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INTERNACIONAL 33<br />
El segundo motivo es que el trasplante<br />
sólo es permitido entre<br />
familiares. La legislación salvadoreña<br />
todavía no ha contemplado el<br />
trasplante de donador cadáver. Este<br />
hecho provoca que haya mucha<br />
gente en búsqueda de un donante<br />
apto. Aún teniendo dinero el trasplante<br />
deseado puede no llegar<br />
nunca.<br />
El 7 de enero de 1985 José Benjamín<br />
Rodas fue el doctor en hacer el primer<br />
trasplante de riñón en El<br />
Salvador. De eso ya han pasado 24<br />
años y la lectura que hace este<br />
nefrólogo sobre la situación actual<br />
no invita al optimismo. Denuncia la<br />
pasividad en el Ministerio de Salud<br />
a la hora de permitir que se legalice<br />
el trasplante de donante cadáver,<br />
señala que ni siquiera hay un programa<br />
nacional que trabaje en la<br />
prevención y se queja de que los<br />
presupuestos públicos no “llegan<br />
para hacer trasplantes. Esta es una<br />
enfermedad que supone costos<br />
muy altos”. Cada semana, en el<br />
Hospital Médico Quirúrgico se está<br />
realizando un trasplante por día,<br />
pero la demanda es de unas 700 a<br />
800 personas.<br />
Felipe G. de la Fuente<br />
Para una población de más de 1.200.000 habitantes sólo existe un hospital público como el San Juan<br />
de Dios que posee una unidad de diálisis.<br />
presidente de la organización no<br />
gubernamental CESTA Amigos de la<br />
Tierra de El Salvador asegura que<br />
“hace años la costa salvadoreña era<br />
donde más pesticida se echaba por<br />
kilómetro cuadrado del mundo,<br />
debido a la existencia de los campos<br />
de algodón”. Otro de los grandes<br />
problemas es la contaminación del<br />
agua: “Por ejemplo en el oriente del<br />
país yo conozco una gasolinera que<br />
tiene un pozo donde el agua sale<br />
amarilla”.<br />
El Doctor Salinas confirma que la<br />
mayoría de los pacientes que vienen<br />
a sus consultas son agricultores que<br />
han estado en contacto con pesticidas<br />
y que beben de los pozos. Sin<br />
embargo las advertencias no sirven.<br />
Un inspector del Ministerio de Salud<br />
asegura que “mientras no se cambie<br />
la cultura que se ha creado en este<br />
país por utilizar pesticidas los casos<br />
seguirán aumentando”.<br />
El órgano soñado<br />
Los doctores coinciden en que el<br />
trasplante sigue siendo la mejor<br />
opción. Pero en El Salvador es algo<br />
con lo que muchos ni siquiera se<br />
atreven a soñar. Los principales<br />
motivos son dos. El primero porque<br />
en el país sólo hay un hospital que<br />
realiza esta operación. Pero dicho<br />
lugar pertenece al Seguro Social<br />
donde se atiende a los que cotiza.<br />
No obstante, seas trabajador o no,<br />
la operación asciende a 50.000<br />
dólares (35.000 euros). Con este<br />
precio una gran parte de la población<br />
descarta esta posibilidad.<br />
“Hasta el 2002 todos los trasplantes<br />
que se realizaron se hicieron sin una<br />
ley que nos avalara. Ahora intentamos<br />
luchar para que haya un reglamento<br />
que contemplen el trasplante de<br />
donador cadáver, ya que esto beneficiaría<br />
a muchas personas más”, afirma<br />
el doctor.<br />
Actualmente, el Ministerio de Salud<br />
ha dado pequeños pasos para enfrentar<br />
esta enfermedad. En septiembre<br />
del 2008 puso en marcha el programa<br />
de detección temprana y tratamiento<br />
de insuficiencia renal en sólo cuatro<br />
centros de salud de una provincia de<br />
El Salvador. Los resultados del estudio<br />
muestran que ocho de cada 10 pacientes<br />
examinados fue diagnosticado<br />
con algún daño renal. Los retos son<br />
muchos y las personas que trabajan<br />
cada día sueñan con dar una mejor<br />
vida a estos pacientes. Pero mientras<br />
que el Ministerio de Salud no decrete<br />
la insuficiencia renal crónica como<br />
una emergencia debido a los altos<br />
costos, miles de salvadoreños con<br />
pocos recursos económicos estarán<br />
sentenciados a muerte.<br />
Cristina Fuertes López (Periodista)<br />
Nº 149 - 2009