02.11.2014 Views

Cinco semanas en globo

Cinco semanas en globo

Cinco semanas en globo

SHOW MORE
SHOW LESS

Create successful ePaper yourself

Turn your PDF publications into a flip-book with our unique Google optimized e-Paper software.

-Rara vez; la altura de las montañas de África es m<strong>en</strong>or, según parece, que la de las de<br />

Europa y Asia. Pero, de todos modos, el Victoria las salvará sin dificultad alguna.<br />

En poco tiempo el gas se dilató, bajo la acción del calor y el <strong>globo</strong> tomó una marcha<br />

asc<strong>en</strong>sional muy pronunciada. La dilatación del hidróg<strong>en</strong>o no ofrecía ningun peligro, y la<br />

vasta capacidad del aeróstato no estaba ll<strong>en</strong>a más que <strong>en</strong> sus tres cuartas partes. El<br />

barómetro, mediante una depresión de unas ocho pulgadas, indicó una elevación de seis<br />

mil pies.<br />

-¿Podríamos estar subi<strong>en</strong>do así mucho tiempo? -preguntó Joe.<br />

-La atmósfera terrestre -respondió el doctor- ti<strong>en</strong>e una altura de seis mil toesas. Con un<br />

<strong>globo</strong> muy grande, iríamos lejos. Eso es lo que hicieron los señores Brioschi y<br />

Gay-Lussac, pero empezó a manarles sangre de la boca y los oídos. Les faltaba aire<br />

respirable. Hace unos años, dos audaces franceses, los señores Barral y Bixio, se lanzaron<br />

también a las altas regiones, pero su <strong>globo</strong> se rasgó...<br />

-¿Y cayeron? -preguntó al mom<strong>en</strong>to K<strong>en</strong>nedy.<br />

-Sin duda, pero como deb<strong>en</strong> caer los sabios, sin hacerse ningún daño.<br />

-¡Pues bi<strong>en</strong>, señores -dijo Joe-, son ustedes libres de caer cuantas veces lo dese<strong>en</strong>! Pero<br />

yo, que no soy más que un ignorante, prefiero permanecer <strong>en</strong> un justo término medio, ni<br />

demasiado alto, ni demasiado bajo. No hay que ser ambicioso.<br />

A seis mil pies, la d<strong>en</strong>sidad del aire ha disminuido ya s<strong>en</strong>siblem<strong>en</strong>te; el sonido se<br />

mueve con dificultad y la voz se oye mucho m<strong>en</strong>os. Los objetos se v<strong>en</strong> confusam<strong>en</strong>te. La<br />

mirada no percibe más que grandes moles bastante indeterminadas; los hombres y los<br />

animales se vuelv<strong>en</strong> absolutam<strong>en</strong>te invisibles; los caminos parec<strong>en</strong> cintas, y los lagos,<br />

estanques.<br />

El doctor y sus compañeros se s<strong>en</strong>tían <strong>en</strong> un estado anormal; una corri<strong>en</strong>te atmosférica<br />

de gran velocidad los arrastraba más allá de las montañas áridas, cuyas cimas coronadas<br />

de nieve deslumbraban; su aspecto convulsionado demostraba algún trabajo neptuniano<br />

de los primeros días del mundo.<br />

El sol brillaba <strong>en</strong> su c<strong>en</strong>it, y los rayos caían a plomo sobre aquellas desiertas cimas. El<br />

doctor hizo un dibujo exacto de las montañas, formadas por cuatro cumbres situadas casi<br />

<strong>en</strong> línea recta, de las cuales la más sept<strong>en</strong>trional es la más alargada.<br />

El Victoria no tardó <strong>en</strong> desc<strong>en</strong>der por la verti<strong>en</strong>te opuesta del Rubeho, costeando una<br />

llanura poblada de árboles de un verde muy sombrío. A esta llanura sucedieron crestas y<br />

barrancos colocados <strong>en</strong> una especie de desierto que precedía al país de Ugogo. Más abajo<br />

se pres<strong>en</strong>taban llanuras amarill<strong>en</strong>tas, tostadas, agrietadas, salpicadas a trechos de plantas<br />

salinas y de matorrales espinosos.<br />

Algunos bosquecillos, que más adelante se convirtieron <strong>en</strong> verdaderas selvas,<br />

embellecieron el horizonte. El doctor se aproximó a tierra, echaron las anclas, y una de<br />

ellas quedó agarrada a las ramas de un corpul<strong>en</strong>to sicomoro.<br />

Joe, deslizándose rápidam<strong>en</strong>te, sujetó el ancla con precaución; el doctor dejó el soplete<br />

funcionando para conservar <strong>en</strong> el aeróstato cierta fuerza asc<strong>en</strong>sional que lo mantuvo <strong>en</strong> el<br />

aire. El vi<strong>en</strong>to había calmado casi súbitam<strong>en</strong>te.<br />

-Ahora, amigo Dick -dijo Fergusson-, coge dos escopetas, una para ti y otra para Joe, y<br />

procurad <strong>en</strong>tre los dos traer unos bu<strong>en</strong>os filetes de antilope para la comida de hoy.<br />

-¡De caza! -exclamó K<strong>en</strong>nedy.<br />

Echó la escala y bajó. Joe fue brincando de una a otra rama y aguardó, desperezándose,<br />

a K<strong>en</strong>nedy. El doctor, aliviado del peso de sus dos compañeros, pudo apagar el soplete.<br />

-No eche a volar, señor -exclamó Joe.<br />

Este docum<strong>en</strong>to ha sido descargado de<br />

http://www.escolar.com

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!