02.11.2014 Views

Cinco semanas en globo

Cinco semanas en globo

Cinco semanas en globo

SHOW MORE
SHOW LESS

You also want an ePaper? Increase the reach of your titles

YUMPU automatically turns print PDFs into web optimized ePapers that Google loves.

Y procedió de inmediato a la construcción de la parrilla, de la que unos instantes<br />

después salían numerosas llamas.<br />

Joe sacó del cuerpo del antilope una doc<strong>en</strong>a de chuletas y trozos de lomo, que se<br />

convirtieron muy pronto <strong>en</strong> un asado delicioso.<br />

-El amigo Samuel -dijo el cazador- se va a chupar los dedos de gusto.<br />

-¿Sabe lo que estoy p<strong>en</strong>sando, señor Dick?<br />

-¿En qué has de p<strong>en</strong>sar más que <strong>en</strong> lo que estás haci<strong>en</strong>do?<br />

-Pues, no, señor. Pi<strong>en</strong>so <strong>en</strong> la cara que pondríamos si no <strong>en</strong>contráramos el <strong>globo</strong>.<br />

-¡Vaya una ocurr<strong>en</strong>cia! ¿Había el doctor de abandonarnos?<br />

-Pero ¿y si se des<strong>en</strong>ganchara el ancla?<br />

-Imposible. Y aunque se des<strong>en</strong>ganchara, ya sabría Samuel bajar con su <strong>globo</strong>.<br />

-Pero ¿y si el vi<strong>en</strong>to se lo llevase?<br />

-Mala cosa sería; pero, no hagas semejantes suposiciones que nada ti<strong>en</strong><strong>en</strong> de agradable.<br />

-No hay nada imposible <strong>en</strong> este mundo, señor, y es por tanto preciso preverlo todo...<br />

En aquel mismo mom<strong>en</strong>to se oyó un tiro.<br />

-¡Oh! -gritó Joe.<br />

-¡Mi carabina! Conozco su detonación.<br />

-¡Una señal!<br />

-¡Un peligro nos am<strong>en</strong>aza!<br />

-¡A él tal vez! -replicó Joe.<br />

-¡En marcha!<br />

Los cazadores recogieron <strong>en</strong> un mom<strong>en</strong>to la carne que habían asado y empezaron<br />

a desandar el camino, guiándose por las ramas que K<strong>en</strong>nedy había esparcido con esa<br />

int<strong>en</strong>ción. La espesura de la arboleda les impedía ver el Victoria, del cual no podían estar<br />

lejos.<br />

Se oyó un segundo disparo.<br />

-La cosa apremia -dijo Joe.<br />

-¡Otro tiro!<br />

-Eso ti<strong>en</strong>e trazas de una def<strong>en</strong>sa personal.<br />

-¡Corramos!<br />

Y echaron a correr con todo el vigor de sus piernas. Al salir del bosque vieron el<br />

Victoria, con el doctor <strong>en</strong> la barquilla.<br />

-¿Qué pasa, pues? -preguntó K<strong>en</strong>nedy.<br />

-¡Dios del cielo! -exclamó Joe.<br />

-¿Qué ves?<br />

-¡Mire! ¡Una caterva de negros asaltan el <strong>globo</strong>!<br />

En efecto, a dos millas de donde ellos estaban, unos treinta individuos se agolpaban,<br />

gesticulando, gritando y brincando, al pie del sicomoro. Algunos, <strong>en</strong>caramándose por el<br />

árbol, subían hasta las ramas más altas. El peligro parecia inmin<strong>en</strong>te.<br />

-¡Mi señor está perdido! -exclamó Joe.<br />

-¡Calma, Joe, y apunta bi<strong>en</strong>! En nuestras manos t<strong>en</strong>emos la vida de cuatro de esos<br />

monigotes. ¡Adelante!<br />

Habían avanzado una milla con suma rapidez, cuando partió de la barquilla otro tiro<br />

que derribó a uno de aquellos demonios que se <strong>en</strong>caramaba por la cuerda del ancla. Un<br />

cuerpo sin vida cayó de rama <strong>en</strong> rama y quedó colgado a veinte pies del suelo, con las<br />

piernas y los brazos ext<strong>en</strong>didos.<br />

-¿Por dónde diablos se sosti<strong>en</strong>e ese bárbaro? -exclamó Joe.<br />

-¿Qué nos importa? -respondió K<strong>en</strong>nedy-. ¡Corramos! ¡Corramos!<br />

Este docum<strong>en</strong>to ha sido descargado de<br />

http://www.escolar.com

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!