Guía Metodológica EIA en NATURA 2000 ... - Interreg Bionatura

GUÍA PARA LA EVALUACIÓN
DE AFECCIONES SOBRE LOS
ESPACIOS DE LA RED NATURA 2000
(Art. 6,3 y 6.4 de la DIRECTIVA 92/43/CEE)

datos técnicos del libro

GUÍA PARA LA EVALUACIÓN DE AFECCIONES SOBRE LOS ESPACIOS DE LA RED NATURA 2000
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ÍNDICE
1 ASPECTOS LEGISLATIVOS 5
2 EL MARCO CONCEPTUAL 19
2.1 El principio de precaución o cautela 19
2.2 Los objetivos de conservación 21
2.3 La integridad del lugar 24
2.4 La coherencia de la Red. 25
2.4.1 El término coherencia en las Directivas Comunitarias de Conservación. 27
2.4.2 Una aproximación a la definición de coherencia 29
2.4.3 La Coherencia Global en el ámbito del Artículo 6.4 de la Directiva 31
2.4.4 Criterios para la aplicación del término coherencia 34
2.5 Repercusiones fuera de los lugares RN2000 40
2.6 Las medidas compensatorias 41
3 EL PROCESO DE EVALUACIÓN DE AFECCIONES 45
3.1 Esquema general 45
3.2 Fase 1: Exploración o cribado (Screening) 47
3.2.1 Paso Uno: Gestión del lugar 48
3.2.2 Paso Dos: Descripción del proyecto o plan 48
3.2.3 Paso Tres: Características del lugar 49
3.2.4 Paso Cuatro: Evaluación de la importancia 50
3.2.5 Resultados 50
3.3 Fase 2: Evaluación adecuada 51
3.3.1 Paso Uno: Información necesaria 51
3.3.2 Paso Dos: Predicción de impactos sobre el lugar Natura 2000 52
3.3.3 Paso Tres: Medidas correctoras 55
3.3.4 Resultados 56
3.4 Fase 3: Análisis de alternativas 56
3.4.1 Paso Uno: Evaluación de soluciones alternativas 57
3.4.2 Paso Dos: Declaración de interés público de primer orden. 58
3.5 Fase 4: Medidas Compensatorias 62
3.5.1 Criterios para la elaboración de las medidas compensatorias 63
3.5.2 Notificación de las medidas compensatorias a la Comisión 70
3.5.3 Lugares que albergan hábitats o especies prioritarios 71

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1ASPECTOS LEGISLATIVOS
La transposición al derecho interno español de la Directiva 92/43/CE, o comúnmente llamada
Directiva de Hábitats, se produjo a través del Real Decreto 1997/1995, de 7 de
diciembre, que establece medidas para contribuir a garantizar la biodiversidad mediante la
conservación de los hábitats naturales y de la flora y fauna silvestres.
En un primer momento la citada norma se limitaba a recoger la versión española de la
Directiva, sin aclarar determinados procedimientos que había que realizar para alcanzar los
objetivos en ella fijados.
Esto ha generado algunos problemas de interpretación y ha supuesto la necesidad de paulatinas
modificaciones como las establecidas por el Real Decreto 1193/1998, de 12 de junio
y por el Real Decreto 1421/2006, de 1 de diciembre, mediante los que se introducían diversas
modificaciones al Real Decreto 1997/1995, de 7 de diciembre, por el que se establecen
medidas para contribuir a garantizar la biodiversidad mediante la conservación de los
hábitat naturales y de la fauna y flora silvestre.
Con estas modificaciones introducidas a lo largo de los años a este Real Decreto por otras
leyes, se ha intentado ir aclarando alguno de los procedimientos a llevar a cabo, hasta llegar
a la redacción actual contenida en la Ley 42/2007 del Patrimonio Natural y la
Biodiversidad.
En la citada Ley, y más concretamente en su artículo 45, que lleva por título: Medidas de
conservación de la Red Natura 2000, se recoge en sus apartados 4 al 9, los aspectos relativos
a la evaluación de afecciones, de la manera siguiente:
4. Cualquier plan, programa o proyecto que, sin tener relación directa con la gestión
del lugar o sin ser necesario para la misma, pueda afectar de forma apreciable
a los citados lugares, ya sea individualmente o en combinación con
otros planes o proyectos, se someterá a una adecuada evaluación de sus
repercusiones en el lugar, que se realizará de acuerdo con las normas que

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sean de aplicación, de acuerdo con lo establecido en la legislación básica
estatal y en las normas adicionales de protección dictadas por las Comunidades
autónomas, teniendo en cuenta los objetivos de conservación de dicho
lugar. A la vista de las conclusiones de la evaluación de las repercusiones en
el lugar y supeditado a lo dispuesto en el apartado 5 de este artículo, los órganos
competentes para aprobar o autorizar los planes, programas o proyectos
solo podrán manifestar su conformidad con los mismos tras haberse asegurado
de que no causará perjuicio a la integridad del lugar en cuestión y, si procede,
tras haberlo sometido a información pública.
5. Si, a pesar de las conclusiones negativas de la evaluación de las repercusiones
sobre el lugar y a falta de soluciones alternativas, debiera realizarse un plan,
programa o proyecto por razones imperiosas de interés público de primer
orden, incluidas razones de índole social o económica, las Administraciones
Públicas competentes tomarán cuantas medidas compensatorias sean necesarias
para garantizar que la coherencia global de Natura 2000 quede protegida.
La concurrencia de razones imperiosas de interés público de primer orden sólo podrá
declararse para cada supuesto concreto:
a. Mediante una ley.
b. Mediante acuerdo del Consejo de Ministros, cuando se trate de planes, programas
o proyectos que deban ser aprobados o autorizados por la Administración
General del Estado, o del órgano de Gobierno de la Comunidad autónoma.
Dicho acuerdo deberá ser motivado y público.
La adopción de las medidas compensatorias se llevará a cabo, en su caso, durante el procedimiento
de evaluación ambiental de planes y programas y de evaluación de impacto
ambiental de proyectos, de acuerdo con lo dispuesto en la normativa aplicable. Dichas
medidas se aplicarán en la fase de planificación y ejecución que determine la evaluación
ambiental.
Las medidas compensatorias adoptadas serán remitidas, por el cauce correspondiente, a la
Comisión Europea.
6. En caso de que el lugar considerado albergue un tipo de hábitat natural y/o
una especie prioritaria, señalados como tales en los anexos I y II, únicamente
se podrán alegar las siguientes consideraciones:
a. Las relacionadas con la salud humana y la seguridad pública.
b. Las relativas a consecuencias positivas de primordial importancia
para el medio ambiente.
c. Otras razones imperiosas de interés público de primer orden, previa
consulta a la Comisión Europea.

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7. La realización o ejecución de cualquier plan, programa o proyecto que pueda
afectar negativamente a especies incluidas en los anexos II o IV que hayan sido
catalogadas como en peligro de extinción, únicamente se podrá llevar a cabo
cuando, en ausencia de otras alternativas, concurra alguna de las causas citadas
en el apartado anterior. La adopción de las correspondientes medidas
compensatorias se llevará a cabo conforme a lo previsto en el apartado 5.
8. Desde el momento en que el lugar figure en la lista de Lugares de Importancia
Comunitaria aprobada por la Comisión Europea, éste quedará sometido a lo
dispuesto en los apartados 4, 5 y 6 de este artículo.
9. Desde el momento de la declaración de una ZEPA, ésta quedará sometida a lo
dispuesto en los apartados 4 y 5 de este artículo.
Como novedades más destacables de esta norma, se encuentra que aclara algunas de las
cuestiones que han generado controversia a lo largo de los últimos años, como por ejemplo
la declaración de interés público de primer orden de un plan, programa o proyecto que
se establece en el segundo párrafo del punto 5 del artículo 45, y que amplía el régimen
extraordinario de autorización – es decir aquel que se establece para los de planes, programas
o proyectos que produzcan afecciones significativas a los hábitat o especies prioritarias
– a las especies incluidas en los anexos II y IV de la Ley que hayan sido catalogadas
como en peligro de extinción.
Sin embargo, sigue estando confuso donde se engarza administrativamente el procedimiento
de evaluación de afecciones a los Espacios protegidos de la Red Natura 2000, ya que
se derivan algunos aspectos a las legislaciones sobre evaluación ambiental de planes, programas
y proyectos, que como se verá a continuación no aclaran los pasos a seguir para el
cumplimiento de lo establecido.
Al igual que la normativa sobre la Red Natura 2000, la legislación sobre evaluación de
impacto ambiental ha experimentado sucesivas modificaciones desde la publicación del
real decreto Legislativo 1302/1986, de 27 de junio, de Evaluación de impacto Ambiental,
que adecuaba el ordenamiento jurídico interno a la legislación comunitaria vigente en
aquel momento, la Directiva 85/337/CE. Posteriormente, la Directiva 85/337/CEE, fue
modificada por la Directiva 97/11/CE, de 3 de marzo, relativa a la evaluación de las repercusiones
de determinados proyectos públicos y privados sobre el medio ambiente y que
subsanaba determinadas deficiencias. Al ordenamiento jurídico español se traspuso a través
del Real Decreto-Ley 9/2000, de 6 de octubre.
Posteriormente se realizaron distintas modificaciones de la legislación relativa a la
Evaluación de Impacto, mediante las siguientes normas:
• Ley 6/2001, de 8 de mayo, que modifica el Real decreto Legislativo
1302/1986, de 28 de Junio, de Evaluación ambiental.
• Ley 62/2003, de 30 de diciembre, de medidas fiscales, administrativas y
del orden social que modifica el Real decreto Legislativo 1302/1986.

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Más adelante, en 2001, se aprobó la Directiva 2001/42/CE, de 27 de junio de 2001, relativa
a la evaluación de los efectos de determinados planes y programas en el medio ambiente,
que fue traspuesta al ordenamiento jurídico del Estado Español aproximadamente 4
años más tarde a través de la Ley 9/2006, de 28 de abril, sobre evaluación de los efectos
de determinados planes y programas en el medio ambiente, que aclaraba ciertos aspectos
del procedimiento de Evaluación de Impacto.
Muchos proyectos, aunque no todos, que posiblemente afectan a espacios de la Red Natura
2000 están cubiertos por la Directiva 85/337/CEE, modificada por la Directiva 97/11/CE.
Además, la Directiva 2001/42/CE (a partir de ahora, Directiva de Evaluación Ambiental
Estratégica) recoge todos los planes que están sujetos a un procedimiento regulado por el
artículo 6 de la Directiva Hábitat.
Para poner en orden todas estas modificaciones producidas a lo largo de los años, recientemente
se ha aprobado el Real Decreto Legislativo 1/2008, de 11 de enero, por el que se
aprueba el texto refundido de la Ley de Evaluación de Impacto Ambiental de proyectos.
Respecto a los aspectos relativos a la Red Natura 2000, estos se contemplan en el artículo
3 del capítulo I, donde se recoge que:
1. Los proyectos, públicos y privados, consistentes en la realización de obras,
instalaciones o cualquier otra actividad comprendida en el anexo I deberán
someterse a una evaluación de impacto ambiental en la forma prevista en
esta Ley.
2. Sólo deberán someterse a una evaluación de impacto ambiental en la
forma prevista en esta Ley, cuando así lo decida el órgano ambiental en
cada caso, los siguientes proyectos:
a) Los proyectos públicos o privados consistentes en la realización de
las obras, instalaciones o de cualquier otra actividad comprendida
en el anexo II.
b) Los proyectos públicos o privados no incluidos en el anexo I que
pueda afectar directa o indirectamente a los espacios de la Red
Natura 2000.
La decisión, que debe ser motivada y pública, se ajustará a los criterios establecidos
en el anexo III.
La normativa de las comunidades autónomas podrá establecer, bien mediante
el análisis caso a caso, bien mediante la fijación de umbrales, y de acuerdo
con los criterios del anexo III, que los proyectos a los que se refiere este
apartado se sometan a evaluación de impacto ambiental.

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Por tanto, según lo que se desprende de este artículo, los proyectos no incluidos en el
anexo I que puedan afectar a los espacios de la Red Natura 2000, será el órgano ambiental
quien decida si se deben someter o no al procedimiento de evaluación de impacto ambiental,
basándose en los criterios del anexo III, que son los siguientes:
1. Características de los proyectos: Las características de los proyectos deberán
considerarse, en particular, desde el punto de vista de:
a. El tamaño del proyecto.
b. La acumulación con otros proyectos.
c. La utilización de recursos naturales.
d. La generación de residuos.
e. Contaminación y otros inconvenientes.
f. El riesgo de accidentes, considerando en particular las sustancias y
las tecnologías utilizadas.
2. Ubicación de los proyectos: La sensibilidad medioambiental de las áreas
geográficas que puedan verse afectadas por los proyectos deberá considerarse
teniendo en cuenta, en particular:
a. El uso existente del suelo.
b. La relativa abundancia, calidad y capacidad regenerativa de los
recursos naturales del área.
c. La capacidad de carga del medio natural, con especial atención
a las áreas siguientes:
1. Humedales.
2. Zonas costeras.
3. Áreas de montaña y de bosque.
4. Reservas naturales y parques.
5. Áreas clasificadas o protegidas por la legislación del
Estado o de las Comunidades Autónomas; áreas de especial
protección designadas en aplicación de las
Directivas 79/409/CEE del Consejo, de 2 de abril de
1979, y 92/43/CEE del Consejo, de 21 de mayo de 1992.
6. Áreas en las que se han rebasado ya los objetivos de calidad
medioambiental establecidos en la legislación comunitaria.
7. Áreas de gran densidad demográfica.
8. Paisajes con significación histórica, cultural y/o arqueológica.

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3. Características del potencial impacto: Los potenciales efectos significativos de
los proyectos deben considerarse en relación con los criterios establecidos en
los anteriores apartados 1 y 2, y teniendo presente en particular:
a. La extensión del impacto (área geográfica y tamaño de la población
afectada).
b. El carácter transfronterizo del impacto.
c. La magnitud y complejidad del impacto.
d. La probabilidad del impacto.
e. La duración, frecuencia y reversibilidad del impacto.
Es decir, de acuerdo con lo anteriormente expuesto, se podrá someter a evaluación de
impacto ambiental un proyecto que tenga su ubicación en un espacio de la Red Natura
2000, solo cuando el órgano ambiental considere que se ha superado la capacidad de carga
del medio natural.
No obstante y con independencia de lo anterior, los siguientes proyectos deberán, en cualquier
caso, someterse a evaluación de impacto ambiental, de acuerdo con lo establecido
en el anexo I:
Grupo 2. Industria extractiva.
a. Explotaciones y frentes de una misma autorización o concesión a cielo abierto
de yacimientos minerales y demás recursos geológicos de las secciones A,
B, C y D cuyo aprovechamiento está regulado por la Ley 22/1973, de 21 de
julio, de Minas y normativa complementaria, cuando se dé alguna de las circunstancias
siguientes:
8. Explotaciones que se hallen ubicadas en terreno de dominio
público hidráulico o en zona de policía de un cauce cuando se
desarrollen en zonas especialmente sensibles, designadas en
aplicación de la Directiva 79/409/CEE del Consejo, de 2 de abril
de 1979, relativa a la conservación de las aves silvestres y de la
Directiva 92/43/CEE del Consejo, de 21 de mayo de 1992, relativa
a la conservación de los hábitats naturales y de la fauna y
flora silvestres, o en humedales incluidos en la lista del Convenio
Ramsar.
c. Dragados:
1. Dragados fluviales cuando se realicen entramos de cauces o
zonas húmedas protegidas designadas en aplicación de las
Directivas 79/409/CEE del Consejo, de 2 de abril de 1979 y
92/43/CEE del Consejo, de 21 de mayo de 1992, o en humedales
incluidos en la lista del Convenio Ramsar y cuando el volumen
extraído sea superior a 20.000 metros cúbicos/año.

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Grupo 9. Otros proyectos.
b. Los siguientes proyectos correspondientes a actividades listadas en el
anexo I que, no alcanzando los valores de los umbrales establecidos en el
mismo, se desarrollen en zonas especialmente sensibles, designadas en
aplicación de la Directiva 79/409/CEE del Consejo, de 2 de abril de 1979,
y de la Directiva 92/43/CEE, del Consejo, de 21 de mayo de 1992, o en
humedales incluidos en la lista del Convenio de Ramsar:
1. Primeras repoblaciones forestales cuando entrañen riesgos de
graves transformaciones ecológicas negativas.
2. Proyectos para destinar terrenos incultos o áreas seminaturales
a la explotación agrícola intensiva que impliquen la ocupación
de una superficie mayor de 10 hectáreas.
3. Proyectos de gestión de recursos hídricos para la agricultura,
con inclusión de proyectos de riego o de avenamiento de terrenos,
cuando afecten a una superficie mayor de 10 hectáreas.
4. Transformaciones de uso del suelo que impliquen eliminación de
la cubierta vegetal cuando dichas transformaciones afecten a
superficies superiores a 10 hectáreas.
5. Dragados marinos para la obtención de arena.
6. Explotaciones y frentes de una misma autorización o concesión a
cielo abierto de yacimientos minerales y demás recursos geológicos
de las secciones A, B, C y D, cuyo aprovechamiento está regulado
por la Ley de Minas y normativa complementaria, cuando la
superficie de terreno afectado por la explotación supere las 2,5
hectáreas o la explotación se halle ubicada en terreno de dominio
público hidráulico, o en la zona de policía de un cauce.
7. Tuberías para el transporte de productos químicos y para el
transporte de gas y petróleo con un diámetro de más de 800
milímetros y una longitud superior a 10 kilómetros.
8. Líneas aéreas para el transporte de energía eléctrica con una
longitud superior a 3 kilómetros.
9. Parques eólicos que tengan más de 10 aerogeneradores.
10. Plantas de tratamiento de aguas residuales.

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c. Los proyectos que se citan a continuación, cuando se desarrollen en
zonas especialmente sensibles, designadas en aplicación de las
Directivas 79/409/CEE del Consejo, de 2 de abril de 1979 y 92/43/CEE del
Consejo, de 21 de mayo de 1992, o en humedales incluidos en la lista del
Convenio de Ramsar:
1. Instalaciones para la producción de energía hidroeléctrica.
2. Construcción de aeródromos.
3. Proyectos de urbanizaciones y complejos hoteleros fuera de las
zonas urbanas y construcciones asociadas, incluida la construcción
de centros comerciales y de aparcamientos.
4. Pistas de esquí, remontes y teleféricos y construcciones asociadas.
5. Parques temáticos.
6. Vertederos de residuos no peligrosos no incluidos en el grupo 8
de este anexo I, así como de residuos inertes que ocupen más de
1 hectárea de superficie medida en verdadera magnitud.
7. Obras de encauzamiento y proyectos de defensa de cursos
naturales.
8. Instalaciones de conducción de agua a larga distancia cuando
la longitud sea mayor de 10 kilómetros y la capacidad máxima
de conducción sea superior a 5 metros cúbicos/segundo.
9. Concentraciones parcelarias.
Adicionalmente, se deberán someter a consideración de la autoridad ambiental, según lo
recogido en el anexo II:
Grupo 9. Otros proyectos.
k. Cualquier cambio o ampliación de los proyectos que figuran en los anexos
I y II, ya autorizados, ejecutados o en proceso de ejecución (modificación
o extensión no recogidas en el anexo I) que puedan tener efectos
adversos significativos sobre el medio ambiente, es decir, cuando se produzca
alguna de las incidencias siguientes:
5. Afección a áreas de especial protección designadas en aplicación
de las Directivas 79/409/CEE del Consejo, de 2 de abril de
1979, y 92/43/CEE del Consejo, de 21 de mayo de 1992, o a
humedales incluidos en la lista del Convenio Ramsar.

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Para los proyectos que se han señalado anteriormente el procedimiento a seguir se desarrolla
en la Sección 2ª (artículos 16 y 17), y es aquí donde se introducen determinadas
cuestiones que no recogen adecuadamente los preceptos establecidos en la Ley 42/2007 y
en la Directiva Hábitat.
En primer lugar reseñar que no habría hecho falta reseñar tan prolijamente tipos de proyectos
que deberán ser sometidos a consideración de la autoridad ambiental, ya que en
esto las dos normas señaladas anteriormente son claras: se someterá a evaluación cualquier
plan, programa o proyecto que, sin tener relación directa con la gestión del lugar (de la Red
Natura 2000) o sin ser necesario para la misma, pueda afectar de forma apreciable a los citados
lugares, ya sea individualmente o en combinación con otros planes o proyectos(Art. 45.2
de la Ley 42/2007). Por lo tanto, esta relación de proyectos tan solo induce a confusión.
Posteriormente, el articulo 16 en su punto 1, establece que: La persona física o jurídica,
pública o privada, que se proponga realizar un proyecto de los comprendidos en el anexo II, o
un proyecto no incluido en el anexo I y que pueda afectar directa o indirectamente a los espacios
de la Red Natura 2000, solicitará del órgano que determine cada comunidad autónoma
que se pronuncie sobre la necesidad o no de que dicho proyecto se someta a evaluación de
impacto ambiental, de acuerdo con los criterios establecidos en el anexo III. En el citado
anexo III, como ya se ha visto anteriormente, el único criterio relacionado con los espacios
protegidos de la Red Natura 2000 que se recoge es superar la capacidad de carga del
medio natural donde se ubica, no haciendo referencia alguna a los aspectos señalados en
la Ley 42/2007 sobre objetivos de conservación, integridad del lugar o mantenimiento de
la coherencia de la Red.
Y por último, y para generar aun más confusión, se establece el contenido que deberá tener
el documento ambiental del proyecto que deberá servir para evaluar su sometimiento a la
evaluación de impacto ambiental:
a. La definición, características y ubicación del proyecto.
b. Las principales alternativas estudiadas.
c. Un análisis de impactos potenciales en el medio ambiente.
d. Las medidas preventivas, correctoras o compensatorias para la adecuada protección
del medio ambiente.
e. La forma de realizar el seguimiento que garantice el cumplimiento de las indicaciones
y medidas protectoras y correctoras contenidas en el documento
ambiental.
De este contenido los puntos d y e parecen más propios de un estudio de impacto ambiental
que de un documento previo para determinar si el proyecto debe someterse o no a dicho
trámite, pero en cualquier caso introducir en el mismo las medidas compensatorias no
parece lo mas adecuado ya que, como severa a lo largo del presente documento de manera
detallada y exhaustiva, estas tan solo son aplicables cuando se ha constatado que el

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GUÍA PARA LA EVALUACIÓN DE AFECCIONES SOBRE LOS ESPACIOS DE LA RED NATURA 2000
proyecto tiene afección significativa a Red Natura 2000, y a falta de soluciones alternativas
y previa declaración del mismo como de interés público de primer orden, el proyecto se
va a llevar a cabo.
Por tanto, la legislación básica estatal sobre evaluación de impacto ambiental no resuelve
adecuadamente, en sus términos actuales, el procedimiento de evaluación de afecciones,
al no haber integrado las exigencias que la Ley 42/2007, derivadas de la Directiva Habitat,
tal y como se intentará explicar a lo largo de este documento, y que de forma sintética son
las siguientes:
1. Qué es necesario realizar un análisis de alternativas independiente del que
se haría para un procedimiento de EIA o EAE.
2. Qué sigue siendo necesario cubrir el objetivo que dio lugar al planteamiento
del plan/proyecto.
3. Que se tiene que incluir en dicho análisis de alternativa cero. Aunque no
existe una definición de que se entiende por este tipo de alternativa ni en
la DH ni en ningún documento de la Comisión Europea.
4. Que el análisis de alternativas se basa en la afección a los objetivos de conservación
del elemento/s Red Natura 2000 y en el mantenimiento de la
integridad y las funciones ecológicas.
5. Que el documento de afección a RN2000 debe ser independiente.
6. Que si el proyecto no tiene una afección en RN negativa/significativa no es
necesario el diseño de medidas compensatorias ni ser declarado de interés
público de primer orden.
7. Qué solo cuando la afección a RN es negativa/significativa se debe valorar
si el proyecto debe realizarse por Razones Imperiosas de interés público de
primer orden
Tampoco en el ámbito de la Comunidad Autónoma de Canarias existe un procedimiento
regulado para la elaboración y tramitación de la evaluación de afecciones, ya que la vigente
Ley de impacto ecológico (Ley 11/1990, de 13 de julio, de prevención del impacto ecológico
en Canarias) es anterior a la entrada en vigor de la Directiva de Hábitats,
Según el Artículo 4 del Capítulo I, de esta Ley, el procedimiento de Evaluación de Impacto
Ecológico puede comportar tres "formas" de naturaleza diferenciada en función de la categoría
a aplicar, que de menor a mayor intensidad son:
1. Evaluación Básica de Impacto Ecológico
2. Evaluación Detallada de Impacto Ecológico
3. Evaluación de Impacto Ambiental.

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La aplicación de estas categorías de Evaluación depende de varios factores:
A. De la financiación:
• "Se someterá a Evaluación Básica de Impacto Ecológico todo proyecto
de obras y trabajos financiados total o parcialmente con fondos de
la Hacienda Pública Canaria, salvo cuando su realización tenga lugar
dentro del suelo urbano, o en aquellos en los que en el convenio o
resolución que establezca la cooperación o subvención se exceptúe
motivadamente."
B. Del lugar:
• "Se someterá a Evaluación Básica del Impacto Ecológico todo proyecto
o actividad objeto de autorización administrativa que vaya a
realizarse en Área de Sensibilidad Ecológica."
• "Se someterán a Evaluación Detallada de Impacto Ecológico los proyectos
a actividades incluidas en el anexo II de esta Ley, cuando se
pretendan realizar en Áreas de Sensibilidad Ecológica."
C. De la actividad:
• "Se someterán a Evaluación Detallada de Impacto Ecológico los proyectos
a actividades incluidas en el anexo I de esta Ley."
• "Se someterán a Evaluación Detallada de Impacto Ecológico en Áreas
de Sensibilidad Ecológica los proyectos y actividades incluidos en el
anexo II de esta Ley."
• "Se someterán a Evaluación de Impacto Ambiental los proyectos o
actividades incluidos en el anexo III de esta Ley."
• "En los casos de ampliación de actividades e instalaciones ya existentes,
las dimensiones y los límites establecidos en los anexos I, II y III
para la exigencia de una evaluación, se entenderán referidos a los
que resulten al final de la ampliación." ( Ver Resolución de 19 de
noviembre de 1998, BOC de 5 de febrero de 1999 )
• "La Administración podrá considerar rebasados dichos límites y
dimensiones mínimas establecidos cuando estime que así ocurre por
acumulación con otras actuaciones propuestas simultáneamente por
el mismo o distinto promotor y que, razonablemente, puedan afectar
al mismo entorno ecológico." ( Ver Resolución de 19 de noviembre de
1998, BOC de 5 de febrero de 1999 )

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La ley regula los supuestos coincidentes, al recoger "La obligación de realizar una evaluación
de impacto eximirá de la de otra u otras de inferior categoría, cuando éstas resultasen
concurrentes para el mismo proyecto o actividad."
Establece también unas exclusiones:
• "La presente ley no será de aplicación en los proyectos relativos a
obras de simple reposición o reparación de las ya existentes, salvo
cuando se realicen en Áreas de Sensibilidad Ecológica".
• "El Gobierno de Canarias, en caso de extraordinaria y urgente necesidad,
podrá excluir del procedimiento de evaluación a un proyecto
determinado sobre los que tome acuerdo específico, que será público
y razonado, incluyendo en cada caso las previsiones que se estimen
necesarias en orden a minimizar el impacto ecológico del proyecto."
Establece también, que el procedimiento de evaluación del impacto ecológico es un procedimiento
incidental y previo al otorgamiento de cualquier autorización, concesión o licencia
administrativa de las actividades sujetas al mismo. Es un procedimiento incidental,
puesto que se inserta en el procedimiento sustantivo o de autorización de la actividad
(proyecto, plan o programa). Es un procedimiento previo, puesto que la resolución del
mismo (Declaración de Impacto Ecológico) ha de obtenerse antes de la emisión de la
correspondiente autorización, concesión o licencia que ha de recabarse del Órgano
Sustantivo.
Es necesario insistir en que existen tres categorías de Evaluación de Impacto, puesto que
de cada una de ellas se derivan algunas diferencias en el procedimiento; a) Evaluación
Básica de Impacto Ecológico, b) Evaluación Detallada de Impacto Ecológico y c) Evaluación
de Impacto Ambiental.
El procedimiento comienza cuando el Órgano Sustantivo remite el expediente completo al
Órgano Ambiental Actuante. El expediente completo está formado por el documento técnico
(proyecto, plan o programa), el documento de evaluación (Estudio Básico de Impacto
Ecológico, Estudio Detallado de Impacto Ecológico o Estudio de Impacto Ambiental, según
sea el caso) y el resultado de la información pública si la hubiere. Si bien el procedimiento
puede comenzarse en un paso previo, potestativo -en el ámbito de la Comunidad
Autónoma- del promotor de la actividad, que consiste en la presentación ante el Órgano
Ambiental Actuante de la denominada Memoria-resumen (M - R), documento en el que se
comunica a la Administración la intención de realizar determinado proyecto de los sujetos
a la aplicación de la legislación de impacto.
El procedimiento finaliza cuando el Órgano Ambiental Actuante emite la Declaración de
Impacto Ecológico.

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Órgano Ambiental Actuante: es aquel Órgano de la Administración competente en cada
caso para emitir la Declaración de Impacto Ecológico:
En las Evaluaciones Básicas de Impacto Ecológico que no afecten a
Áreas de Sensibilidad Ecológica, el Órgano Ambiental Actuante será
el Órgano administrativo promotor de la actividad. Ahora bien si
estamos en supuestos de financiación parcial actuará como órgano
ambiental aquél competente para emitir la autorización técnica del
proyecto.
"Serán órganos ambientales, en los supuestos de actividades sometidas
a Evaluación Básica de Impacto Ecológico, los Patronatos
Insulares de Espacios Naturales Protegidos cuando su estatuto regulador
así lo establezca y se hubiesen constituido los organismos gestores
de cada Espacio Natural Protegido, con su correspondiente
dotación de medios personales y materiales".
En las Evaluaciones Básicas de Impacto Ecológico que afecten a Áreas
de Sensibilidad Ecológica y en las Evaluaciones Detalladas de
Impacto Ecológico que no afecten a Áreas de Sensibilidad Ecológica,
el Órgano Ambiental Actuante será la Viceconsejería de Medio
Ambiente del Gobierno de Canarias.
Posteriormente "Se delega en los Cabildos Insulares el ejercicio de
las competencias sobre evaluación básica de impacto ecológico en
Áreas de Sensibilidad Ecológica (ASE) en los proyectos o actividades
cuyo promotor sea el Cabildo Insular y en aquéllos en los que el
Cabildo sea el órgano sustantivo autorizante."
Además, por RESOLUCIÓN de 11 de marzo de 1996, de la Dirección
General de Urbanismo, se hace público el Acuerdo de la Comisión [...],
de delegación al Consejero de Política Territorial y Medio Ambiente
[...], de las competencias que corresponden a la Comisión como órgano
ambiental en las Evaluaciones Detalladas de Impacto Ecológico
"que afecten a un A.S.E.". (B.O.C. de 25 de marzo de 1996).
En las Evaluaciones Detalladas de Impacto Ecológico que afecten a
Áreas de Sensibilidad Ecológica, el Órgano Ambiental Actuante será
la Comisión de Urbanismo y Medio Ambiente de Canarias (CUMAC).
En las Evaluaciones de Impacto Ambiental, el Órgano Ambiental
Actuante será la Comisión de Urbanismo y Medio Ambiente de
Canarias (CUMAC), salvo que se haya establecido específicamente
que actúe el Gobierno de Canarias. Cabe otra salvedad en este caso,
y es la de que será el Órgano ambiental del Estado cuando así lo prevea
la legislación estatal.

18
GUÍA PARA LA EVALUACIÓN DE AFECCIONES SOBRE LOS ESPACIOS DE LA RED NATURA 2000
Uno de los aspectos más novedosos y potentes que recoge la legislación canaria son las
Áreas de Sensibilidad Ecológica (A.S.E.): que son aquéllas que por sus valores naturales,
culturales o paisajísticos intrínsecos, o por la fragilidad de los equilibrios ecológicos existentes
o que de ellas dependan, son sensibles a la acción de factores de deterioro o susceptibles
de sufrir ruptura en su equilibrio o armonía de conjunto.
En el ámbito de la Comunidad Autónoma Canaria son Áreas de Sensibilidad Ecológica: Los
Parques Nacionales y sus Zonas Periféricas de Protección, Los Parques Naturales, Las
Reservas, Los Monumentos y los Sitios de Interés Científico. Además los Anexos, literal y
cartográfico, de la Ley 12/1994, de 19 de diciembre, de Espacios Naturales de Canarias,
establecen Áreas de Sensibilidad Ecológica para otras categorías de Espacios Naturales e
incluso en ámbitos exteriores a los mismos.
Tras este análisis, se puede concluir que parece necesario adaptar la legislación de evaluación
de impacto ecológico de canarias, a los preceptos de la Ley 42/2007 emanados de la
Directiva Hábitat, en lo referente a la evaluación de repercusiones sobre los espacios de la
Red Natura 2000. Para ello se deberá establecer un procedimiento simplificado inicial para
determinar si existe afección o no, que podría basarse en una adaptación de la Evaluación
Básica de Impacto Ecológico, y en caso de existir dicha afección someter el proyecto a un
procedimiento mas complejo. También, teniendo en cuenta la gran superficie que de espacios
protegidos Red Natura 2000 existe en Canarias, se podría recoger en esta legislación
la posibilidad de eximir de la evaluación de afecciones determinados proyectos, si así se
establece en el instrumento de gestión del lugar.

GUÍA PARA LA EVALUACIÓN DE AFECCIONES SOBRE LOS ESPACIOS DE LA RED NATURA 2000
19
2EL MARCO CONCEPTUAL
Existen una serie de conceptos importantes para la aplicación de la Directiva Hábitats, y
más concretamente en los apartados 3 y 4 de su artículo 6, que sin su correcta aclaración
la evaluación de las afecciones de los planes y proyectos a los lugares de la Red Natura 2000
se hace muy complicada. Esta preocupación ha existido también en la Comisión Europea, y
se ha visto reflejada en la publicación de diversos documentos técnicos que han intentado
poner en claro diferentes conceptos y términos recogidos en la Directiva de Hábitats
(Comisión Europea, 2000, 2002 y 2007).
En este apartado de la guía se han recogido y analizado estos conceptos que sin duda ayudarán,
tanto a los evaluadores como a los redactores de los estudios de afecciones, a realizar
su trabajo de acuerdo a los principios y objetivos recogidos en las Directivas
Comunitarias.
2.1 EL PRINCIPIO DE PRECAUCIÓN O CAUTELA
El principio de precaución o cautela es uno de los pilares básicos para la conservación de
la biodiversidad, y sobre el que deben descansar las decisiones técnico-administrativas que
se tomen para el desarrollo e implantación de la Directiva de Hábitats en todo el territorio
de la Unión, ya que sin él detener la pérdida de biodiversidad y mantener en un estado de
conservación favorable los hábitats y las especies recogidos en los anexos de las Directivas
de conservación, será una tarea difícil de alcanzar, sino imposible.
El concepto de principio de cautela nació a partir de una Comunicación de la Comisión,
adoptada en febrero de 2000 1 , sobre el «recurso al principio de cautela», que define este
concepto y explica cómo se propone aplicarlo. Este documento se aplica y desarrolla en los
campos de la seguridad alimentaria y del medio ambiente, y establece que la utilización del
principio de cautela presupone:
1 COMISIÓN EUROPEA, 2000. Comunicación de la Comisión sobre el recurso al principio de precaución. COM/2000/0001 final

20
GUÍA PARA LA EVALUACIÓN DE AFECCIONES SOBRE LOS ESPACIOS DE LA RED NATURA 2000
• Detección de efectos potencialmente negativos de un fenómeno, producto
o procedimiento.
• Una evaluación científica de los riesgos que, debido a la insuficiencia de los
datos o a su carácter impreciso o no concluyente, no permite determinar con
suficiente certeza el riesgo en cuestión (Comisión Europea, 2000, p. 14).
Las medidas basadas en el principio de precaución deben mantenerse en tanto la información
científica sea incompleta o no concluyente y se considere que el riesgo es demasiado
alto para imponerlo a la sociedad, teniendo en cuenta el nivel de protección elegido. Las
medidas deberán ser revisadas periódicamente teniendo en cuenta el progreso científico,
y modificadas según sea necesario.
Este principio ha sido posteriormente aplicado y desarrollado sobre los aspectos concretos
de la Directiva de Hábitats, y así la Comisión en su último documento sobre aclaración de
determinados términos de dicha Directiva (Comisión Europea, 2007) 2 , establece lo siguiente:
“…si existe un elevado grado de certeza científica de que la iniciativa no va a afectar al
lugar, las autoridades competentes pueden autorizar el plan o proyecto. En caso de duda o si
las conclusiones son negativas, debe aplicarse el principio de cautela y seguirse los procedimientos
descritos en el apartado 4 del artículo 6. Por otro lado, un plan o proyecto también
puede suspenderse en aplicación del principio de cautela y de planteamientos preventivos.”
El principio de precaución o cautela tiene además aplicación en diversas fases del proceso
de evaluación, tal y como recoge el documento de la Comisión sobre la Evaluación de planes
y proyectos que afectan significativamente a los lugares Natura 2000 (Comisión
Europea, 2002) 3 , donde establece que la evaluación debe hacer especial hincapié en la
demostración objetiva y probada de que:
• No habrá efectos significativos en un lugar Natura 2000 (Fase Uno:
Exploración o Cribado).
• No habrá efectos negativos en la integridad de un lugar Natura 2000 (Fase
Dos: Evaluación adecuada).
• No existen alternativas al proyecto o plan que puede tener efectos negativos
en la integridad de un lugar Natura 2000 (Fase Tres: Evaluación de
soluciones alternativas).
• Existen medidas compensatorias que conservan o aumentan la coherencia
general de Natura 2000 (Fase Cuatro: Evaluación de medidas compensatorias).
2 COMISIÓN EUROPEA, 2007. Documento orientativo sobre el apartado 4 del artículo 6 de la «Directiva sobre hábitats» 92/43/CEE
clarificación de los conceptos de soluciones alternativas, razones imperiosas de interés público de primer orden, medidas compensatorias,
coherencia global y dictamen de la comisión.
3 COMISIÓN EUROPEA 2002. Assessment of plans and projects significantly affecting Natura 2000 sites. Luxembourg: Office
for Official Publications of the European Communities. 76 pp

GUÍA PARA LA EVALUACIÓN DE AFECCIONES SOBRE LOS ESPACIOS DE LA RED NATURA 2000
21
Además de los documentos de la Comisión ya citados, la aplicación de este principio ha
sido apoyada y aclarada por el Tribunal de Justicia de Luxemburgo que a través de diversas
sentencias ha aclarado y validado su utilización. Entre estas sentencias se pueden destacar
las referentes al asunto C-127/02, Waddenvereniging y Vogelbeschermingsvereniging 4 , y
al asunto C-6/04, Comisión contra Reino Unido de Gran Bretaña e Irlanda del Norte 5 , y más
recientemente en la sentencia del Tribunal de 26 de octubre de 2006 en el asunto C-
239/04 6 , relativo a la construcción de una autopista en Portugal, donde se menciona que
antes de autorizarse el proyecto debe eliminarse toda duda científicamente razonable
sobre la inexistencia de efectos negativos en la integridad del espacio.
Por todo ello, parece razonable que tanto en la redacción de los documentos de evaluación
de repercusiones, como en la toma de decisiones sobre las posibles repercusiones de
un plan o proyecto sobre los lugares de la Red Natura 2000, prevalezca en todo momento
el principio de precaución o cautela, siempre que existan dudas razonables.
2.2 LOS OBJETIVOS DE CONSERVACIÓN
Otro de los elementos clave para determinar adecuadamente si existen o no afecciones a
un lugar de la Red Natura 2000, son los objetivos de conservación del mismo. Sin embargo,
la Directiva de Hábitats no define explícitamente este concepto, por lo que hay que
referirse a las interpretaciones que sobre el mismo hace la Comisión, en los diferentes
documentos aclaratorios. Así, en el documento sobre la Gestión de espacios Natura 2000
(Comisión Europea, 2000) 7 establece que “La información incluida en el formulario normalizado
de datos elaborado por la Comisión constituye la base para que los Estados miembros
determinen los objetivos de conservación del lugar”.
Por tanto, si partimos de esa base, en primer lugar se encontrarían aquellos lugares en los
que no se han establecido unos objetivos específicos de conservación y de los que solo se
disponga de la información contenida en el formulario normalizado de datos 8 del citado
lugar, actualmente la situación más frecuente en Canarias. En este caso estaríamos hablando
más que de objetivos de conservación, de “objetos de conservación” y por tanto, contaríamos
como único elemento para fijar dichos objetivos con la aplicación del objetivo
genérico de la Directiva a los citados “objetos”. El objetivo de conservación del lugar sería,
por tanto, mantener en un estado de conservación favorable, o en su caso restaurar, los
hábitats y las especies por las cuales ha sido incluido en la Red Natura 2000.
4 Sentencia del Tribunal de 7 de septiembre de 2004 en el asunto C -127/02, párrafos 57 y 61.
5 Sentencia del Tribunal de 20 de octubre de 2005 en el asunto C-6/04, párrafo 54.
6 Sentencia del Tribunal de 26 de octubre de 2006, Comisión/Portugal (asunto C-239/04, párrafo 24).
7 Comisión Europea, 2000. Gestión de espacios Natura 2000. Disposiciones del artículo 6 de la Directiva 92/43/CEE sobre
hábitats. Luxemburgo: Oficina de Publicaciones Oficiales de las Comunidades Europeas. 69 pp.
8 Formulario normalizado de datos, creado en virtud de la Decisión 97/266/CE de la Comisión de 18 de diciembre de 1996
(DO L 107 de 24.4.1997, p. 1).

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GUÍA PARA LA EVALUACIÓN DE AFECCIONES SOBRE LOS ESPACIOS DE LA RED NATURA 2000
En esta situación, se tendrían que tener en cuenta otros datos, de los hábitats y de las
especies, contenidos en el formulario como son la representatividad y el estado de conservación
para los hábitats, y población y conservación para las especies.
En la actualidad, además se cuenta con información complementaria de los hábitats y
especies de los Anexos de la Directiva contenida en la fichas del informe del Artículo 17
para la Región Biogeográfica Macaronésica Canaria. Estas fichas contienen datos sobre la
Superficie Favorable de Referencia, en el caso de los hábitats, y de Poblaciones Favorables
de Referencia para las especies, así como las evaluaciones del estado de conservación 9 , que
junto con la anteriormente citada información contenida en el Formulario normalizado de
datos pueden ayudar a establecer los objetivos de conservación.
No obstante hay que tener en cuenta, que a la hora de realizar los trabajos encaminados a
redactar el estudio de afecciones, es necesario actualizar la información para recoger los
mejores conocimientos disponibles, pudiendo incluir los siguientes aspectos 10 :
• Estructura, función y papel de cada uno de los valores ecológicos del lugar.
• Área, representatividad y estado de conservación de los hábitats prioritarios
y no prioritarios del lugar.
• Tamaño de la población, grado de aislamiento, ecotipo, grupo genético,
estructura de edades y estado de conservación de las especies recogidas en
el anexo II de la Directiva sobre hábitats o el anexo I de la Directiva sobre
aves presentes en el lugar en cuestión.
• Papel del lugar en la región biográfica y en la coherencia de la red Natura
2000.
• Otros elementos y funciones ecológicas identificadas en el lugar.
Si aún así, existen lagunas de información, hay que complementar los datos disponibles
con más trabajo sobre el terreno (Comisión Europea, 2002).
En segundo lugar habría que considerar aquellos espacios que contasen con algún documento
de gestión aprobado, en cuyo caso en el mismo deberían estar recogidos los objetivos
de conservación del espacio. Aquí hay que tener en cuenta aquellos lugares de Red
Natura 2000 que coincidan con Espacios Naturales Protegidos y que tengan un Plan de
Gestión redactado conforme a las exigencias de la normativa reguladora de estos últimos.
En este caso hay que prestar especial atención, ya que en la mayor parte de los casos los
9 Para una definición mas precisa de estos conceptos ver: COMMISSION EUROPEENNE, Assessment, monitoring and reporting of
conservation status – Preparing the 2001-2007 report under Article 17 of the Habitats Directive, DocHab-04-03/03 rev.3, 15
mars 2005.
10 COMISIÓN EUROPEA, 2007. Documento orientativo sobre el apartado 4 del artículo 6 de la «Directiva sobre hábitats»
92/43/CEE clarificación de los conceptos de soluciones alternativas, razones imperiosas de interés público de primer orden,
medidas compensatorias, coherencia global y dictamen de la comisión.

GUÍA PARA LA EVALUACIÓN DE AFECCIONES SOBRE LOS ESPACIOS DE LA RED NATURA 2000
23
objetivos de conservación abarcan elementos naturales – hábitats y especies – que no
están contenidos en la Directiva de Hábitats, y que en ocasiones pueden entrar en conflicto
con ellos. Además, estos planes de gestión recogen objetivos más allá de la conservación,
como el uso público o el desarrollo socioeconómico que pueden poner en peligro o
dificultar el mantenimiento en un estado de conservación favorable de los hábitats y las
especies de la Directiva de Hábitats.
Por tanto, si se utilizan planes no específicamente redactados para la gestión de un Lugar
de la Red Natura 2000 para obtener o fijar los objetivos de conservación, los objetivos
recogidos en el documento no son de aplicación directa, debiendo realizarse un análisis de
los mismos desde la óptica de la Directiva de Hábitats.
Si a la hora de fijar los objetivos de conservación de un Lugar de la Red Natura 2000, se producen
contradicciones evidentes entre los mismos, se tendrá en cuenta la importancia
relativa de cada especie o tipo de hábitat, para lo que se puede utilizar la clasificación combinada
de “prioridad” y “rareza biogeográfica”, dando preferencia, por ejemplo, a un tipo
de hábitat “muy raro” y “prioritario” frente a otro tipo de hábitat “no raro” y “no prioritario”.
En cuanto a las especies, puede utilizarse como criterio su “estado de conservación”
(en peligro de extinción, vulnerable, etc.) 11 .
No hay que descartar que al establecer los objetivos de conservación para determinados
hábitats o especies, se puedan incluir medidas que vayan mas allá de los límites del Lugar
Red Natura 2000, debiendo encajar estas medidas en los Planes de Ordenación de los
Recursos Naturales (PORN), que en Canarias tienen ámbito insular.
Por último, en la actualidad el Ministerio de Medio Ambiente está realizando un estudio
sobre las Bases ecológicas para la gestión de los hábitat de la Directiva 92/43/CEE, que
facilitará una vez finalizado, el establecimiento de los objetivos de conservación para los
tipos de hábitats presentes en Canarias.
No hay que olvidar que el riesgo de degradación de los lugares como consecuencia de una
mala evaluación de los objetivos de conservación por los autores de la misma y por las autoridades
competentes debería impulsar a estas últimas a adoptar lo más rápidamente posible
los planes de gestión de tales lugares y, en todo caso, a tomar unas mínimas medidas de protección
provisional a la espera de su adopción 12 .
11 Dirección General del Medio Natural de la Región de Murcia, 2005. Guía nº 7. Proyectos que puedan afectar a la red natura
2000. Colección “Guías para la elaboración de estudios ambientales de proyectos con incidencia sobre el medio natural”.
12 Charles-Hubert Born, 2006. Algunas reflexiones sobre el mecanismo de protección de los lugares Natura 2000 frente a las
repercusiones de planes y proyectos. IeZ: Ingurugiroa eta zuzenbidea = Ambiente y derecho, Nº. 4, 2006, pags. 11-38

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GUÍA PARA LA EVALUACIÓN DE AFECCIONES SOBRE LOS ESPACIOS DE LA RED NATURA 2000
2.3 LA INTEGRIDAD DEL LUGAR
Al igual que en el caso anterior el concepto de integridad del lugar no ha sido definido en
el texto de la Directiva de Hábitats, siendo un elemento clave para la determinación de las
afecciones de un plan o proyecto a los Lugares Natura 2000.
El último documento de la Comisión sobre la aclaración de conceptos de la Directiva 13 , recoge
unas orientaciones que permiten esclarecer el alcance del término: “La integridad biológica
puede definirse como el conjunto de factores que contribuyen al mantenimiento del
ecosistema, incluidos los valores estructurales y funcionales. En el marco de la Directiva sobre
hábitats, la integridad biológica de un lugar va ligada a los objetivos ecológicos que motivaron
la designación del mismo como parte de la red Natura 2000.”
Por tanto, el concepto de “integridad del Lugar” está vinculado a los objetivos de conservación
de dicho lugar, señalados en el apartado anterior, y no con aquellos otros elementos
que no tengan una relación con los mismos, como puedan ser los aspectos paisajísticos
o los tipos de hábitats o especies que no están consideradas como de interés comunitario.
Esto ha quedado ratificado por el Tribunal Superior de Justicia de Luxemburgo que ha establecido
que «no cabe considerar que tal plan o proyecto pueda afectar de manera significativa
al lugar de que se trate cuando, a pesar de tener alguna repercusión sobre éste, no puede
comprometer los objetivos de conservación de dicho lugar» 14
Otro aspecto importante a tener en cuenta es que la expresión “integridad del Lugar” indica
que se está refiriendo a un espacio concreto. Por consiguiente, no es justificable la destrucción
de un Lugar o parte del mismo alegando que el estado de conservación de los
tipos de hábitats y especies presentes va a seguir de todos modos siendo favorable en el
conjunto de la Región o del Estado 15 .
Estas ideas están plasmadas de una manera muy acertada en el documento de Born,
(2006) 16 donde se puede leer lo siguiente:
“Así, resulta que, para verificar la eventualidad de un perjuicio a « la integridad del lugar »,
la evaluación adecuada debe estudiar de manera científica y en profundidad si el plan o el
proyecto no « compromete » los « objetivos de conservación del lugar ». Éstos corresponden
al estado ecológico en el que es necesario preservar el lugar para responder a las exigencias
ecológicas de los hábitats y de las especies por los que ha sido designado. Deberían, de esta
forma, figurar en el plan de gestión del lugar. Al constituir la referencia fundamental para
13 COMISIÓN EUROPEA, 2007. Documento orientativo sobre el apartado 4 del artículo 6 de la «Directiva sobre hábitats»
92/43/CEE clarificación de los conceptos de soluciones alternativas, razones imperiosas de interés público de primer orden, medidas
compensatorias, coherencia global y dictamen de la comisión.
14 STJCE de 7 de septiembre de 2004, asunto C-127/02, Landelijke Vereniging tot Behoud van de Waddenzee, Nederlandse
Vereniging tot Bescherming van Vogels c. Staatssecretaris van Landbouw, Natuurbeheer en Visserij (“mar de Wadden”), apartado 47.
15 Comisión Europea, 2000. Gestión de espacios Natura 2000. Disposiciones del artículo 6 de la Directiva 92/43/CEE sobre hábitats.
Luxemburgo: Oficina de Publicaciones Oficiales de las Comunidades Europeas. 69 pp
16 Charles-Hubert Born, 2006. Algunas reflexiones sobre el mecanismo de protección de los lugares Natura 2000 frente a las
repercusiones de planes y proyectos. IeZ: Ingurugiroa eta zuzenbidea = Ambiente y derecho, Nº. 4, 2006, pags. 11-38

GUÍA PARA LA EVALUACIÓN DE AFECCIONES SOBRE LOS ESPACIOS DE LA RED NATURA 2000
25
juzgar acerca del carácter significativo de los daños causados al lugar, tales objetivos parecen
adquirir el valor de auténticas normas de calidad medioambiental y de afectación del
suelo, que limitan estrechamente la potestad discrecional de la autoridad competente para
aprobar los planes y proyectos.”
Sirvan como ejemplo de efectos significativos sobre la “integridad del lugar”, los recogidos
en el documento de English Nature (1999) 17 :
• Causing change to the coherence of the site or to the Natura 2000 series
(e.g. presenting a barrier between isolated fragments, or reducing the ability
of the site to act as a source of new colonisers);
• Causing reduction in the area of habitat or of the site;
• Causing direct or indirect change to the physical quality of the environment
(including the hydrology) or habitat within the site;
• Causing ongoing disturbance to species or habitats for which the site is
notified;
• Altering community structure (species composition);
• Causing direct or indirect damage to the size, characteristics or reproductive
ability of populations on the site;
• Altering the vulnerability of populations, etc to other impacts;
• Causing a reduction in the resilience of the feature against external change
(for example its ability to respond to extremes of environmental conditions);
• Affecting restoration of a feature where this is a conservation objective.
2.4 LA COHERENCIA DE LA RED
En el campo de la conservación de la naturaleza y las áreas protegidas, el termino coherencia
está ligado al establecimiento de las redes de conservación.
Así, en un estudio de UICN 18 , sobre el desarrollo y aplicación de las redes ecológicas en
varios países, se considera una red ecológica como un sistema coherente de elementos de
paisaje naturales y/o seminaturales, que se crea y maneja (gestiona) con el objetivo de
mantener o restaurar las funciones ecológicas como medio para conservar la biodiversidad,
creando al mismo tiempo oportunidades para el uso sostenible de los recursos naturales.
En las diferentes partes del planeta, se usan distintos nombres para describir este
17 English Nature, 1999. Habitats regulations guidance note nº3. The determination of likely significant effect under the
conservation (Natural Habitats &c) Regulations, 1994.
18 Bennett & Wit (2001) The development and application of ecological networks. Gland, Suiza, AIDEnvironment y Unión
Mundial para la Naturaleza (UICN).

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GUÍA PARA LA EVALUACIÓN DE AFECCIONES SOBRE LOS ESPACIOS DE LA RED NATURA 2000
amplio enfoque, siendo los más comunes: red ecológica, red de reservas, planificación bioregional
y conservación ecoregional.
En el citado trabajo, se establece que al margen de su denominación, todos los modelos se
caracterizan por los siguientes cinco elementos clave:
1. concentrarse en conservar la biodiversidad a nivel del ecosistema, el paisaje
o la región
2. poner énfasis en mantener o fortalecer la coherencia ecológica, principalmente
manteniendo la conexión ecológica interactiva
3. asegurar la protección de las áreas criticas contra los efectos de posibles
actividades externas perjudiciales
4. restaurar ecosistemas degradados donde sea necesario
5. promocionar la complementariedad entre los objetivos del uso de la tierra
y los de la conservación de la biodiversidad; principalmente mediante la
explotación del valor potencial de la biodiversidad de las áreas paisajísticas
asociadas seminaturales.
Es decir, que el término coherencia no solo aparece en la definición de lo que debe ser una
red ecológica, sino que constituye uno de sus elementos clave (elemento 2). También se
observa en el punto 2 la relación existente entre los términos coherencia y conectividad,
que como se verá con más detalle, es recurrente en la literatura científica y técnica.
Otro campo que ha tenido gran actividad en la definición y precisión del término coherencia
en los últimos años ha sido el del establecimiento y protección de las áreas marinas,
fundamentalmente en la Comisión de Helsinki 19 y en el Convenio de OSPAR 20 .
Sin embargo, el término de coherencia que se trata en este documento es el establecido en
el año 1992 por la Directiva Hábitat, y que ha supuesto una amplia producción de documentos
técnicos, aunque no así en la literatura científica 21 , que intentan aproximaciones a
una definición clara del concepto. Esto ha llevado a la organización reciente de unas jornadas
de trabajo cuyo tema fue “Ecological networks and coherence according to article 10
of the Habitats Directive” que tuvieron lugar entre el 9 y el 13 de mayo de 2005 en la
International Nature Conservation Academy de la isla de Vilm 22 .
19 HELCOM (2005) Conclusions of the workshop "Ecological Networks and Coherence According to Article 10 of the Habitats
Directive", Vilm (Germany), 9–13 May 2005
20 OSPAR BDC (2007) Background document to support the assesment of whether the OSPAR network of Marine Protected
Areas is ecologically coherent. Brussels (European Commision) 26-30 Mar. 2007. BDC 07/03/14_E
21 OSPAR BDC (2007) Background document to support the assesment of whether the OSPAR network of Marine Protected
Areas is ecologically coherent. Brussels (European Commision) 26-30 Mar. 2007. BDC 07/03/14_E
22 BNF (2005) Conclusions of the workshop "Ecological Networks and Coherence According to Article 10 of the Habitats
Directive", Vilm (Germany), 9–13 May 2005

GUÍA PARA LA EVALUACIÓN DE AFECCIONES SOBRE LOS ESPACIOS DE LA RED NATURA 2000
27
Sobre estas bases se desarrollará el presente documento, tratando de aclarar los conceptos
y recogiendo aquellos aspectos, tanto cuantitativos como cualitativos, que ayuden a
hacer más comprensible el término de coherencia en el ámbito general de la Directiva, y su
aplicación concreta en el desarrollo del artículo 6 de la misma. A este respecto la referencia
que se utilizará será el último documento publicado en enero de 2007 por la Comisión 23 .
No obstante, además de la acepción ecológica de la coherencia, habría que tener en cuenta
dos términos más para que la Red Natura 2000 sea plenamente coherente, la coherencia
interterritorial o espacial y la coherencia administrativa.
Se define la coherencia interterritorial o espacial como aquella que asegura la continuidad
geográfica de los lugares de la Red a ambos lados de los límites administrativos entre países
o regiones; mientras que la coherencia administrativa pasa por la integración de los
lugares de la Red Natura 2000 en las estructuras y redes de conservación y áreas protegidas
existentes en cada uno ámbito territorial. Este último aspecto alcanzaría su mayor
nivel si la integración de la Red se realizase en el ámbito de la ordenación del territorio.
2.4.1 El término coherencia en las Directivas Comunitarias de Conservación
Hay una serie de referencias legales en el texto de la DH al termino coherencia, que se van
a comentar brevemente.
Ya en los considerandos aparece la siguiente referencia:
“Considerando que, para garantizar el restablecimiento o el mantenimiento
de los hábitats naturales y de las especies de interés comunitario en un estado
de conservación favorable, procede designar zonas especiales de conservación
a fin de realizar una red ecológica europea coherente con arreglo a un
calendario establecido;”
Ya en el articulado hay que destacar que este término no aparece entre las definiciones que
se incluyen en el Art. 1.
La primera referencia al término se encuentra en la definición de Lugares de
Importancia Comunitaria (LIC, art. 1.k): Se define como lugar aquel que
• “contribuya de forma apreciable a mantener o restablecer a un estado de
conservación favorable un tipo de hábitat natural … o una especie (anexos
I y II), y
• que pueda de esta forma contribuir de modo apreciable a la coherencia de
Natura 2000 tal y como se contempla en el art. 3, y/o
• contribuya de forma apreciable al mantenimiento de la diversidad biológica
en la región o regiones biogeográficas de que se trate.”
23 Comisión Europea (2007) “Documento orientativo sobre el apartado 4 del artículo 6 de la Directiva sobre hábitats
92/43/CEE” 30 pp.

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GUÍA PARA LA EVALUACIÓN DE AFECCIONES SOBRE LOS ESPACIOS DE LA RED NATURA 2000
El articulo 3 crea una red ecológica europea coherente (incluyendo los LIC y las ZEPA de la
Directiva Aves) y adicionalmente en el art. 3.3 se refiere a la mejora de la coherencia ecológica
“mediante el mantenimiento y, en su caso, el desarrollo de elementos del paisaje
que revistan primordial importancia para la fauna y la flora silvestres que cita el art. 10.”
En el artículo 4 queda de manifiesto que la coherencia juega un papel en el establecimiento
de las prioridades de conservación para la designación de lugares (art. 4.4).
Posteriormente, para la futura gestión de la RN2000, el artículo 6 establece con respecto
a la evaluación de repercusiones que “la coherencia global de Natura 2000 debe ser protegida”
en el caso de planes o proyectos de efectos negativos (art.6.4)
El artículo 10 recoge que “cuando lo consideren necesario, los Estados miembros, en el
marco de sus políticas nacionales de ordenación del territorio y de desarrollo y, especialmente,
para mejorar la coherencia ecológica de la red Natura 2000, se esforzarán por
fomentar la gestión de los elementos del paisaje que revistan primordial importancia para
la fauna y la flora silvestres.”
El artículo 10.2 da detalles sobre el tipo de estructuras que pueden asegurar la coherencia,
nombrando específicamente los elementos que sean:
• estructuras continuas y lineales y
• puntos de enlace (stepping stones), y que por tanto resultan esenciales
• para la migración, la distribución geográfica (dispersión) y el intercambio
genético de las especies silvestres”
Por último, durante la etapa 2 de la selección de lugares (evaluación de la importancia
Comunitaria de los lugares de acuerdo con el anexo III) la coherencia ecológica forma
parte de los criterios de evaluación establecidos en el punto 2.e, aquí referidos o englobados
bajo el término “valor ecológico global del lugar”.
Aunque las referencias a la coherencia en la Directiva Aves 79/409/CE son escasas, también
hay una mención en sus considerandos (considerando 9):
“Considerando que la preservación, el mantenimiento o el restablecimiento
de una diversidad y de una superficie suficiente de hábitats son indispensables
para la conservación de todas las especies de aves; que determinadas
especies de aves deben ser objeto de medidas de conservación especiales con
respecto a su hábitat con el fin de asegurar su supervivencia y su reproducción
dentro de su área de distribución; que dichas medidas deben, asimismo tener
en cuenta las especies migratorias y estar coordinadas con miras al establecimiento
de una red coherente;”
Además en la Directiva Aves hay una referencia a la red de ZEPA, usando el término “red”
en un sentido similar a la coherencia ecológica de la red en la Directiva Hábitat, en su artículo
4.3, donde dice “una red coherente que responda a las necesidades de protección de
las especies”. La Directiva Aves no da explicaciones explicitas de cómo conseguir la integridad
de esta red.

GUÍA PARA LA EVALUACIÓN DE AFECCIONES SOBRE LOS ESPACIOS DE LA RED NATURA 2000
29
2.4.2 Una aproximación a la definición de coherencia
A pesar de todo lo expuesto hasta aquí, el término coherencia ecológica no tiene una definición
formal. En alguno de los documentos citados en el punto 1. Introducción, se han
propuesto definiciones del término:
• “Coherencia ecológica: representación suficiente (calidad de los fragmentos,
superficie total de los fragmentos, distribución espacial de los fragmentos,
permeabilidad del paisaje) de hábitat / especies para asegurar un
estado de conservación favorable de las mismas a lo largo de todo su ámbito
de distribución natural” 24
• En varios trabajos relacionados con las Áreas Marinas Protegidas, elaborados
en el seno del Convenio de OSPAR 25 y del Comité de Helsinki 26, 27 se ha
adoptado una definición de coherencia ecológica, basada en la descripción
de las funciones que debe cumplir, en los siguientes términos:
A. Una red ecológicamente coherente de áreas protegidas:
I. Soporta e interactúa con el ambiente en el que esta insertada
II.
Mantiene los procesos, funciones y estructuras que intenta
proteger a lo largo de su ámbito de distribución natural; y
III. Funciona sinérgicamente como un todo, de manera que
cada sitio protegido que constituye la red se beneficia de
los otros para alcanzar los dos objetivos anteriores
B. Adicionalmente, una red ecológicamente coherente de áreas protegidas
debe:
IV. Diseñarse para ser resilente al cambio de condiciones
24 BNF (2005) Conclusions of the workshop "Ecological Networks and Coherence According to Article 10 of the Habitats
Directive", Vilm (Germany), 9–13 May 2005
25 OSPAR MASH (2006) OSPAR Convention for the Protection of the Marine environment of the Northeast Atlantic, meeting
of the working group on marine protected areas, species and habitats, Horta, 2-5 Oct. 2006. Criteria and Guidelines for
Assessing whether the OSPAR Network of Marine Protected Areas is Ecologically Coherent, first revision. MASH 06/5/3 -rev.
26 HELCOM (2006) Workshop on ecologically coherent network of MPAs in the Baltic Sea and the North East Atlantic.
Helsinki, 25-27 Oct.2006
27 Korpinen & Piekäinen (2006) “Literature review on ecological coherence of a network of marine protected areas (MPAS).
Suggestions for practical criteria to evaluate ecological coherence of the Baltic Sea MPA Network.” BALANCE/HELCOM
Workshop on ecologically coherent network of MPAs in the Baltic Sea and the North East Atlantic. Helsinki, 25-27 Oct.2006

30
GUÍA PARA LA EVALUACIÓN DE AFECCIONES SOBRE LOS ESPACIOS DE LA RED NATURA 2000
En el documento de Korpinen & Piekäinen 10 , donde realizan una revisión de la literatura
sobre la coherencia ecológica de las redes de Áreas Marinas Protegidas, se establecen una
serie de criterios, fundamentalmente de tipo cualitativo, para intentar precisar más la
definición. Entre otros se citan los siguientes:
• Representatividad: la red deberá contener la totalidad de especies, hábitat,
paisajes y procesos (objetos de conservación) a los que pretende dar
protección y viabilidad. La red debe tener en cuenta los posibles subtipos
debidos a variaciones biogeográficas. Otros aspectos a tener en cuenta en
el caso de los hábitats es dar cobertura a todos los tipos que conformen
complejos de hábitats, aunque algunos tipos pertenecientes al complejo
no se encuentren entre los objetos de conservación de una determinada
red – por ejemplo, hábitats no incluidos en el anexo I de la Directiva pero
de importancia para la conservación de los incluidos en ella- 7 .
• Conectividad: la red deberá ofrecer suficientes oportunidades para que las
especies que protege se dispersen y migren. Debido a que las redes, en
general, dan protección a un número amplio de especies, con diferentes
rangos de dispersión, se deberá no tender a favorecer unas especies en
detrimento de otras. En el documento de conclusiones del workshop celebrado
recientemente en Vilm 28 , se hace mención expresa a que la conectividad
en primera instancia debe ser funcional más que física. Esto permite
favorecer la conectividad mediante la adopción de diferentes estrategias y
no tan solo mediante la unión física: por ejemplo mediante la ampliación
de las zonas núcleo o mediante la mejora de la calidad de los fragmentos
individuales que forman parte del hábitat, incrementando la permeabilidad
del paisaje donde se inserta (mediante la extensificación de los usos
del suelo), restaurando, etc..
• Replicación 29 de los objetos de conservación: mantener las mismas especies
y hábitats en varios lugares diferentes de la red a lo largo de la misma
región biogeográfica es necesario para minimizar los riesgos de los cambios
a largo plazo, asegurando a su vez las variaciones naturales y la representatividad.
A su vez, esto produce un aumento de la resilencia del ecosistema
y se aumenta el número posible de conexiones entre lugares.
• Tamaño y forma: el tamaño adecuado de un lugar debe estar en función de
los objetos de conservación a los que pretenda dar cobertura con el fin de
mantener su integridad. El tamaño y la forma también influyen en las afecciones
provenientes del exterior y en el intercambio de individuos entre el
28 BNF (2005) Conclusions of the workshop "Ecological Networks and Coherence According to Article 10 of the Habitats
Directive", Vilm (Germany), 9–13 May 2005
29 El término replicación se utiliza aquí en la acepción genética es decir en el sentido de conservar las mismas especies,
hábitat,…

GUÍA PARA LA EVALUACIÓN DE AFECCIONES SOBRE LOS ESPACIOS DE LA RED NATURA 2000
31
área protegida y su entorno. Aspectos a tener en cuenta en estos parámetros
son el tamaño viable de las poblaciones, la capacidad de dispersión y
la teoría de las metapoblaciones 11 .
• Además una red debe asegurar la resilencia 30 y las funciones ecológicas de
un ecosistema. Los componentes de la resilencia de una red incluyen la
gestión efectiva, el aumento de la capacidad de dispersión por la inclusión
de hábitats replicados o representativos, la protección completa de refugios
que puedan servir como recursos fiables de semillas para la renovación,
y la conectividad para unir estos refugios con las áreas más vulnerables
de la red. Las funciones ecológicas tienen relación con la interacción
entre especies. La red no debe proteger unas especies en detrimento de
otras, ni permitir la sobreexplotación de especies que desestabilicen la
cadena trófica. Por el contrario, el objetivo debe ser mantener el estado
natural o el equilibrio del ecosistema como un todo.
Korpinen & Piekäinen 31
señalan que el siguiente paso es establecer unas unidades o índices
para estas variables que permitan su medida y aplicación práctica. Para ello en el documento
del BNF11 se señalan algunas recomendaciones:
• Deberá obtenerse o recopilarse información de hábitats y especies referente,
entre otras, a la distancia de dispersión, tamaño de poblaciones mínimas
viables y aéreas mínimas viables.
• Deberá realizarse un listado priorizado de hábitat y especies sobre la base
de su aportación a la coherencia incluyendo aspectos de su ciclo de vida.
• Establecer criterios para identificar vacios (gaps) en la conectividad.
2.4.3 La Coherencia Global en el ámbito del Artículo 6.4 de la Directiva
La expresión «coherencia global» se utiliza en el apartado 4 del artículo 6 cuando se habla
de autorizar un plan o proyecto por razones imperiosas de interés público de primer orden
y el Estado miembro tiene que tomar medidas para compensar la pérdida.
Según el documento de la COMISIÓN EUROPEA 32 , el término «ecológica» se utiliza tanto en
el artículo 3 como en el artículo 10 para explicar el carácter de la coherencia (ver apartado
2.). Es evidente que la expresión «coherencia global» que aparece en el apartado 4 del artículo
6 se utiliza en el mismo sentido.
30 De acuerdo con UICN “resilencia es la característica de un ecosistema para recuperarse de perturbaciones en un periodo
de tiempo razonable.
31 Korpinen & Piekäinen (2006) “Literature review on ecological coherence of a network of marine protected areas (MPAS).
Suggestions for practical criteria to evaluate ecological coherence of the Baltic Sea MPA Network.” BALANCE/HELCOM
Workshop on ecologically coherent network of MPAs in the Baltic Sea and the North East Atlantic. Helsinki, 25-27 Oct.2006

32
GUÍA PARA LA EVALUACIÓN DE AFECCIONES SOBRE LOS ESPACIOS DE LA RED NATURA 2000
Según este mismo documento, resulta evidente que la importancia de un lugar para la
coherencia de la red está en función de los objetivos de conservación del lugar, el número
y la situación de los hábitats y las especies que se dan en él, así como el papel que el lugar
desempeña para asegurar la distribución geográfica en relación con la distribución natural
de las especies y los hábitats en cuestión. Es decir, estaríamos hablando del concepto
de representatividad desarrollado en el punto anterior.
Por lo que se refiere a los planes o proyectos, las medidas compensatorias establecidas
para proteger la coherencia global de la red Natura 2000 deben abordar los criterios ya
mencionados, es decir, que la compensación debe referirse a los objetivos de conservación
del lugar y a los hábitats y las especies perjudicados y ser proporcional desde el punto de
vista cuantitativo y cualitativo.
Otro aspecto que destaca la COMISIÓN EUROPEA en el citado documento 15 , es la necesidad
de cubrir adecuadamente el papel que el lugar afectado desempeña en la distribución biogeográfica
de los hábitats y especies contenidos en el, es decir aspectos relacionados con
la conectividad.
Además conviene recordar que conforme a la Directiva sobre hábitats, la selección de los
lugares de la red Natura 2000 se basa en 15 :
• la consideración de los hábitats y las especies en las proporciones (superficie,
poblaciones, etc.) descritas en el formulario normalizado de datos;
• la inclusión del lugar en la región biogeográfica donde se localice;
• los criterios de selección establecidos por el Comité de Hábitats y utilizados
por el Centro Temático Europeo de Conservación de la Naturaleza para
asesorar a la Comisión en relación con el mantenimiento de un lugar en la
lista comunitaria.
Por lo tanto se deberán tener en cuenta, para poder dar cumplimiento a este último punto,
los criterios técnicos utilizados en los Seminarios Biogeográficos para establecer las suficiencias
o no de las listas propuestas por cada país miembro. Así mismo, para el caso de
España se deberán mantener los criterios, para cada región biogeográfica, de inclusión de
hábitats y especies y que están recogidos en Orella, J.C. et al (1998) 33 .
La Directiva sobre aves no habla de regiones biogeográficas ni de selección a nivel comunitario.
Sin embargo, por analogía, puede considerarse que se garantiza la coherencia global
de la red siempre que 34 :
32 Comisión Europea (2007) “Documento orientativo sobre el apartado 4 del artículo 6 de la Directiva sobre hábitats
92/43/CEE” 30 pp.
33 ORELLA, J.C.; SIMÓN, J.C; VAQUERO, J.; CUADRADO, A.; MATILLA, B.; GARZO, M.A. y SÁNCHEZ, E.; 1998. La lista Nacional
de Lugares de la Directiva Hábitats 92/43/CEE. Metodología y proceso de elaboración. Ecología 12: 3-65
34 Comisión Europea (2007) “Documento orientativo sobre el apartado 4 del artículo 6 de la Directiva sobre hábitats
92/43/CEE” 30 pp.

GUÍA PARA LA EVALUACIÓN DE AFECCIONES SOBRE LOS ESPACIOS DE LA RED NATURA 2000
33
• se mantengan los objetivos que motivaron la designación del lugar de conformidad
con los apartados 1 y 2 del artículo 4 de la Directiva de las aves;
• se asegure el cumplimiento de la misma función en la misma ruta migratoria;
• los lugares sean accesibles de forma indiscutible para las aves que normalmente
habitan en el área afectada por el proyecto.
Para asegurar la coherencia global de Natura 2000, las medidas compensatorias propuestas
para un proyecto deben:
a) ir dirigidas, en proporciones comparables, a los hábitats y las especies
afectados negativamente;
b) facilitar funciones comparables a las que en su momento justificaron la
selección del lugar original, particularmente en cuanto a la situación geográfica.
Así pues, no bastaría que las medidas compensatorias se aplicaran
en la misma región biogeográfica y dentro del mismo Estado miembro.
La distancia entre el espacio original y el lugar en el que se aplican las medidas compensatorias
no constituye un obstáculo, siempre y cuando no afecte a las funciones del lugar ni
a las razones que motivaron su selección inicial 17 .
No obstante y tal y como se desarrolla en el punto anterior, cualquier plan o proyecto que
afecte negativamente, es decir produzca una merma en la cantidad o calidad, de algunos
de los elementos considerados como definitorios del término coherencia, deberá considerarse
que afecta negativamente a la Red Natura 2000, debiendo por tanto seguirse el procedimiento
de afecciones establecido en el artículo 6.4 de la Directiva y desarrollado en los
documentos orientativos de la Comisión.
Estos elementos son, tal y como se ha expuesto anteriormente, los siguientes:
• Representatividad
• Conectividad
• Replicación de los objetos de conservación
• Tamaño y forma

34
GUÍA PARA LA EVALUACIÓN DE AFECCIONES SOBRE LOS ESPACIOS DE LA RED NATURA 2000
2.4.4 Criterios para la aplicación del término coherencia
En este punto se incluyen una serie de recomendaciones y/o criterios que faciliten u orienten
la aplicación del término coherencia en el proceso de evaluación de afecciones y en la
aplicación de las medidas compensatorias.
Como se ha comentado anteriormente la base de las recomendaciones se realiza para cada
uno de los factores considerados clave, ya explicados en los puntos anteriores, y siempre
que ha sido posible se ha incluido la referencia en la que se apoya esa recomendación.
Por tanto, hay que tener en cuenta que el no cumplimiento del criterio/recomendación
supondría una afección a la coherencia de la Red Natura 2000, y por tanto si siguiese adelante
la ejecución del proyecto – siempre que se cumplan los requisitos del art. 6 - , las
medidas compensatorias deberían ir encaminadas a recuperar dicha pérdida y a alcanzar o
mejorar los umbrales perdidos.
Representatividad
Con este factor se trata de salvaguardar la coherencia de la Red mediante el mantenimiento
de una muestra representativa de los objetos de conservación que debe contener la
misma, que en este caso son los hábitat y especies contenidos en los anexos de la Directiva
92/43/CEE y las aves de la Directiva 79/409/CEE
La representatividad debe mantenerse al menos en el ámbito de la Región Biogeográfica 35 ,
aunque sería interesante mantener la misma dentro de las ecorregiones definidas para
España en el trabajo realizado recientemente por el Ministerio de Medio Ambiente 36 , siempre
que se reconozcan subtipos dentro del proyecto que actualmente está llevando a cabo
actualmente el Ministerio de Medio Ambiente bajo el título: “BASES ECOLÓGICAS PARA LA
GESTIÓN DE LOS TIPOS DE HÁBITAT DE INTERÉS COMUNITARIO PRESENTES EN ESPAÑA
(DIRECTIVA 92/43/CEE)”
Un aspecto que se deberá tener en cuenta es el referente al mantenimiento de los criterios
de representación mínima, tanto para hábitat como para especies, que se utilizaron para
la elaboración de las listas de Lugares en España 37 , y que si se produce una disminución de
los mismos por debajo de los porcentajes establecidos, se puede considerar que se está
afectando a la coherencia de la Red Natura. Estos parámetros se recogen en los cuadros de
texto de las siguientes páginas.
35 Day JC, Roff JC (2000) Planning for a representative Marine Protected Areas: a Framework for Canada's Oceans. Report
prepared for World Wildlife Fund Canada, Toronto.
36 Ministerio de Medio Ambiente (2006) Identificación y definición de ecorregiones en España. TRAGSA
37 ORELLA, J.C.; SIMÓN, J.C; VAQUERO, J.; CUADRADO, A.; MATILLA, B.; GARZO, M.A. y SÁNCHEZ, E.; 1998. La lista Nacional
de Lugares de la Directiva Hábitats 92/43/CEE. Metodología y proceso de elaboración. Ecología 12: 3-65

GUÍA PARA LA EVALUACIÓN DE AFECCIONES SOBRE LOS ESPACIOS DE LA RED NATURA 2000
35
Así mismo, se deberá asegurar que no se produce una disminución de los porcentajes de
especies o de hábitats, establecidos por la Comisión en los Seminarios Biogeográficos
(umbral de insuficiencia), y que fueron fijados en cada caso.
Se deberá asegurar que no se produce una disminución de las poblaciones de especies o de
la superficie de hábitats por debajo de la población favorable de referencia (PFR) o de la
superficie favorable de referencia (SFR). Los parámetros PFR y SFR se establecerán según
lo recogido en el documento EC (2006) 38 y sus valores de referencia pueden tomarse de las
fichas que se han elaborado para el informe por cada estado miembro.
Se debe asegurar para las especies la continuidad o conectividad de los diferentes tipos de
hábitats necesarios para el desarrollo completo de su ciclo de vida 39 .
Se debe asegurar la representación adecuada de áreas con significación ecológica, es decir,
que contengan una alta proporción de hábitats de especies migratorias, que sean importantes
para la alimentación, cría, campeo o invernada, que sean importantes para las crías
o juveniles y que tengan una gran productividad de las especies o características representadas.
Se debe poner especial cuidado en los hábitats y especies raras y en aquellos en los que la
información disponible o el conocimiento sobre los mismos sea escaso.
En el medio marino se estima que el porcentaje de un hábitat que se considera representativo
oscila entre el 20% y 30% de la superficie total del mismo, en términos superficiales
40 .
38 European Comission (2006) Assessment, monitoring and reporting under Article 17 of the Habitats Directive:
Explanatory Notes & Guidelines. FINAL DRAFT. Oct. 2006. 64 pp
39 BNF (2005) Conclusions of the workshop "Ecological Networks and Coherence According to Article 10 of the Habitats
Directive", Vilm (Germany), 9–13 May 2005
40 IUCN (2003) Recommendation 5.22, 5th IUCN World Parks Congress, Durban, South Africa (8-17th September, 2003).

36
GUÍA PARA LA EVALUACIÓN DE AFECCIONES SOBRE LOS ESPACIOS DE LA RED NATURA 2000
CRITERIOS REPRESENTACIÓN MÍNIMA UTILIZADOS
EN ESPAÑA PARA LOS HABITATS
Los criterios para valorar la representación de los tipos de hábitats se basaron en
dos factores: rareza y prioridad. La rareza se utilizó como una variable de ponderación
del criterio de prioridad utilizado en la Directiva.
El criterio de rareza se estableció en función de la superficie que ocupaba cada tipo
de hábitat en el territorio de la región biogeográfica correspondiente. Esta variable
presenta una diferencia considerable entre el valor máximo y el mínimo, permitiendo
establecer varias clases en función de los valores extremos de los intervalos.
Observando los datos relativos a cada tipo de hábitat se definieron las
siguientes tres categorías:
• tipos de hábitats muy raros
• tipos de hábitats raros
• tipos de hábitats no raros
Los valores numéricos que caracterizan cada uno de los tres intervalos se determinaron
específicamente para cada una de las regiones biogeográficas, puesto que
la distribución de abundancias de los distintos hábitats es muy diferente entre
regiones.
Combinando el parámetro de rareza con el de prioridad (atributo indicado en el
Anexo I de la Directiva que señala que el hábitat está amenazado) se establecieron
las siguientes categorías:
• Categoría 1: tipos de hábitats muy raros (prioritarios y no prioritarios)
• Categoría 2: tipos de hábitats raros y prioritarios
• Categoría 3: tipos de hábitats no raros y prioritarios
• Categoría 4: tipos de hábitats raros y no prioritarios
• Categoría 5: tipos de hábitats no raros y no prioritarios
y para cada categoría se estableció el siguiente porcentaje de representación en la
Red:
CATEGORÍA % REPRESENTACION % REPRESENTACION
CUANTITATIVA
CUALITATIVA
1 100 -
2 80 80
3 50 80
4 50 60
5 10 20

GUÍA PARA LA EVALUACIÓN DE AFECCIONES SOBRE LOS ESPACIOS DE LA RED NATURA 2000
37
CRITERIOS REPRESENTACIÓN MÍNIMA UTILIZADOS EN ESPAÑA
PARA LAS ESPECIES
Cuadrículas UTM
• Taxones prioritarios: Se exige un 100% de sus cuadrículas UTM incluidas en la
propuesta de lugares.
• Taxones no prioritarios pero "En peligro": se considera suficiente la representación
del taxón cuando éste presente el 100% de sus cuadrículas UTM incluidas
en la propuesta.
• Taxones no prioritarios pero "Vulnerables": su representación es suficiente
cuando el porcentaje de cuadrículas incluidas es, como mínimo, del 75%.
• Taxones no prioritarios pero "Raros" o "Indeterminados": se considera aceptable
la representación del taxón cuando, al menos, el 50% de sus cuadrículas
UTM se encuentran incluidas.
• Taxones no prioritarios y no amenazados: se considera suficiente la representación
del taxón cuando al menos se incluye un 25% de sus cuadrículas UTM.
Análisis de áreas
Los trabajos existentes en la Subdirección de Conservación de la Biodiversidad sobre
los taxones del Anexo II, pueden agruparse en dos conjuntos en función de que las
áreas delimitadas representen el conjunto total del área de distribución (taxones de
tipo A), o sólo representen un subconjunto considerado por los autores como de interés
prioritario para la conservación (taxones de tipo B). Igualmente debe considerarse
que, tanto unos taxones como otros, pueden o no tener sus poblaciones valoradas
según los criterios del Anexo III.
Tipo A
• Taxones prioritario o " En peligro ": se considera una representación suficiente
incluir al menos un 80% de la superficie de su área total y el 100% de
la superficie con Bd=a.
• Taxones no prioritarios pero "Vulnerable": se considera suficiente incluir al
menos un 50% de la superficie de su área total y al menos un 75% de la
superficie con Bd=a.
• Taxones no prioritarios pero "Raro" o "Indeterminado": se considera aceptable
la representación del taxón cuando al menos el 25% de la superficie
total y el 50% de la superficie con Bd=a están incluidas.
• Taxones no prioritarios y no amenazados: se considera representación suficiente
cuando al menos un 10% de la superficie total y un 25% de la superficie
con Bd=a están incluidas.
Tipo B
Independientemente del grado de amenaza del taxón se considera que su representación
óptima es la que han propuesto los distintos investigadores, es decir, debe
estar incluido todo el conjunto de las áreas señaladas como de interés prioritario
(100% de esta superficie).

38
GUÍA PARA LA EVALUACIÓN DE AFECCIONES SOBRE LOS ESPACIOS DE LA RED NATURA 2000
En un trabajo realizado para la Región de los Grandes Lagos en Canadá 41 , se establece que
en los hábitats forestales se considera representativo el 30% de la superficie, para los
hábitats riparios aumenta hasta el 75% de hábitat de calidad y con un búfer de 30 metros.
En otros estudios realizados en Estados Unidos 42 se establece como porcentaje de representatividad
entre el 20% y el 60%, dependiendo del tipo de hábitat.
Conectividad
Estos aspectos son propios de las especies y poblaciones a conectar, ya que son función
de los ciclos de las especies, de las distancias de dispersión,…
Hay que tener en cuenta el rango de dispersión de las especies típicas de un hábitat, ya
que existen especies con pequeño potencial de dispersión y con grandes requerimientos
de superficie, y por el contrario especies con alto potencial de dispersión y con grandes
requerimientos en cuanto a la calidad del hábitat.
Las conexiones entre hábitats pueden ser lineares y continuas: ríos, riberas, sotos,…; o
discontinuas: pequeños estanques, fragmentos de áreas arboladas – estos casos en ingles
reciben el nombre de stepping stones, que se ha traducido por puntos de paso, descansaderos,
trampolines… -; las conexiones también pueden producirse a través de una matriz
territorial heterogénea y permeable.
Para poder facilitar la conectividad es necesario actuar a nivel de la ordenación territorial,
asegurando la conservación de los procesos ecológicos esenciales, como el movimiento
de las especies, los flujos de agua, tanto superficial como subterránea,…
En Canadá, en la Región de los Grandes Lagos, se ha establecido que en hábitats forestales
para asegurar la conectividad, los fragmentos no debe estar separados más de 2 km y
los corredores deben tener una anchura comprendida entre los 50 y 100 metros 43 .
41 Environment Canada. 2004. How Much Habitat is Enough? A Framework for Guiding Habitat Restoration in Great Lakes
Areas of Concern. 2nd Edition. Minister of the Environment, Minister of Public Works and Government Services Canada.
Ontario.
42 Kennedy, C., J. Wilkinson, and J. Balch. 2003. Conservation Thresholds for Land-Use Planners. Washington, D.C.:
Environmental Law Institute.
43 Environment Canada. 2004. How Much Habitat is Enough? A Framework for Guiding Habitat Restoration in Great Lakes
Areas of Concern. 2nd Edition. Minister of the Environment, Minister of Public Works and Government Services Canada.
Ontario.

GUÍA PARA LA EVALUACIÓN DE AFECCIONES SOBRE LOS ESPACIOS DE LA RED NATURA 2000
39
Replicación de los objetos de conservación
La replicación se refiere a la presencia de los mismos hábitats, especies o procesos ecológicos
en los diferentes lugares.
Esta característica incrementa la representatividad de un objeto de conservación dado,
pudiéndose considerar como un factor de seguridad frente a amenazas externas, e incrementando
la resiliencia y el número de posibles conexiones entre lugares.
La cantidad de replicas necesarias depende de las características bioregionales 44 .
Tamaño y forma
El tamaño de las áreas no es un parámetro absoluto e invariable que asegure la coherencia
(se tiende a creer que cuanto mayor mejor) ya que es función de la matriz territorial
donde este inserto el lugar. Por ejemplo, en una zona muy humanizada sería mejor incluir
muchos pequeños espacios que facilitarían la conectividad – un aspecto básico de la coherencia–
mediante el mantenimiento de dos procesos clave, facilitando la dispersión y evitando
la extinción local. Sin embargo, las áreas no pueden ser tan pequeñas que no
soporten poblaciones viables.
Para asegurar la viabilidad de las metapoblaciones, el umbral crítico es el 50% de ocupación
de las áreas favorables (Vos et al 2001) 45 .
Se deberá asegurar un área continua de alta calidad de hábitat para dar soporte a la
población mínima viable de una especie, aunque esta es una característica propia de cada
especie (Verboom et al. 2001) 46 .
Hay que tener en cuenta que existen cuatro parámetros importantes para la cohesión de
la red, dos relacionados con la tasa de extinción local: la superficie total de la Red y la
calidad de los fragmentos de los hábitats que la componen; y dos relacionadas con la tasa
de colonización: la densidad de los fragmentos que componen la Red y la permeabilidad
de la matriz donde estos se insertan. Por lo tanto para conseguir no disminuir la coherencia,
ambas tasas se deben igualar o mejor la tasa de colonización debe ser mayor 47 .
44 Korpinen & Piekäinen (2006) “Literature review on ecological coherence of a network of marine protected areas (MPAS).
Suggestions for practical criteria to evaluate ecological coherence of the Baltic Sea MPA Network.” BALANCE/HELCOM
Workshop on ecologically coherent network of MPAs in the Baltic Sea and the North East Atlantic. Helsinki, 25-27 Oct.2006
45 Vos, C. C., J. Verboom, P. F. M. Opdam, and C. J. F. Ter Braak. 2001. Toward ecologically scaled landscape indices.
American Naturalist 157:24–41
46 Verboom J., Foppen R., Chardon P., Opdam P. and Luttikhuizen P. 2001. Introducing the key patch approach for habitat
networks with persistent populations: an example for marshland birds. Biol. Conserv. 100: 89–101.
47 Opdam, P., Verboom, J. and Pouwels, R., 2003. Landscape cohesion: an index for the conservation potential of landscapes
for biodiversity. Landscape Ecology, 18(2), 113-126.

40
GUÍA PARA LA EVALUACIÓN DE AFECCIONES SOBRE LOS ESPACIOS DE LA RED NATURA 2000
Los hábitats más dispersos implican la necesidad de considerar una superficie total de
hábitat mayor para facilitar la coherencia 48 .
En el ya citado trabajo de la Región de los Grandes Lagos de Canadá, se establecen que
para los hábitats forestales los fragmentos deben tener un tamaño de 200 ha y un mínimo
de 500 m de anchura, siendo preferible que su forma sea cuadra o circular.
2.5 REPERCUSIONES FUERA DE LOS LUGARES RN2000
En la mayoría de las ocasiones a la hora de realizar un estudio de evaluación de afecciones,
el análisis se realiza si el proyecto tiene una repercusión territorial directa sobre el
lugar de la Red Natura 2000. Sin embargo, la Comisión en su documento sobre la Gestión
de espacios Natura 2000 49 , deja claro que hay que evaluar también aquellos proyectos que
aún realizándose fuera del lugar Natura 2000, puedan tener efectos sobre el mismo al
decir expresamente que: “El procedimiento de los apartados 3 y 4 del artículo 6 se activa
no por la certeza sino por la probabilidad de que un espacio protegido pueda verse afectado
de forma apreciable por planes y proyectos realizados en su interior y también fuera de
sus límites.”
Tener en cuenta este aspecto complica enormemente los mecanismos administrativos y
legislativos para ponerlo en práctica de una manera eficiente, sobre todo en lo que a la
ejecución de proyectos se refiere, ya que en la práctica esto supondría someter al proceso
de evaluación a cualquier proyecto, al no poder establecerse una tipología o condición
sobre los mismos que a priori, pueda diferenciar entre aquellos que puedan producir efectos
indirectos sobre los lugares y los que no. Un ejemplo de un proyecto que, aunque se
realice fuera de una ZEPA, puede tener repercusiones en la misma es la realización de un
tendido eléctrico que se sitúe en la ruta migratoria de las especies de aves por las cuales
se ha declarado la misma; otro ejemplo lo constituyen los dragados marinos, vertidos
desde tierra o actividades de acuicultura marina realizados fuera de los límites de Natura
2000 pero próximos a un Lugar que presente praderas de fanerógamas marinas, es muy
probable que deban someterse a una “evaluación de repercusiones”, por el riesgo de que
la dispersión de los materiales afecten al mencionado hábitat de interés comunitario 50 .
48 Pedroli (2003). La experiencia en redes. Cohesión espacial ecológica – base para la conservación de la naturaleza. En
Conectividad Ambiental: Las Áreas Protegidas en la Cuenca Mediterránea, García Mora, M.R. (Coord.). © 2003, Junta de
Andalucía. ISBN - 84-95785-33-1
49 Comisión Europea, 2000. Gestión de espacios Natura 2000. Disposiciones del artículo 6 de la Directiva 92/43/CEE sobre
hábitats.
50 Dirección General del Medio Natural de la Región de Murcia, 2005. Guía nº 7. Proyectos que puedan afectar a la red natura
2000. Colección “Guías para la elaboración de estudios ambientales de proyectos con incidencia sobre el medio natural”.

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Una posibilidad pasaría por someter a evaluación de repercusiones a los proyectos que se
sitúen a una determinada distancia de los Lugares Natura 2000, o a aquellos que produzcan
alteraciones de los flujos de agua y se localicen aguas arriba de un lugar cuyas especies
estén ligadas a la cantidad o calidad de los recursos hídricos.
2.6 LAS MEDIDAS COMPENSATORIAS
Las medidas compensatorias ha sido desde la entrada en vigor de la Directiva de Hábitats
uno de los conceptos más controvertidos, dando lugar a varios estudios encargados por
la Comisión y constituyendo el contenido principal del último documento aclaratorio
sobre los términos contenidos en el Artículo 6 (Comisión Europea, 2007).
Este documento va a ser pues la guía principal de este apartado, aunque también se
incluirán conceptos y aclaraciones provenientes de otros documentos.
El primer objetivo será intentar descartar la confusión existente entre los términos medidas
correctoras – también denominadas medidas de mitigación - y medidas compensatorias.
Así, en el documento de la Comisión Europea (2007) se distingue entre:
• medidas de mitigación en el sentido más amplio, que son las medidas dirigidas
a minimizar o incluso anular las repercusiones negativas que pueda
sufrir un lugar a consecuencia de la ejecución de un plan o proyecto, formando
por tanto parte de él, y
• medidas compensatorias en sentido estricto, que son independientes del
proyecto (incluyendo toda medida de mitigación asociada), cuyo objetivo
es compensar los efectos negativos del plan o proyecto para mantener la
coherencia ecológica global de la red Natura 2000.
Y en Born (2006) se puede leer: “Es preciso, de todas manera, no confundir las medidas de
atenuación -que tratan de limitar el impacto de la actividad de manera que resulte no significativo-
con las medidas de compensación -que intervienen cuando se ha causado un deterioro
en el lugar-, so pena de ver autorizar planes y proyectos de interés puramente privado
o menor vulnerando el artículo 6.4 de la Directiva de Hábitats.”
Por lo tanto existen dos diferencias importantes entre estos dos tipos de medidas, la primera
se refiere a que las medidas correctoras forman parte del proyecto, es decir son una
acción más incluida en el mismo, y las medidas compensatorias son, como se desarrollará
más adelante, un último recurso encaminado a equilibrar las perdidas y afecciones que
sobre los elementos de la Red Natura 2000, ha producido el proyecto.
También es frecuente confundir en España, en el ámbito de la evaluación de impacto
ambiental, las medidas compensatorias en el sentido de la Directiva de Hábitats, con otro
tipo de “compensaciones” encaminadas a resarcir o minimizar las pérdidas que la población
o la administración ha sufrido por la realización de un determinado proyecto.

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La Comisión Europea 51 hace hincapié también, en que no pueden ser consideradas medidas
compensatorias aquellas actividades que derivan de la aplicación de la Directiva de
Hábitats, como son por ejemplo la elaboración de Instrumentos o planes de Gestión de los
Lugares incluidos en la Red.
Otro aspecto importante a resaltar radica en el momento de adopción de las medidas.
Como ya se ha comentado anteriormente, las medidas compensatorias son un último
recurso y por tanto no se pueden plantear como la escusa o motivación para la realización
de un proyecto. Como se verá con más detalle en la descripción de las fases para la realización
de un estudio de afecciones, antes de llegar al diseño de las medidas compensatorias
se han de haber dado una serie de pasos. El primero de ellos es, una vez que se prevean
afecciones significativas, el análisis de alternativas y, en caso de seguir existiendo
afecciones significativas al Lugar, la consideración del proyecto como de interés público
de primer orden. Llegado a este punto es cuando como “último recurso” deben elaborarse
las medidas compensatorias.
Esto ha quedado explícitamente recogido en el último documento de la Comisión sobre
clarificación de conceptos (Comisión Europea, 2007), en los siguientes términos:
“Las medidas compensatorias son medidas específicas de un plan o proyecto,
adicionales a las prácticas normales de aplicación de las Directivas en
materia de naturaleza. Su objeto es contrapesar el impacto negativo de un
proyecto y proporcionar una compensación que se corresponda exactamente
con los efectos negativos sobre las especies o hábitats afectados. Las medidas
compensatorias constituyen el «último recurso». Deben utilizarse únicamente
cuando las demás disposiciones de la Directiva son ineficaces y se ha
decidido considerar, pese a todo, la posibilidad de realizar un plan o proyecto
que tiene un efecto negativo sobre un espacio Natura 2000.”
Otras orientaciones y recomendaciones que recoge el citado documento, y que clarifican
el concepto y alcance de estas medidas son las siguientes:
• las medidas de compensación deben aplicarse antes de que un lugar se vea
irreversiblemente afectado por un proyecto y si esto no resultase posible,
las autoridades competentes deben considerar una compensación adicional
por las pérdidas que se den entretanto.
• Se debe prestar especial atención cuando un plan o proyecto incida negativamente
en tipos de hábitats naturales raros o en hábitats naturales
cuyas funciones ecológicas sólo pueden recuperarse tras largos periodos
de tiempo. En estas circunstancias, debe considerarse seriamente la
opción cero.
51 COMISIÓN EUROPEA, 2007. Documento orientativo sobre el apartado 4 del artículo 6 de la «Directiva sobre hábitats»
92/43/CEE clarificación de los conceptos de soluciones alternativas, razones imperiosas de interés público de primer orden,
medidas compensatorias, coherencia global y dictamen de la comisión.

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• Si entre las medidas compensatorias se recoge la designación de nuevos
espacios Natura 2000, ésta no basta por sí misma sin otras medidas de
acompañamiento. (ver cuadro de texto sobre el Puerto de Granadilla en la
página siguiente)
• Según la Directiva sobre aves, las medidas compensatorias pueden consistir
en trabajos de mejora del valor biológico de una zona (ya designada o
por designar), de modo que se aumente la capacidad de acogida o el
potencial alimenticio en proporciones correspondientes a la pérdida causada
por el proyecto en ese lugar.
• Según la Directiva sobre hábitats, la compensación puede consistir en la
recreación de un hábitat comparable o la mejora biológica de un hábitat
de calidad inferior dentro de un espacio existente e incluido en la lista, o
incluso en la adición a la red Natura 2000 de un nuevo lugar de calidad
comparable al original.
Hasta la fecha, entre las medidas compensatorias que se han aplicado en la UE en el marco
de la Directiva sobre hábitats incluyen:
• La reintroducción de especies.
• La recuperación y potenciación de especies, incluida la de especies de
presa.
• La compra de terrenos.
• La adquisición de derechos.
• La creación de reservas (incluyendo fuertes restricciones a la utilización
del suelo).
• La incentivación de determinadas actividades económicas que mantienen
funciones ecológicas fundamentales.
• La reducción de (otras) amenazas, generalmente sobre especies, actuando
sobre una sola fuente del riesgo o de forma coordinada sobre todos los
factores de amenaza.
Sin embargo, no son admisibles los pagos a miembros o a fondos especiales, independientemente
de si en última instancia están dirigidos a proyectos ecológicos.
Una vez adoptadas las medidas compensatorias, estas deberán ser comunicadas a la
Comisión de forma que permitan a esta apreciar el modo en que se intenta lograr los objetivos
de conservación del lugar.
Aunque se desarrollará con mayor detalle en el apartado correspondiente a la elaboración
del estudio de afecciones, destacar aquí, que en caso de que los hábitats o especies afectados
tengan el carácter de prioritarios – según lo establecido en los Anexos I y II de la
Directiva de Hábitats – existen algunas consideraciones adicionales a tener en cuenta:

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• únicamente se puede autorizar la realización de un plan o proyecto si se
demuestra que existen dichas razones imperiosas de interés público de
primer orden, y dentro de los límites en que el plan o proyecto demuestre
ser necesario para cubrir ese interés público.
• Si la razón imperiosa de interés público de primer orden no está relacionada
con la salud humana, con la seguridad pública ni con beneficios
medioambientales, es necesario obtener un dictamen previo de la
Comisión.
• En su dictamen, la Comisión debe sopesar los valores ecológicos afectados
y las razones imperiosas invocadas, y evaluar las medidas compensatorias.
El dictamen no es vinculante pero, en caso de incumplimiento del Derecho
comunitario, pueden emprenderse acciones legales.

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3EL PROCESO DE EVALUACIÓN
DE AFECCIONES
En este capítulo se propone un proceso para la evaluación de afecciones que permita,
tanto al redactor técnico de un estudio de esas características, como al técnico de la administración
responsable de su evaluación, tener una guía que le facilite el correcto desarrollo
de sus funciones y responsabilidades.
Para su elaboración se ha seguido principalmente la metodología propuesta por la
Comisión Europea (2002) en su documento Assessment of plans and projects significantly
affecting Natura 2000 sites, aunque actualizado con las últimas directrices (Comisión
Europea, 2007) y adaptado a la realidad de la Comunidad Autónoma de Canarias.
3.1 ESQUEMA GENERAL
A continuación se recoge, en un esquema general de procedimiento de evaluación de
afecciones, cada una de las cuatro fases de que se compone el proceso con sus correspondientes
relaciones con la posible autorización. Posteriormente, en cada uno de los epígrafes
en los que se desarrolla con más detalle el proceso, se incluyen diagramas mas
detallados.
En la figura 1, de la página siguiente, se puede observar el esquema general del procedimiento
de evaluación de afecciones.
El esquema propuesto, basado en el documento de la Comisión Europea (2002), se estructura
en cuatro fases principales, que a su vez se componen de diferentes pasos o etapas.
Las fases so las siguientes:
• Fase 1: Exploración o cribado (Screening)
• Fase 2: Evaluación adecuada
• Fase 3: Alternativas
• Fase 4: Medidas Compensatorias

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Figura 1.- Esquema general del proceso de evaluación de afecciones a un lugar Natura 2000

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Sería recomendable que en la Fase 1 la función de autoridad ambiental la ejerciese el
departamento responsable de la Red Natura 2000 en el Gobierno de Canarias, con el fin
de garantizar la coherencia de la Red y una adecuada valoración de las afecciones sobre
los objetivos de conservación.
A partir de la Fase 2, el procedimiento se integraría en el procedimiento de Evaluación
Ambiental, aunque teniendo en cuenta lo recogido en el punto 1. Aspectos Legislativos,
de este documento.
3.2 FASE 1: EXPLORACIÓN O CRIBADO (SCREENING)
En esta fase, se analizan los posibles efectos de un plan o proyecto en un lugar Natura
2000, ya sea individualmente o en combinación con otros proyectos o planes, y si se
puede concluir de manera objetiva y inequívoca que dichos efectos no serán significativos.
Esta evaluación se divide en cuatro pasos:
1. Determinar si el proyecto o plan está relacionado directamente con la gestión
del lugar o es necesario para dicha gestión.
2. Describir el proyecto o plan así como otros proyectos o planes que, junto
con el primero, pueden tener efectos significativos en el lugar Natura
2000.
3. Detectar los posibles efectos en el lugar Natura 2000, mediante la descripción
e identificación de sus objetivos de conservación (ver punto 2.2).
4. Valorar la importancia de cualquier efecto en el lugar Natura 2000.
Para realizar adecuadamente la fase de exploración o cribado, se debe recopilar información
de varias fuentes: recurriendo a publicaciones y consultando a organismos con competencias
en conservación de la naturaleza correspondientes, aunque hay dos aspectos
de crucial importancia, por un lado la utilización de la información recogida en el formulario
normalizado de datos del lugar analizado, y por otra la necesidad de contar con la
mejor información disponible sobre el lugar.
Como en otras fases del proceso, para tomar decisiones en esta, se debe aplicar rigurosamente
el principio de precaución o cautela, tal y como queda recogido en el punto 2.1 de
esta guía.
En el caso de que la conclusión de esta fase de cómo resultado que no existe una afección
significativa, para facilitar la trazabilidad del proceso y para que la toma de decisiones sea
transparente, es aconsejable el registro de las conclusiones de esta fase, mediante la
redacción de un informe sobre la inexistencia de efectos significativos, que refleje objetivamente
y de manera razonada los elementos utilizados para concluir que es poco probable
que se produzcan efectos medioambientales significativos en el lugar Natura 2000.

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En caso contrario, no sería necesario dicho informe y se continuaría el proceso propuesto
realizando la fase 2, desarrollada mas adelante.
Independientemente que el proyecto este sometido a un procedimiento de Evaluación de
Impacto Ambiental (EIA) – en cualquiera de las modalidades establecidas por la Ley
11/1990 de prevención del impacto ecológico en Canarias o en la legislación básica estatal
– o el plan estuviese sometido a una Evaluación Ambiental Estratégica (EAE), debería
pasar por esta fase de exploración o cribado, ya que en ella se analizan específicamente
los efectos del plan o proyecto sobre los objetivos de conservación del lugar Natura 2000.
En este caso esta evaluación formaría parte, posteriormente de la EIA o EAE a la que estuviese
sometido.
3.2.1 Paso Uno: Gestión del lugar
El primer análisis que se debe realizar en esta fase es determinar la relación, que el plan
o proyecto que va a llevarse a cabo, tiene con la gestión del lugar o si es necesario para la
misma.
Según el documento de la Comisión sobre la Gestión de los lugares de la Red Natura 2000
(Comisión Europea, 2000), para considerar que un plan o proyecto tiene relación directa
con la gestión de un lugar, los objetivos del mismo deben ir encaminados a alcanzar los
objetivos de conservación del lugar (ver punto 2.2.) o al mantenimiento de la coherencia
de la Red (ver punto 2.4.). Si se cumple, sin lugar a dudas, esta condición el plan o proyecto
puede llevarse a cabo, siendo aconsejable recoger esta circunstancia en el informe
citado en el punto anterior.
En caso contrario se procedería a la realización secuencial de los pasos establecidos para
el procedimiento de evaluación.
3.2.2 Paso Dos: Descripción del proyecto o plan
Una vez comprobado que el proyecto no tiene relación directa con la gestión del lugar, el
siguiente paso consiste en identificar que acciones del plan o proyecto pueden tener incidencia
en los objetivos de conservación del lugar o en la coherencia de la Red.
Para ello es conveniente realizar una descripción general de los objetivos y actuaciones
previstas en el mismo, y de manera detallada de aquellas que puedan tener incidencia
más directa en el lugar. En este punto hay que prestar atención a aquellas acciones que
puedan sumarse a las de otros proyectos previstos o en realización y que puedan producir
con ello efectos acumulativos. Otro aspecto importante en esta fase consiste en prever los
efectos totales de las acciones, si lo que se está planteando es una primera fase que posteriormente
tendrá continuidad en el tiempo.

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Siempre que sea posible, es aconsejable la concreción territorial o espacial de las actuaciones,
preferiblemente en un Sistema de información geográfica (SIG), ya que facilita
mucho la comprensión y evaluación de los efectos sobre los elementos (especies y hábitats)
que se pretende preservar.
Es aconsejable, que para lograr una adecuada evaluación de los efectos acumulativos, las
administraciones responsables de la gestión de los lugares de la Red Natura 2000 pongan
en marcha un SIG donde se recojan los datos, al menos de ubicación, de todos los planes
y proyectos sometidos a evaluación de afecciones. La información contenida en el mismo
deberá ponerse a disposición de los técnicos encargados de la realización de los estudios
de afecciones, garantizando en todo caso la confidencialidad de aquellos datos que así lo
requieran.
3.2.3 Paso Tres: Características del lugar
A continuación se deberá realizar una recopilación de la información disponible sobre los
“objetos de conservación” (hábitats y especies por los cuales el lugar ha sido incluido en
Natura 2000), utilizando como punto de partida la información contenida en el formulario
normalizado de datos del lugar o lugares posiblemente afectados. No obstante, para
esta primera fase del análisis es necesario contar no solo con la información alfanumérica
de las características, sino también con la información cartográfica. En el caso de los
hábitats, habrá que manejar de manera conjunta y adecuada las dos fuentes de información
existentes: el primer Inventario Nacional de Hábitats de la Directiva – que fue la
fuente de información básica para la elaboración de las listas de lugares – cuya precisión
cartográfica es deficiente; y el mapa de vegetación de Canarias a escala 1:25.000, cuya
calidad y precisión es muy buena, pero que por el contrario no tiene información asociada
sobre el estado de conservación de los mismos, o de otras características que el primero
si recoge.
Para el caso de las especies, una fuente de información imprescindible es la contenida en
BIOTA – Banco de datos de la biodiversidad de Canarias, elaborado y gestionado por la
Viceconsejería de Medio Ambiente del Gobierno de Canarias.
Otra información de consulta imprescindible en esta fase es la recogida en las fichas de
hábitats y especies elaboradas para la realización del informe del Articulo 17 de la
Directiva de Hábitats, para la Región Macaronésica española.
Para esta primera fase estas fuentes de información deberían ser suficientes para poder
evaluar la importancia de los impactos a los que se refiere el siguiente paso.

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3.2.4 Paso Cuatro: Evaluación de la importancia
Con los elementos y acciones del plan o proyecto identificados en el paso dos, y los elementos
y objetivos de conservación del paso tres, se realizará una primera aproximación a la
importancia o significación de los efectos del plan o proyecto sobre el lugar Natura 2000.
Teniendo en cuenta que esta fase está diseñada básicamente para descartar aquellos proyectos
que no produzcan efectos negativos significativos, ya sea por la naturaleza de sus
objetivos – estar relacionados de manera directa con la gestión del lugar – por las características
de sus acciones o por la ubicación de las mismas, la aplicación estricta del principio
de precaución o cautela es fundamental.
Si existe la más pequeña incertidumbre sobre la posible afección negativa del proyecto se
debe pasar a la siguiente fase, donde la evaluación es más exhaustiva y se requiere una
mayor información. Esta primera fase es una primera aproximación que no debería requerir
un esfuerzo importante en la generación de nueva información, respetando escrupulosamente
el principio de precaución o cautela tal y como se desarrolla en el punto 2.1, y
aplicando los conceptos recogidos en el resto de apartado 2 de esta guía, vitales para
determinar adecuadamente la “importancia” de las afecciones.
3.2.5 Resultados
Los resultados esperados de esta fase pueden ser dos:
1. Si es el plan o proyecto analizado produce efectos significativos, o no existe
certeza suficiente de que no los vaya a producir, se continuará con la
siguiente fase del proceso propuesto.
2. Si por el contrario se tiene la certeza de la inexistencia de efectos, se elaborará
un informe recogiendo razonadamente esta circunstancia, que se
pondrá a disposición de quien lo solicite. Además toda la información
referente al plan o proyecto se incorporará al SIG de afecciones, para en el
futuro poder evaluar adecuadamente los efectos acumulativos.
No hay que perder de vista que esta primera fase es de exploración o cribado y que por lo
tanto el esfuerzo que se debe realizar en la misma debe ser relativamente bajo, máxime
cuando debe aplicarse rigurosamente el principio de precaución o cautela. Debe mantenerse
el equilibrio adecuado entre esfuerzo y cautela.

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3.3 FASE 2: EVALUACIÓN ADECUADA
Si se ha llegado a esta Fase del proceso, el Plan, Programa o Proyecto debe someterse al
proceso reglado de Evaluación de Impacto Ambiental o de Evaluación Ambiental
Estratégica establecido en la legislación vigente, aunque con algunos pequeños matices
que hay que incorporar para cumplir con lo establecido por la Directiva Hábitat. Estas
peculiaridades son las que se describen a continuación y deberán tenerse en cuenta
durante el proceso de EIA o EAE, y no eximen al promotor del Plan, Programa o Proyecto,
de abordar todos aquellos aspectos necesarios para realizar una adecuada evaluación
ambiental.
En primer lugar, es importante disponer de una adecuada y rigurosa, tanto del proyecto
como de los elementos y procesos a conservar en el lugar Natura 2000. Para ello, además
de la información recopilada en el paso dos de la fase anterior, es imprescindible asegurarse
que, a la luz de los mejores conocimientos técnico-científicos, deben identificarse
todos los aspectos del plan o proyecto que puedan incidir, individualmente o en combinación
con otros planes o proyectos, en los objetivos de conservación del lugar.
Según la Comisión Europea (2007), los procedimientos de evaluación de los planes o proyectos
que puedan afectar a espacios Natura 2000 deben garantizar la plena consideración
de todos los elementos relacionados con la integridad del espacio y la coherencia
global de la red, tanto al fijar las condiciones básicas de referencia como en las fases de
identificación de posibles impactos, medidas de mitigación – también llamadas correctoras
- e impactos residuales. Dichos procedimientos determinarán las compensaciones,
tanto en términos cualitativos como cuantitativos.
Además, hay que asegurarse que la evaluación incluye todos los elementos relacionados
con la integridad del espacio y la coherencia global de la red según lo definido en los objetivos
de conservación del lugar y el formulario normalizado de datos, y se basa en los mejores
conocimientos científicos disponibles (ver recomendaciones y orientaciones recogidas
en el apartado 2 de esta guía). En la mayor parte de las ocasiones, esta información requerirá
ser actualizada, pudiéndose ser necesario trabajos adicionales sobre el terreno.
3.3.1 Paso Uno: Información necesaria
Tal y como se ha recogido en el punto anterior, y al contrario de lo que ocurría en la fase
de exploración o cribado, en este punto una de las claves es disponer de la mejor información
posible, tanto sobre el plan o proyecto como sobre los objetivos de conservación
del lugar Natura 2000.

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Para ello se utilizarán, además de las fuentes ya citadas en la fase anterior, otras fuentes
adicionales como puede ser la contenida en los instrumentos o planes de gestión de aquellos
lugares que dispongan de ellos. En este punto hay que hacer la advertencia, que en
Canarias la coincidencia espacial y territorial de la redes de espacios naturales y Natura
2000, en el ámbito terrestre es muy elevada, y que un gran número de los espacios naturales
tienen aprobado, o en avanzado estado de redacción, su correspondiente plan de
gestión. No obstante, para la redacción de estos planes la mayor parte de las veces no se
han tenido en cuenta los requerimientos recogidos en la Directiva Hábitat, respecto al
mantenimiento en estado de conservación favorable, o en su caso restauración, de los
hábitats y/o especies de los Anexos.
En cualquier caso, la información requerida para una adecuada evaluación debe ser actualizada
(Comisión Europea, 2007) y según este documento debería incluir:
• Estructura, función y papel de cada uno de los valores ecológicos del lugar.
• Área, representatividad y estado de conservación de los hábitats prioritarios
y no prioritarios del lugar.
• Tamaño de la población, grado de aislamiento, ecotipo, grupo genético,
estructura de edades y estado de conservación de las especies recogidas
en el anexo II de la Directiva sobre hábitats o el anexo I de la Directiva
sobre aves presentes en el lugar en cuestión.
• Papel del lugar en la región biográfica y en la coherencia de la red Natura
2000.
• Otros elementos y funciones ecológicas identificadas en el lugar.
Para un descripción más detallada de estos conceptos es recomendable la lectura detallada
de los puntos 2.2 Objetivos de conservación, 2.3 La integridad del lugar y 2.4 La coherencia
de la Red.
Si consultada la información disponible, siguieran existiendo lagunas de información,
que no permitiese una adecuada evaluación, habría que complementar los datos con más
trabajo sobre el terreno.
3.3.2 Paso Dos: Predicción de impactos sobre el lugar Natura 2000
Este paso es crucial para el desarrollo adecuado del proceso de evaluación de afecciones,
debido a la complejidad que entraña la predicción de los posibles impactos del proyecto
sobre los elementos clave del lugar Natura 2000: los objetivos de conservación, la integridad
del lugar y la coherencia de la Red (ver capítulo 2).

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Esto se debe, en buena medida, al desconocimiento de los elementos clave para mantener
la estructura y función de los hábitats y los hábitats de las especies, y en ocasiones a
la falta de conocimiento sobre el funcionamiento de los procesos esenciales que sustentan
los elementos de conservación. Una vez que finalice el estudio que está llevando a
cabo el Ministerio de Medio Ambiente, sobre Bases ecológicas para la gestión de los
Hábitats de la Directiva 92/42/CEE presentes en España, esta puede ser una fuente de
consulta muy interesante que ayude a evaluar estos aspectos adecuadamente.
Otro problema que en muchas ocasiones se produce en esta fase, está relacionado con las
metodologías utilizadas para la predicción de impactos. La mayor parte de las veces estas
corresponden a las más simples de las utilizadas habitualmente en la Evaluación de
Impacto Ambiental: listas de comprobación, matrices de impactos,… y además utilizando
sistemas de asignación de valores simples y en muchas ocasiones arbitrarios. Para evitar
esto es recomendable utilizar metodologías de predicción más complejas, como por
ejemplo la Dinámica de Sistemas, y la utilización de modelos multiparamétricos sobre
SIG, que se adaptan más al complejo funcionamiento de relaciones de los componentes
de los sistemas naturales.
En todo caso, y siguiendo las recomendaciones que sobre este aspecto ha recogido reiteradamente
la Comisión Europea en sus documentos de directrices (ver punto 2.1), es fundamental
aplicar el principio de precaución o cautela, también en esta fase.
El final de este paso es la obtención de una serie de impactos producidos por las acciones
del plan o proyecto sobre los elementos de conservación del lugar Natura 2000, que
habrán de mitigarse, y en el caso ideal suprimirse, mediante el adecuado diseño de las
medidas correctoras, que es el paso siguiente del proceso, o mediante el estudio de alternativas,
que corresponde a la siguiente fase de la metodología.
El orden en el desarrollo de las medidas correctoras y las alternativas, no es posible fijarlo
a priori y dependerá del tipo de plan o proyecto, teniendo en cuenta que el fin último
de ambos procesos de carácter iterativo es la eliminación, o reducción de los efectos
negativos producidos sobre los objetivos de conservación del lugar y la coherencia de la
Red Natura 2000.
Por tanto, el paso tres de esta fase y la fase tres del proceso propuesto, ocasionaran un
retorno al proceso de evaluación en la paso dos o en el paso uno de esta fase, dependiendo
si lo que varia es la afección a los elementos del lugar o los elementos afectados en sí,
respectivamente

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MEDIDAS CORRECTORAS EN EL PROYECTO
DE LA CARRETERA DE TAMADABA
En el proyecto de la carretera GC-2. Tramo: Agaete-San Nicolás de Tolentino, que discurre
por el LIC de Tamadaba, se detecto que el trazado inicial afectaba a diversas manchas del
hábitat 5330 Matorrales termomediterráneos y preestéticos (recintos coloreados en
verde en la imagen inferior), por lo que se estableció como medida correctora, entre
otras, la construcción de varios túneles (tramos azules del trazado en la imagen) que evitaran
la afección al citado hábitat.
Con la aplicación de esta medida correctora se considero que la afección al LIC de
Tamadaba no era significativa (ver BOC núm. 100 del miércoles 24 de mayo de 2006, pag.
10248-10254) y se continuo con el procedimiento de Evaluación de Impacto Ambiental al
que estaba sometido el proyecto, no siendo necesaria la declaración de interés público de
primer orden, ni la adopción de medidas compensatorias.

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3.3.3 Paso Tres: Medidas correctoras
Las medidas correctoras tienen por objeto reducir al mínimo e incluso suprimir el impacto
negativo de un plan o proyecto durante o después de su realización, y forman parte de
las especificaciones del mismo.
Según lo recogido en el documento de la Comisión Europea sobre Gestión de Espacios
Natura 2000 (Comisión Europea, 2000), las medidas correctoras pueden referirse, entre
otras cosas, a:
• las fechas o el calendario de ejecución (por ejemplo, detener la actividad
durante la época de reproducción de una especie dada);
• el tipo de herramientas y actividades (por ejemplo, utilizar un determinado
tipo de draga a una distancia tal de la ribera que no afecte a un hábitat
frágil);
• las zonas de acceso estrictamente prohibido dentro de un espacio (por
ejemplo, los lugares donde hiberna una especie animal).
Las medidas correctoras, en cualquier caso deben distinguirse de las medidas compensatorias
sensu stricto (ver punto 2.6).
Para facilitar la evaluación de las medidas correctoras, es conveniente recoger en el estudio
de afecciones la siguiente información:
• Un listado de todas las medidas que van a aplicarse.
• Una descripción de cómo evitarán o reducirán dichas medidas los impactos
negativos en el lugar.
Adicionalmente, se incluirá una descripción de cada medida, que al menos
contenga lo siguiente:
• Método aplicación.
• Probabilidad de éxito.
• Calendario de aplicación.
• Métodos de control y, si se detectan fallos, procedimiento de rectificación.

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3.3.4 Resultados
Con el objetivo, ya señalado anteriormente, de asegurar la trazabilidad de las decisiones
a lo largo de todo el proceso, se recomienda la elaboración de un informe sobre dicha evaluación
en el cual se recojan los siguientes aspectos:
• Descripción detallada del plan o proyecto donde se recoja de manera comprensible
su magnitud, alcance y objetivos.
• Descripción de las condiciones básicas del lugar Natura 2000.
• Identificación de los efectos negativos del proyecto o plan en el lugar
Natura 2000.
• Explicación de cómo se evitarán dichos efectos con la aplicación de las
medidas correctoras.
• Calendario donde se identifiquen los mecanismos para garantizar, aplicar
y controlar las medidas correctoras.
En todo caso, si tras la elaboración de las medidas correctoras, los efectos negativos residuales
permanecen, el proyecto o plan no podrá avanzar hasta que se realice la evaluación
de la siguiente fase.
3.4 FASE 3: ANÁLISIS DE ALTERNATIVAS
Una vez realizada la evaluación del proyecto y habiéndose diseñado las correspondientes
medidas correctoras para minimizar los efectos negativos, sin haberlos eliminado totalmente,
se puede pasar a la evaluación de soluciones alternativas al plan o proyecto, que
eviten los efectos negativos.
No obstante, el análisis de alternativas también puede realizarse inmediatamente después
de haber detectado afecciones negativas sobre el lugar Natura 2000.
En cualquier caso, este análisis debe considerar como una alternativa más, la alternativa
cero o de no actuación, con ello se persigue demostrar la necesidad de llevarlo a cabo el
plan o proyecto.
En cualquier caso el análisis de cada alternativa posible se debe basar en parámetros de
referencia que tan solo tengan en cuenta los aspectos relativos a la conservación y el
mantenimiento de la integridad del lugar y de sus funciones ecológicas, por lo que, en
esta fase, no pueden prevalecer sobre los criterios medioambientales otros de índole, por
ejemplo, económica.
En todo caso y según se recoge en el último documento de la Comisión sobre clarificación
de conceptos (Comisión Europea, 2007), “Para mantener la solidez de la red Natura 2000,
debe considerarse la revisión a fondo y/o la retirada de los planes o proyectos propuestos

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57
siempre que se identifiquen efectos negativos significativos sobre la integridad de un lugar.
Este principio debe observarse especialmente cuando se identifiquen efectos sobre hábitats
prioritarios y/o especies protegidas conforme a la Directiva sobre hábitats o especies de aves
amenazadas a nivel mundial listadas en el anexo I de la Directiva sobre aves.”
Este análisis de alternativas no sustituye totalmente al que hay que realizar en el procedimiento
clásico de impacto ambiental, ya que este último contempla junto con los aspectos
ambientales, otros de tipo social o económico que para el caso de posibles afecciones
a los elementos de Red Natura 2000, la Directiva Hábitat no contempla. Esto se traduce,
en la práctica, en la imposibilidad de escoger alternativas que afectando a la Red Natura
2000, sean más favorables por parámetros sociales o económicos, salvo que estos sean
determinantes para la declaración de interés público de primer orden, y se siga por tanto
el procedimiento en el paso dos (punto 3.4.2)
3.4.1 Paso Uno: Evaluación de soluciones alternativas
Para identificar y evaluar las posibles soluciones alternativas, se pueden incluir variantes
del plan o proyecto de:
• Ubicaciones o rutas.
• Magnitud o tamaño.
• Medios para lograr los objetivos.
En contra de lo que se recoge en algunos documentos las variantes sobre:
• Métodos de construcción.
• Métodos operativos.
• Métodos de desmantelamiento al finalizar el proyecto.
• Programas y propuestas de calendarios (p. ej. trabajo estacional),
pueden considerarse dentro del campo de actuación de las medidas correctoras más que
en el de alternativas. Como orientación para diferenciar entre alternativas al proyecto y
medidas correctoras, se puede establecer que si las variaciones se producen sobre la afección
del plan o proyecto a los objetivos de conservación del lugar, la integridad del mismo
o la coherencia de la Red, estamos hablando de alternativas. Si por el contrario las variaciones
se producen sobre la intensidad de la afección del plan o proyecto a los elementos
que configuran el lugar Natura 2000, se puede considerar que hemos aplicado una medida
correctora.

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El resultado después de haber analizado todas las alternativas posibles puede ser de dos
tipos, se ha encontrado una alternativa al plan o proyecto que no produce afecciones significativas
a la Red Natura 2000, en cuyo caso esta alternativa se podría llevar a cabo, o
en caso contrario las autoridades competentes deben comprobar si existen razones imperiosas
de interés público de primer orden, por ejemplo de carácter social o económico que
exijan la realización del plan o proyecto, con lo que se pasaría al paso dos.
3.4.2 Paso Dos: Declaración de interés público de primer orden.
Aunque la Directiva no define el concepto de «razones imperiosas de interés público de primer
orden», en el segundo párrafo del apartado 4 del artículo 6 se citan, como ejemplos
de tales razones, la salud humana y la seguridad pública o consecuencias positivas de primordial
importancia para el medio ambiente.
Por lo que se refiere a «otras razones imperiosas de interés público de primer orden» de
naturaleza social o económica, según el último documento de la Comisión sobre clarificación
de conceptos (Comisión Europea, 2007), el artículo está formulado de manera que
no deja lugar a dudas: los objetivos de conservación de la Directiva sólo pueden verse contrarrestados
por intereses públicos, tanto si están promovidos por entidades públicas
como privadas. Así pues, los proyectos elaborados por organismos privados sólo pueden
considerarse cuando dichos intereses públicos quedan protegidos y demostrados.
En cuanto a la «estructura de la disposición», se desprende que las autoridades competentes
tienen que supeditar la autorización de un plan o proyecto concreto a la condición de
que, al sopesar los objetivos de conservación del lugar afectado por la iniciativa y las ya
citadas razones imperiosas, la balanza se incline hacia estas últimas. Este extremo debe
comprobarse siguiendo las siguientes consideraciones:
a) El interés público debe ser de primer orden, de donde resulta que no
basta cualquier tipo de interés público de naturaleza social o económica,
particularmente contrastado con la importancia específica de los intereses
protegidos por la Directiva (véanse, por ejemplo, el cuarto considerando,
referido al «patrimonio natural de la Comunidad», y el punto 10 del
anexo I).
b) A este respecto, resulta razonable pensar también que el interés público
sólo puede ser de primer orden si se trata de un interés a largo plazo; los
intereses económicos a corto plazo u otros intereses que sólo pueden producir
beneficios a corto plazo para la sociedad no pesan más que los intereses
de conservación a largo plazo protegidos por la Directiva.
En el documento antes citado (Comisión Europea, 2007) concluye: “Resulta lógico considerar
que las «razones imperiosas de interés público de primer orden, incluidas las de
índole social y económica», se refieren a situaciones en las que los planes o proyectos
previstos resultan indispensables: en el marco de medidas o políticas destinadas a pro-

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teger valores fundamentales para la vida de los ciudadanos (salud, seguridad, medio
ambiente, etc.) en el marco de políticas fundamentales para el Estado o la sociedad;
en el marco de la realización de actividades de naturaleza económica o social para
cumplir obligaciones de servicio público específicas.”
La nueva Ley 42/2007, del Patrimonio Natural y de la Biodiversidad ha tratado de clarificar
la manera de declarar el interés público de primer orden, al establecer en su artículo
45.5 que dicha declaración deberá ser específica para cada plan o proyecto y que deberá
realizarse:
a) Mediante una ley
b) Mediante acuerdo de Consejo de Gobierno
teniendo que ser en ambos casos el acuerdo motivado y público.
Para intentar aclarar lo que pueden considerarse razones imperiosas de interés público de
primer orden, en la página siguiente se recoge un cuadro con algunos ejemplos extraídos
de los dictámenes adoptados por la Comisión en el marco del apartado 4 del artículo 6,
relacionados con las consideraciones presentadas por los Estados miembros.

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CONSIDERACIONES DE INTERÉS PÚBLICO DE PRIMER ORDEN
PRESENTADAS POR LOS ESTADOS MIEMBROS PARA DIFERENTES
PROYECTOS QUE AFECTABAN A LA RED NATURA 2000
Intersección del valle del Peene (Alemania) por la autopista A 20 planificada (Alemania)
La autopista A 20 forma parte de la red transeuropea de carreteras. A fin de conectar el Estado
federado de Mecklemburgo-Pomerania Occidental con las regiones centrales de la Comunidad
debe construirse en ella un enlace este-oeste. El Estado federado de Mecklemburgo-Pomerania
Occidental padece un desempleo excepcionalmente alto. Durante años, su tasa de desempleo ha
sido de casi el doble de la de los Estados federados de la antigua RFA. Su producto nacional bruto
con respecto al porcentaje de población está muy por debajo del producto nacional bruto medio.
Proyecto de Plan de Desarrollo de Mainport Rótterdam (Países Bajos)
La actividad portuaria e industrial en el área de Rótterdam es uno de los principales pilares de la
economía holandesa. El puerto de Rótterdam es uno de los nódulos multimodales esenciales de
la Red Transeuropea de Transportes y, por tanto, tiene importancia comunitaria. El crecimiento
esperado del volumen mundial de manipulación de contenedores y de la actividad de la industria
química conllevará un incremento de la demanda de espacio que deberá resolverse si se quiere
mantener la competitividad del puerto de Rótterdam en la zona Hamburgo-Le Havre.
El desarrollo del puerto de Rótterdam también saca a colación el tema del fomento del transporte
multimodal, especialmente en relación con el transporte de mercancías. Es evidente que el
paso de las mercancías de la carretera a las vías fluviales y marítimas incidirá positivamente al
reducir las emisiones de gases de efecto invernadero, la contaminación atmosférica y la congestión
del tráfico, beneficios que deben reconocerse al evaluar las cuestiones de interés público.
Ampliación del emplazamiento de Daimler Chrysler Aerospace Airbus Gmbh
en Hamburgo- Finkenwerder (Alemania)
Importancia excepcional para la región de Hamburgo y el norte de Alemania y para la industria
aeroespacial europea. El proyecto contribuirá al progreso tecnológico y estimulará la cooperación
europea en el sector aeronáutico. Efecto positivo en la situación económica y social de las regiones
colindantes e impacto positivo en la competitividad de la industria aeronáutica europea.
Importante cantidad de nuevos puestos de trabajo altamente cualificados, necesarios para contrapesar
la considerable pérdida de puestos en el sector industrial de la región.

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Línea de alta velocidad (TGV Este) (Francia)
Falta de opciones para enlazar las líneas existentes. El proyecto europeo del TGV-Este contó con
el apoyo del Consejo de Ministros de la Comunidad Europea en 1990 y fue clasificado como proyecto
prioritario por el Consejo Europeo en 1994, por lo que se ha beneficiado de decisiones de
la Unión relativas a la prioridad de los proyectos de infraestructura que debían ejecutarse.
Plan operativo general («Rahmenbetriebsplan») de la mina
de carbón Prosper Haniel (Alemania)
Gracias a sus calidades geológicas y de infraestructura, la mina de carbón Prosper Haniel y la continuación
de sus actividades de extracción minera contribuyen a la realización de los objetivos
generales de la política energética a largo plazo de Alemania a nivel federal y regional, y redunda
especialmente en beneficio de la seguridad de suministro y del mantenimiento del liderazgo
de Europa en la minería y la tecnología energética del carbón. El cierre de esta mina tendría consecuencias
económicas y sociales directas e indirectas inaceptables a nivel regional, con una pérdida
directa de puestos de trabajo en la minería, en las industrias de suministro y en los sectores
clientes.
Proyecto de embalse de La Breña II (España)
Garantiza el suficiente suministro de agua para el consumo humano, la industria y la agricultura,
mejorando la situación actual de insuficiencia de la cuenca del Guadalquivir.
Pueden consultarse más ejemplos y datos sobre los dictámenes adoptados
por la Comisión en:
http://ec.europa.eu/environment/nature/nature_conservation/
eu_nature_legislation/specific_art icles/art6/index_es.htm.

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3.5 FASE 4: MEDIDAS COMPENSATORIAS
A este punto de la evaluación se llega como último recurso, después de haber intentado
eliminar las afecciones mediante la aplicación de medidas correctoras, buscar alternativas
al plan o proyecto que no produzcan efectos negativos, y previa existencia de razones
imperiosas de primer orden para llevar a cabo el plan o proyecto. Es en este momento
cuando entran en juego las medidas compensatorias, con el objetivo de que el lugar
Natura 2000 pueda seguir contribuyendo a mantener en un estado favorable de conservación
los hábitats naturales y los hábitats de las especies «en la región biogeográfica de
que se trate», y asegurar el mantenimiento de la coherencia global de la Red.
Es conveniente resaltar que su objeto es contrapesar el impacto negativo de un proyecto
y proporcionar una compensación que se corresponda exactamente con los efectos negativos
sobre las especies o hábitats afectados. Así, tienen la consideración de medidas
compensatorias apropiadas o necesarias para compensar los efectos perjudiciales sobre
lugares Natura 2000, medidas de los siguientes tipos:
• La restauración o mejora de lugares existentes: la restauración del hábitat
para asegurar el mantenimiento de su valor ecológico y el cumplimiento
de los objetivos ecológicos del lugar, o la mejora del hábitat restante en
proporción a las pérdidas debidas al plan o proyecto en un espacio Natura
2000.
• Recreación del hábitat: la reconstitución de un hábitat en un lugar nuevo
o ampliado que se incluirá en la red Natura 2000.
• Según lo ya descrito y conjuntamente con otros trabajos, la propuesta de
un nuevo lugar conforme a la Directiva sobre hábitats y la Directiva de las
aves.
Según el documento de la Comisión Europea (2007), las medidas compensatorias deben
abordar todos los aspectos (tanto técnicos y/o jurídicos como financieros) necesarios
para neutralizar los efectos negativos de un plan o proyecto y preservar la coherencia global
de la red Natura 2000. En resumen, los aspectos que deben conformar el programa de
medidas compensatorias son los siguientes:
• Una estrecha coordinación y cooperación entre las autoridades responsables
en Natura 2000, en evaluaciones y los responsables de proponer el
programa de compensación (es decir, el proponente del plan o proyecto y
los consultores externos participantes).
• Unos objetivos claros y valores naturales objeto acordes con los objetivos
de conservación del lugar.

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63
• Un análisis de la viabilidad técnica de las medidas en relación con sus
objetivos ecológicos.
• Un análisis de la viabilidad jurídica y/o financiera de las medidas en función
de los plazos requeridos.
• Una explicación del calendario en que se espera lograr los objetivos ecológicos.
• Un calendario de aplicación indicando su coordinación con el programa de
ejecución del plan o proyecto.
• Fases de información y/o consulta pública.
• Calendarios específicos de seguimiento y elaboración de informes basados
en indicadores de los avances registrados en función de los objetivos
ecológicos.
• El correspondiente programa presupuestario aprobado en plazos adecuados
para garantizar el éxito de las medidas
3.5.1 Criterios para la elaboración de las medidas compensatorias
De acuerdo con el último documento de la Comisión sobre la clarificación de conceptos
del artículo 6 (Comisión Europea, 2007), siete son los criterios principales que hay que
tener en cuenta a la hora de elaborar correctamente las medidas compensatorias de un
plan o proyecto:
A. Compensación especifica
B. Compensación efectiva
C. Viabilidad técnica
D. Grado de compensación
E. Ubicación de las medidas
F. Calendario de ejecución
G. Aplicación a largo plazo
A continuación se desarrollan estos criterios con el objetivo que sirvan de orientación,
tanto a los técnicos que tengan que redactarlas, como a los encargados de su evaluación.

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A. COMPENSACIÓN ESPECÍFICA
Las medidas compensatorias contempladas en la Directiva sobre hábitats deben establecerse
según las condiciones de referencia definidas tras la caracterización de la integridad
del lugar (ver punto 2.3.) que pueda perderse o resultar deteriorada, y en función de
los probables efectos negativos y significativos que puedan mantenerse tras aplicar las
medidas correctoras.
Las compensaciones específicas requieren la correcta realización de la evaluación correspondiente
según el apartado 3 del artículo 6 conforme a lo recogido en los puntos anteriores
de este capítulo.
Una vez identificadas la integridad biológica en peligro y el grado real de los daños, las
medidas del programa de compensación deben abordar específicamente esos efectos, de
forma que se preserven a largo plazo los elementos de integridad que contribuyen a la
coherencia global de la red Natura 2000 (ver punto 2.4). Así pues, estas medidas deben
ser las más apropiadas para el tipo de impacto previsto y deben centrarse en objetivos que
inciden claramente en los elementos de Natura 2000 afectados, lo que exige que las medidas
se refieran claramente a los aspectos estructurales y funcionales de la integridad del
lugar y a los tipos de hábitat y las poblaciones de especies que se vean afectados (ver cuadro
de texto sobre el Proyecto de Puerto de Granadilla en la página siguiente).
A su vez, esto supone que el programa de compensación debe consistir necesariamente
en medidas ecológicas en forma de, por ejemplo, restauración o ampliación del hábitat,
refuerzo de poblaciones y otras acciones que puedan ser convenientes para el propósito
perseguido (para un listado de medidas mas exhaustivo ver el punto 2.6.). Por tanto, los
pagos a miembros o a fondos especiales, independientemente de si en última instancia
están dirigidos a proyectos ecológicos, no son conformes a la Directiva sobre hábitats.
Además, toda medida secundaria o indirecta que se proponga para aumentar el rendimiento
de las medidas básicas o el resultado del sistema de compensación, debe estar claramente
relacionada con los objetivos del mismo.
Como ejemplo, al elaborar las medidas de compensación, deben establecerse objetivos
claros como:
• la cifra total de especies afectadas
• las principales especies afectadas y su proporción aproximada de la población
o poblaciones totales en que se dan
• las funciones principales de los hábitats que se verán perjudicados y de los
que dependen las especies para, por ejemplo, su alimentación o su zona
de descanso
• las poblaciones aproximadas de las especies y las funciones del hábitat en
buen estado de protección

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65
• las medidas necesarias para compensar los perjuicios sufridos por las funciones
del hábitat y las especies afectadas de forma que recuperen una
situación que refleje el buen estado de protección del paraje afectado.
Toda incertidumbre sobre el carácter y/o la magnitud de los efectos perjudiciales debe
someterse a pruebas concienzudas. En su caso, debe adoptarse un planteamiento preventivo
y la evaluación de los efectos perjudiciales debe basarse en los supuestos más
pesimistas.
MEDIDAS COMPENSATORIAS ESPECÍFICAS RECOGIDAS
EN EL PROYECTO DEL PUERTO DE GRANADILLA
El proyecto de construcción de un puerto
comercial en la costa del municipio de
Granadilla (Tenerife) situado al norte del
LIC “Sebadales del Sur de Tenerife”, producirá,
entre otras, una afección significativa
al hábitat de interés comunitario 1110
«Bancos de arena cubiertos permanentemente
por agua marina, poco profunda», al
interrumpir los aportes naturales de arenas
producidos por las corrientes de la zona
(ver imagen inferior)
Para compensar los efectos previstos del
proyecto sobre este hábitat, además de
una serie de medidas correctoras previstas
en el proyecto que no evitaban la afección
totalmente, se diseñaron una serie de
medidas compensatorias específicas, consistentes
en la declaración de dos nuevos
lugares de importancia comunitaria que
albergan bancos de arena cubiertos permanentemente
por agua marina, poco profunda
(tipo de hábitat 1110): Antequera (isla
de Tenerife), superficie total 272,61 ha; y
Güi Güi (isla de Gran Canaria), superficie
total 7 219,74 ha.

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B. COMPENSACIÓN EFECTIVA
La viabilidad y la eficacia de las medidas compensatorias son críticas para la aplicación del
apartado 4 del artículo 6 de la Directiva sobre hábitats de acuerdo con el principio de precaución
o cautela y las prácticas idóneas. Para asegurar la eficacia, la viabilidad técnica
debe ir acompañada de medidas compensatorias con un alcance, un calendario de ejecución
y una distribución geográfica adecuadas.
Las medidas compensatorias deben ser viables y operativas en cuanto al restablecimiento
de las condiciones ecológicas necesarias para garantizar la coherencia global de la red
Natura 2000 (es decir, la estructura ecológica y funciones perjudicadas y los hábitats y
especies afectadas). El calendario previsto y las medidas de mantenimiento requeridas
para potenciar el funcionamiento deben conocerse y/o preverse desde el principio,
teniendo en cuenta la aplicación de las medidas. Esto debe basarse en los mejores conocimientos
científicos disponibles, complementados con estudios específicos sobre el
paraje exacto donde se aplicarán las medidas compensatorias. Las medidas sin garantías
razonables de éxito no deben considerarse cubiertas por el apartado 4 del artículo 6, y el
éxito probable del sistema de compensación debe influir en la aprobación final del plan o
proyecto de acuerdo con el principio de precaución o cautela (ver punto 2.1).
Asimismo, cuando haya distintas posibilidades de compensación, debe elegirse la opción
más eficaz, con las mayores posibilidades de éxito.
El programa de medidas compensatorias debe incluir una supervisión detallada de la aplicación
de las medidas con objeto de asegurar su eficacia a largo plazo. Al estar en el marco
de la red Natura 2000, dicha supervisión debe coordinarse con la prevista de conformidad
con el artículo 11 de la Directiva sobre hábitats o, eventualmente, integrarse en ella.
Las medidas que en la práctica se revelen poco eficaces en cuanto a los objetivos fijados
deben modificarse de forma apropiada.
C. VIABILIDAD TÉCNICA
Según los conocimientos actuales, es muy poco probable que la estructura y la función
ecológicas, así como los correspondientes hábitats y poblaciones de especies puedan
reinstalarse en el estado en que se encontraban antes de ser perjudicados por un plan o
proyecto. Para superar las dificultades intrínsecas que obstaculizan el restablecimiento
completo de las condiciones ecológicas, las medidas compensatorias deben diseñarse:
• siguiendo evaluaciones y criterios científicos acordes con los mejores
conocimientos científicos
• y teniendo en cuenta los requisitos específicos de las características ecológicas
que deben restablecerse (por ejemplo, el suelo, la humedad, la
exposición, el grupo genético, las amenazas existentes y otras condiciones
críticas para lograr buenos resultados).

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67
La conveniencia de la ubicación de las medidas compensatorias (viabilidad espacial), de
su calendario de ejecución y de su alcance se determinará según los aspectos críticos de
viabilidad técnica.
Asimismo, la elección y la elaboración de medidas específicas deben ajustarse a las orientaciones
vigentes para cada práctica particular, creación o restauración de hábitat,
refuerzo de poblaciones, reintroducción de especies o cualquier otra medida considerada
en el programa de compensación.
D. GRADO DE COMPENSACIÓN
El grado de compensación requerido para que las medidas compensatorias sean efectivas
está en relación directa con los aspectos cuantitativos y cualitativos inherentes a los elementos
de integridad (es decir, incluidas la estructura y la funcionalidad, y su papel en la
coherencia global de la red Natura 2000) que puedan resultar afectados y con la eficacia
prevista de las medidas.
Por tanto, los coeficientes de compensación se fijan mejor caso por caso y deben determinarse
inicialmente en función de la información gestionada durante el proceso de evaluación
y ajustándose a los requisitos mínimos de funcionalidad ecológica. Los coeficientes
pueden redefinirse posteriormente según los resultados observados al supervisar la eficacia.
La decisión final sobre el grado de compensación debe justificarse adecuadamente.
Hay un amplio consenso en torno a que en general los coeficientes deben estar ampliamente
por encima de 1:1. Así pues, los coeficientes de compensación de 1:1 o inferiores
deben considerarse sólo cuando se demuestre que, con ellos, las medidas tendrán una
eficacia del 100 % en la restauración de la estructura y la funcionalidad en un período
breve (por ejemplo, sin comprometer la conservación de los hábitats o las poblaciones de
especies clave que el plan o proyecto pueda afectar).
E. UBICACIÓN DE LAS MEDIDAS
La distribución espacial de las medidas compensatorias debe procurar la mayor eficacia
posible en el mantenimiento de la coherencia global de la red Natura 2000. Esto conlleva
una serie de condiciones previas, que toda medida compensatoria debe cumplir:
• El área seleccionada para la compensación debe encontrarse en la misma
región biogeográfica (lugares designados conforme a la Directiva sobre
hábitats) o dentro del área de distribución natural, la ruta migratoria o la
zona de invernada de las aves (es decir, los parajes designados conforme
a la Directiva de aves), en el Estado miembro de que se trate. Además, el
área debe proporcionar funciones comparables a las que habían justificado
los criterios de selección del sitio original, particularmente en cuanto
a la adecuada distribución geográfica.

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• El área seleccionada para la compensación debe tener (o debe poder desarrollar)
las características específicas asociadas a la estructura y las funciones
ecológicas, y requeridas por los hábitats y las poblaciones de las
especies en cuestión. Esto remite a aspectos cualitativos como la unicidad
de los valores afectados y exige la consideración de las condiciones ecológicas
locales.
• Las medidas compensatorias no deben comprometer la preservación de la
integridad de cualquier otro lugar Natura 2000 que contribuya a la coherencia
global de la red. Cuando se apliquen en lugares de la Red Natura
2000 existentes, las medidas deben ajustarse a los objetivos ecológicos de
esos lugares y no deben comprenderse como una forma de llevar a cabo la
gestión global que ellos requieren.
Por otro lado, existe un amplio acuerdo sobre la necesidad de que las condiciones locales
necesarias para restablecer los valores ecológicos en peligro se hallen lo más próximas
posible al área afectada por el plan o proyecto. Por lo tanto, la ubicación de la compensación
dentro o cerca del espacio Natura 2000 afectado, en un lugar que presente condiciones
adecuadas para que las medidas tengan éxito parece la opción preferida. Sin embargo,
esto no es siempre posible, por lo que conviene establecer una serie de prioridades
para la búsqueda de ubicaciones que cumplan los requisitos de la Directiva sobre hábitats:
1) Compensación dentro del lugar Natura 2000 a condición de que éste presente
los elementos necesarios para asegurar la coherencia ecológica y la
funcionalidad de la red.
2) Compensación fuera del lugar Natura 2000 afectado, pero dentro de una
unidad topográfica o paisajística común, a condición de que pueda mantenerse
la misma contribución a la estructura ecológica y/o la función
dentro de la red. La nueva ubicación puede consistir en otro lugar designado
parte de la red Natura 2000 o en un paraje no designado, en cuyo
caso, debe clasificarse como lugar Natura 2000 y someterse a todos los
requisitos de las Directivas sobre naturaleza.
3) Compensación fuera del lugar Natura 2000, dentro de otra unidad topográfica
o paisajística. La nueva ubicación puede consistir en otro lugar
Natura 2000. Si la compensación se produce en un paraje no designado,
éste debe clasificarse como lugar Natura 2000 y someterse a todos los
requisitos de las Directivas sobre naturaleza
Las nuevas designaciones que formen parte de medidas de compensación se presentarán
a la Comisión antes de la aplicación de éstas y de la realización del proyecto pero después
de su autorización. Las nuevas designaciones deben comunicarse a la Comisión a través
de los mismos canales y procedimientos establecidos para el procedimiento de adopción
de las listas LIC y las designaciones ZEPA .

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69
Al estudiar la ubicación de medidas compensatorias en el marco de proyectos transfronterizos,
los Estados miembros deben velar por que se den la mejor cooperación y coordinación
posibles.
F. CALENDARIO DE EJECUCIÓN
El calendario de ejecución de las medidas compensatorias exige un planteamiento caso
por caso en el que el calendario fijado garantice la continuidad de los procesos ecológicos
esenciales para mantener la estructura y las funciones biológicas que contribuyen a la
coherencia global de la red Natura 2000. Esto requiere una minuciosa coordinación entre
la ejecución del plan o proyecto y la ejecución de las medidas, y se basa en aspectos como
el tiempo requerido para que los hábitats se desarrollen o las poblaciones de las especies
se recuperen o se establezcan en un área determinada. Además, deben considerarse otros
factores y procesos como los siguientes:
• Las medidas de compensación deben aplicarse antes de que los lugares se
vean irreversiblemente afectados.
• El resultado de la compensación debe ser efectivo cuando el lugar en cuestión
sufra los perjuicios. En determinadas circunstancias en las que esto
resulte imposible, será necesaria una compensación extraordinaria por las
pérdidas transitorias.
• Los desfases sólo serán admisibles cuando se determine que no comprometerán
el objetivo de «pérdida neta cero» en la coherencia global de la
red Natura 2000.
• Los desfases no deben permitirse cuando, por ejemplo, conduzcan a pérdidas
de población de especies del lugar protegidas conforme al anexo II de
la Directiva 92/43/CEE o al anexo I de la Directiva 79/409/CEE, prestándose
especial atención cuando se vean implicadas especies prioritarias.
• Es posible recortar el calendario de ejecución de las medidas compensatorias
en función de si se considera que los efectos negativos significativos
surgirán a corto, medio o largo plazo.
Puede resultar conveniente la aplicación de medidas específicas para compensar las pérdidas
transitorias que se produzcan mientras se alcanzan los objetivos ecológicos. Todas
las disposiciones técnicas, jurídicas o financieras necesarias para aplicar las medidas
compensatorias deben cumplirse antes de comenzarse el plan o proyecto, con objeto de
prevenir cualquier retraso imprevisto que pueda reducir la eficacia de las medidas.

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G. APLICACIÓN A LARGO PLAZO
Las medidas compensatorias requieren que la sólida fundamentación jurídica y financiera
necesaria para su aplicación a largo plazo y para su protección, supervisión y mantenimiento
se consolide antes de que se produzcan los efectos sobre los hábitats o las especies.
Dicha fundamentación puede consistir en:
• Aplicar una protección provisional, incluso si la categoría de LIC o ZEPA
sólo se concede posteriormente.
• Elaborar herramientas de aplicación obligatorias a nivel nacional con
objeto de garantizar una aplicación y una eficacia plenas de las medidas
de compensación (por ejemplo, ligándolas a la responsabilidad jurídica
conforme a la Directiva EIA, si procede, o a la Directiva sobre responsabilidad
medioambiental si está en vigor; o supeditando la aprobación del
plan o proyecto a la solidez de las disposiciones de aplicación de las medidas
compensatorias).
• Elaborar los medios jurídicos necesarios para la compra de terrenos o
derechos cuando ello se considere esencial para la aplicación efectiva de
las medidas según las buenas prácticas (por ejemplo, procedimientos tipificados
para la compra obligatoria de terrenos para la protección de la
naturaleza).
• Establecer programas de seguimiento durante el período de vigencia del
proyecto, incluyendo los objetivos, los organismos responsables y los
recursos necesarios, los indicadores, y normas de notificación a la
Comisión. La forma más adecuada de hacer esto sería a través de órganos
independientes creados específicamente para este propósito y en estrecha
coordinación y cooperación con las autoridades responsables de
Natura 2000.
3.5.2 Notificación de las medidas compensatorias a la Comisión
De acuerdo con la Ley 42/2007 del Patrimonio Natural y de la Biodiversidad, las medidas
compensatorias adoptadas serán remitidas, por el cauce correspondiente, a la Comisión
Europea (Art. 45.5).
Esta disposición estaba así establecida en la Directiva Hábitat, aunque en ella no se
especifica ni la forma ni el propósito de esta información. No obstante, para facilitar el
procedimiento, los servicios de la Comisión han preparado un formato estándar de
notificación a la Comisión con arreglo al apartado 4 del artículo 6. En todo caso, no
corresponde a la Comisión proponer medidas compensatorias ni validarlas desde el
punto de vista científico.

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71
La información debe permitir a la Comisión apreciar el modo en que se intenta lograr los
objetivos de conservación del lugar en el caso en cuestión. Aunque las autoridades nacionales
sólo están obligadas de forma específica a comunicar las medidas compensatorias
adoptadas, también puede resultar necesario presentar datos sobre las soluciones alternativas
estudiadas y sobre las razones imperiosas de interés público de primer orden que
justificaron la realización del plan o proyecto, si estos elementos condicionaron la elección
de las medidas compensatorias.
Con objeto de permitir a la Comisión solicitar información adicional sobre las medidas
adoptadas o iniciar acciones si considera que se han incumplido los requisitos legales de
la Directiva, las medidas compensatorias deben notificarse a la Comisión antes de ser
aplicadas y siempre antes de la ejecución del plan o proyecto en cuestión pero después de
su aprobación. Por tanto, conviene notificar a la Comisión las medidas compensatorias
tan pronto como éstas se adopten en el proceso de planificación, de forma que la
Comisión, en su calidad de garante del Tratado de la Unión, pueda comprobar la correcta
aplicación de las disposiciones de la Directiva.
Para ello, la ley 42/2007 en el articulo antes citado, establece que la adopción de estas
medidas se llevará a cabo, en su caso, durante el procedimiento de evaluación ambiental
de planes y programas y de evaluación de impacto ambiental de proyectos, de acuerdo
con lo dispuesto en la normativa aplicable.
Como responsables del mantenimiento de la coherencia global y de la actualización de la
información sobre la red Natura 2000, las autoridades de Natura 2000 en cada Estado
miembro deben desempeñar un papel importante en este proceso, por lo que la información
debe presentarse a través de la autoridad nacional y pasando por la representación
permanente de cada Estado miembro, como ocurre en el procedimiento de adopción de
las listas de lugares. Por tanto, el Gobierno de Canarias deberá remitir dichas medidas, al
órgano competente de la Administración General del Estado, que será el encargado de su
remisión a la Comisión.
3.5.3 Lugares que albergan hábitats o especies prioritarios
El segundo párrafo del apartado 4 del artículo 6 prevé un régimen especial para los casos
en que el plan o proyecto afecta a lugares que albergan hábitats o especies prioritarios
que puedan resultar perjudicados. La realización de planes o proyectos que pudieran
afectar desfavorablemente a estos sitios sólo puede justificarse si las razones imperiosas
de interés público de primer orden se refieren a la salud humana y la seguridad pública o
a consecuencias positivas de primordial importancia para el medio ambiente, o bien si,
antes de aprobarse el plan o proyecto, la Comisión emite un dictamen sobre la iniciativa
en cuestión.

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GUÍA PARA LA EVALUACIÓN DE AFECCIONES SOBRE LOS ESPACIOS DE LA RED NATURA 2000
Dicho de otro modo: el deterioro de los lugares sólo podría aceptarse por encima del cumplimiento
de los objetivos de la Directiva cuando se den las razones imperativas específicas
mencionadas anteriormente o, en su caso, si se aplica la salvaguarda adicional prevista,
consistente en una evaluación independiente por parte de la Comisión.
Esta disposición plantea varias cuestiones relativas a:
A. la identificación de los lugares afectados;
B. la interpretación de los conceptos de salud humana, seguridad pública y
consecuencias positivas de primordial importancia para el medio
ambiente;
C. el procedimiento de adopción del dictamen de la Comisión y las consecuencias
del mismo.
Con la aprobación de la Ley 42/2007 del Patrimonio Natural y la Biodiversidad, este régimen
específico, se amplía a las especies incluidas en los anexos II y IV de la citada ley, que
hayan sido catalogadas como en peligro de extinción (Art 45.7).
A. LUGARES AFECTADOS
El segundo párrafo del apartado 4 del artículo 6 se aplica cuando la realización de un plan
o proyecto puede afectar a un lugar que alberga hábitats o especies prioritarios. A este
respecto, cabe deducir que si un plan o proyecto:
a) no afecta de ningún modo a hábitats o especies prioritarios o
b) afecta a hábitats o especies que no se tuvieron en cuenta al seleccionar el
lugar («presencia no significativa» en el formulario normalizado de
datos), no se justifica de facto la aplicación de este segundo párrafo al
lugar en cuestión.
Dado que la Directiva de aves no califica ninguna especie como prioritaria, parecería lógico
pensar que las medidas compensatorias dirigidas a compensar los efectos sobre poblaciones
de aves de una ZEPA no requerirían en ningún caso el dictamen de la Comisión, sin
embargo, según el artículo 45.7 de la Ley 42/2007, citado anteriormente, si el plan o proyecto
afecta a aves recogidas en el anexo IV de la ley y catalogada como en peligro de
extinción, su se precisa dicho dictamen (Art. 45.6 y 45.7)
El segundo párrafo del apartado 4 del artículo 6 debe interpretarse como aplicable a
todos los lugares que albergan hábitats o especies prioritarios, cuando éstos se vean
afectados por un plan o proyecto.

GUÍA PARA LA EVALUACIÓN DE AFECCIONES SOBRE LOS ESPACIOS DE LA RED NATURA 2000
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B. CONCEPTOS DE «SALUD HUMANA», «SEGURIDAD PÚBLICA» Y «CONSECUENCIAS
POSITIVAS DE PRIMORDIAL IMPORTANCIA PARA EL MEDIO AMBIENTE»
La salud humana, la seguridad pública y las consecuencias positivas de primordial importancia
para el medio ambiente son las razones imperiosas de interés público de primer
orden más importantes. No obstante, como ocurre con el concepto de «razones imperiosas
de interés público de primer orden», la Directiva tampoco da una definición expresa
de estas tres nociones.
En Derecho comunitario, la salud humana y la seguridad pública pueden alegarse como
razones para justificar la adopción de medidas nacionales restrictivas de la libre circulación
de mercancías, trabajadores y servicios, así como del derecho de establecimiento.
Por otra parte, la protección de la salud de las personas es uno de los objetivos fundamentales
de la política comunitaria de medio ambiente. Asimismo, las consecuencias positivas
de primordial importancia para el medio ambiente constituyen una categoría que
tiene que incluirse entre esos objetivos fundamentales de política ambiental.
Con arreglo al principio de subsidiariedad, es responsabilidad de las autoridades nacionales
comprobar si se dan tales circunstancias. Evidentemente, cualquier situación de
este tipo puede ser objeto de un análisis de la Comisión como parte de su labor de control
con vistas a la correcta aplicación del Derecho comunitario.
Por lo que se refiere al concepto de «seguridad pública», conviene remitir a la sentencia
del Tribunal de Justicia de 28 de febrero de 1991 en el asunto C-57/89, Comisión contra
Alemania («Diques de Leybucht »). Esa decisión es anterior a la adopción de la Directiva
92/43/CEE y, por tanto, al artículo 6. La sentencia, sin embargo, resulta pertinente, sobre
todo porque los argumentos del Tribunal influyeron en la redacción del artículo 6. El asunto
trataba de unas obras de construcción para reforzar unos diques en la zona de Leybucht
(Mar del Norte). Las obras implicaban la reducción de la superficie de una ZEPA. Como
principio general, el Tribunal declaró que las razones para justificar tal reducción tenían
que responder a un interés general que fuera superior al interés general que representaba
el objetivo ecológico de la Directiva. En este caso concreto, el Tribunal confirmó que el
peligro de inundaciones y la defensa del litoral eran razones suficientemente graves para
justificar la construcción de diques y el refuerzo de estructuras costeras, siempre que esas
medidas se limitaran al mínimo estrictamente necesario.
Las autoridades nacionales pueden autorizar la realización de un plan o proyecto únicamente
si se demuestra que existen dichas razones imperiosas de interés público de primer
orden, y dentro de los límites en que el plan o proyecto demuestre ser necesario para
cubrir ese interés público.

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C. ADOPCIÓN DEL DICTAMEN DE LA COMISIÓN: CONSECUENCIAS
Según lo confirmado por la sentencia del Tribunal de 14 de septiembre de 2006 en el asunto
C-244/05, la Comisión sólo emitiría dictámenes de conformidad con el apartado 4 del
artículo 6 cuando se trate de lugares incluidos en la lista de lugares seleccionados como
lugares de importancia comunitaria (LIC).
Si la razón imperiosa de interés público de primer orden no está relacionada con la salud
humana, con la seguridad pública ni con beneficios medioambientales, es necesario
obtener un dictamen previo de la Comisión. El segundo párrafo del apartado 4 del artículo
6 no prevé el procedimiento ni el contenido específico de dicho dictamen10, por lo que
es preciso remitir de nuevo a la economía y los objetivos perseguidos por la disposición en
cuestión. El dictamen debe referirse a los valores ecológicos que pueden resultar afectados
por el plan o proyecto, la pertinencia de las razones imperiosas alegadas y la comparación
entre esos dos intereses opuestos, y debe incluir una evaluación de las medidas
compensatorias. La evaluación debe incluir un análisis científico y económico y un examen
de la necesidad y proporcionalidad de la realización del plan o proyecto en relación
con la razón imperiosa invocada.
Por su naturaleza, el dictamen no tiene efectos jurídicos vinculantes. Las autoridades
nacionales pueden alejarse de ese dictamen y decidir realizar un plan o proyecto aun
cuando el dictamen sea negativo. En ese caso, sin embargo, es lógico esperar que en la
decisión se hable de los argumentos de la Comisión y se explique por qué no se ha seguido
su dictamen. Sea como fuere, la Comisión puede evaluar la conformidad de la ejecución
del plan o proyecto con el Derecho comunitario y, si resulta necesario, emprender las
acciones legales oportunas. Mientras que la Directiva no específica ningún plazo relativo
a la adopción del dictamen de la Comisión, los servicios de la Comisión harán todo lo
necesario para llevar a cabo las evaluaciones y extraer las conclusiones apropiadas con la
mayor brevedad posible.
En su dictamen, la Comisión debe sopesar los valores ecológicos afectados y las razones
imperiosas invocadas, y evaluar las medidas compensatorias. El dictamen no es vinculante
pero, en caso de incumplimiento del Derecho comunitario, pueden emprenderse acciones
legales.