Sólo unos pocos personajes de <strong>La</strong> <strong>tierra</strong> <strong>del</strong> <strong>tiempo</strong> <strong>perdido</strong> merecen la categoría de principales.<br />
Caben en este apartado Miguel Villacé Yólotl, su padrino Don Santiago Ordás y Lucía, la<br />
muchacha mestiza. Los tres son heredados de la primera novela El oro de los sueños. A su<br />
primer trazado va añadiendo el autor nuevos matices que se verán culminados en la madurez de<br />
Miguel, el amor de Lucía por Almagro y su maternidad, y la dolorosa pérdida de Don Santiago,<br />
circunstancias que nos muestra la tercera novela <strong>La</strong>s lágrimas <strong>del</strong> sol.<br />
No nos vamos a ocupar aquí de estos personajes citados sino sólo de los personajes secundarios<br />
que aparecen en la novela. Se trata de una galería muy rica de los tipos humanos que pulularon<br />
por las Indias en el <strong>tiempo</strong> <strong>del</strong> Descubrimiento. Elegiremos como muestra a Luengo el<br />
Maragato, el Bachiller y las enigmáticas y hermosas gemelas que cautivaron a Miguel. Para ver<br />
cómo se crea un personaje secundario, haremos observar la descripción física, los rasgos<br />
psicológicos que se desprenden de las actitudes, <strong>del</strong> lenguaje, de los gestos.<br />
♦ Luengo el Maragato<br />
Desde la página 10 entramos en contacto con Luengo el Maragato.<br />
«Era un día gris y frío y la gente se demoraba bajo los soportales, contemplando el<br />
carro de Luengo el Maragato.»
Actividad:<br />
Releer las páginas 10 y 11 en que se muestra por primera vez ese personaje. Y, luego, de la<br />
página 24 a la 29. Responder: ¿Cómo se traza su personalidad? ¿Es más importante la<br />
descripción física o el talante que muestran sus palabras? ¿Qué papel cumple este<br />
personaje al principio de la novela? Dialogar en pequeño grupo y comentar oralmente en<br />
clase.<br />
♦ El Bachiller<br />
Entre los más siniestros personajes que pueblan este libro, destaca, sin duda, el Bachiller.<br />
Vamos a averiguar con los lectores qué le hace tan sospechoso, con qué recursos nos sugiere el<br />
autor los peligros que comporta para los protagonistas.<br />
«Se trataba al parecer de un Bachiller, consejero <strong>del</strong> propio A<strong>del</strong>antado, que<br />
acompañaba a aquella patrulla para verificar los extremos de la pacificación y la<br />
situación de los territorios conquistados. Le servían dos criados, uno de ellos mulato y<br />
el otro español, aunque mudo.» (pág. 57).<br />
Actividad:<br />
Releer esas páginas (57 y siguientes) y señalar por qué rasgos de su personalidad, por qué<br />
actitudes, lo considera el lector enseguida sospechoso.<br />
♦ <strong>La</strong>s hermosas gemelas<br />
<strong>La</strong>s hermosas gemelas son citadas por primera vez, como prisioneras <strong>del</strong> capitán Justino de<br />
Corcos, en la página 69. El sevillano Juan García dice que van a ser ahorcadas, pero en la<br />
página 88 las encontramos como fugitivas <strong>del</strong> campamento. Es entonces cuando se describen<br />
por primera vez. Como personajes autóctonos, lo que más vamos a considerar de ellas son los<br />
rasgos indios en su aspecto físico y su comportamiento.<br />
Actividad:<br />
Recoger y enumerar los rasgos que caracterizan a las gemelas como indígenas. A partir de<br />
eso, narrar desde el punto de vista de Miguel, en 1ª persona, los sentimientos que le<br />
provocan las bellas muchachas y los sufrimientos que le causa la necesaria separación. (No<br />
han de olvidar los alumnos que el amor de Miguel es un amor «literario» y platónico al<br />
estilo de Amadís, su mo<strong>del</strong>o)<br />
2.4.- CARACTERÍSTICAS DE LA NOVELA DE AVENTURAS<br />
<strong>La</strong> <strong>tierra</strong> <strong>del</strong> <strong>tiempo</strong> <strong>perdido</strong> tiene, como las otras dos novelas, además de las características de<br />
la novela histórica, todos los rasgos de la novela de aventuras. El propio autor señala cuáles son<br />
en el epílogo de la tercera novela: «un héroe –en este caso, un héroe joven que pertenece por<br />
nacimiento a dos mundos contradictorios– un ámbito espacial y moral desconocido y<br />
misterioso, tesoros ocultos y vicisitudes azarosas, en las que la propia vida corre peligro» (<strong>La</strong>s<br />
lágrimas <strong>del</strong> sol, pág. 214). Podemos sumar, además largos recorridos, hallazgo de animales<br />
desconocidos…<br />
Precisamente en los instantes agudos de máximo peligro, clímax de la narración, podemos<br />
detenernos para sugerir una actividad que apoye el descubrimiento de estos rasgos típicos de la<br />
novela de aventuras.
Actividad:<br />
Pedir al alumnado que, mientras va leyendo, señale con lápiz los momentos críticos y las<br />
frases clave que los marcan. Sería por ejemplo: «¡Tierra! — grité —. ¡Tierra a la vista!»,<br />
cuando ya no tiene en el barco con qué alimentarse (pág. 51) o el asalto <strong>del</strong> Bachiller:<br />
«¡Quietos, os va la vida en ello!» (pág. 75). Hay muchos más: desastres en los viajes por<br />
mar (pág. 44); rebelión de la tripulación (pág. 49); falta de víveres (pág. 51); encuentros<br />
inesperados (pàgs.67, 88 y 138)…<br />
Cuando se comenten en clase, el profesor señalará cómo esos desastres habían sido algunas<br />
veces anunciados por el autor, en boca <strong>del</strong> narrador, que naturalmente ya los ha vivido cuando<br />
los cuenta. <strong>La</strong> siembra de esos malos presagios hace más interesante la lectura porque el lector<br />
se pregunta expectante: ¿qué va a pasar? Podemos señalar como ejemplos éstos: la vieja<br />
Micaela llora por los signos de malaventura que acompañan la partida de Miguel (pág. 33), la<br />
siniestra carabela (pág. 32); el acopio de víveres y agua, «lo que fue nuestra salvación, como<br />
más a<strong>del</strong>ante mostraré» (pág. 55) y algún otro fácilmente identificable por los lectores.<br />
<strong>La</strong> imaginación juega un papel muy importante en los personajes que enfocan la vida como<br />
aventura. Aventureros eran todos los descubridores, perseguían una meta incierta, abiertos a<br />
todas las maravillas que las <strong>tierra</strong>s nuevas les pudieran ofrecer. Surgen así mitos como el tesoro<br />
de los incas o el reino de la riquísima Yupaha que hacen perder tantas vidas. También se<br />
fraguan fantasías menores en torno a la existencia de amazonas: «… personas de todo mi crédito<br />
me han hablado, por haberlas conocido, de las indómitas amazonas que defienden ferozmente su<br />
reino misterioso.» (pág. 28).<br />
♦ Bellísimas sirenas<br />
«Dicen que son fantasías, pero ahí la puedes ver. Hija de una musa y de un dios río,<br />
con sus cabellos de oro y sus pechos nacarados. Es de comprender que el capitán haya<br />
<strong>perdido</strong> el juicio por ella.» (pág. 39).<br />
Actividad:<br />
Releer esas páginas y escribir una Historia <strong>del</strong> capitán, el animal misterioso y el<br />
contramaestre. Imaginar la captura <strong>del</strong> animal, el por qué su dueño rodea de misterio su<br />
posesión, cómo lleva a la locura al contramaestre. Puede el alumno darle un tono<br />
tremendista o humorístico o de pura crónica escrita por un testigo.<br />
Hay otro elemento, clásico en los cuentos populares y literatura fantástica que, sin embargo,<br />
aparece a veces en la literatura de aventuras: es el talismán. El objeto salvador, cuya presencia<br />
abre puertas, allana dificultades, vence el mal. En la novela que estamos comentando aparecen<br />
no uno sino dos objetos salvadores (la gran esmeralda y el sello de los indios). Y no nos<br />
resistimos a montar una actividad sobre algo tan vital en la marcha de los acontecimientos.<br />
Actividad:<br />
Pedir a los chicos que identifiquen estos talismanes en <strong>La</strong> <strong>tierra</strong> <strong>del</strong> <strong>tiempo</strong> <strong>perdido</strong>. A<br />
continuación que imaginen y escriban qué podía haber ocurrido en la novela de no existir<br />
el uno o el otro en el momento crítico.<br />
2.5.- LITERATURA EN LA LITERATURA: JUEGOS INTERTEXTUALES<br />
José Mª Merino ha jugado en esta novela con la condición de cronista de los hechos y lector de<br />
novelas de caballerías que ostenta Miguel Villacé Yólotl, su protagonista. Ello permite observar<br />
la literatura dentro de la literatura y da pie a juegos y reflexiones sobre la intertextualidad. Para<br />
el profesor, seguramente, será en esta novela la parte más atractiva; sin embargo, para el<br />
alumnado el interés no es tan obvio y hay que diseñar actividades que enlacen <strong>La</strong> <strong>tierra</strong> <strong>del</strong>
<strong>tiempo</strong> <strong>perdido</strong> con algunas obras literarias clásicas. Hay muchísimos aspectos que se pueden<br />
explotar:<br />
• <strong>La</strong> presencia de las novelas de caballerías, especialmente el Amadís, como mo<strong>del</strong>o literario<br />
para la vida <strong>del</strong> protagonista. Alusión indirecta al Quijote.<br />
«… según libros tan renombrados como el de Amadís y las sergas de Esplandián…»<br />
(pág. 28).<br />
«… como conozco las de su hijo Esplandián, las de su nieto Lisuarte y las de su<br />
bisnieto Amadís de Grecia.» (pág. 177).<br />
• <strong>La</strong>s preferencias literarias de d’Arcachon:<br />
«Mas para mí, el hermoso libro <strong>del</strong> mundo es éste, salido hace muy poco de los<br />
tórculos <strong>del</strong> impresor. Se trata de la muy horrífica vida <strong>del</strong> gran Gargantúa, padre de<br />
la Pantagruel…» (pág. 178).<br />
Y sus palabras certeras sobre la inocencia de la literatura:<br />
«…la más verdadera relación de sucesos lleva en sí el partido <strong>del</strong> escribano.»<br />
(pág. 183).<br />
O sobre la apropiación <strong>del</strong> libro por el lector:<br />
«… las historias pierden los límites que sus autores han creído poner en ellas y<br />
adquieren sólo los que los lectores quieren admitir y reconocer.» (pág. 183).<br />
• <strong>La</strong> circunstancia de un protagonista-narrador que es cronista, que vive y cuenta las<br />
aventuras, cargado con su imperecedera escribanía, configurando una estructura particular<br />
de la novela que comienza por ello «in medias res», es decir, a la mitad de la historia o<br />
acción.<br />
«… entre la holganza a que me obliga la convalecencia <strong>del</strong> padrino.» (pág. 10).<br />
• <strong>La</strong> salvación por el mismo manuscrito (pág. 178), por cuya lectura se recuperan las<br />
credenciales robadas por Bachiller (pág. 181), y sobre todo, la cervantina intervención de<br />
d’Arcachon (pág. 180) en lo narrado que, como Don Quijote cuando desvía su camino lejos<br />
de Zaragoza, en la inmortal novela de Cervantes, cambia el hilo de la acción.<br />
Tan excelentes momentos de juego literario, que hemos querido enunciar en bloque para resaltar<br />
las inmensas posibilidades que ofrecen y que superan la extensión de esta guía, pueden dar lugar<br />
a numerosas actividades que hay que adecuar a la edad y conocimientos literarios <strong>del</strong> alumnado.<br />
Nos decantaríamos por varias entre las posibles:<br />
Actividad:<br />
Leer el primer capítulo <strong>del</strong> Quijote en clase, en voz alta. Relacionar las causas de la locura<br />
<strong>del</strong> hidalgo manchego con la cita de la página 28: «De esas lecturas viene el resecarse de<br />
muchas honestas y razonables seseras.»<br />
Y, sin dejar la novela, acudir al capítulo VI de la primera parte, «Del donoso y grande<br />
escrutinio que el cura y el barbero hicieron en la librería de nuestro ingenioso hidalgo»,<br />
para conocer los libros de caballerías en opinión de dos expertos.<br />
Como tímido asomo a la estructura de la novela podemos plantear esta simple reflexión.
Actividad:<br />
Vemos a Miguel que comienza su relación en la página 10, mientras el padrino se<br />
recupera. Responder: ¿Cuándo se cierra esa escritura que narra lo ocurrido hasta ese<br />
momento? ¿En qué página volvemos a estar en el presente? (pág. 98).<br />
<strong>La</strong> intervención directa <strong>del</strong> personaje de una obra narrativa, a favor de cambiar el rumbo que<br />
ésta pueda tomar, es algo que ocasionalmente nos ofrece el cine o la literatura de nuestros días.<br />
Ese salto de un plano a otro de la «realidad» de la ficción puede ser comprendido y practicado<br />
con éxito por nuestros chicos y chicas.<br />
Actividad:<br />
Releer las páginas 180 y siguientes y comprobar cómo el estrafalario capitán interviene en<br />
el desarrollo <strong>del</strong> relato («…como si yo personificase al propio destino o formase parte de la<br />
imaginación de un autor», dice). De modo más sencillo pero semejante, imaginar saltos<br />
entre realidad y novela (como nos ofreció Woody Allen en <strong>La</strong> rosa púrpura de El Cairo,<br />
referido al cine, o Michael Ende, cuando su personaje Bastián Baltasar Bux «entra» en <strong>La</strong><br />
historia interminable).<br />
3.- TALLER DE CREACIÓN LITERARIA<br />
En nuestro trabajo de Taller de creación vamos a dejarnos llevar por Miguel Villacé que dice:<br />
«Escribir es una labor muy gustosa, cuando por medio de los recuerdos hechos<br />
palabras reconstruyes los momentos vividos.» (pág. 10).<br />
‣ Vivirlo para contarlo<br />
Al releer estas líneas, en las que Miguel está pensado escribir la crónica de sus aventuras per lo<br />
cuesta empezar, sin duda nos aflorará la pregunta: ¿Por qué será tan costoso a veces escribir la<br />
primera línea?<br />
«Me vino pues a las mientes, entre esta holganza forzada a que me obligaba la<br />
convalecencia <strong>del</strong> padrino, la idea de escribir la crónica de los sucesos que ahora<br />
mismo estoy viviendo.<br />
Dos días he tardado en decidirme. Por un lado, me hacía el propósito de tomar una de<br />
las plumas, cortarla, alisar sus asperezas, pulir sus puntas y comenzar de inmediato,<br />
sobre uno de los pliegos, la relación de mis nuevos avatares. Pero aquellas intenciones<br />
y el grato recuerdo de mis tareas de escritor se amortecían bajo una gran pereza que<br />
me obligaba a tumbarme a la sombra de la cieba más grande, con el sol<br />
desparramándose por el mundo como una infinita ola de miel.» (pág. 10).<br />
Sin embargo, se puede observar que cuando Miguel ejerce de cronista en directo, de «enviado<br />
especial» en el abordaje de los piratas, las palabras surgen rápidas, los verbos en presente se<br />
precipitan. Casi se ve y se oye la escena.<br />
«El capitán está cerca y le he visto palidecer. Como si se tratase de un gallardete, la<br />
carabela ha izado en el trinquete una casulla dorada.<br />
— ¡Es El Pulido! — gritó el capitán —. ¡El Pulido!<br />
En la cubierta de la carabela, que ahora está bastante cerca, hay muchos hombres con<br />
trabucos y ballestas. Desde la cofa, uno de los suyos, con un altavoz de cuero, nos<br />
está gritando.<br />
— ¡Al pairo, al pairo! — parece que dice.<br />
Ha salido mi padrino y se acerca el capitán.
Dejo la escritura.» (pág. 169).<br />
Este ejemplo de la novela nos sugiere una actividad de taller:<br />
Actividad:<br />
Elegir una acción que se pueda presenciar, mejor si es agitada, emocionante (como el final<br />
de una competición deportiva muy reñida, una discusión…), pero también sirven los<br />
primeros momentos de una excursión, incluso la salida de toda la clase al recreo. Escribir<br />
lo que se vea, lo que se oiga, todos los sucesos que se puedan recoger. Utilizar el presente,<br />
frases cortas, punto y seguido…<br />
Una vez realizados deben leerse en clase en voz alta, con expresividad, esos reportajes en<br />
directo para comprobar que son palabras vivas.<br />
‣ <strong>La</strong> trastienda de la acción<br />
No todos los hechos y circunstancias quedan a la vista <strong>del</strong> lector en el entramado de una novela.<br />
Algunas veces, porque no es indispensable saberlo para seguir el argumento; otras, porque el<br />
autor juega con la ambigüedad y el misterio, mucho más sugerentes a menudo que las<br />
explicaciones.<br />
Un asunto de <strong>La</strong> <strong>tierra</strong> <strong>del</strong> <strong>tiempo</strong> <strong>perdido</strong> que nos tiene perplejos es cómo llega hasta nosotros<br />
el manuscrito que Miguel entrega al capitán — pirata, diríamos hoy — François d’Arcachon.<br />
Lemos que éste se lo exige:<br />
«He decidido, pues, no sólo pediros disculpas por mi actuación con vosotros, sino<br />
llevaros hasta Nombre de Dios y dejaros libres sin solicitar a cambio rescate ni precio<br />
alguno, salvo la crónica escrita por este mozo, que quedará de mi propiedad, aunque<br />
en el plazo que media hasta llegar a Nombre de Dios deberá concluirla, poniendo en<br />
ella los últimos sucesos y cuantos asuntos puedan ocurrir.» (pág. 178).<br />
Y no existe copia alguna… Al final de <strong>La</strong>s lágrimas <strong>del</strong> sol hay una «Nota <strong>del</strong> novelista» en la<br />
que José Mª Merino sale al paso de esa duda y otras con exquisitas argucias <strong>del</strong> oficio, pero<br />
mientras llegamos allí… vamos a improvisar nuestra propia versión de los hechos:<br />
Actividad:<br />
Imaginar y escribir en un par de folios las vicisitudes <strong>del</strong> manuscrito.<br />
Responder a estas preguntas puede ayudar en el trabajo. ¿Quién se lo quitó al capitán?<br />
¿Quién lo heredó? ¿Quién y cómo lo encontró? ¿Con quién viajó y por dónde?<br />
Se recomienda incluir catástrofes, casualidades y algún personaje siniestro que estén a<br />
punto de acabar con él. Poner en marcha la imaginación y no olvidar «explotar el filón» de<br />
la llamativa personalidad de d’Arcachon (su habla, su aspecto físico, su «toque» de<br />
intelectual, su fantasiosa ropa…).<br />
‣ El sabor de la fiesta<br />
Vamos ahora a otros terrenos de corte cultural. Los pueblos son fiestas, su comida, sus cuentos,<br />
sus miedos y risas tanto como su geografía y sus creencias religiosas. <strong>La</strong> <strong>tierra</strong> <strong>del</strong> <strong>tiempo</strong><br />
<strong>perdido</strong> nos ofrece asistir a una de esas manifestaciones lúdicas, arraigada en la cultura maya.<br />
«<strong>La</strong> fiesta tuvo lugar la víspera de nuestra marcha. El hechicero, el cacique, las dos<br />
hermanas, algunos guerreros y los cristianos nos sentamos en las escaleras de la<br />
pirámide, pues en la fiesta iban a representarse algunos bailes y recreaciones y el<br />
escenario sería la plaza entre los dos grandes edificios antiguos. Más abajo se
sentaron las gentes <strong>del</strong> poblado. Era ya casi de noche y el lugar <strong>del</strong> festejo quedó<br />
iluminado por muchísimos fuegos de teas y braseros.<br />
Sonaron primero sus atabales, silbatos y ocarinas, y danzaron un baile muy hermoso y<br />
de mucha habilidad en que los bailarines hacían una rueda y salían intermitentemente<br />
de dos en dos, sin perder el compás, para arrojarse los unos a los otros lanzas con<br />
mucha destreza en el tirarlas y en el recogerlas sin daño de nadie.<br />
Luego representaron, de un modo que a todos nos maravilló, la prisión de las<br />
hermanas, su condena a muerte y su salvación por el sevillano y sus compañeros. Los<br />
actores llevaban los rostros pintados de rojo y sólo por los ademanes de sus cuerpos y<br />
los gestos de sus brazos y piernas daban a entender su figura y papel y el desarrollo de<br />
la farsa, en que todos nos quedamos embebidos.» (pág. 114).<br />
En otros momentos se habla también de comida y bebida:<br />
«Llegó el sirviente con huacales de leche, frutas y tortillas con miel…» (pág. 136).<br />
También de canciones y poemas, de leyendas y cuentos. Todo ello nos da pie para una actividad<br />
de taller:<br />
Actividad:<br />
Intentar componer el menú de una fiesta parecida en un poblado maya: comida, bebida…<br />
No olvidar las frutas (se puede montar también una degustación, si entre toda la clase se<br />
consiguen algunas). Anunciar también el espectáculo que seguirá al ágape.<br />
4.- ORIENTACIONES PARA EL LIBRO-FÓRUM<br />
Esta novela ofrece muchas ideas y situaciones para discutir en un Libro-Fórum. Varios temas,<br />
de gran componente ética, que son clave en la Conquista, pueden suscitarse en el debate. Puede<br />
dialogarse en pequeños grupos y luego poner en común las conclusiones relacionadas con estos<br />
aspectos:<br />
‣ Actitud de los españoles hacia las culturas autóctonas<br />
Actividades:<br />
1. Releer las páginas 86 y 99 y responder:<br />
¿Qué muestras de la actitud española hacia las culturas autóctonas proporciona el libro?<br />
Puede ayudar a la discusión releer las páginas 86 y siguientes; 99 y siguientes.<br />
Una afirmación significativa es la de un consejero de Don Francisco de Montejo: «Los<br />
indios han de ver que nuestra grandeza y poder sustituye la de sus antepasados»<br />
(pág. 123).<br />
2. Releer las páginas 25, 26, 134, 152 y 155 y responder:<br />
¿Qué visión tienen los españoles <strong>del</strong> indígena? ¿Valoran la grandeza de aquellas<br />
culturas?<br />
¿Cuál es la actitud <strong>del</strong> autor de la novela a este respecto? ¿En qué páginas o momentos<br />
<strong>del</strong> libro se observa?<br />
‣ Sentido religioso de la Conquista<br />
<strong>La</strong> evangelización de las <strong>tierra</strong>s descubiertas y conquistada es oficialmente el primer objetivo de<br />
los españoles. No obstante, este fin no está reñido con el logro de riquezas, que se considera
legítimo tras las fatigas y sufrimientos de la lucha. Cuál de las dos actividades ocupa el primer<br />
lugar, es el tema de la siguiente reflexión.<br />
Actividades:<br />
1. Releer la página 128 y siguientes.<br />
Responder: ¿Acristianar o llenar las bolsas? ¿<strong>La</strong> fe o el oro?<br />
2. Releer la página 142 y siguientes.<br />
Responder: ¿Qué significa la Encomienda de Martínez de Xaul («esa mixtura de cartuja y<br />
cuartel con la sujeción de una condena de galeras»?<br />
‣ <strong>La</strong> aventura de la Conquista<br />
En muchos momentos de la novela se contemplan rasgos extremados de violencia y crueldad<br />
ejercidos contra hombres, mujeres y niños:<br />
«<strong>La</strong> segunda jornada, la visión de las consecuencias de la guerra fue todavía más<br />
macabra: encontramos nuevos pueblos destruidos por incendios recientes y, bajo un<br />
alboroto de aves carroñeras, un árbol cargado de cuerpos de guerreros indios<br />
ahorcados. Al pie <strong>del</strong> árbol se desperdigaban, rotas, las armas — macanas, arcos y<br />
lanzas — que habían esgrimido en vida.» (pág. 62).<br />
«… y pudimos al cabo entrever, en el lindero más alejado, el árbol de las ejecuciones,<br />
cargado de bultos humanos.» (pág. 63).<br />
«— Señor Bachiller, en ese árbol convertido en picota no había feroces guerreros,<br />
sino muchas mujeres ahorcadas y niños colgados de sus pies.» (pág. 64).<br />
Se trata sobre la crueldad en varios pasajes de la obra (págs. 66 a 68).<br />
«Ahora es el momento de consolidar nuestro dominio y aplastaré la rebelión aunque<br />
tenga que acabar con todos los indios de esta <strong>tierra</strong>, sean mozos o viejos, doncellas o<br />
niños de teta.» (pág. 66).<br />
Hasta acabar con la mención <strong>del</strong> garrote vil a que fue condenado Almagro.<br />
Actividad:<br />
Responder: ¿Cuánto había de locura en la aventura de la Conquista? ¿Y de fantasía? ¿Era<br />
necesaria tanta crueldad?<br />
NOTAS<br />
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