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Derechos humanos y justicia - Ediciones Universitarias

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15<br />

REVISTA DE LA UNIVERSIDAD IBEROAMERICANA ›<strong>Derechos</strong> <strong>humanos</strong> y <strong>justicia</strong> Año III agosto-septiembre DE 2011<br />

Año III Número 15 Agosto-septiembre de 2011<br />

REVISTA DE LA UNIVERSIDAD IBEROAMERICANA<br />

Líder Ibero_Sabina Berman<br />

Inédito de Javier Sicilia_El otro lado del sótano<br />

Poemas inéditos_Homero Aridjis<br />

Vida Yovanovich_Fotografía y compromiso vital<br />

<strong>Derechos</strong><br />

<strong>humanos</strong> y<br />

<strong>justicia</strong><br />

Santiago<br />

Corcuera<br />

Juan Antonio<br />

Estrada<br />

José Antonio<br />

Ibáñez<br />

Aguirre<br />

José Rosario<br />

Marroquín<br />

Farrera<br />

Jorge<br />

Montaño<br />

María<br />

Guadalupe<br />

Morfín Otero<br />

Rodolfo<br />

Stavenhagen<br />

PORTE PAGADO<br />

PP15-5159<br />

(PUBLICACIÓN PERIÓDICA)<br />

AUTORIZADO POR SEPOMEX<br />

Discos_Libros_Ocio_Tecnología


DIRECTORIO<br />

UNIVERSIDAD IBEROAMERICANA<br />

CIUDAD DE MÉXICO<br />

Dr. José Morales Orozco, S. J. Rector<br />

Dr. Javier Prado Galán, S. J. Vicerrector<br />

Académico<br />

IBERO, REVISTA DE LA UNIVERSIDAD<br />

IBEROAMERICANA<br />

Consejo editorial: Víctor Gavito,<br />

Miguel Ángel Granados Chapa, Sharon<br />

Flores Jiménez, Vicente Leñero, José<br />

Morales Orozco, S. J., María Nieves<br />

Noriega de Autrey, Gonzalo Olivares<br />

Velázquez, Eugenio Páramo Ortega,<br />

S. J., Javier Prado Galán, S. J.<br />

14<br />

Comité de asesores: Carlos Alvarado<br />

Santoyo, José Carreño Carlón, Carlos<br />

Lugo Galera, Ignacio Padilla, Carlota<br />

Peón, Gilberto Prado Galán, Alberto<br />

Ruiz Treviño, Ilán Semo, Helena<br />

Varela, Gabriela Warkentin<br />

Director: Carlos Deveaux Homs<br />

Director editorial: Juan Domingo<br />

Argüelles<br />

Asistente editorial: Beatriz Palacios<br />

Administración: Áurea Maristany<br />

Información: Angélica Cortés, Paola<br />

García Alarcón, Francelia Vargas<br />

Redacción: Osvelia ramírez, Pedro<br />

Rendón, Abenamar Sánchez<br />

revistaibero@uia.mx<br />

(55) 5950-4197<br />

Consulta la versión electrónica en:<br />

www.uia.mx/revistaibero/<br />

GRUPO MEXICANO DE MEDIOS,<br />

S. A. DE C. V.<br />

Socios directores: Elías González<br />

Rogel, Ricardo Rubio Martínez<br />

Editora gráfica: Albelia Gamboa y<br />

Vázquez<br />

Ventas: Jorge Hernández Ambriz, Ayax<br />

Romero Estrada<br />

Atención a clientes: Lupita Espínola<br />

Medina<br />

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(55) 5291-5577<br />

ventas@gmmedios.com.mx<br />

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Revista Ibero<br />

<strong>Derechos</strong><br />

<strong>humanos</strong> y<br />

<strong>justicia</strong><br />

03 Dr. José Morales Orozco, S. J. Carta del<br />

Rector<br />

04 Jorge Montaño. Los derechos <strong>humanos</strong><br />

de los mexicanos en Estados Unidos<br />

08 Santiago Corcuera. Otra vez,<br />

desapariciones forzadas en México<br />

10 Rodolfo Stavenhagen. <strong>Derechos</strong><br />

<strong>humanos</strong> y <strong>justicia</strong> para los pueblos<br />

indígenas<br />

14 María Guadalupe Morfín Otero. ¿En qué<br />

cultura se da el feminicidio?<br />

18 José Rosario Marroquín Farrera.<br />

Salvaguardar la dignidad de las personas<br />

20 José Antonio Ibáñez Aguirre. El<br />

cumplimiento de las sentencias de la Corte<br />

Interamericana de <strong>Derechos</strong> Humanos en<br />

México<br />

44<br />

24 Juan Domingo Argüelles. El Programa<br />

de <strong>Derechos</strong> Humanos de la Universidad<br />

Iberoamericana<br />

28 Juan Antonio Estrada. Los derechos<br />

<strong>humanos</strong> y la Iglesia Católica<br />

, Revista de la Universidad Iberoamericana es una publicación bimestral de la Universidad Iberoamericana Ciudad de México y de Grupo Mexicano de Medios, S. A.<br />

de C. V., bajo la responsabilidad de la Dirección de Comunicación Institucional de la UIA. Editor responsable: Carlos Deveaux Homs, carlos.deveaux@uia.mx. Número de<br />

Certificado de Reserva otorgado por el Instituto Nacional de <strong>Derechos</strong> de Autor: 04-2009-082412294600-102. Número de Certificado de Licitud de Título:14722; número<br />

de Certificado de Licitud de Contenido: 12295, otorgados por la Comisión Calificadora de Publicaciones y Revistas Ilustradas de la Secretaría de Gobernación. Domicilio<br />

de la publicación: Prolongación Paseo de la Reforma 880, Lomas de Santa Fe, México, D.F., C.P. 01219. Teléfono 5950-4197 y 5950-4198. Fax: 5950-4316. Imprenta:<br />

Compañía Impresora El Universal, S.A. de C.V. Allende No. 176, Col. Guerrero, México 06300, D.F. Teléfono 5117-0190. Distribución: Servicio Postal Mexicano. Porte<br />

pagado PP15-5159, autorizado por SEPOMEX. La responsabilidad de los artículos publicados refleja, de manera exclusiva, la opinión de sus autores y no necesariamente<br />

el criterio de la institución. No se devuelven originales no solicitados ni se entablará correspondencia al respecto. Prohibida la reproducción parcial o total, por cualquier<br />

medio o procedimiento, del contenido de la revista, sin autorización previa y expresa, por escrito, de la Universidad Iberoamericana. Año III, número 15, agosto-septiembre de<br />

2011. Fotografía de portada:Corbis. ISSN en trámite.


40<br />

Arte, tecnología,<br />

actualidad, cultura y<br />

entretenimiento<br />

32 Líder Ibero.<br />

Sabina Berman: No hemos aprendido a<br />

ver la cultura como una actividad social y<br />

económica. Arturo Sánchez Meyer.<br />

38 La llama inextinguible.<br />

Homero Aridjis. Tres poemas inéditos.<br />

40 Mirador.<br />

Vida Yovanovich: Fotografía y compromiso<br />

vital<br />

44 Trivium_narrativa.<br />

El otro lado del sótano (un capítulo<br />

inédito de una novela sobre la vida de San<br />

Maximiliano Kolbe). Javier Sicilia.<br />

50 Música para camaleones.<br />

Qué escuchar y por qué.<br />

52 La voz del libro_el eco de la lectura.<br />

Qué leer y por qué<br />

54 Itinerario del ocio.<br />

Adónde ir y por qué<br />

56 Innovación tecnológica. Dispositivos e<br />

instrumentos que facilitan la vida<br />

<strong>Derechos</strong> <strong>humanos</strong> y <strong>justicia</strong> son dos condiciones<br />

fundamentales para la convivencia social y el<br />

desarrollo personal. El respeto a los derechos<br />

<strong>humanos</strong> supone la vigencia de la <strong>justicia</strong>, y<br />

la vida democrática de una nación se sustenta<br />

en ambas.<br />

El aumento de la violencia en nuestro país, con los frecuentes<br />

y visibles agravios contra migrantes, indígenas, mujeres, o<br />

comunicadores, que no se esclarecen y que, muchas veces,<br />

involucran a los cuerpos de seguridad de los tres niveles de<br />

gobierno, han contribuido a sembrar un clima de desesperanza<br />

y de poco aprecio por la cultura de la legalidad entre la<br />

ciudadanía. Más aún: no son pocos los que llegan a pensar que<br />

la defensa de los derechos <strong>humanos</strong> es un obstáculo para la<br />

procuración de la seguridad en nuestro país.<br />

Ahora bien, las diversas formas de discriminación cotidiana,<br />

las circunstancias desfavorables para el desarrollo de las<br />

personas, los graves crímenes contra las libertades y las garantías<br />

individuales, que suman una muy larga y penosa historia de<br />

violaciones a los derechos <strong>humanos</strong> y se han traducido en una<br />

estela de in<strong>justicia</strong>, han convertido estos temas en dos de las<br />

demandas ciudadanas más amplias y persistentes.<br />

Con el ánimo de situar la importancia de la defensa de los<br />

derechos <strong>humanos</strong> en un contexto como el que atraviesa el<br />

país, IBERO trae a este número las voces de autores y actores<br />

que, con el pensamiento y la acción, han contribuido para que<br />

los derechos <strong>humanos</strong> y la <strong>justicia</strong> sean una realidad cada vez<br />

más plena en nuestra sociedad.<br />

La verdad nos hará libres<br />

Dr. José Morales Orozco, S. J.<br />

Rector<br />

IBEROcarta del rector_<br />

03


IBEROderechos <strong>humanos</strong> y <strong>justicia</strong>_examen<br />

04<br />

Jorge Montaño_Egresado de la Facultad<br />

de Derecho de la UNAM y doctor por la London<br />

School of Economics. Es miembro del Servicio<br />

Exterior Mexicano y ha ocupado diversos cargos<br />

en la Secretaría de Relaciones Exteriores. Fue<br />

Representante Permanente ante Naciones Unidas<br />

y Embajador de México en Estados Unidos.<br />

Es profesor del ITAM y miembro fundador del<br />

Consejo Mexicano de Asuntos Internacionales.<br />

Recientemente fue reelecto por el Economic<br />

and Social Council (ECOSOC) como miembro<br />

de la Junta Internacional de Fiscalización de<br />

Estupefacientes de Naciones Unidas, por lo que<br />

ha realizado misiones en Guatemala y El Salvador<br />

a fin de analizar el cumplimiento de estos países<br />

de los Tratados de Fiscalización Internacional de<br />

Drogas así como para recomendar apoyo técnico.<br />

Ha publicado diversos libros y artículos, y es<br />

colaborador de la página editorial de El Universal,<br />

y miembro de la Junta Directiva de Foreign Affairs<br />

Latinoamérica.<br />

Los derechos<br />

<strong>humanos</strong> de<br />

los mexicanos en<br />

Estados Unidos_Las<br />

tendencias xenófobas y racistas, siempre latentes en<br />

amplios segmentos de ese país, se multiplicaron ante<br />

una evidencia tan irrefutable como la destrucción de las<br />

propias torres gemelas.<br />

Foto:Corbis<br />

El estatus de los derechos <strong>humanos</strong> en Estados<br />

Unidos tuvo un parteaguas innegable en el<br />

9/11. La transformación fue radical tanto en<br />

las prácticas cotidianas como en la legislación<br />

aprobada en forma apresurada, con la justificación<br />

de enfrentar ataques subsecuentes a su<br />

territorio. Leyes, reglamentos y bandos locales<br />

se adoptaron en los tres niveles de gobierno,<br />

teniendo como punto de referencia la draconiana Ley Patriota<br />

que amuralló uno de los países más abiertos del mundo.<br />

Esta reacción discutible por sus alcances al coartar la vigencia<br />

de las libertades fundamentales, implantó en forma inevitable la<br />

convicción de que los extranjeros son una especie seudo-maligna<br />

orientada a aniquilar a la gran potencia. Este nuevo mantra, estimuló<br />

incluso una convocatoria a la ciudadanía, para que coadyu-<br />

vara en la vigilancia de la paz social, en especial denunciando<br />

comportamientos sospechosos de los no nacionales.<br />

Las tendencias xenófobas y racistas, siempre latentes en amplios<br />

segmentos de ese país, se multiplicaron ante una evidencia tan<br />

irrefutable como la destrucción de las propias torres gemelas. Para<br />

la ciudadanía, se trató de un ataque inédito en la prolija historia<br />

bélica de Estados Unidos, que fue creciendo y mutando como<br />

resultado de temores colectivos. Ciertamente, la autoridad aprovechó<br />

esta inseguridad para justificar acciones y políticas radicales.<br />

El embate de Al Qaeda pronto se convirtió en animadversión<br />

contra árabes y musulmanes en general, investidos de enemigos<br />

irreconciliables, llegando al extremo de justificar la violación del<br />

derecho internacional, con los ataques punitivos de Bush contra<br />

Afganistán e Iraq.<br />

Los temores se convirtieron también en interrogantes sobre la


_La secuela más perniciosa<br />

de inestabilidad post 9/11 fue<br />

la demanda de establecer<br />

controles especiales a los extranjeros,<br />

de quienes la presunción a probar,<br />

era que no estaban asociados con los<br />

atacantes, propiciando a nivel local<br />

persecuciones apoyadas en el color de<br />

la piel o en rasgos no anglosajones.<br />

505<br />

seguridad fronteriza, cuya responsabilidad debía<br />

ser garantizada por Canadá y México. Sobre<br />

sus vecinos del norte, recayó la responsabilidad de<br />

explicar cómo se habían infiltrado los terroristas por su<br />

territorio, que de manera fortuita no lo hicieron por nuestras<br />

fronteras.<br />

La recién concluida era clintoniana había logrado aciertos en la<br />

relación con los vecinos del sur más allá del Suchiate. Se hicieron<br />

esfuerzos por consolidar un mercado de libre comercio del<br />

continente y en el Capitolio se intensificó el debate para buscar<br />

formas alternativas de mejorar el status de la migración ilegal.<br />

Desde entonces, está en la agenda del senado la “Dream Act”,<br />

legislación orientada a recompensar a los hijos de ilegales que<br />

muestran actitudes especiales en beneficio de Estados Unidos,<br />

que merecen ser compensadas con la nacionalidad.<br />

Todo se atoró en una administración republicana<br />

radical, renuente a reconocer estas actitudes<br />

con generosidad institucional, sentimiento agudizado<br />

por la incertidumbre de los ataques. Otro veranillo<br />

fue la propuesta de ley de los senadores Mc Cain-Kennedy que<br />

recogía los puntos esenciales del debate migratorio, aceptable<br />

incluso desde nuestra perspectiva. La cercanía con las votaciones<br />

primarias de la elección presidencial de 2004, impidió su adopción.<br />

Lo que es peor, no se han vuelto a proponer conceptos tan<br />

precisos como los que incluía ese fallido proyecto.<br />

La secuela más perniciosa de inestabilidad post 9/11 fue la<br />

demanda de establecer controles especiales a los extranjeros, de<br />

quienes la presunción a probar, era que no estaban asociados con<br />

los atacantes, propiciando a nivel local persecuciones apoyadas en el<br />

color de la piel o en rasgos no anglosajones. La síntesis más acabada


IBEROderechos <strong>humanos</strong> y <strong>justicia</strong>_examen<br />

06<br />

de este acoso y hostigamiento de migrantes, fue el surgimiento de<br />

legislaciones en los condados, abiertamente hostiles a la población<br />

de origen mexicano. Se llegó al extremo de prohibir que condujeran<br />

automóviles, aun cuando tuvieran el seguro y licencia en orden.<br />

La Ley Patriota dio amplios poderes a los agentes de la ley, para<br />

investigar el estatus migratorio de una persona simplemente por<br />

su apariencia. Para realizar dicha inspección, no era necesario pertenecer<br />

a una corporación especializada en materia migratoria, lo<br />

cual generaba equívocos que amedrentaban a los extranjeros. Este<br />

panorama subsiste en la actualidad en forma más mesurada.<br />

A la amenaza terrorista, se añadió en la primera década del siglo,<br />

una crisis económica sin precedentes dentro y fuera de Estados<br />

Unidos que impactó en forma severa la percepción del fenómeno<br />

migratorio. La respuesta a la crisis se dio en forma inevitable<br />

con el surgimiento de una derecha, aglutinada por los principios<br />

políticos ultraconservadores del Tea Party. Su animadversión en<br />

contra de los extranjeros es parte esencial de su plataforma política,<br />

con la cual lograron un triunfo contundente en las elecciones<br />

de medio término del pasado noviembre, asumiendo el control de<br />

la cámara baja y logrando avances en el senado.<br />

Este avance no es cosa menor si se considera que varios integrantes<br />

del caucus hispano y congresistas liberales con las mejores<br />

posiciones con relación a los migrantes, perdieron su asiento en<br />

el Capitolio. Esta mengua de mentes avanzadas en el tema migratorio,<br />

incluyó también a miembros del partido republicano,<br />

derrotados por la extrema derecha por su filiación “avanzada”.<br />

Las legislaciones antimigrantes aprobadas por las legislaturas<br />

estatales de Arizona y Alabama son la punta de un iceberg<br />

preocupante, precisamente por sus rasgos racistas que parecen ser<br />

parte esencial del debate interno que actualmente se realiza en<br />

el partido republicano. Otro síntoma del endurecimiento más<br />

reciente, son las propuestas en la Casa de Representantes donde la<br />

legislatura instalada en enero, ha presentado medidas draconianas<br />

en contra de la migración.<br />

Inequívocamente, estas posiciones tienen un contenido represivo<br />

con el ánimo de evitar el flujo de migrantes, utilizando aviones<br />

no tripulados, aumentando el número de efectivos de la patrulla<br />

fronteriza e incluso movilizando a la guardia nacional a petición<br />

de los gobernadores fronterizos.<br />

Las expectativas de atención política al tema migratorio en<br />

el Capitolio o en la Casa Blanca son inexistentes, en tanto no<br />

mejore la economía. Si el Partido Demócrata desea retener la<br />

Casa Blanca y recuperar el espacio perdido en el Legislativo así<br />

como en las gubernaturas, debe demostrar resultados abatiendo<br />

los índices de desempleo y estimulando los de consumo.<br />

En ninguna ecuación política parece viable que el presidente<br />

Obama recupere su lista de compromisos con los electores hispanos.<br />

Aún más, el discurso republicano muy posiblemente radicalice<br />

posiciones demócratas en distritos y estados donde haya un<br />

sentimiento sólido antimigrante. Dada la máxima de que toda política<br />

es local, la radicalización está asegurada, ya que los electores<br />

actúan parroquialmente, privilegiando beneficios comunitarios.<br />

_La combinación de la<br />

derechización militante y racista<br />

con la crisis económica sin<br />

solución en el corto o mediano plazo,<br />

cancela opciones que apunten a un<br />

proceso que en forma gradual siente las<br />

bases de una reforma migratoria. Sin<br />

duda, es hoy un escenario inalcanzable.<br />

Las organizaciones hispanas han perdido espacios políticos ante<br />

el peso específico de la crisis económica. Su argumentación a<br />

favor de las distintas variantes para lograr la regularización de la<br />

migración ilegal, no son viables en periodos electorales, regulados<br />

por indicadores económicos de emergencia y una retórica<br />

proclive a descalificar la mano de obra explotada y desprotegida<br />

por las leyes. Este doble discurso está creciendo en importancia y<br />

sin duda dominará el debate electoral. Los políticos hispanos no<br />

estarán al margen de este entorno, que inevitablemente reduce las<br />

expectativas que en el 2008 los llevó a votar por Obama e incluso<br />

a registrarse como miembros del Partido Demócrata.<br />

No es exagerado señalar que nuestros connacionales enfrentan<br />

una situación de asedio sin precedente histórico, en términos<br />

de que cambien las tendencias negativas en el corto plazo. La<br />

combinación de la derechización militante y racista con la crisis<br />

económica sin solución en el corto o mediano plazo, cancela opciones<br />

que apunten a un proceso que en forma gradual siente las<br />

bases de una reforma migratoria. Sin duda, es hoy un escenario<br />

inalcanzable.<br />

México tiene posibilidades de movilizar su red de cincuenta<br />

consulados, para brindar apoyo consistente en materia de protección<br />

a sus ciudadanos, en especial contra de las embestidas de la<br />

extrema derecha. En forma activa puede también movilizar a los<br />

medios de comunicación locales con mensajes precisos en contra<br />

de actitudes discriminatorias.<br />

Estas estrategias deben hacerse con prudencia, apoyándose en las<br />

organizaciones hispanas. El activismo mexicano en forma directa,<br />

es contraproducente como se evidenció en California en 1994<br />

en la lucha contra la propuesta 187, donde las cúpulas hispanas se<br />

inconformaron contra acciones directas de nuestro gobierno en<br />

territorio estadounidense.<br />

No debe descartarse la posibilidad de convocar a gobiernos<br />

de la región a presentar posiciones conjuntas, en especial con el<br />

gobierno federal, en el cabildeo en el Capitolio, en medios de comunicación<br />

y a nivel local, particularmente en metrópolis como<br />

Los Ángeles, Nueva York o Chicago. Las escasas ocasiones que se<br />

ha actuado en esta forma, han generado reacciones favorables e<br />

incluso respuestas apresuradas para evitar comentarios negativos<br />

de la oposición. En todo caso, la peor actitud en la coyuntura<br />

actual es la inacción.


IBEROderechos <strong>humanos</strong> y <strong>justicia</strong>_examen<br />

08<br />

Otra vez,<br />

desapariciones<br />

forzadas en<br />

México_<br />

Santiago Corcuera_Licenciado en Derecho por la Universidad Iberoamericana Ciudad de México<br />

y maestro en Derecho por la Universidad de Cambridge. En la Ibero ha sido coordinador de la Maestría en<br />

<strong>Derechos</strong> Humanos y del Programa de <strong>Derechos</strong> Humanos. Fue integrante del Grupo de Trabajo sobre<br />

Desapariciones Forzadas o Involuntarias del Consejo de <strong>Derechos</strong> Humanos de la ONU, entre julio de 2004<br />

y junio de 2010, y fue su presidente entre 2006 y 2009. Asimismo, presidió el Comité Coordinador de los<br />

Procedimientos Especiales del Consejo de <strong>Derechos</strong> <strong>humanos</strong> de la ONU, entre junio de 2009 y junio de<br />

2010. Es autor del libro Derecho constitucional y derecho internacional de los derechos <strong>humanos</strong> (Oxford<br />

University Press, 2002).<br />

Foto: Corbis<br />

Muchos creímos que México ya<br />

había superado definitivamente<br />

la posibilidad de que en el país se<br />

cometieran desapariciones forzadas<br />

de manera recurrente. Todos<br />

sabemos, aunque se recuerde<br />

poco, que en la década de los setentas,<br />

durante la llamada “Guerra<br />

Sucia”, se dio una persecución, con conocimiento del ataque, a<br />

disidentes políticos. Esa persecución condujo a masacres, torturas<br />

y desapariciones. La Comisión Nacional de los <strong>Derechos</strong> Humanos<br />

investigó cientos de casos y llegó a la conclusión de que,<br />

cuando menos en 532 sucesos, había elementos de investigación<br />

para poder afirmar que se trataban de desapariciones forzadas, y<br />

estableció que, por lo menos 275 de ellos, en efecto constituían<br />

desapariciones forzadas.<br />

Durante el sexenio de Vicente Fox se hicieron esfuerzos adicionales<br />

para investigar casos de desaparición forzada y se constituyó<br />

la Fiscalía Especial sobre Movimientos Sociales y Políticos del<br />

pasado (FEMOSPP). Esta Fiscalía investigó 797 casos. Es la hora,<br />

a más de treinta años de distancia, en que todos estos crímenes<br />

permaneces impunes.<br />

Después de ese negro capítulo de nuestra historia, se abrió<br />

otro no menos oscuro, durante el sexenio de Ernesto Zedillo. En<br />

aquellos años se planeó y puso en práctica una guerra de baja<br />

intensidad en el estado de Chiapas en contra de los integrantes y<br />

simpatizantes del Ejército Zapatista de Liberación Nacional. En el<br />

contexto de esa guerra de baja intensidad se cometieron incontables<br />

violaciones graves de derechos <strong>humanos</strong>, incluyendo masacres,<br />

ejecuciones sumarias individuales, detenciones arbitrarias, tortura<br />

y persecución a defensores de derechos <strong>humanos</strong>. Los funcionarios<br />

públicos que planearon y ordenaron la ejecución de estas acciones<br />

también se encuentran libres, y algunos de ellos en funciones públicas,<br />

recibiendo su sueldo del producto de nuestro trabajo.<br />

Cuando “llegó la democracia”, en el año 2000, percibimos<br />

algunas luces. Sin duda, la política exterior sembrada por el Secretario<br />

de Relaciones Exteriores, Jorge Castañeda Gutman, y la<br />

Secretaria Mariclaire Acosta Urquidi, hincó raíz. No importó su<br />

salida de la SRE. Sus políticas se mantuvieron durante todo el<br />

sexenio. A nivel interno, se hicieron algunos esfuerzos, que a la<br />

postre probaron ser fallidos, pero que al anunciarse produjeron alguna<br />

esperanza. Durante ese sexenio no se tenía noticia de que en<br />

México se estuvieran cometiendo nuevas desapariciones forzadas.<br />

En marzo de este año visitó México el Grupo de Trabajo sobre


Desapariciones Forzadas o Involuntarias del Consejo de <strong>Derechos</strong><br />

Humanos de la ONU, y emitió un comunicado el 31 de<br />

marzo. ¡Qué situación tan espantosa describe este comunicado!<br />

El Grupo de Trabajo informó que tuvo conocimiento de que en<br />

México se han cometido más de 3,000 desapariciones forzadas, que<br />

según informes de la CNDH, en 2009, dicha institución recibió<br />

reportes de 9,578 casos de secuestros de migrantes, y que entre abril<br />

y septiembre del 2010, al menos 11,333 migrantes fueron secuestrados.<br />

El Grupo de Trabajo señala que estos secuestros de migrantes<br />

son perpetrados principalmente por organizaciones criminales,<br />

pero, señala, que en algunas ocasiones se tenían indicios de que<br />

agentes estatales colaboraban con las organizaciones criminales para<br />

cometer esos secuestros, convirtiéndolos así en verdaderas desapariciones<br />

forzadas. Al 31 de marzo, el Grupo de Trabajo indicaba que<br />

no era posible aceptar que todos los secuestros de migrantes fueran<br />

En mi labor de acompañamiento reciente a familiares de desaparecidos,<br />

he podido constatar que, a pesar de tener documentadas<br />

decenas de casos que me consta que cumplen claramente con<br />

los requisitos exigidos por el Grupo de Trabajo para ser aceptados,<br />

los familiares deciden no remitirlos a la ONU, ni a la CNDH,<br />

ni mucho menos a las agencias del ministerio público. Tengo la<br />

convicción de que, además de los 3,000 casos de los que las organizaciones<br />

civiles afirman tener conocimiento, y de los miles de<br />

casos de migrantes desaparecidos de que se tiene conocimiento<br />

a través de la Comisión Nacional de <strong>Derechos</strong> Humanos, hay<br />

muchos más, que ni siquiera a las ONG les han sido informados<br />

por los familiares de las víctimas. El problema del subrregistro de<br />

desapariciones forzadas, por desgracia, es un fenómeno que se da<br />

en todos los países en donde se presentan desapariciones forzadas,<br />

y México no es la excepción.<br />

_Tengo la convicción de que, además de los 3,000 casos de los que las<br />

organizaciones civiles afirman tener conocimiento, y de los miles de casos de<br />

migrantes desaparecidos de que se tiene conocimiento a través de la CNDH,<br />

hay muchos más, que ni siquiera a las ONG les han sido informados por los familiares<br />

de las víctimas.<br />

realizados exclusivamente por el crimen organizado, ni descartar<br />

que exista participación de gente del Estado.<br />

Después de dado a conocer el informe del Grupo de Trabajo, el<br />

Gobierno de México, a través de sus secretarías de Gobernación y<br />

Relaciones Exteriores, emitió declaraciones en el sentido de que<br />

era muy importante que el Grupo de Trabajo distinguiera entre<br />

las quejas presentadas y los delitos efectivamente cometidos; que<br />

el Grupo de Trabajo señalaba haber oído el número de 3,000,<br />

pero que tomara en cuenta que la Comisión Nacional de <strong>Derechos</strong><br />

Humanos, hasta ahora, decía haber recibido sólo 283.<br />

Por esas fechas, el Gobierno parecía tratar de aminorar la gravedad<br />

de la situación. Muy poco tiempo pasó para que la realidad<br />

nos diera en la cara. El 9 de mayo nos enteramos por la prensa<br />

que habían sido rescatados 120 migrantes que afirmaban que<br />

agentes del Instituto Nacional de Migración los habían entregado<br />

al crimen organizado. (Véase la nota “Agentes nos entregaron al<br />

crimen organizado: migrantes rescatados”, http://www.milenio.<br />

com/cdb/doc/noticias2011/94735cf9dc1fc6e1994f97a442dafc5f).<br />

Se armó el escándalo, y el gobierno no tuvo más remedio que<br />

reconocerlo. Empezaron los ceses de decenas de agentes del INM<br />

por presuntos actos relacionados con secuestros (desapariciones<br />

forzadas, propiamente dichas). Seis agentes fueron arraigados y<br />

sometidos a proceso penal.<br />

Y, lo peor, es que la situación reportada al Grupo de Trabajo, o<br />

la que trasciende a la prensa, es solamente un pequeño segmento<br />

de esta realidad. El Grupo de Trabajo ha destacado reiteradamente<br />

en sus diversos informes acerca del fenómeno del subrregistro<br />

de casos de desapariciones forzadas en todas partes del mundo,<br />

debido al profundo temor que los familiares y seres queridos de<br />

los desparecidos sienten, por lo que se abstienen de denunciar<br />

el delito ante las autoridades. Tampoco acuden a las instancias<br />

internacionales, no solamente por temor, sino en muchos casos<br />

por ignorancia sobre la existencia misma de esas instancias.<br />

Recomendaciones preliminares<br />

formuladas por el Grupo de<br />

Trabajo al Estado mexicano:<br />

1_Reconocer la dimensión del problema (o lo que es lo<br />

mismo, no negarlo, ni “minimizarlo”).<br />

2_Lograr que el delito de desaparición forzada se tipifique<br />

como delito autónomo en todos los Códigos Penales de<br />

la República y que se apruebe una Ley General sobre<br />

Desapariciones Forzadas.<br />

3_Considerar en el corto plazo el retiro de las fuerzas<br />

armadas en labores de seguridad pública como medida para<br />

prevenir desapariciones forzadas. (Tan sólo seis días después<br />

de que fue dada a conocer la recomendación del grupo de<br />

Trabajo, se difundieron las siguientes declaraciones: “Más<br />

allá de este sexenio, las Fuerzas Armadas podrían estar<br />

regresando a sus cuarteles y bases navales al no existir<br />

todavía corporaciones policíacas confiables y la violencia<br />

descenderá en “unos siete años”, prevé el titular de la<br />

Secretaría de Seguridad Pública Federal [SSPF], Genaro<br />

García Luna”, http://eleconomista.com.mx/seguridadpublica/2011/04/06/violencia-bajara-7-anos-garcia-luna.)<br />

4_Eliminar de la legislación y la práctica la detención<br />

mediante arraigo, tanto a nivel federal como estatal.<br />

5_Garantizar la jurisdicción de los tribunales civiles en todos<br />

los asuntos relacionados con violaciones graves de derechos<br />

<strong>humanos</strong>, aunque el perpetrador sea miembro de las fuerzas<br />

armadas.<br />

6_Brindar mayor apoyo a los familiares y asociaciones de<br />

familiares de las víctimas de desaparición forzada.<br />

7_Establecer un programa nacional de búsqueda de<br />

personas con un protocolo de acción inmediata.<br />

09


IBEROderechos <strong>humanos</strong> y <strong>justicia</strong>_examen<br />

10<br />

<strong>Derechos</strong> <strong>humanos</strong> y<br />

<strong>justicia</strong> para los pueblos<br />

indígenas_En estos campos de la <strong>justicia</strong>, la<br />

población indígena ha sido tradicionalmente discriminada y<br />

rezagada, víctima de distintas formas de “in<strong>justicia</strong>” (que es,<br />

precisamente, la ausencia de <strong>justicia</strong>).<br />

En nuestro medio usamos ampliamente tres conceptos<br />

del término “<strong>justicia</strong>”. El primero se refiere<br />

a las instancias y procedimientos judiciales<br />

que “imparten” la <strong>justicia</strong>. El segundo se refiere<br />

al concepto más político de “<strong>justicia</strong>” social y<br />

económica que tiene que ver con el diseño, la<br />

aplicación y los resultados de diversas políticas<br />

públicas. Estos dos usos están, sin embargo, anclados<br />

en la concepción fundamental de la <strong>justicia</strong> como un valor<br />

ético y moral que se supone subyace a los otros dos usos.<br />

En estos campos de la <strong>justicia</strong>, la población indígena ha sido<br />

tradicionalmente discriminada y rezagada, víctima de distintas<br />

formas de “in<strong>justicia</strong>” (que es, precisamente, la ausencia de <strong>justicia</strong>).<br />

Las dos primeras concepciones de <strong>justicia</strong> están estrechamente<br />

vinculadas no sólo por su origen histórico sino también<br />

en cuanto a su expresión en la legislación. En décadas recientes<br />

han sido entrelazadas aún más en el discurso de los derechos<br />

<strong>humanos</strong>. Hoy en día ya no se puede hablar de <strong>justicia</strong> sin hacer<br />

referencia forzosamente a los derechos <strong>humanos</strong>. Desde el mes<br />

de junio de 2011 el artículo 1º de la Constitución Política de los<br />

Estados Unidos Mexicanos dice que todas las personas gozarán de<br />

los derechos <strong>humanos</strong> reconocidos en esta Constitución y en los<br />

tratados internacionales de los que el Estado Mexicano sea parte.<br />

Por otro lado, el artículo 2º, modificado en 2001, dice reconocer y<br />

garantizar el derecho de los pueblos y las comunidades indígenas<br />

a la libre determinación.<br />

México ratificó en 1990 el Convenio 169 de la Organización<br />

Internacional del Trabajo sobre pueblos indígenas y tribales y<br />

firmó en 2007 la Declaración de la ONU sobre los derechos de<br />

Rodolfo Stavenhagen_Estudió Artes en la Universidad de Chicago, y es maestro en<br />

Antropología Social por la Escuela Nacional de Antropología e Historia, y doctor en Sociología por<br />

la Universidad de París. Ha sido profesor en múltiples universidades de México y el extranjero. Es<br />

investigador del Centro de Estudios Sociológicos de El Colegio de México y pertenece al Sistema Nacional<br />

de Investigadores. Especialista en sociología agraria, minorías étnicas, derechos <strong>humanos</strong>, conflicto étnico,<br />

pueblos indígenas y desarrollo social, es uno de los más importantes estudiosos del entorno agrario en<br />

México. En 2001, la Comisión de <strong>Derechos</strong> Humanos de la ONU lo designó como Relator Especial sobre<br />

la situación de los derechos <strong>humanos</strong> y las libertades fundamentales de los indígenas. Fue presidente<br />

fundador de la Academia Mexicana de <strong>Derechos</strong> Humanos. Ha recibido diversos premios y distinciones<br />

nacionales e internacionales, y es autor de numerosos libros, muchos de ellos de referencia internacional;<br />

entre los más recientes destacan La cuestión étnica, <strong>Derechos</strong> <strong>humanos</strong> de los pueblos indígenas, y<br />

Conflictos étnicos y Estado nacional.<br />

los pueblos indígenas además de muchos otros instrumentos jurídicos<br />

internacionales en la materia. No es, pues, por falta de textos<br />

constitucionales, legislativos o internacionales que los indígenas<br />

en México siguen siendo víctimas de la “in<strong>justicia</strong>”. Tampoco es<br />

por desconocimiento de sus derechos ahora reconocidos en la<br />

Constitución, en las leyes y en la legislación internacional de la<br />

que nuestro país forma parte.<br />

La explicación probable ha de encontrarse en la estructura económica<br />

y del poder político en el país. Por razones históricas bien<br />

conocidas los pueblos han sido ignorados, negados, excluidos,<br />

marginados y relegados sistemáticamente por los grupos dominantes<br />

y todos los gobiernos que se han sucedido desde la Independencia.<br />

Primero el conservadurismo y el liberalismo, luego el<br />

latifundismo, después el corporativismo nacionalista y, por último,<br />

el neoliberalismo rampante y globalizante; todos estos “ismos”,<br />

que han caracterizado las distintas etapas de nuestra historia desde<br />

hace dos siglos, contribuyeron a la perenne in<strong>justicia</strong> en la que se<br />

encuentran inmersos aún hoy los pueblos indígenas del país. El<br />

régimen colonial español se convirtió en un colonialismo interno<br />

que se expresó en una persistente “colonialidad del poder”, que<br />

no permitió completar la plena ciudadanía de los indígenas. En<br />

otras palabras, ha existido en México la contradicción entre un<br />

país formal, el de las leyes y las instituciones, y un país real, el de<br />

la vida cotidiana, del ejercicio del poder, de la acumulación del<br />

capital, del caciquismo, del clientelismo, de la corrupción y de la<br />

persistente cultura de la transa.<br />

Sin embargo, las ocasionales aperturas del estado a la pluriculturalidad,<br />

y la creciente capacidad de organización de la sociedad<br />

civil, especialmente la de los pueblos indígenas, han permitido la


11<br />

_El régimen colonial español se convirtió en<br />

un colonialismo interno que se expresó en<br />

una persistente “colonialidad del poder”,<br />

que no permitió completar la plena ciudadanía de<br />

los indígenas.<br />

Foto:Corbis<br />

creación de espacios de confrontación y negociación en los que se<br />

plantean y debaten alternativas y estrategias de cambio.<br />

El racismo excluyente que caracterizaba el discurso público todavía<br />

a principios del siglo pasado fue sustituido paulatinamente<br />

por la política indigenista integradora que surgió de los primeros<br />

gobiernos posrevolucionarios. La idea del mestizaje racial y cultural<br />

junto con la integración modernizante promovida desde el<br />

Estado hizo pensar que pronto el “problema indígena,” como se le<br />

llamaba, sería resuelto en pocas décadas… al desaparecer los indígenas.<br />

En efecto, la población definida como indígena disminuyó<br />

a lo largo del siglo XX de más de 30% a menos de 15% de la población<br />

total, pero en números absolutos ha seguido aumentando.<br />

Es en el área de la <strong>justicia</strong> que se han reportado las mayores desigualdades<br />

y violaciones a los derechos indígenas en México. En el<br />

informe sobre mi misión a México en 2003 como Relator Especial<br />

de la ONU para los derechos de los indígenas, señalé la falta de<br />

traductores en lenguas indígenas, la poca capacitación de los defensores<br />

de oficio que operan en zonas indígenas, la discriminación y<br />

el racismo en los ministerios públicos, los tribunales y las cárceles,<br />

la práctica de la tortura y abusos físicos, la detención arbitraria, las<br />

desapariciones forzadas, los maltratos a las mujeres y las niñas.<br />

Las irregularidades que sufren los presos indígenas han obligado a la<br />

Comisión Nacional para el Desarrollo de los Pueblos Indígenas (CDI),<br />

la Comisión Nacional de los <strong>Derechos</strong> Humanos (CNDH) y algunos<br />

gobiernos estatales a establecer programas de excarcelación que han beneficiado<br />

a numerosos detenidos en distintas partes de la República. La<br />

CDI vigila, con medios insuficientes, la estricta aplicación de la ley a los<br />

indígenas inculpados. Un programa semejante funciona en el estado de


IBEROderechos <strong>humanos</strong> y <strong>justicia</strong>_examen<br />

12<br />

Oaxaca. Un estudio de internos indígenas en reclusorios del Distrito<br />

Federal indica que ninguno había sido asistido por un traductor y el 90%<br />

refiere no haber sido defendido adecuadamente.<br />

Un patrón recurrente en las regiones conflictivas es la criminalización de<br />

las actividades de protesta, denuncia, resistencia y movilización social de los<br />

involucrados, lo cual implica con frecuencia la imputación de múltiples delitos,<br />

la fabricación de delitos difíciles o imposibles de demostrar, la detención<br />

ilegal de los acusados, los abusos físicos, la dilatación en el proceso judicial<br />

comenzando por las averiguaciones previas etcétera. Se reportan detenciones,<br />

allanamientos, acoso policial, amenazas y enjuiciamientos a autoridades y<br />

líderes comunitarios, a dirigentes y miembros de organizaciones indígenas<br />

y sus defensores. Se han denunciado “desaparecidos transitorios”, personas<br />

privadas ilegalmente de su libertad por algún tiempo, con lo cual se busca<br />

desarticular la actividad social legítima e intimidar a sus participantes.<br />

Ante el panorama descrito, algunas comunidades indígenas, en el<br />

ejercicio de su derecho a la libre determinación, decidieron establecer<br />

su propio sistema de vigilancia local. Un caso emblemático<br />

es el de la Montaña de Guerrero en donde varias comunidades<br />

indígenas decidieron en 1995 crear una Policía Comunitaria alternativa<br />

a las policías estatales y municipales constituidas, “con el<br />

único propósito de rescatar la seguridad que estaba en manos de<br />

la delincuencia” y que las “autoridades indígenas impartieran <strong>justicia</strong><br />

de acuerdo a nuestros usos y costumbres”. Este experimento<br />

de autodeterminación en materia de <strong>justicia</strong> se realiza no sin<br />

dificultades y agresiones por parte de las autoridades del Estado.<br />

El artículo 2º constitucional también señala que “en todos los<br />

juicios y procedimientos en que sean parte, individual o colectivamente,<br />

se deberán tomar en cuenta sus costumbres y especificidades<br />

culturales… Los indígenas tienen en todo tiempo el<br />

derecho a ser asistidos por intérpretes y defensores que tengan<br />

conocimiento de su lengua y cultura.” La información de la que<br />

se dispone indica que el sistema judicial está aún lejos de cumplir<br />

con estos mandamientos. El Instituto Nacional de Lenguas Indígenas<br />

(INALI), creado por la Ley General de <strong>Derechos</strong> Lingüísticos<br />

de los Pueblos Indígenas en 2003, se ocupa, entre otras tareas,<br />

de formar a traductores e intérpretes en lenguas indígenas. No se<br />

trata, por supuesto, solamente de técnicas de traducción lingüística<br />

sino de un proceso de mediación e interpretación cultural,<br />

puesto que el diálogo intercultural que significa la administración<br />

de <strong>justicia</strong> es necesario para el pleno cumplimiento de los derechos<br />

<strong>humanos</strong> de los pueblos indígenas.<br />

Este tema complejo ha sido analizado en el caso de la jurisdicción<br />

indígena en Oaxaca. En esta entidad, la Ley de <strong>Derechos</strong><br />

de los Pueblos y Comunidades Indígenas del Estado de Oaxaca,<br />

expedida en 1998 y reformada en 2001, reconoce el derecho a<br />

la jurisdicción indígena y la existencia de sistemas normativos<br />

internos de los pueblos y comunidades indígenas (artículo 28), y<br />

también señala que las decisiones tomadas por las autoridades de<br />

los pueblos y comunidades indígenas con base en estos sistemas y<br />

en el marco de sus ámbitos jurisdiccionales, “serán compatibilizadas<br />

y convalidadas por las autoridades estatales” (artículo 34). Las<br />

interpretaciones de los diversos artículos de la Ley —así como de<br />

artículos correspondientes de la Constitución Política del Estado<br />

de Oaxaca— se prestan a dificultades y complicaciones en su<br />

aplicación, especialmente en relación a otras leyes estatales. Un<br />

estudio de la ONU señala que estas leyes restan “a las autoridades<br />

indígenas posibilidades reales para el ejercicio de la jurisdicción”,<br />

_Desde la perspectiva normativa,<br />

hay quienes afirman que<br />

solamente el derecho positivo<br />

puede ser reconocido por el Estado, y<br />

otros argumentan que los indígenas<br />

tienen el derecho a su propio derecho.<br />

y sugiere que existen consecuencias de las lagunas y contradicciones<br />

en la interpretación o de la misma legislación que reconoce<br />

los derechos indígenas, en la medida en que se utilicen parámetros<br />

del derecho positivo para determinar la legalidad, validez o<br />

legitimidad de la decisión de la autoridad indígena, en vez de<br />

utilizar los parámetros que empleó la propia autoridad conforme<br />

al sistema normativo indígena.<br />

En años recientes se ha venido hablando mucho de la necesidad<br />

de reconocer el pluralismo legal en los países latinoamericanos,<br />

incluyendo México. Con frecuencia el discurso se polariza, al plantearse<br />

la coexistencia de un derecho positivo estatal y un derecho<br />

indígena (“usos y costumbres”). Desde la perspectiva normativa,<br />

hay quienes afirman que solamente el derecho positivo puede ser<br />

reconocido por el Estado, y otros argumentan que los indígenas<br />

tienen el derecho a su propio derecho. Esta segunda perspectiva ha<br />

sido adoptada ahora por el derecho internacional de los pueblos<br />

indígenas y por la Constitución mexicana y en algunas leyes estatales<br />

y reglamentarias. En la práctica, el derecho estatal y el derecho<br />

indígena no son mutuamente excluyentes, sino que son ambos<br />

utilizados por los actores para negociar los diversos conflictos que<br />

se presentan. Especialmente relevante es el papel que pueden representar<br />

las organizaciones de derechos <strong>humanos</strong> al generar nuevos<br />

espacios de mediación, promoviendo que los asuntos se resuelvan<br />

con base en acuerdos entre las partes, sin tener que llegar a las instancias<br />

estatales.<br />

El papel de las mujeres indígenas sigue siendo importante en<br />

todos los campos de la vida social y no solamente en cuanto al<br />

acceso a la <strong>justicia</strong>. Numerosos investigadores e investigadoras<br />

han documentado las distintas formas de marginación y discriminación<br />

que sufren las mujeres indígenas en la vida económica<br />

y política. Con frecuencia se afirma que el derecho indígena es<br />

discriminatorio contra las mujeres y se citan ejemplos de la discriminación<br />

que sufren las mujeres en sus propias comunidades a<br />

mano de los varones indígenas. Respondiendo a estas preocupaciones<br />

y a esta realidad, una de las primeras medidas adoptabas por<br />

el Ejército Zapatista de Liberación Nacional (EZLN) en las áreas<br />

bajo su control en 1994 fue la adopción de una Ley de <strong>Derechos</strong><br />

de las Mujeres. Esta apertura estimuló la creciente participación<br />

de las mujeres en la vida política y social de las comunidades<br />

zapatistas y tuvo un efecto indirecto en numerosas organizaciones<br />

de la sociedad civil con creciente participación de mujeres<br />

indígenas. Los derechos de las mujeres indígenas figuran ahora de<br />

manera prominente en las diversas leyes estatales y los programas<br />

de gobierno para los pueblos indígenas.<br />

A pesar de algunas recientes victorias para los derechos <strong>humanos</strong><br />

indígenas en los tribunales nacionales e internacionales (el Sistema<br />

Interamericano de <strong>Derechos</strong> Humanos), la violación de los derechos<br />

indígenas persiste, y su acceso a la <strong>justicia</strong> es restringido.


IBEROderechos <strong>humanos</strong> y <strong>justicia</strong>_examen<br />

14<br />

Foto: Corbis<br />

María Guadalupe Morfín<br />

Otero_Abogada y poeta. Licenciada en<br />

Derecho y maestra en Literatura por la Universidad<br />

de Guadalajara. Hizo estudios de teología en la<br />

Universidad Gregoriana de Roma y cuenta con<br />

un diplomado en <strong>Derechos</strong> Humanos. Presidió<br />

la Comisión Estatal de <strong>Derechos</strong> Humanos de<br />

Jalisco, de 1997 a 2001, y fue Comisionada para<br />

Prevenir y Erradicar la Violencia contra las Mujeres<br />

en Ciudad Juárez, de 2003 a 2006. Asimismo<br />

fue Fiscal Especial para los Delitos de Violencia<br />

contra las Mujeres y la Trata de Personas, de la<br />

Procuraduría General de la República, entre 2008<br />

y 2009. Es miembro de la Academia Mexicana de<br />

<strong>Derechos</strong> Humanos. Ha publicado dos libros de<br />

poesía y forma parte del volumen colectivo Gritos<br />

y susurros: Experiencias intempestivas de treinta<br />

y ocho mujeres (Grijalbo, 2004), coordinado por<br />

Denise Dresser.<br />

¿En qué<br />

cultura se da<br />

el feminicidio?_El<br />

feminicidio, forma extrema de violencia<br />

contra las mujeres, y las múltiples manifestaciones<br />

de violencia que lo preceden, constituyen una grave<br />

violación a los derechos <strong>humanos</strong> de las mujeres.<br />

Hace poco, @newsaboutwomen, de Women’s<br />

Views on News, servicio de noticias de<br />

mujeres por y para las mujeres, 1 transmitía<br />

una nota de The Telegraph, de<br />

Nueva Delhi, según la cual el gobierno<br />

del estado de Madhya Pradesh investiga<br />

que más de 300 niñas fueron sometidas a<br />

cirugías por sus progenitores para parecer<br />

hombres, por una suma promedio por operación de 2000 libras<br />

esterlinas (alrededor de 37,000 pesos). 2<br />

En la India se practica la selección de hijos de sexo masculino<br />

mediante el aborto de fetos femeninos, debido, entre otras cosas,<br />

a los altos costos de bodas y dotes. Defensores de los derechos de<br />

las mujeres y de los niños han denunciado esto como una enfermedad<br />

social, y como un signo del desprecio hacia las mujeres.<br />

La periodista y escritora Bènèdicte Manier en su obra Cuando las<br />

mujeres hayan desaparecido, analiza todo el engranaje creado en Asia<br />

y, particularmente, en la India para eliminar a las niñas. 3<br />

Este botón de muestra, que con algunas variables podemos ver<br />

reproducido en otros países y continentes, habla de una cultura<br />

donde es posible que el feminicidio prospere: niñas vendidas para<br />

ser dadas en matrimonio servil; trata de mujeres y niñas con propósitos<br />

de explotación sexual o para formas análogas de esclavitud;<br />

abandono de las mujeres en prisión por parte de sus familiares;<br />

violaciones masivas a mujeres y niñas en contextos de guerras o<br />

conflictos internos; los calvarios de abuso sexual por los que pasan<br />

las mujeres y niñas que intentan emigrar hacia Estados Unidos a<br />

lo largo de Centroamérica y México, reflejan, todos ellos, el nulo<br />

o escaso valor reconocido a la vida de una mujer.<br />

Feminicidio es una palabra fuerte, y alude a una realidad triste. 4<br />

Comencé a oírla, como muchos en México, a raíz de los asesinatos<br />

y desapariciones de mujeres en Ciudad Juárez, Chihuahua,


_Feminicidio es una palabra<br />

fuerte, y alude a una realidad<br />

triste. Comencé a oírla,<br />

como muchos en México, a raíz de<br />

los asesinatos y desapariciones de<br />

mujeres en Ciudad Juárez, Chihuahua,<br />

gracias al trabajo de quienes dieron<br />

voz al legítimo reclamo de sus<br />

familiares.<br />

gracias al trabajo de quienes dieron voz al legítimo reclamo de sus<br />

familiares. Luego tuve que adentrarme en su significado, por mi<br />

encomienda federal como comisionada para prevenir y erradicar<br />

la violencia contra las mujeres en dicha ciudad, de 2003 a 2006.<br />

El término se analiza en los Informes de Gestión de la Comisión<br />

para Juárez, nombre abreviado del órgano desconcentrado de la<br />

Secretaría de Gobernación. 5 El feminicidio ha sido mucho más<br />

explorado sociológica que jurídicamente, aunque algunas entidades<br />

en la república, entre ellas el Distrito Federal, hayan comenzado<br />

a tipificarlo en sus códigos penales.<br />

El término arranca de estudios de Diane E. H. Russell (1976) y<br />

Jill Radford, y comenzaron a aplicarlo en el país Marcela Lagarde, 6<br />

académica feminista, ex diputada federal que presidió la Comisión<br />

Especial para Conocer y dar Seguimiento a las Investigaciones<br />

Relacionadas con los Feminicidios en la República Mexicana y<br />

a la Procuración de Justicia Vinculada, de la LIX Legislatura, y, en<br />

Ciudad Juárez, Julia Monárrez, académica feminista de El Colegio<br />

de la Frontera Norte, para quien “se ha definido como el asesinato<br />

de mujeres por hombres en un continuo de acciones de violencia<br />

sexual, por el solo hecho de ser mujeres o no serlo de una<br />

manera ‘adecuada’. Este fenómeno se inscribe en condiciones de<br />

desigualdad entre los sexos en lo económico, político y social.” 7<br />

La Comisión legislativa que presidió Marcela Lagarde, al presentar<br />

su Primer Informe en 2005, menciona: “La explicación del<br />

feminicidio se encuentra en el dominio de género: caracterizado<br />

tanto por la supremacía masculina como por la opresión, discriminación,<br />

explotación y, sobre todo, exclusión social de niñas y<br />

mujeres como propone Haydee Birgin. Todo ello, legitimado por<br />

una percepción social desvalorizadora, hostil y degradante de las<br />

mujeres. La arbitrariedad e inequidad social se potencian con la<br />

impunidad social y judicial en torno a los delitos contra las mujeres.<br />

Es decir, la violencia está presente antes del homicidio de<br />

formas diversas a lo largo de la vida de las mujeres. Después de<br />

perpetrado el homicidio, continúa como violencia institucional<br />

a través de la impunidad que caracteriza casos particulares, como<br />

en México, por la sucesión de asesinatos de niñas y mujeres a lo<br />

largo del tiempo”.<br />

El feminicidio no sólo es perpetrado por extraños, sino por personas<br />

del círculo íntimo de las víctimas. Cometido en su inmensa<br />

mayoría por varones, es además un crimen donde se usan más las<br />

armas blancas y las manos de los victimarios que las balas, como<br />

lo ha estudiado Julia Monárrez, quien también ha dicho: “Todo<br />

crimen de género contra una mujer es sexual porque el sexo de<br />

la mujer y su sexualidad son las construcciones culturales sobre<br />

las que el machismo, la misoginia, el patriarcalismo, ejercen su<br />

discriminación”. 8<br />

El feminicidio, forma extrema de violencia contra las mujeres,<br />

y las múltiples manifestaciones de violencia que lo preceden,<br />

constituyen una grave violación a los derechos <strong>humanos</strong> de las<br />

mujeres. Es imposible que esta violencia arraigue en una sociedad,<br />

si no es amparada por la tolerancia social, que da un antidemocrático,<br />

por discriminador, mensaje de permisividad. Su caldo de<br />

cultivo es la cultura patriarcal que produce, como hongos de la<br />

humedad, machismo y misoginia. Es decir, menosprecio o desprecio<br />

a las mujeres por ser mujeres; sobreentendidos de una supuesta<br />

superioridad de parte de los varones para estar en el mundo, ejercer<br />

el poder, decidir por sí mismos, afectar con sus decisiones a<br />

otros y otras —generalmente a otras—, y la sujeción de éstas a la<br />

voluntad y cánones de aquellos que deciden qué es bueno y qué<br />

no; cuáles espacios son correctos y cuáles les están reservados a<br />

ellos; qué actividades conviene tener y cuáles les son prohibidas<br />

—a ellas—. Y de sobreentendidos, como éstos, se va tejiendo la<br />

urdimbre que asfixia la autonomía femenina, hace imposible la<br />

vida independiente para mujeres y niñas, convierte a los varones<br />

en perpetuos controladores, cobradores de cuentas, depositarios<br />

de la verdad, jueces públicos y privados, administradores de patrimonios,<br />

sueldos, conceptos de belleza, clasificaciones sociales,<br />

ministros de estereotipos, y un largo etcétera.<br />

Detener la violencia feminicida supone un arduo cambio cultural<br />

que compromete los ámbitos públicos y privados, la educación<br />

formal y todos los espacios donde se educa más allá de las aulas:<br />

los medios de comunicación, el cine, los espacios de la política,<br />

15


IBEROderechos <strong>humanos</strong> y <strong>justicia</strong>_examen<br />

16<br />

_El feminicidio no sólo es perpetrado por<br />

extraños, sino por personas del círculo<br />

íntimo de las víctimas. Cometido en su<br />

inmensa mayoría por varones, es además un<br />

crimen donde se usan más las armas blancas y las<br />

manos de los victimarios que las balas, como lo ha<br />

estudiado Julia Monárrez.<br />

los hogares, las iglesias, las universidades, los sindicatos, las empresas,<br />

las cooperativas rurales. En la vida personal y comunitaria, es<br />

preciso romper con la idea de que la violencia contra las mujeres<br />

es normal, pues cuando se ha vivido como normalizada en la<br />

familia de origen, es más probable que el esquema de víctima y<br />

victimario se reproduzca después.<br />

Tan grave es matar a un hombre como a una mujer, pero cuando<br />

se asesina a una mujer, queda un hueco enorme, con consecuencias<br />

de mayor resonancia ahí donde ella estuvo. Esto es así, porque<br />

las mujeres establecemos vínculos y relaciones distintos; tejemos<br />

conexiones más complejas, profundas y diversificadas en nuestras<br />

vidas. Somos en muchos casos raíz, o tronco, pero también rama<br />

y puente, ave y agua. Nos vinculamos con nuestro contexto de<br />

tal forma que, al faltar una de nosotras, son muchos los nudos en<br />

el rebozo social, o en la red del tejido comunitario que fuimos<br />

fabricando en nuestro entorno, que se deshacen. Los huecos que<br />

la violencia feminicida va causando en el tejido social son más<br />

grandes —por supuesto hablo en términos generales y hay excepciones—<br />

que los que dejan las muertes violentas de los varones.<br />

Comprender lo anterior, nos ayuda a entender que la paz en<br />

México no es algo que pueda lograrse sin las mujeres, sustento<br />

y raíz de toda comunidad. Son ellas, somos nosotras, las niñas y<br />

las mujeres, las que más lastimadas estamos resultando por la violencia<br />

que se vive en el país, como víctimas directas o indirectas,<br />

pues mucho arriesgamos en los vínculos que producimos y por<br />

los que apostamos y damos la vida, no sólo biológicamente. Esto<br />

debe llamar a reforzar las políticas públicas que garanticen nuestro<br />

derecho a vivir una vida plena.<br />

No sólo debemos llevar un registro —honrando la complejidad<br />

de las causas de las muertes, para así honrar la memoria de las víctimas<br />

inocentes, o saber al menos quiénes eran inermes y quiénes<br />

no— de quienes han sido ejecutados en el llamado combate a la inseguridad;<br />

también debemos llevar diferenciadamente la cuenta de<br />

los homicidios dolosos de hombres y de mujeres, y las modalidades<br />

del feminicidio y los actos que lo preceden, y llevar además registro<br />

del contingente, ya muy numeroso, de viudas y huérfanas que, en<br />

una sociedad que aún discrimina por motivos de género, tendrán<br />

desafíos adicionales para lograr sus proyectos como personas y para<br />

tejer el futuro pacífico nacional del que, en muchos sentidos, las<br />

mujeres nos estamos haciendo cargo desde ahora.<br />

Foto: Corbis<br />

1 Síntesis de la nota en: www.womensviewsonnews.org/2011/06/indian-parents-pay-to-have-girls-turned-into-boys/. 28/6/2011.<br />

2 Nota en: www.telegraph.co.uk/news/worldnews/asia/india/8601488/Indians-pay-surgeons-to-turn-girls-into-boys.html. 28/6/ 2011.<br />

3 AMECO, Asociación Española de Mujeres Profesionales de los Medios de Comunicación (6/7/2011), menciona que según estimaciones del programa de Naciones Unidas<br />

para el Desarrollo, en la India “faltarían 48 millones de mujeres”, y la misma situación encontramos en China, Afganistán, Bangladesh y Pakistán. http://www.amecopress.net/spip.<br />

php?article623.<br />

4 En Centroamérica se usa “femicidio”.<br />

5 Comisión para Prevenir y Erradicar la Violencia contra las Mujeres en Ciudad Juárez (CPEVMCJ), http://www.conavim.gob.mx/es/CONAVIM/Informes_de_gestion_de_la_<br />

CONAVIM: Primer Informe de Gestión (2004); Segundo Informe de Gestión (2005) y Tercer Informe de Gestión (2006).<br />

6 Julia Monárrez Fragoso, “Feminicidio sexual serial en Ciudad Juárez: 1993-2001”, en Debate Feminista, año 13, vol. 25, México, abril de 2002, p. 283, citada en el Segundo<br />

Informe de Gestión de la CPEVMCJ, nota 23, op. cit. versión impresa, Segob, México, DF, 2005, p. 37.<br />

7 Julia Monárrez Fragoso y César Fuentes, “Feminicidio y marginalidad urbana en Ciudad Juárez en la década de los noventa” en Marta Falcón Torres (comp.), Violencia contra las<br />

mujeres en contextos urbanos y rurales, México, El Colegio de México, 2004, p. 90, citados en el Segundo Informe de Gestión, CPEVMCJ, op. cit., p. 37.<br />

8 Segundo Informe de Gestión, CPEVMCJ, op. cit., p. 38.


IBEROderechos <strong>humanos</strong> y <strong>justicia</strong>_examen<br />

18<br />

Salvaguardar la<br />

dignidad de las<br />

personas_23 años del<br />

Centro de <strong>Derechos</strong> Humanos<br />

Miguel Agustín Pro Juárez<br />

José Rosario Marroquín<br />

Farrera_ Licenciado en Filosofía y Ciencias<br />

Sociales por el Instituto Tecnológico y de Estudios<br />

Superiores de Occidente (Guadalajara, Jalisco) y<br />

licenciado en Ciencias Religiosas por la Universidad<br />

Iberoamericana Ciudad de México. Ha sido coordinador<br />

de vinculación con proyectos de desarrollo, en la región<br />

del Istmo (Oaxaca), del Servicio Jesuita de Jóvenes<br />

Voluntarios de 2003 a 2007. Actualmente es director<br />

del Centro de <strong>Derechos</strong> Humanos Miguel Agustín Pro<br />

Juárez, del que fue también coordinador del área de<br />

comunicación y análisis, de 2007 a 2011.<br />

Foto: Corbis<br />

El consenso internacional sobre la necesidad de<br />

normas y procedimientos de alto valor, capaces<br />

de evitar la repetición de atroces violaciones a<br />

los derechos <strong>humanos</strong>, como las producidas<br />

por el horror nazi, condujo a la emergencia y<br />

gradual consolidación de un régimen internacional<br />

de los derechos <strong>humanos</strong>, tres de cuyas<br />

expresiones fundamentales son la Declaración<br />

Universal de los <strong>Derechos</strong> Humanos, el Pacto Internacional de<br />

<strong>Derechos</strong> Económicos, Sociales y Culturales y el Pacto Internacional<br />

de <strong>Derechos</strong> Civiles y Políticos.<br />

Sin embargo, el desarrollo de este régimen —con sus ramificaciones<br />

regionales— ha sido limitado por la emergencia de<br />

poderes transnacionales opuestos a la vigencia de sus normas,<br />

por la afirmación de la soberanía de los Estados nacionales y por<br />

la perpetuación de dinámicas locales opuestas a toda forma de<br />

emancipación.<br />

Las violaciones nacionales han constituido el foco de la atención<br />

internacional, razón por la cual los derechos <strong>humanos</strong> se<br />

han convertido en un asunto sensible. Sin embargo “el registro de<br />

violaciones de derechos <strong>humanos</strong> ocurridas en todas las esquinas<br />

del sistema mundo […] es un comentario cruel al discurso dominante<br />

de los derechos <strong>humanos</strong> y una negación abierta de la<br />

validez práctica de las declaraciones internacionales basadas en el<br />

consenso normativo”. 1<br />

Ante la frecuencia y sistematicidad de estas violaciones, la defen-<br />

sa y promoción de los derechos <strong>humanos</strong>, realizada por colectivos<br />

e individuos, se ha levantado como un pilar fundamental para<br />

la defensa de la dignidad humana frente al poder de los Estados<br />

nacionales y de poderes económicos y criminales. En México, a<br />

las acciones gubernamentales en materia de derechos <strong>humanos</strong><br />

le ha precedido la actividad —cada vez más diversa— de organizaciones<br />

civiles y movimientos sociales cuyo desempeño ha sido<br />

notable al impulsar la creación de condiciones que propicien la<br />

vigencia de estos derechos de manera integral e inclusiva.<br />

En este contexto se ubica la actividad de promoción y defensa<br />

realizada por el Centro de <strong>Derechos</strong> Humanos Miguel Agustín<br />

Pro Juárez, fundado hace 23 años. Durante su existencia quienes<br />

lo integran han incursionado en diversos campos a partir de enfoques<br />

complementarios que tienen como eje la defensa integral<br />

de personas y colectivos cuyos derechos han sido vulnerados por<br />

las acciones u omisiones gubernamentales.<br />

México, sin haber experimentado formalmente el terror de una<br />

dictadura en los últimos cien años, ha sido escenario de prácticas<br />

autoritarias fomentadas o toleradas desde las mismas instancias<br />

gubernamentales. La cultura autoritaria ha permeado a la misma<br />

sociedad proclive a la aprobación de medidas restrictivas a cambio<br />

de garantizar bienes intangibles erigidos como fetiches que justifican<br />

cualquier exceso, omisión o discriminación.<br />

Pese a que se ha proclamado el tránsito a la democracia, éste no<br />

se ha producido debido a que se ha omitido identificar y llamar<br />

a cuentas a los responsables de violaciones a derechos <strong>humanos</strong>


Digna Ochoa, Jacinta Francisco Marcial, Rodolfo<br />

Montiel y Teodoro Cabrera.<br />

ocurridas durante el pasado reciente bajo el pretexto de la defensa<br />

de la seguridad nacional. La ausencia de un proceso de transición<br />

constituye también uno de los factores que favorecen en la época<br />

actual la violación de derechos <strong>humanos</strong>, sea en nombre de la<br />

seguridad pública o interior, sea en nombre del desarrollo y la<br />

integración a la economía mundial.<br />

Numerosos detalles, tantos como los que nos alejan, nos acercan<br />

al México de antaño. Nuevas dinámicas sociales dan forma a modos<br />

de vida ideados para salvaguardar la dignidad de las personas.<br />

Pero igualmente nuevas dinámicas sociales tejen el entramado sobre<br />

el que son cometidos numerosos atropellos a esta misma dignidad.<br />

Migrantes, defensoras y defensores de derechos <strong>humanos</strong>,<br />

defensores de bosques, luchadores sociales, líderes comunitarios,<br />

personas que otorgan ayuda humanitaria, trabajadores, mujeres,<br />

gente desplazada, personas con discapacidad, adquirientes de<br />

vivienda defraudados, integrantes de pueblos indígenas, jóvenes<br />

en situación de marginación, pobladores urbanos empobrecidos,<br />

personas con opciones sexuales diversas, constituyen hoy el mun-<br />

_México, sin haber<br />

experimentado formalmente<br />

el terror de una dictadura en los<br />

últimos cien años, ha sido escenario de<br />

prácticas autoritarias fomentadas<br />

o toleradas desde las mismas instancias<br />

gubernamentales.<br />

do amplio de las víctimas vulneradas de múltiples formas en su<br />

dignidad.<br />

Ante estas víctimas, de las que se intenta negar su humanidad,<br />

padecemos las mismas instituciones y procedimientos del México<br />

que parecía superado: ministerios públicos omisos en su labor<br />

de investigación, funcionarios que autorizan la construcción de<br />

obras que afectan a las mayorías despojadas, autoridades cómplices<br />

de quienes ofrecen bienes de mala manufactura —como los<br />

empresarios de la construcción—, jueces carentes de independencia,<br />

concesiones que se avienen mal con un ambiente sano,<br />

policías y militares perpetradores de abusos, caciques que emplean<br />

en provecho personal las instituciones del Estado, delincuentes<br />

encumbrados, inquisidores con permiso para reprimir e imponer<br />

su visión del mundo…<br />

Desde el acompañamiento cercano a las personas cuyos casos<br />

han sido asumidos (son numerosos los rostros y los nombres que<br />

pueblan el corazón: Concepción, Jacinta, Alberta, Teresa, Rodolfo,<br />

Teodoro, Daniel, Digna, Basilia, Jorge, Nadia y una lista de topónimos<br />

que evocan más rostros), las colaboradores y colaboradores del<br />

Centro de <strong>Derechos</strong> Humanos Miguel Agustín Pro Juárez (Prodh)<br />

han sido testigos de la sistemática violación de derechos <strong>humanos</strong><br />

que constituye un rasgo central de los diversos gobiernos incapaces<br />

de asumir una política de Estado respetuosa de estos derechos.<br />

Hay voces que niegan este carácter sistemático; los argumentos<br />

no resisten un somero análisis. Impunidad, falta de capacidad, rasgos<br />

autoritarios, instituciones anquilosadas, prácticas viciadas, sed<br />

de venganza y permisividad social ante los atropellos se articulan<br />

para dar forma a un sistema que da por resultado las violaciones<br />

de derechos <strong>humanos</strong> cometidas en México.<br />

Es amplio el catálogo de las obligaciones incumplidas por el<br />

Estado mexicano en relación con los derechos cuya vigencia ha<br />

ratificado en diversos instrumentos internacionales sobre los cuales<br />

construye un espejismo que le sirve como carta de presentación<br />

ante el mundo. Han sido asumidas diversas obligaciones, que<br />

incluso han quedado ya reconocidas constitucionalmente a partir<br />

de la reforma en materia de derechos <strong>humanos</strong>, pero éstas no se<br />

han traducido actualmente en el desarrollo de instancias efectivas<br />

ni en el cumplimiento cuidadoso de las obligaciones contraídas.<br />

En algunas ocasiones esta carencia es producto de inercias y de<br />

prácticas superables; en otras, esta carencia es el resultado de una<br />

negativa a acatar las obligaciones voluntariamente asumidas.<br />

Un grave problema para la defensa de los derechos <strong>humanos</strong>, no<br />

sólo en México, sino en el mundo, lo constituye la preponderancia<br />

de los Estados nacionales que son los que en última instancia<br />

deciden si aplican o no las medidas asumidas en el ámbito internacional.<br />

Su monopolio, erosionado lentamente por la acción<br />

transnacional de organizaciones locales de derechos <strong>humanos</strong> y<br />

por los puentes establecidos entre las víctimas de violaciones a<br />

estos derechos, es un obstáculo que debe trascenderse.<br />

La creación de auténticas políticas de derechos <strong>humanos</strong> que<br />

hagan posible la erradicación del temor y de la miseria es una tarea<br />

que trasciende los límites arbitrarios que caracterizan la actual<br />

configuración mundial. Si los derechos <strong>humanos</strong> se han definido<br />

hasta ahora en relación con los Estados nacionales, las voces de<br />

las personas cuyos derechos han sido violados constituyen hoy<br />

el principal aliento para buscar consolidar un régimen que sea<br />

capaz de superar los horrores de la época actual; porque lo que<br />

caracteriza a estas personas no es la situación de vulneración sino<br />

la afirmación de su dignidad. En este empeño común hemos sido<br />

partícipes al asumir la defensa de casos concretos.<br />

1 Santos, Boaventura de Sousa, Sociología jurídica crítica, Trotta/ILSA, Madrid,<br />

2009, p. 417.<br />

19


IBEROderechos <strong>humanos</strong> y <strong>justicia</strong>_examen<br />

20<br />

El<br />

cumplimiento<br />

de las<br />

sentencias<br />

de la Corte<br />

Interamericana<br />

de <strong>Derechos</strong><br />

Humanos en<br />

México_Sólo<br />

en apariencia resulta<br />

posible observar<br />

apertura por parte<br />

del Estado mexicano<br />

cuando busca establecer<br />

mesas de trabajo para<br />

el cumplimiento de las<br />

sentencias.<br />

José Antonio<br />

Ibáñez Aguirre_<br />

Doctor en Ciencias<br />

Sociales por la Universidad<br />

Iberoamericana. Ha<br />

publicado múltiples ensayos<br />

en revistas especializadas<br />

y coordinado varios<br />

libros en el ámbito de su<br />

investigación. Actualmente<br />

es Coordinador del<br />

Programa de <strong>Derechos</strong><br />

Humanos de la Universidad<br />

Iberoamericana Ciudad de<br />

México.<br />

Foto:Corbis<br />

La Convención Americana Sobre <strong>Derechos</strong> Humanos<br />

entró en vigor a mediados de 1978. En<br />

ella, se contemplan dos órganos competentes<br />

para conocer de violaciones de derechos <strong>humanos</strong>:<br />

la Comisión Interamericana de <strong>Derechos</strong><br />

Humanos (CIDH) y la Corte interamericana<br />

de <strong>Derechos</strong> Humanos (Coidh). La primera, es<br />

considerada un órgano cuasi-jurisdiccional, y la<br />

segunda, jurisdiccional con sentencias obligatorias para los Estados.<br />

Las cinco últimas sentencias dictadas por la Coidh contra México,<br />

en las que se comprobó que nuestro país violó derechos<br />

<strong>humanos</strong>, son: Caso González y otras (“Campo Algodonero”) versus<br />

México, Caso Radilla Pacheco versus México, Caso Rosendo<br />

Cantú y otra versus México, Caso Fernández Ortega y otros versus<br />

México, y Caso Cabrera García y Montiel Flores versus México.<br />

Los hechos relevantes que fueron juzgados por la Coidh en<br />

dichas sentencias corresponden a Inés Fernández y Valentina<br />

Rosendo, mujeres indígenas que fueron víctimas de violación<br />

sexual por integrantes del ejército mexicano; Rodolfo y Teodoro,<br />

campesinos ecologistas que fueron torturados por elementos del<br />

ejército mexicano; Rosendo Radilla, profesor víctima de desaparición<br />

forzada por elementos del ejército mexicano, y Claudia<br />

Ivette, Esmeralda y Laura Berenice, mujeres asesinadas en Ciudad<br />

Juárez, cuyos cuerpos fueron encontrados en un campo algodonero.<br />

Todos estos casos llegaron a la Coidh a través de la CIDH,<br />

una vez agotada la instancia interna y reconocida su inoperancia y<br />

falta de acceso a la <strong>justicia</strong>.<br />

En los casos de Inés y Valentina, que aunque son sentencias<br />

distintas por las características coyunturales, se puede tratar su<br />

cumplimiento en general. En estas sentencias, la Coidh ordena<br />

al Estado mexicano investigar y sancionar a los elementos del<br />

ejército responsables de la violación sexual que se cometió en su<br />

contra; ordena que se haga en el fuero civil y no militar que es<br />

donde se encuentra el caso a nivel nacional; dicta medidas para<br />

beneficiar la salud física y psicológica de ambas y de sus familiares<br />

a quienes también se consideran víctimas; obliga al Estado a que<br />

haga un reconocimiento público de su responsabilidad como<br />

violador de derechos <strong>humanos</strong>, entre otras medidas que buscan


Caso Rosendo<br />

Radilla Pacheco.<br />

_En la sentencia de Rodolfo y Teodoro, que<br />

es la más reciente de la Coidh, tampoco<br />

hay avances importantes; sólo se ha<br />

realizado un acto protocolario de compromiso de<br />

cumplimiento de la sentencia el 21 de julio del<br />

presente año.<br />

beneficiar a la mujer, su salud y educación en las comunidades a<br />

las que pertenecen. Ambas víctimas son de la Costa Chica en la<br />

montaña de Guerrero, una de las zonas más pobres del país.<br />

En este caso, apenas se han establecido mesas de trabajo con la<br />

Secretaría de Gobernación y los representantes de las víctimas, en<br />

los temas de salud y educación; pero nada con respecto al acceso<br />

a la <strong>justicia</strong>.<br />

En el caso del señor Rosendo Radilla, la Coidh ordenó que el<br />

Estado mexicano investigue e informe sobre su paradero e investigue<br />

y sancione a las personas responsables: ambos puntos no<br />

tienen avance alguno. Además, ordenó la modificación del artículo<br />

57 del Código Militar y la modificación del artículo 215 del<br />

Código Penal Federal para establecer una definición de desaparición<br />

forzada congruente con las obligaciones internacionales.<br />

El fuero y la reforma al artículo 57 del Código de Justicia Militar<br />

que ordena la Coidh para que una violación de derechos <strong>humanos</strong><br />

nunca sea jurisdicción de fuero especial —con el propósito<br />

de no violar el debido proceso y lograr la imparcialidad— es<br />

todavía un tema muy discutido y controvertido en nuestro país.<br />

Después de la limitada iniciativa legal del<br />

Ejecutivo (octubre de 2010) de sólo dejar<br />

fuera la tortura, la desaparición forzada<br />

y la violación, el 12 de julio de 2011, la<br />

Suprema Corte de Justicia de la Nación<br />

determinó la limitación del fuero militar<br />

para conocer de violaciones de derechos<br />

<strong>humanos</strong>. Ello quizá abra la puerta para<br />

que no se repita esta doble violación de<br />

derechos <strong>humanos</strong> a la que se enfrentaron<br />

Inés, Valentina, Rodolfo, Teodoro y la familia<br />

de Rosendo.<br />

Si, como se pretende en la nueva legislación<br />

sobre Seguridad Nacional, con esta<br />

medida se logran generar cambios estructurales<br />

y no reproducir el riesgo latente de<br />

simulación que facilita la actuación discrecional<br />

de la autoridad, se evitará que los<br />

casos que ya se encontraban en la CIDH y<br />

que tenían posibilidad de pasar a la Coidh,<br />

o los que probablemente llegarían por el<br />

contexto de la lucha contra el narcotráfico,<br />

tengan oportunidad de acceder a la<br />

<strong>justicia</strong> en el ámbito nacional.<br />

En el caso de Claudia, Esmeralda y<br />

Laura, conocido también como Caso Campo Algodonero, las<br />

acciones han sido constantes y variadas, aunque se reconoce que<br />

no necesariamente significa o debe interpretarse como que se<br />

está cumpliendo la sentencia, ni que se está haciendo de la forma<br />

debida. Para ello, ha ayudado la intervención de diversos actores<br />

gubernamentales y de la sociedad civil que están presentes y generando<br />

discusiones al respecto. Ya se hizo el pago de las indemnizaciones<br />

y ya se publicaron las sentencias, que por cierto éste es<br />

un punto que no ha tenido mayor complicación para el Estado en<br />

ninguno de los cinco casos. Hay avances para la estandarización de<br />

protocolos, servicios periciales, impartición de <strong>justicia</strong>, como en<br />

el nuevo Protocolo de búsqueda de niñas y mujeres desaparecidas.<br />

También se está discutiendo sobre el establecimiento del Banco<br />

Nacional de Información Genética, y se impulsó la creación de la<br />

Ley Nacional para el Registro de Personas Desaparecidas.<br />

En la sentencia de Rodolfo y Teodoro, que es la más reciente<br />

de la Coidh, tampoco hay avances importantes; sólo se ha realizado<br />

un acto protocolario de compromiso de cumplimiento de<br />

la sentencia el 21 de julio del presente año. Habrá un indicador<br />

21


IBEROderechos <strong>humanos</strong> y <strong>justicia</strong>_examen<br />

_Si a nivel latinoamericano se<br />

analiza el cumplimiento de las<br />

sentencias de la Coidh, se observa<br />

que más de un 70% de ellas tienen<br />

supervisión de cumplimiento.<br />

de avance cuando Rodolfo y Teodoro tengan la oportunidad de<br />

volver sin temor al lugar en el que vivían. En este caso, al igual<br />

que en los anteriores, resulta fundamental que se realicen las investigaciones<br />

debidas y, para ello, se requiere la eliminación de los<br />

obstáculos que pone el Estado.<br />

Los casos no presentan propiamente avances en cuanto a la<br />

investigación, proceso y sanción de responsables de las violaciones<br />

Caso Fernández Ortega<br />

de derechos <strong>humanos</strong>. Asunto trascendental para evaluar<br />

el cumplimiento de las sentencias, el compromiso y<br />

Caso Cabrera<br />

voluntad de cumplir, reparar y garantizar la no repetición,<br />

y lo que podría representar el principal<br />

y Montiel<br />

mensaje: la lucha contra la impunidad en nuestro<br />

país.<br />

Caso Campo<br />

No sólo no hay avances, tampoco hay actuaciones<br />

Algodonero<br />

encaminadas a lograrlos. En cuatro casos las<br />

víctimas rechazan la indemnización hasta que no<br />

tengan claridad en los avances en la administración<br />

22<br />

de <strong>justicia</strong>: simplemente, no hay confianza en la autoridad.<br />

Inclusive en uno de ellos, hay negativa por parte<br />

del Gobierno Estatal para cumplir la investigación que ordena la<br />

Coidh, y el Gobierno Federal dice que no puede obligar al estatal a<br />

realizar una nueva investigación.<br />

Sólo en apariencia resulta posible observar apertura por parte<br />

del Estado mexicano cuando busca establecer mesas de trabajo<br />

para el cumplimiento de las sentencias. No perdamos de vista el<br />

doble propósito del litigio ante el Sistema Interamericano. Por<br />

un lado y de manera destacada, el acceso a la <strong>justicia</strong> que ya fue<br />

negado a las víctimas en el ámbito nacional, y por otro, los cambios<br />

estructurales que el litigio obliga deben de realizarse en el<br />

país, para evitar con ello nuevas violaciones de derechos <strong>humanos</strong>.<br />

Si bien las sentencias de la Coidh contra México son relativamente<br />

recientes, la ruta que ha tomado el gobierno para su<br />

cumplimiento no sólo nos parece insuficiente sino francamente<br />

peligrosa, cuando intenta negociar con víctimas y defensores a<br />

nivel interno una sentencia emitida por un órgano jurisdiccional<br />

internacional; por supuesto que se puede dialogar y acordar sobre<br />

cuestiones específicas para satisfacer y reparar el daño a las víctimas,<br />

pero nunca negociar lo que ya se determinó conforme a derecho.<br />

¿Qué pasa si México no cumple? La Coidh tiene algunos mecanismos<br />

para buscar el cumplimiento, aunque la ratificación de<br />

su competencia se hizo de manera libre y por ello se parte de<br />

la buena fe del Estado mexicano con base en el principio pacta<br />

sunt servanda. Entre los mecanismos que la Coidh tiene están las<br />

resoluciones de supervisión de cumplimiento: para ello, se trabaja<br />

con un informe del Estado.<br />

Actualmente tiene otro procedimiento: las audiencias públicas<br />

y privadas en las que comparecen las partes. Además, se prevé<br />

que cuando un Estado no esté cumpliendo, la Coidh en su in-<br />

forme anual lo hará del conocimiento de la Organización<br />

de Estados Americanos para presionar a través de ese órgano<br />

político; sin embargo, en dos casos se utilizó este mecanismo y los<br />

resultados no fueron los esperados.<br />

Si a nivel latinoamericano se analiza el cumplimiento de las<br />

sentencias de la Coidh, se observa que más de un 70% de ellas<br />

tienen supervisión de cumplimiento. Por ello, resulta necesario<br />

implementar un mecanismo específico para dar cumplimiento a<br />

las sentencias de la Coidh como órgano jurisdiccional, como ya se<br />

hace en otros países. Hay que evitar que un órgano tan eficiente y<br />

eficaz como lo ha sido la Coidh, sea presa de su propia complejidad<br />

en el cumplimiento de las sentencias. Ello se observa, cuando<br />

las sentencias combinan la relación directa con víctimas, defensores<br />

y fiscales, con observaciones más abstractas como lo son las<br />

obligaciones de cambios estructurales a los sistemas jurídicos y las<br />

políticas públicas de los países que han incumplido.<br />

A los especialistas en derecho, no les costaría reconocer que el<br />

derecho internacional es todavía una de las especializaciones menos<br />

logradas dentro de la amplia gama de derechos. Si observamos<br />

al derecho desde la sociología, no resulta complicado darse cuenta<br />

de que el derecho puede ser observado como una función social<br />

—producto de su evolución diferenciada—, que opera y busca<br />

resolverse, antes que otra cosa y de manera concreta, al interior de<br />

los países: historia, idiosincrasia, doctrina, tradición y organización<br />

permiten constatarlo. Por todo ello, sorprende y no deja de ser<br />

paradójico el éxito relativo de la matriz internacional de los derechos<br />

<strong>humanos</strong>, que está irritando las bases internas del derecho de<br />

manera relevante, según sea el caso y nivel de diferenciación de la<br />

función del derecho en los distintos países. En México podemos<br />

observar este fenómeno con las sentencias de la Coidh.


IBERO derechos <strong>humanos</strong> y <strong>justicia</strong>_compromiso social<br />

24<br />

Juan<br />

Domingo<br />

Argüelles_<br />

Escritor, editor e<br />

investigador en<br />

temas de lectura.<br />

Director editorial de<br />

IBERO.<br />

El Programa de<br />

<strong>Derechos</strong> Humanos<br />

de la Universidad<br />

Iberoamericana_<br />

Consciente de la realidad de su entorno, la<br />

Universidad Iberoamericana asume su responsabilidad<br />

social, con apego a sus valores,<br />

en un ambiente marcado por la pluralidad y<br />

la tolerancia. Esta diversidad se refleja en sus<br />

programas de desarrollo que abordan cuestiones<br />

de gran importancia como los asuntos<br />

migratorios, los derechos <strong>humanos</strong>, los asuntos<br />

indígenas y el medio ambiente.<br />

Parte fundamental de esta labor es la contribución activa y<br />

propositiva para la solución de los principales retos de nuestra<br />

sociedad, tanto en la escala local y nacional como en la internacional.<br />

Así la Ibero propicia el desarrollo integral de los miembros<br />

de su comunidad, uniendo la excelencia académica con un fuerte<br />

compromiso social.<br />

El Programa de <strong>Derechos</strong> Humanos de la Universidad Iberoamericana<br />

Ciudad de México, establecido en 1998, es un<br />

espacio académico interdisciplinario y plural que, mediante la<br />

investigación, la difusión, la educación y la promoción del debate,<br />

busca incidir en la creación y consolidación de una cultura de los<br />

derechos <strong>humanos</strong> que cruce todos los ámbitos de la vida política<br />

y social en México.<br />

Actividades principales<br />

Coordinado actualmente por el doctor José Antonio Ibáñez<br />

Aguirre, el Programa realiza, entre otras, las siguientes actividades,<br />

a fin de cumplir con el objetivo principal antes mencionado:<br />

Investigación. Con una perspectiva interdisciplinaria, el equipo<br />

del Programa —en conjunto con otras instituciones universitarias<br />

y centros de investigación nacionales e internacionales así<br />

como áreas académicas de la universidad— lleva a cabo diversos<br />

proyectos de investigación sobre temas relacionados con los derechos<br />

<strong>humanos</strong>.<br />

Debate y reflexión. Con la intención de incidir efectivamente<br />

en la conformación de la agenda política e influir en los procesos<br />

de toma de decisiones a nivel nacional e internacional, el Pro-


_El Programa de <strong>Derechos</strong> Humanos de la Universidad Iberoamericana Ciudad<br />

de México, establecido en 1998, es un espacio académico interdisciplinario y<br />

plural que, mediante la investigación, la difusión, la educación y la promoción<br />

del debate, busca incidir en la creación y consolidación de una cultura de los derechos<br />

<strong>humanos</strong>.<br />

grama facilita la realización de todo tipo de foros de discusión<br />

sobre temas relacionados, en los cuales se propicia la reflexión y<br />

el debate entre académicos, estudiantes, servidores públicos y la<br />

sociedad civil en general.<br />

Educación y capacitación. Con el fin de contribuir al desarrollo<br />

de capacidades de los distintos actores involucrados en los<br />

derechos <strong>humanos</strong>, el Programa ofrece una serie de iniciativas<br />

especializadas de educación y capacitación, dirigidas a profesores<br />

y estudiantes universitarios, integrantes de organismos de<br />

la sociedad civil, profesionales de la comunicación, personal de<br />

comisiones públicas de derechos <strong>humanos</strong> y funcionarios de los<br />

Poderes Legislativo, Ejecutivo y Judicial.<br />

Difusión. Mediante la publicación de los productos de investigación,<br />

de los trabajos de académicos externos reconocidos, de las<br />

memorias de los foros de debate, y de material de referencia en<br />

general, el Programa contribuye a la difusión del conocimiento<br />

teórico y práctico de los derechos <strong>humanos</strong>.<br />

Promoción de una cultura de los derechos <strong>humanos</strong>.<br />

Con la idea de posicionar la temática como eje central en la<br />

formación integral de los futuros profesionistas de México, el<br />

Programa realiza distintas actividades dirigidas a los alumnos de<br />

la Ibero, entre ellas conferencias, coloquios, educación continua y<br />

cursos específicos, así como oportunidades de colaborar voluntariamente<br />

en alguno de los proyectos.<br />

Todos estos esfuerzos se realizan con la colaboración y el apoyo<br />

de una amplia gama de actores, como lo son otras instituciones<br />

académicas de educación superior, lo mismo mexicanas que extranjeras;<br />

comisiones y organismos públicos y civiles de defensa<br />

y promoción de los derechos <strong>humanos</strong>, dependencias gubernamentales,<br />

organismos intergubernamentales y fundaciones internacionales.<br />

Proyectos<br />

Entre los proyectos más destacados del Programa es necesario<br />

mencionar los siguientes:<br />

Sistema de indicadores para evaluación del cumplimiento<br />

de los derechos <strong>humanos</strong> en México. Con este proyecto<br />

se pretende desarrollar un conjunto de indicadores viables<br />

y pertinentes que permitan tener un sistema de monitoreo de la<br />

situación y evolución del cumplimiento en su conjunto de los<br />

derechos <strong>humanos</strong> en México, que pueda funcionar y que aporte<br />

elementos valiosos al establecimiento de un sistema nacional de<br />

monitoreo en México y coadyuve a la <strong>justicia</strong>bilidad de los derechos<br />

<strong>humanos</strong> en el país.<br />

Litigio estratégico en derechos <strong>humanos</strong>. Desde hace<br />

más de siete años, se han capacitado a defensoras y defensores<br />

de derechos <strong>humanos</strong> en estrategias de litigio ante la Corte<br />

Interamericana de <strong>Derechos</strong> Humanos. Para los integrantes del<br />

Líneas de Investigación<br />

Desde una perspectiva académica interdisciplinaria y rigurosa,<br />

el Programa de <strong>Derechos</strong> Humanos de la Ibero ha<br />

incursionado en diversos temas, entre los que figuran:<br />

Mecanismos internacionales de defensa de los derechos<br />

<strong>humanos</strong>.<br />

Justicia penal internacional.<br />

Justicia transicional.<br />

Acceso a la <strong>justicia</strong>.<br />

Refugiados.<br />

Desapariciones forzadas.<br />

Tolerancia religiosa.<br />

<strong>Derechos</strong> económicos, sociales y culturales.<br />

Diversidad sexual y perspectiva de género.<br />

Educación en derechos <strong>humanos</strong>.<br />

<strong>Derechos</strong> <strong>humanos</strong> y relaciones internacionales.<br />

Medición e indicadores de derechos <strong>humanos</strong>.<br />

Desigualdad y pobreza.<br />

Diversidad cultural y derechos de los pueblos indígenas.<br />

Programa, esta actividad los llena de satisfacción porque se ha<br />

logrado que algunos de los litigantes que llevan los casos en la<br />

Corte hayan sido capacitados en la Ibero, o bien pertenecen al<br />

claustro académico de los cursos de litigio.<br />

Educación continua en colaboración con instituciones<br />

nacionales e internacionales. En este sentido, se realizan tres<br />

diplomados con la Asociación de Universidades Confiadas a la<br />

Compañía de Jesús en América Latina (AUSJAL): 1) Acceso a<br />

la <strong>justicia</strong>, 2) Participación, ciudadanía y derechos <strong>humanos</strong> y 3)<br />

Educación en derechos <strong>humanos</strong>. También hay una tradición en<br />

la formación de periodistas y profesionales de la comunicación<br />

con el diplomado que se tiene en colaboración con la Fundación<br />

Konrad Adenauer, la Oficina del Alto Comisionado de Naciones<br />

Unidas para la Defensa de los <strong>Derechos</strong> Humanos en México y<br />

la Comisión de los <strong>Derechos</strong> Humanos en el Distrito Federal,<br />

en cuya convocatoria se vincula a universidades encomendadas<br />

a la Compañía de Jesús en América Latina y especialmente en<br />

México. Otro diplomado es el de Explotación sexual comercial<br />

infantil que se lleva a cabo con el Instituto Politécnico Nacional y<br />

la Asociación de la Sociedad Civil Infancia Común. Cabe destacar<br />

la tradición en educar y actualizar a personas encomendadas a la<br />

seguridad pública de nuestro país con cursos y diplomados ex<br />

profeso para evitar la violación de los derechos <strong>humanos</strong> en su<br />

trabajo cotidiano.<br />

Incidencia educativa en clínicas jurídicas y concursos<br />

para los estudiantes de la Universidad Iberoamericana.<br />

25


IBERO derechos <strong>humanos</strong> y <strong>justicia</strong>_compromiso social<br />

26<br />

Existen diferentes concursos nacionales e<br />

internacionales en los cuales participan los<br />

estudiantes. Destacan los de la Universidad<br />

Javeriana y la American University<br />

y el “Concurso Víctor Carlos García<br />

Moreno”; además de diversas clínicas<br />

que se realizan con el Departamento de<br />

Derecho de la Ibero.<br />

Incidencia en política pública.<br />

Hay representación permanente de la<br />

Ibero de forma destacada en el Mecanismo<br />

de Seguimiento y Evaluación del Programa<br />

de <strong>Derechos</strong> Humanos del Distrito Federal y<br />

en las Subcomisiones de la Comisión de Política<br />

Gubernamental en Materia de <strong>Derechos</strong> Humanos en<br />

los temas de evaluación y seguimientos y armonización legislativa.<br />

Dentro de estas actividades, el papel del Programa y la Maestría<br />

en <strong>Derechos</strong> Humanos de la Ibero tuvieron un papel muy<br />

destacado dentro de la recién promulgada e histórica Reforma<br />

Constitucional en materia de derechos <strong>humanos</strong>.<br />

Fortalecimiento de la Educación Legal en <strong>Derechos</strong><br />

Humanos-Unión Europea. El Programa de <strong>Derechos</strong> Humanos<br />

de la Ibero desarrolló, gracias al apoyo financiero de la Unión<br />

Europea (UE), el proyecto para el Fortalecimiento de la Educación<br />

Legal en <strong>Derechos</strong> Humanos, con el objetivo fundamental<br />

yecto se llevó a cabo en coordinación con el<br />

International Center for Transitional Justice<br />

(ICTJ) y consistió básicamente en un<br />

seminario con el tema: “La Oficina del<br />

fiscal especial para movimientos sociales<br />

y políticos del pasado desde una perspectiva<br />

comparada”.<br />

Fundación McArthur. Esta Fundación<br />

aprobó una subvención a favor<br />

del Programa de <strong>Derechos</strong> Humanos de<br />

la Ibero por tres años. Los objetivos específicos<br />

del proyecto son proponer mejores<br />

estándares en la protección de los derechos <strong>humanos</strong><br />

en México; profesionalizar a los integrantes<br />

del gremio jurídico en materia de derechos <strong>humanos</strong>, en<br />

particular a los funcionarios de comisiones públicas de derechos<br />

<strong>humanos</strong>, de organizaciones no gubernamentales y de gobierno,<br />

y de profesores de derecho; finalmente, apoyar y fortalecer los<br />

esfuerzos de la lucha contra la impunidad.<br />

Convenio de colaboración celebrado con otras universidades<br />

e instituciones. Se ha tenido un programa que deriva del<br />

Convenio de colaboración celebrado por la Ibero con la Secretaría<br />

de Relaciones Exteriores, la Universidad Nacional Autónoma de<br />

México y la Organización de las Naciones Unidas para la Educación,<br />

la Ciencia y la Cultura (UNESCO). Actualmente, se han<br />

_El Programa realiza distintas actividades dirigidas a los alumnos de la Ibero,<br />

entre ellas conferencias, coloquios, educación continua y cursos específicos,<br />

así como oportunidades de colaborar voluntariamente en alguno de los<br />

proyectos.<br />

de fortalecer el respeto de los derechos <strong>humanos</strong> en México por<br />

medio de la capacitación y el apoyo a los encargados de la educación<br />

legal en derechos <strong>humanos</strong>.<br />

Educación Legal en <strong>Derechos</strong> Humanos. El Proyecto Human<br />

Rights Legal Education Partnership que desarrollan, conjuntamente,<br />

el Programa y la Academia de <strong>Derechos</strong> Humanos<br />

y Derecho Internacional Humanitario del Washington College<br />

of Law de American University, tiene como objetivo general el<br />

fortalecimiento de la educación legal en derechos <strong>humanos</strong> en las<br />

instituciones de educación superior en todo el país.<br />

Coalición Mexicana por la Corte Penal Internacional<br />

(CMCPI). El Programa buscó consolidar y fortalecer a la Coalición<br />

Mexicana por la Corte Penal Internacional por medio de<br />

la realización de foros de discusión y análisis, así como ampliar<br />

su número de integrantes. Asimismo, realizó esfuerzos a través de<br />

labores de “promoción” para lograr la ratificación del Estatuto de<br />

Roma que crea la Corte Penal Internacional, y de las reformas<br />

legislativas necesarias para su implementación. Actualmente, se<br />

lleva a cabo la revisión y cabildeo para buscar la aprobación con la<br />

Ley de Cooperación con la Corte Penal Internacional.<br />

Proyecto sobre Justicia Transicional en México. Este proincorporado<br />

la Universidad Autónoma Metropolitana con foros<br />

sobre temáticas relacionadas con la violencia de género y los temas<br />

interdisciplinarios de derechos <strong>humanos</strong>, y la Universidad Autónoma<br />

de la Ciudad de México con el tema de lenguaje y derechos<br />

<strong>humanos</strong>. Asimismo, se tiene un trabajo de colaboración permanente,<br />

sobre el tema de discriminación, con el Consejo Nacional<br />

para Prevenir la Discriminación, la Oficina del Alto Comisionado<br />

para la Defensa de los <strong>Derechos</strong> Humanos en México, la Comisión<br />

de los <strong>Derechos</strong> Humanos en Distrito Federal, la Fundación<br />

Manuel Buendía y la Suprema Corte de Justicia, entre otros.<br />

Publicaciones. El Programa cuenta con un acervo de más de<br />

30 publicaciones sobre derechos <strong>humanos</strong>. En los últimos tres<br />

años se han publicado los siguientes títulos: 1. Genocidio, crímenes<br />

de guerra y crímenes de lesa humanidad: compendio temático sobre jurisprudencia<br />

del Tribunal Penal Internacional para la antigua Yugoslavia,<br />

2. Aproximaciones al derecho a la salud: El sida en México, 3. Vejez,<br />

envejecimiento y derechos económicos, sociales y culturales de las personas<br />

adultas mayores en México, 4. La educación en derechos <strong>humanos</strong> en<br />

México en los niveles preescolar, primaria y secundaria, 5. La salud en<br />

México: una perspectiva de derechos <strong>humanos</strong>, y 6. Derecho a la integridad:<br />

Trazos sobre la tortura en México.


IBEROderechos <strong>humanos</strong> y <strong>justicia</strong>_examen<br />

Juan Antonio Estrada_Filósofo,<br />

teólogo, escritor y docente español. Licenciado<br />

en Filosofía por la Universidad de Comillas<br />

(Madrid), maestro en Teología por la Universidad<br />

de Innsbruck (Austria), y doctor en Filosofía<br />

por la Universidad de Granada y en Teología<br />

por la Universidad Gregoriana de Roma.<br />

Ha sido profesor visitante de la Universidad<br />

Iberoamericana Ciudad de México y de diversas<br />

universidades en Europa, Estados Unidos y<br />

América Latina. Actualmente es catedrático de<br />

la Universidad de Granada, en donde también ha<br />

sido secretario del Departamento de Filosofía y<br />

coordinador de la Licenciatura en Filosofía. En su<br />

amplia obra destacan los libros Por una ética sin<br />

teología: Habermas como filósofo de la religión,<br />

Imágenes de Dios: La filosofía ante el lenguaje<br />

religioso y La imposible teodicea, todos ellos<br />

publicados por la prestigiada Editorial Trotta, de<br />

Madrid.<br />

28 Los derechos<br />

Fotos: Corbis<br />

<strong>humanos</strong> y la<br />

Iglesia Católica_El<br />

Estado de la Ciudad del Vaticano no ha<br />

firmado muchos convenios y aplicaciones<br />

de las Naciones Unidas, en los que<br />

se protegen derechos económicos,<br />

sociales y culturales, y también civiles y<br />

políticos.<br />

La Declaración Universal de los <strong>Derechos</strong> Humanos se<br />

ha convertido en el código cultural de referencia<br />

occidental y, cada vez más, ha ido recibiendo<br />

adhesiones de otros países. Esta Declaración tiene<br />

como punto de partida la dignidad del ser humano<br />

y su carácter es universal e igualitario. Sus<br />

orígenes son discutidos y hay precedentes lejanos<br />

de la Declaración, como el “Cilindro de Ciro<br />

el Grande” de Persia, tras la conquista de Babilonia (539 a. C.),<br />

aunque la mayoría vincula la doctrina a la modernidad ilustrada,<br />

concretamente, a la Declaración de <strong>Derechos</strong> de Virginia (1776) y a la<br />

Declaración de los <strong>Derechos</strong> del Hombre y del Ciudadano (1789). En la<br />

Declaración Universal se recogen derechos inalienables y universales<br />

de la naturaleza humana que, el 10 de diciembre de 1948, fueron<br />

promulgados por la Asamblea de las Naciones Unidas.<br />

Estos derechos son discutidos desde la doble perspectiva de su<br />

fundamentación y de su contenido. En lo que concierne al fundamento,<br />

hay distintas posturas, ya que presuponen la dignidad<br />

de la persona, a la que se llega por caminos distintos. Desde una<br />

perspectiva religiosa se puede apelar a la concepción bíblica del<br />

ser humano como imagen y semejanza de Dios, punto de partida<br />

para las doctrinas judías, cristianas e islámicas. Otros atienden al<br />

iusnaturalismo y al iuspositivismo, buscando fundamentos filosóficos,<br />

jurídicos y sociológicos. No cabe duda del trasfondo axiológico<br />

y moral de los derechos <strong>humanos</strong>, vistos desde la postulación de<br />

una ley natural, basada en la autonomía y el carácter social del


_El carácter monárquico y<br />

absoluto de la autoridad<br />

papal, se extiende así a los<br />

obispos y alcanza a los mismos<br />

ministros sacerdotes, elaborándose<br />

una teología del ministerio en clave<br />

de servicio, sin que se altere la figura<br />

real de éste como protagonista.<br />

Aunque hay distintas perspectivas que los fundamentan, se<br />

puede hablar hoy de un consenso creciente sobre la Carta de<br />

esos derechos cada vez más ratificados por los Estados y naciones.<br />

Aunque su formulación tardía sea occidental apuntan a la<br />

naturaleza humana, de la que derivan obligaciones y derechos<br />

universales. La diversidad de referencias para fundamentarlos está<br />

vinculada a un entrecruzamiento y solapamiento de perspectivas.<br />

Todos coinciden en afirmarlos (consenso), aunque divergen en<br />

los códigos culturales y religiosos que los fundan. Hay también<br />

cuestionamientos sobre su contenido. Ha habido una evolución<br />

desde los de primera generación, centrados en las libertades individuales,<br />

hasta los de segunda y tercera generación, que recogen<br />

derechos sociales y colectivos, que pueden ser ampliados a la protección<br />

de la naturaleza. También aquí es necesaria la aportación<br />

no occidental, para que los contenidos recojan problemas de otras<br />

culturas, que ayuden a su desoccidentalización y universalización.<br />

Respecto a la Iglesia Católica hay que anotar la inicial postura<br />

negativa de la jerarquía hacia ellos, porque se veían como derivaciones<br />

de la Revolución Francesa y del liberalismo, hasta la<br />

receptividad de la segunda mitad del siglo XX. Fueron asumidos<br />

por el Concilio Vaticano II y su decreto sobre la libertad religiosa;<br />

reconocidos en la Pacem in terris de Juan XXIII (9; 60); y<br />

asimilados por la doctrina social de la Iglesia por Pablo VI y Juan<br />

Pablo II. No hay obstáculo doctrinal ni teórico en lo que<br />

concierne a la valoración de la dignidad humana, el<br />

bien común y el derecho natural. Tampoco, en la<br />

aceptación actual de una sociedad democrática,<br />

del Estado laico y de la libertad religiosa. En<br />

cuanto que la persona es hija de Dios hay que<br />

afirmar su dignidad y darle contenidos. Los<br />

problemas, sin embargo, subsisten al desarrollarlos<br />

y aplicarlos.<br />

Por una parte, el Estado de la Ciudad del<br />

Vaticano no ha firmado muchos convenios<br />

y aplicaciones de las Naciones Unidas, en los<br />

que se protegen derechos económicos, sociales<br />

y culturales, y también civiles y políticos. Hay unos<br />

108 pactos, convenios y protocolos hasta comienzos del<br />

tercer milenio, todos ellos de alcance mundial. La Santa Sede<br />

ha asumido, íntegramente, sólo 13 de estos documentos, mientras<br />

que otros han sido recibidos con restricciones y excepciones. La<br />

causa está en que afirman que no puede haber discriminación por<br />

motivos de género o de religión, que se legisla sobre los derechos<br />

de las mujeres y de los trabajadores, o que se tocan asuntos como<br />

el matrimonio, la natalidad y la familia, en los que las declaraciones<br />

no coinciden con la doctrina oficial de la Iglesia. Tampoco<br />

se han suscrito convenios que prohíben la pena de muerte, la<br />

tortura o los crímenes contra la humanidad, como el genocidio 1 .<br />

El principio de dignidad es asumido por la doctrina oficial católica,<br />

pero subsisten concepciones del hombre, y de lo masculino<br />

y femenino, que bloquean el contenido práctico. Es necesaria una<br />

actualización de la antropología, la ética y la eclesiología católicas.<br />

Hay varios condicionamientos suplementarios de esta sorprenhombre,<br />

aunque hay disenso sobre su validez objetiva, subjetiva<br />

o intersubjetiva, según las distintas concepciones antropológicas.<br />

El hecho de que todas las visiones remitan a la filosofía, el derecho,<br />

la religión y el código cultural occidental, ha hecho que<br />

algunos impugnen su carácter universal y su validez supracultural.<br />

Se basan en que constituyen una creación occidental, europea y<br />

americana, que no puede ser asumida sin más por otras culturas.<br />

La misma diversidad de planteamientos y de cosmovisiones, que<br />

les sirven de trasfondo, ha sido utilizada, a veces, como excusa para<br />

impugnarlos, sobre todo por regímenes políticos que los vulneran.<br />

También, porque son una creación que presupone sociedades democráticas<br />

y un Estado social de derecho que los haga posible, lo<br />

cual no puede generalizarse.<br />

29


IBEROderechos <strong>humanos</strong> y <strong>justicia</strong>_examen<br />

30<br />

dente postura de la Santa Sede: de tipo<br />

moral y doctrinal; de tipo político (los intereses<br />

de Estado en su relación con otros<br />

países); y de orden institucional, ya que en<br />

el Estado Vaticano no hay separación de<br />

poderes ni una protección adecuada de los<br />

derechos de sus miembros. Todo deriva de la<br />

monarquía absoluta pontificia, fruto de la reforma<br />

gregoriana del siglo XI, que no se ajusta a los<br />

patrones de las sociedades democráticas y participativas.<br />

Subsiste la distancia entre la mentalidad de las sociedades y la<br />

eclesiástica, lo cual lleva, fácilmente, a que la Iglesia, en cuanto<br />

institución, se entienda más fácilmente con Estados confesionales<br />

y regímenes patriarcales, como los de los países árabes, que con<br />

las modernas democracias. El Concilio Vaticano II, que buscó el<br />

aggiornamento de la Iglesia y una relación positiva con el Estado<br />

no confesional, no ha tenido la debida continuidad en los últimos<br />

cincuenta años, manteniéndose la brecha entre la doctrina teológica<br />

oficial y la praxis real de la institución jerárquica.<br />

A esto hay que añadir los problemas que plantea, a la constitución<br />

interna de la Iglesia, la doctrina de los derechos <strong>humanos</strong>,<br />

que defiende la participación libre, igualitaria y fraternal de todos.<br />

a los derechos <strong>humanos</strong> de expresión, de<br />

participación y de religión, por lo que los<br />

derechos <strong>humanos</strong> que derivan de ahí no<br />

pueden estar garantizados.<br />

Esta privación de derechos redunda en<br />

contra de la misma Iglesia, cuando ésta los<br />

proclama para la sociedad civil y el Estado. La<br />

innegable defensa de los derechos <strong>humanos</strong> de<br />

los oprimidos en América Latina y otras partes del<br />

mundo, en la segunda mitad del siglo XX, por parte<br />

de la Iglesia Católica y algunas corrientes teológicas, como la<br />

teología de la liberación, tropezó con los intereses políticos de la<br />

institución eclesial, que buscaba mantener buenas relaciones diplomáticas<br />

con regímenes que violaban los derechos <strong>humanos</strong>. De<br />

ahí la creciente indefensión de los que defendían a los oprimidos<br />

por el Estado, como Óscar Romero, Hélder Câmara o monseñor<br />

Leonidas Proaño que no tuvieron apoyo de los representantes de<br />

la misma Iglesia, de los nuncios y de las congregaciones romanas.<br />

Fácilmente se persiguió a los defensores de los derechos, como si<br />

fueran comunistas, revolucionarios e incluso terroristas, como los<br />

denominaba la propaganda política oficial, sin que las jerarquías<br />

eclesiales los defendieran de estos ataques.<br />

_El problema de la mujer en la Iglesia Católica estriba, en buena parte, en el<br />

no reconocimiento de sus derechos igualitarios, no sólo en lo que concierne al<br />

acceso del ministerio sacerdotal.<br />

El problema de la mujer en la Iglesia Católica estriba, en buena<br />

parte, en el no reconocimiento de sus derechos igualitarios, no<br />

sólo en lo que concierne al acceso del ministerio sacerdotal. También,<br />

en el mantenimiento de un régimen patriarcal y clerical,<br />

que, de facto, hace de los laicos personas de segunda categoría. De<br />

estas líneas surge la concentración del poder y la autoridad en la<br />

cúspide de la jerarquía, más en línea con la Iglesia como “sociedad<br />

perfecta”, asimilable al Estado decimonónico, que con la concepción<br />

conciliar de “pueblo de Dios”, basada en la comunidad, en la<br />

igualdad primaria de todos los bautizados, aunque haya diferencias<br />

carismáticas y ministeriales, y en la comunión como participación<br />

de todos.<br />

Desde el Concilio Vaticano II hay una gran distancia entre la<br />

teología desarrollada en las dos constituciones sobre la Iglesia y la<br />

praxis real. La organización institucional sigue respondiendo más<br />

al modelo que surgió de la Contrarreforma, sancionado en el Vaticano<br />

I, que a los cambios y aperturas de la década de los sesenta. El<br />

carácter monárquico y absoluto de la autoridad papal, se extiende<br />

así a los obispos y alcanza a los mismos ministros sacerdotes, elaborándose<br />

una teología del ministerio en clave de servicio, sin que se<br />

altere la figura real de éste como protagonista. El sacerdote es jefe<br />

absoluto, que decide, en última instancia, sin tener que contar con<br />

la comunidad, con la sola condición de que se someta a la decisión<br />

de la jerarquía superior a él. Este modelo no puede dar cabida real<br />

La Iglesia Católica se mueve entre la aceptación de una doctrina<br />

que hoy es unánime en Occidente y muy mayoritaria en el mundo,<br />

y la necesidad de una reforma interna y externa que comenzó<br />

en el Concilio y no ha tenido continuidad posterior. La paradoja<br />

aumenta cuando muchos de estos derechos sobre libertad,<br />

igualdad y fraternidad encajan mejor en la eclesiología patrística<br />

y del primer milenio, que en la medieval y de la Contrarreforma.<br />

Por eso, hay frecuentes manifestaciones a favor de un Concilio<br />

Vaticano III que posibilite estos derechos en el foro interno de la<br />

Iglesia. La falta de sincronía entre los principios directrices de las<br />

sociedades democráticas y la constitución interna de la Iglesia y<br />

del Estado del Vaticano, bloquean y neutralizan muchas apelaciones<br />

morales y sociales de las Iglesias en la sociedad. Además, son<br />

un motivo de increencia y de rechazo del catolicismo.<br />

En definitiva, hay que superar la negatividad inicial respecto de<br />

los derechos <strong>humanos</strong> por el magisterio jerárquico y aplicarlos<br />

hoy para que tengan vigencia real y se acomoden a una nueva<br />

etapa histórica, en el marco de sociedades secularizadas, de Estados<br />

laicos y de derechos ciudadanos que derivan de la dignidad<br />

humana.<br />

1 Una amplia y detallada referencia sobre estos convenios puede encontrarse en<br />

J. M. Castillo, La Iglesia y los derechos <strong>humanos</strong>, Bilbao, Desclée de Brower, 2007,<br />

pp. 47-77.


IBEROlíder Ibero_Sabina Berman<br />

32<br />

Sabina<br />

Berman_<br />

No hemos<br />

aprendido a<br />

ver la cultura<br />

como una<br />

actividad<br />

social y<br />

económica<br />

Arturo Sánchez<br />

Meyer_Estudió<br />

Literatura Latinoamericana<br />

en la Universidad<br />

Iberoamericana e hizo una<br />

Maestría en Periodismo en<br />

la Universitat de Barcelona<br />

y en Columbia University.<br />

Ha colaborado en distintas<br />

revistas culturales. En<br />

2005 publicó, bajo el sello<br />

editorial Eón, el libro de<br />

cuentos y prosa poética<br />

Alusiones a Buélco. Su<br />

primera novela Treinta<br />

canciones para Julia (y<br />

cuatro desesperadas),<br />

está por ver la luz en<br />

los próximos meses.<br />

El público es para el teatro lo que<br />

para el pintor es el lienzo; un físico<br />

no está obligado a comunicarse con<br />

sus congéneres, pero la gente que<br />

hace teatro sí. Mientras no suceda<br />

en el público, el teatro no está<br />

sucediendo.


Entre Pancho Villa y<br />

una mujer desnuda.<br />

Muerte súbita, La grieta, La guerra culta, Entre Pancho Villa y una<br />

mujer desnuda y Feliz nuevo siglo Doktor Freud), ha ganado cuatro<br />

veces del Premio Nacional de Dramaturgia en México, así como<br />

el Premio Juan Ruiz de Alarcón. A propósito de su obra Entre<br />

Pancho Villa y una mujer desnuda (llevada también al cine), Víctor<br />

Hugo Rascón Banda señaló: “Inteligentemente estructurada, abre<br />

nuevos caminos a la experimentación dramática que hará felices<br />

a las mujeres y sonreír forzadamente a sus acompañantes masculinos”.<br />

Sabina Berman es una reconocida periodista, como lo demuestran<br />

los dos Premios Nacionales de Periodismo a los que se ha<br />

hecho merecedora. En 1999, en colaboración con Denise Maerker,<br />

publicó Mujeres y poder. También es una notable escritora de<br />

ficción, con libros como Un grano de arroz, La bobe y Amante de lo<br />

ajeno. Su más reciente novela, La mujer que buceó en el corazón del<br />

mundo, ha sido traducida a 11 idiomas y publicada en 33 países.<br />

Líder Ibero, sin duda, conversamos con ella.<br />

33<br />

Sabina Berman (1955) es la dramaturga contemporánea<br />

más importante de nuestro país.<br />

Estudió las carreras de Psicología y Literatura<br />

Mexicana en la Universidad Iberoamericana,<br />

así como dirección escénica en el Centro<br />

de Arte Dramático (CADAC), fundado por<br />

Héctor Azar. En sus inicios literarios, a la par<br />

que el teatro (El jardín de las delicias, 1976)<br />

escribió y publicó poesía: Poemas de agua (1986) y Lunas (1988).<br />

Directora, productora y escritora de teatro (con obras como<br />

Se habla mucho de que no hay público suficiente en los<br />

teatros mexicanos, que casi siempre están vacíos. ¿Es<br />

esto cierto? Y si lo es, ¿por qué cree usted que se da este<br />

fenómeno?<br />

En México se hacen dos tipos de teatro, en una división que<br />

se reproduce en muchos países. Por un lado, está el teatro cuyo<br />

objetivo principal es atraer público, abarrotar la taquilla y hacer<br />

dinero, y por el otro está el teatro pagado por el Estado, que ha adquirido,<br />

por contraste, el dudoso orgullo de que no vaya público;<br />

esto es una enfermedad, pues ambas definiciones son incompletas.<br />

Existe una tercera vía que es la que intento (y no sólo yo, hay<br />

otras personas que también la cultivan): no es, de ningún modo,<br />

una mezcla de las dos anteriores, es otro lugar en donde nos colocamos.<br />

Consiste en que no intentamos que no vaya la gente<br />

pero tampoco trabajamos para la taquilla. Nos situamos en un<br />

lugar de honestidad estética y trabajamos para nosotros mismos,<br />

para los actores, para la belleza y para el impacto de lo que es el<br />

teatro, pero también publicitamos que la obra existe y estamos


Gracias a la<br />

Ibero me di cuenta<br />

de mi verdadera<br />

vocación.<br />

IBEROlíder Ibero_Sabina Berman<br />

34<br />

con los dedos cruzados en la taquilla para que<br />

llegue público, porque mientras llegue, va a haber<br />

funciones; de otra manera, no es posible mantener<br />

la obra.<br />

¿Qué hace usted para que sus obras tengan éxito en<br />

taquilla y no pierdan la honestidad estética que mencionaba<br />

anteriormente?<br />

El público es para el teatro lo que para el pintor es el lienzo; un<br />

físico no está obligado a comunicarse con sus congéneres, pero la<br />

gente que hace teatro sí. Mientras no suceda en el público, el teatro<br />

no está sucediendo, está sólo en la página, es literatura. En cada obra<br />

que he puesto en escena he tenido discusiones con productores<br />

privados y con productores del Estado. Los productores privados<br />

me suelen decir: “Estrena la obra y si tiene éxito entonces yo le<br />

entro”, porque siempre les parece algo raro, creen que no va a ir la<br />

gente. Por el otro lado, algún director de teatro de la UNAM, me<br />

dijo de una obra mía: “Es demasiado graciosa, yo te la produzco si<br />

me garantizas que no va a venir mucho público, porque si vienen<br />

muchos cómo justifico que nosotros lo produzcamos; nosotros<br />

estamos para producir las cosas que nadie pagaría por ver”. Sin<br />

embargo, sí hay gente que ha intentado la tercera vía con bastante<br />

éxito en nuestro país, y mientras el mexicano obtiene mayor<br />

autoestima se convierte en un público mejor y más exigente.<br />

Tenemos que aspirar a que el teatro mexicano tenga la calidad y<br />

la relevancia que posee en países como Inglaterra, por ejemplo.<br />

Muchas de las obras que actualmente tienen éxito<br />

comercial cuentan con actores famosos y, por lo general,<br />

son adaptaciones de textos sajones. ¿Cómo puede un<br />

dramaturgo mexicano acceder al gran público si no cuenta<br />

con estas herramientas?<br />

Este fenómeno es parte de la falta de comunicación entre quienes<br />

hacemos teatro en México: apreciar primero lo que viene<br />

del extranjero es muy común en las artes en nuestro país, pero<br />

en especial en el teatro. Los directores y productores comerciales<br />

montan obras extranjeras no porque no haya escritores mexicanos<br />

que puedan ser de gran éxito comercial y, además, buenos.<br />

Lo hacen porque en lugar de voltear a verlos se van al extranjero,<br />

ni siquiera a leer los textos, se van a verlos y si pudieran también<br />

importar al público lo harían, y ahí es donde les falla la ecuación.<br />

Actores de la obra Entre Pancho<br />

Villa y una mujer desnuda.<br />

Existe una enfermedad en el otro tipo de teatro,<br />

donde lo que se busca es el prestigio ante las instituciones<br />

y ante los críticos. El público es desdeñado<br />

por principio porque son “esos nacos mexicanos”. Que<br />

una obra sea efectiva en escena, sea relevante socialmente, está<br />

vista como el antiarte, entonces hay que montar obras yugoslavas,<br />

que hablan de la devastación en ese país. ¿Para qué irnos tan lejos,<br />

si ya tenemos la nuestra? Tendríamos que estar hablando de la<br />

nuestra.<br />

Para usted ¿tiene el teatro un compromiso social? ¿Debe<br />

tener un sentido didáctico?<br />

La respuesta a esta pregunta no admite recetas, pero puedo<br />

contestar por mí y referirme a la teoría del arte que me he inventado:<br />

El teatro es social, me gusta hablar en escena de temas que<br />

comparte mucha gente, pero tiene que ser desde un lugar personal.<br />

Realmente yo no he escrito teatro confesional, he escrito<br />

sobre asuntos sociales, mis temas han sido la diversidad, el placer,<br />

y los obstáculos para conseguir ambos, que me parece que son<br />

los mismos y tienen que ver con la dominación. De esta manera<br />

he creado mi teoría, auxiliada por amigos como Eurípides, Aristóteles,<br />

Molière y otros más como Hugo Argüelles, José Gordon<br />

y Jorge Volpi. Así he ido construyendo mi pensamiento artístico.<br />

Es usted una mujer muy polifacética: hace teatro, narrativa,<br />

periodismo, etcétera. ¿Cómo maneja esta diversidad<br />

disciplinaria?<br />

Siempre me dicen que yo hago muchas cosas distintas, pero yo<br />

lo que hago es contar historias en diferentes medios: en el teatro<br />

que es mi escuela original, en la prosa que desarrollé porque<br />

sentí que a mi teatro le faltaba vuelo retórico en cuanto a los<br />

personajes y después me metí al periodismo porque me hartó el<br />

teatro y quería más realidad. Era un momento muy emocionante<br />

para México cuando incursioné en el periodismo, estábamos<br />

transitando de una “dictadura” a una supuesta democracia. He<br />

ido cambiando por necesidades íntimas, que me parece que es el<br />

hilo que debe guiar al artista, esa necesidad misteriosa, esa sensación<br />

donde uno sabe que está caminando pero no hay camino<br />

adelante, esa es la garantía de que uno está haciendo algo que no<br />

se ha hecho.


¿Piensa en el público cuando está haciendo teatro o en el<br />

lector cuando está creando narrativa?<br />

El lector o el público son el silencio, el estado puro de la conciencia<br />

donde está vacía de palabras o de movimiento, ahí somos<br />

todos iguales, hasta los animales y los vegetales son iguales, todo<br />

lo vivo lo es.<br />

Sus textos dramáticos, como por ejemplo, Feliz nuevo siglo<br />

Doktor Freud y Entre Pancho Villa y una mujer desnuda, han<br />

alcanzado un gran éxito en un país donde este género es<br />

poco leído. ¿Cuál es la causa detrás de este fenómeno?<br />

Ocurrió a raíz de las puestas en escena, fue una consecuencia.<br />

Yo creo que después de la literatura, el teatro es el arte más ejecutado<br />

por la población en México. Hay muchos grupos de teatro<br />

amateurs por todo el país, en cada preparatoria hay un grupo de<br />

teatro, también en las universidades, además de que existe una<br />

emoción especial de hacer lo propio. En varias ocasiones me he<br />

enterado que están poniendo en escena Feliz nuevo siglo Doktor<br />

Freud. Supuestamente me tendrían que pedir autorización pero no<br />

lo hacen; sin embargo, nunca me molesto cuando montan la obra,<br />

me siento halagada y creo que eso justifica lo que hago si hay un<br />

grupo de teatro en una preparatoria que está actuando una obra<br />

mía, y además he visto muy buenas puestas de mis textos en los lugares<br />

más inusitados y de maneras que nunca me hubiera esperado.<br />

El teatro es social, me gusta<br />

hablar en escena de temas que<br />

comparte mucha gente, pero<br />

tiene que ser desde un lugar<br />

personal.<br />

Mucha gente la considera una artista que retoma varios de<br />

los postulados de las teorías feministas. ¿Se siente usted<br />

cómoda con este tipo de afirmaciones?<br />

Mi lectura de los géneros es política, pero es una lectura, yo<br />

no hago panfletos, o cuando menos eso espero. Feliz nuevo siglo<br />

Doktor Freud, claramente se trata de una lectura misógina de los<br />

géneros y por tratarse de Freud, como es tan docto su lenguaje,<br />

se convierte en una comedia; todo el mundo se ríe con las palabras<br />

textuales de Freud y reconoce la misoginia. La obra posee<br />

también otro nivel, que tiene que ver con los seres <strong>humanos</strong><br />

tratando de “aprehender” la realidad y no dándose cuenta que<br />

en ese intento la están violentando. Esto es algo que rebasa el<br />

asunto de género, la división de hombres y mujeres, y en algún<br />

lugar nos une. Siempre tengo esta observación y de nuevo estas<br />

son las enseñanzas de los clásicos: una obra de teatro debe decir<br />

algo muy simple en la cúspide de los sentidos y después eso se<br />

va convirtiendo en algo complejo hasta que llega a unos seres<br />

<strong>humanos</strong> en una época histórica determinada, haciendo ciertas<br />

cosas que arman una historia.<br />

¿Existen apoyos suficientes para los artistas mexicanos que<br />

quieren acceder al mundo del teatro?<br />

Lo que a mí me gustaría ver es que el Estado invirtiera en el<br />

vínculo entre los escenarios y la sociedad, ahí es donde no hay<br />

inversión y es dónde más se necesita; cualquier teatrista dirá que<br />

prefiere ganarse la vida de lo que paga el público que recibir un<br />

cheque por correo del Estado mexicano; la inversión existe pero<br />

está mal colocada. Para empezar, el teatro hecho profesionalmente,<br />

incluso el del Estado, es por su costo para una clase media alta,<br />

ese es el primer error gravísimo. ¿Entonces, por qué lo pagan los<br />

impuestos? El mejor público de teatro y el más abundante está<br />

constituido por universitarios. ¿Y todos los demás qué? El Estado<br />

no invierte estratégicamente bien. Hacen falta otros tipos de estímulos<br />

que tengan la ambición de que la cultura llegue a todos.<br />

Las obras están publicitadas mínimamente, hay que ser un experto<br />

para encontrarlas, a nadie le interesa que la gente vaya realmente al<br />

teatro. Esto es lo que heredamos del priísmo: un reguero de maíz<br />

para los artistas, no para la sociedad.<br />

¿A qué modelo de país debemos aspirar? ¿Qué debemos<br />

hacer para alcanzarlo?<br />

Yo diría que a una España a la mexicana. España ha hecho cosas<br />

muy inteligentes que nosotros debimos haber hecho originalmente<br />

y que ahora nos toca copiárselas pero hay que hacerlo bien.<br />

Por ejemplo, ellos se volvieron los maestros del idioma español del<br />

planeta con el Instituto Cervantes, eso nos tocaba a nosotros; España<br />

es la gran exportadora de cine, cosa que también nos tocaba<br />

a nosotros. Somos una economía más grande que España, pero<br />

no hemos aprendido a ver la cultura como una actividad social y<br />

económica, estamos anclados, encriptados en la idea priísta de la<br />

35


IBEROlíder Ibero_Sabina Berman<br />

36<br />

Somos una economía más<br />

grande que España, pero no<br />

hemos aprendido a ver la<br />

cultura como una actividad<br />

social y económica, estamos<br />

anclados, encriptados en la idea<br />

priísta de la cultura como algo<br />

que hay que controlar: hay que<br />

tener contentos a los artistas<br />

y ahí se acaba el asunto.<br />

cultura como algo que hay que controlar: hay que tener contentos<br />

a los artistas y ahí se acaba el asunto. Necesitamos empresas<br />

culturales y sin la ayuda del Estado eso no se va a lograr, y el<br />

gobierno debería estar muy interesado en lograrlo, pero desde la<br />

época de Lázaro Cárdenas, que fue un gran momento para el arte<br />

mexicano, el Estado se ha mostrado indiferente.<br />

Usted es egresada de la Universidad Iberoamericana. ¿Cómo<br />

ha influido esta casa de estudios en su trabajo profesional?<br />

Ha influido mucho y de diferentes maneras. Tuve muy buenos<br />

maestros, los jesuitas me marcaron. Yo soy judía y para mí el acercamiento<br />

repentino y sin ninguna preparación con ellos fue muy<br />

importante, porque tenía una versión muy negativa de la iglesia<br />

Entre Pancho Villa y<br />

una mujer desnuda.<br />

católica y me dieron otra lectura de ella. Además me tocó estar en<br />

un tiempo donde los jesuitas estaban constantemente yéndose a<br />

la sierra, muchos desaparecían, así textualmente, nos decían “ya no<br />

va a venir tal maestro, se tuvo que ir a Italia”, y nos enterábamos<br />

tres años después que se había ido a la sierra a hacer labor social,<br />

entonces era muy emocionante este trato con los jesuitas.<br />

¿Qué destacaría usted de su educación en la Ibero?<br />

Gracias a la Ibero me di cuenta de mi verdadera vocación. Había<br />

un concurso en la universidad que convocaba Luis de Tavira, se<br />

llamaba “Juguete”, en el cual uno tenía que hacer entre once y<br />

veinte minutos de “algo” en el escenario, así estaba definido, yo<br />

me subí por primera vez al escenario y escribí para él gracias a<br />

esa convocatoria. El premio era viajar por toda la República en<br />

distintas universidades. Con mi grupo no sólo ganamos una vez,<br />

ganamos dos años consecutivos y aprendí muchísimo. Si no hubiera<br />

sucedido esta convocatoria, además así de libre, yo no haría<br />

teatro, tan sencillo como eso.<br />

¿Qué sigue para Sabina Berman?<br />

Estoy escribiendo una obra de teatro para dos personajes, nunca<br />

había pensado que podía escribir una obra para dos personajes, de<br />

dos horas… Vamos a ver si funciona.


IBEROla llama inextinguible_<br />

38<br />

Homero<br />

Aridjis_Tres<br />

poemas inéditos<br />

Homero Aridjis: Poeta y ecologista<br />

Fotografía de Chloe Aridjis.<br />

Nacido en Contepec, Michoacán, en 1940, Homero Aridjis es<br />

uno de los poetas más importantes de México. El Fondo de<br />

Cultura Económica publicó su más reciente libro. Diario de<br />

sueños (2011), que forma parte de su más sólida madurez lírica,<br />

y el cual se suma a otros títulos suyos fundamentales como<br />

Antes del reino, Mirándola dormir, Perséfone, Ajedrez-Navegaciones,<br />

Los espacios azules, El poeta niño, El encantador solitario, Quemar<br />

las naves, Construir la muerte y otros más que integran una obra<br />

acerca de la cual Octavio Paz escribió:<br />

“Homero Aridjis ha proclamado la supremacía del amor, y la mujer es su horizonte y<br />

su espejismo. Su poesía son las huellas rojas y negras que deja el fuego en su carrera”.<br />

Activista a favor de la protección del ambiente y uno de los poetas que mejor han<br />

entendido la gravedad por la que atraviesa nuestro país no sólo en lo ecológico sino<br />

también en lo social y en lo político, Aridjis ha escrito, por ejemplo, en su nuevo libro:


2_<br />

Este es un sueño<br />

No temas a los sicarios<br />

que con pistolas de aire<br />

vienen bajo la lluvia.<br />

No te duelas por las víctimas<br />

que en la esquina los aguardan<br />

con el pecho descubierto.<br />

No te preocupes. Los dioses<br />

del sacrificio humano están muertos.<br />

Este es un sueño.<br />

Cuando despiertes,<br />

no habrá sicarios ni víctimas,<br />

sólo estará la lluvia<br />

cayendo sobre una calle vacía.<br />

“La violencia en México comenzó con los dioses./ Antes de que hubiera ciudades y<br />

templos/ ya había desmembrados, desollados y decapitados,/ en los ritos del alba. Los<br />

Painales,/ sicarios de nuestro señor Huitzilopochtli,/ ya descendían de los cerros/ con<br />

un corazón humeante en las manos”. O bien: “Somos hijos de dioses crueles./ De<br />

nada sirve ver sus pirámides derruidas./ Aún no se desvanece la sangre en sus altares./<br />

Aún sus manos asfixian nuestros sueños”.<br />

Por otra parte, para los migrantes, como bien lo dice en otro poema, “el sueño<br />

americano se ha convertido/ en el infierno del exilio”.<br />

En este número de IBERO, dedicado a los derechos <strong>humanos</strong> y a la <strong>justicia</strong>, nos<br />

honramos en ofrecer a los lectores tres poemas inéditos, de la más reciente producción<br />

del poeta, en los cuales reaparecen algunos de sus temas esenciales: el amor (“En tu<br />

calle”), la preocupación social (“Este es un sueño”) y su defensa de la naturaleza (“En<br />

Venecia nació un árbol”).<br />

Agradecemos al poeta la deferencia de darlos a conocer en IBERO.<br />

1_<br />

En tu calle<br />

En tu calle de sueños pintados.<br />

En tu calle de soles en la ventana.<br />

En tu calle sin nombre en las esquinas.<br />

En tu calle que me lleva a tus brazos.<br />

En tu calle de jacarandas en flor.<br />

En tu calle que viene de pasado mañana.<br />

En tu calle de gatos muertos.<br />

En tu calle, clara como la noche,<br />

tu cuerpo es como un árbol de amor<br />

que abrazo y no acabo de abarcar.<br />

3_<br />

En Venecia nació<br />

un árbol<br />

Rilke, Da stieg ein baum<br />

En Venecia nació un árbol.<br />

De las aguas estancadas<br />

una verde transparencia<br />

se levantó.<br />

En el viejo canal,<br />

como un cuerpo verde,<br />

nació un árbol.<br />

39


Vida Yovanovich_<br />

Fotografía y<br />

compromiso vital<br />

IBEROmirador_<br />

40<br />

Originaria de La Habana, Cuba, Vida Yovanovich<br />

reside en México desde 1956 y es<br />

mexicana por adopción. Ha dedicado gran<br />

parte de su obra a explorar la vida e identidad<br />

de la mujer. Su trabajo es reflexivo e<br />

íntimo. Los cuestionamientos que plantea<br />

su obra no sólo se refieren al deterioro<br />

corporal que sufrimos los seres <strong>humanos</strong>,<br />

sino también al emocional. Temas como la soledad, el abandono y<br />

el rechazo son una constante en sus fotografías.<br />

Su tenacidad y paciencia le han permitido acercarse a entornos<br />

difíciles, y su forma de abordar los temas es intensa y profunda.<br />

De 1983 a la fecha ha participado en más de cien exposiciones<br />

colectivas en diversos países, y ha expuesto de manera individual<br />

lo mismo en México que en Cuba, Serbia, Francia, España, Sudáfrica<br />

y Estados Unidos.


De las series Cárcel de<br />

los sueños y Soledades<br />

sonoras.<br />

41<br />

Su ensayo fotográfico Cárcel de los sueños es un sensible y fuerte<br />

acercamiento a la vejez y a la muerte. La exposición se presentó<br />

en varias ciudades lo mismo de México que de Europa, y el libro<br />

que generó esta exposición se publicó en 1997 con un brillante<br />

prólogo de Elena Poniatowska.<br />

Al definir el trabajo de la fotógrafa, la escritora señala: “Las fotos<br />

de Vida no son tremendistas. Son dolorosas algunas, terribles otras,<br />

pero no hay en Vida afán de escándalo. Hija de yugoslavos, como<br />

su nombre lo indica, Vida Yovanovich nació en Cuba. Cuando<br />

cumplió 40 años se aterró, pensó en su propia muerte y se fue a<br />

retratar ancianas. No sólo las retrató a ellas, sino que se retrató a sí<br />

misma entre ellas, hombro con hombro, para poder tolerar quizá<br />

su propio envejecimiento. Muy guapa, muy alta, Vida dejó que le<br />

penetrara la decrepitud ajena, la vergüenza ajena, la soledad ajena.<br />

No sé si se acostumbró a que paso a pasito iba encaminándose a<br />

su propia vejez. Lo que sí sé es que la experiencia tan contundente<br />

nos da fotografías espectrales, dramáticas e intensas que nos<br />

hacen reflexionar en uno de los temas que siempre procuramos<br />

evitar: el de la propia vejez”.<br />

Actualmente, el trabajo de Vida Yovanovich se concentra en la<br />

mujer en reclusión. Soledades sonoras toca esa línea divisoria tan<br />

endeble que existe entre un mundo de encierro y uno de libertad.<br />

Por su trayectoria, esta reconocida artista ha recibido diversas<br />

distinciones entre las cuales destacan las becas de la Fundación<br />

Guggenheim, de Nueva York, y del Sistema Nacional de Creadores<br />

de Arte, en nuestro país; así como el primer premio en<br />

Fotografía Antropológica (México) y una mención honorífica en<br />

el Premio Casa de las Américas (Cuba).<br />

Su obra forma parte de diversas colecciones y museos, entre<br />

ellos el Museo de Bellas Artes, en Houston; el acervo del Consejo


IBEROmirador_<br />

42<br />

De las series Cárcel de<br />

los sueños y Soledades<br />

sonoras.<br />

Mexicano de Fotografía; Casa de las Américas,<br />

en Cuba; Museo de Bellas Artes, de<br />

Buenos Aires, y Museo de Artes Aplicadas<br />

de Belgrado, en Serbia.<br />

La artista y crítica Mónica Mayer ha dicho:<br />

“Vida Yovanovich no es una fotógrafa<br />

que toma su trabajo a la ligera. Sus proyectos<br />

van más allá de un producto para<br />

exponer o publicar: son compromisos<br />

vitales, experiencias que cambian la vida<br />

del retratado y de quien retrata: de ahí su<br />

fuerza”.


Javier Sicilia_Poeta, novelista, ensayista y editor, cuya obra está estrechamente vinculada a la<br />

fe católica. Activista social, encabeza el Movimiento por la Paz con Justicia y Dignidad, surgido a raíz del<br />

asesinato de su hijo a manos del crimen organizado. Autor de los libros de poemas Oro, Trinidad, Vigilias y<br />

Tríptico del desierto, y de las novelas El bautista, El reflejo de lo oscuro, Viajeros en la noche y A través del<br />

silencio. También de la biografía Concepción Cabrera de Armida, la amante de Cristo. Ha sido director de la<br />

revista Ixtux (1994-2007) y lo es, a partir de 2009, de Conspiratio. Es columnista del semanario Proceso y<br />

de La Jornada Semanal. En 2009 obtuvo el Premio Nacional de Poesía Aguascalientes. El presente texto,<br />

que entregamos a los lectores de IBERO como una primicia, es el primer capítulo de su novela El otro lado<br />

del sótano, en proceso de escritura, una obra narrativa acerca de la vida de San Maximiliano Kolbe (1894-<br />

1941), fraile franciscano que fue asesinado por los nazis en el campo de concentración de Auschwitz.<br />

Agradecemos al autor la deferencia de darlo a conocer en las páginas de IBERO.<br />

IBEROtrivium_narrativa<br />

44<br />

Foto: Corbis<br />

El otro<br />

lado del<br />

sótano_“Nadie<br />

ama más que aquel que da la vida<br />

por sus amigos”<br />

La mañana y la noche<br />

Abrió los ojos y el día, que entraba por la ventana de su habitación<br />

en Varsovia, lo lastimó como un cuchillo. Permaneció<br />

acostado sobre su espalda en espera de que la luz se acomodara<br />

a la lentitud con la que en los últimos años su vista respondía a<br />

ella, una lentitud que se agregaba al agotamiento de sus huesos,<br />

de sus arterias, de su corazón y sus pulmones. Noventa y cuatro<br />

años eran ya demasiados para una vida y, sin embargo, en ese<br />

preciso momento, de cara a ese deslumbramiento y al frío que<br />

sentía, se dio cuenta de que detrás de esa afirmación, todo en él<br />

rechazaba la muerte. No quería morir, no quería enfrentarse a<br />

ese frío que a pesar del verano y de la calidez de las cobijas se le<br />

adhería a los huesos como aquel día de julio de 1941 en que el<br />

padre Maximiliano Kolbe —o Raymundo, como solía llamarlo<br />

para sí en alusión al nombre que llevaba antes de abrazar el hábito<br />

franciscano— cambió su vida por la suya y murió en los sótanos


Para Pedro Bonnin<br />

Para Bernardo Domínguez<br />

La historia es un<br />

tejido de bajezas y<br />

crueldades en donde<br />

algunas gotas de pureza<br />

brillan de cuando en<br />

cuando.<br />

Simone Weil<br />

Todos somos culpables,<br />

por todo, ante todos, y<br />

yo más que todos.<br />

Dostoievski<br />

Sólo un yo vulnerable<br />

puede amar a su<br />

prójimo.<br />

Levinas<br />

del bloque 11 de Auschwitz. Desde entonces no había vuelto a<br />

sentirlo con tanta precisión y agobio. Era como si la intoxicación<br />

que desde entonces había ocultado en su interior hubiese llegado<br />

al límite donde la vida no puede regresar.<br />

Ni siquiera en el Lager, después de la muerte de Kolbe y durante<br />

los años de encierro que precedieron a la liberación, bajo<br />

las inclemencias del invierno, la soledad, el hambre y las palizas de<br />

los Kapos; ni siquiera cuando en los momentos de la liberación,<br />

con los soviéticos ya en Polonia, fue desalojado en esas espantosas<br />

“marchas de la muerte” en las que los nazis hicieron perecer a<br />

muchos de los últimos sobrevivientes, lo había sentido con esa<br />

aguda punzada con la que la luz hería en ese momento sus ojos<br />

y el frío se le extendía por todos los tejidos del cuerpo como si<br />

emanara del fondo mismo de los huesos.<br />

Los cerró un instante y volvió a verse poniéndose en marcha<br />

bajo la noche y el invierno, entre reflectores y centenares de SS<br />

armados y acompañados de sus perros, apretujado a una multitud<br />

de 150 esqueletos envueltos en harapos y rapados como él. Atrás,<br />

en los escombros dejados por los nazis, quedaban los presos de<br />

los otros bloques, aguardando su turno para iniciar la marcha, los<br />

enfermos que, se decía, serían asesinados a quemarropa antes de<br />

la llegada de los rusos, y la silueta de la chimenea, que hacía días<br />

había dejado de funcionar, pero cuyo pestilente aroma les había<br />

impregnado la piel y los harapos con el sello indeleble del infierno.<br />

Adelante, lo incierto, la orden de que<br />

se les llevaría a la retaguardia.<br />

Abrió de nuevo los ojos y, bajo el peso<br />

de la luz, como si nunca se hubiesen ido,<br />

volvió a escuchar los gritos de los SS:<br />

“Más rápido, perros piojosos, más rápido”,<br />

y a verse, junto a esos 150 esqueletos, correr<br />

como una jauría hambrienta, famélica<br />

y domesticada. Volvió a ver las ráfagas de<br />

las metralletas sobre los cuerpos de los que<br />

caían de fatiga y la sangre sobre el lodo y<br />

la nieve.<br />

Pero aún ahí, bajo ese recuerdo atroz<br />

que llegaba a su memoria con una nitidez<br />

deslumbrante, no volvió a sentir el frío<br />

que ahora lo atenazaba. Quizá, sí, quizá<br />

se había insinuado, pero en medio de su<br />

carrera —lo veía como si la cortina por<br />

donde se filtraba la luz se volviera la pantalla<br />

de un extraño cinematógrafo—, la<br />

seguridad de que Kolbe lo había salvado<br />

para siempre lo acompañaba, y repentina-<br />

mente, en medio del terror, de los gritos, de los heridos y el traquetear<br />

de las metralletas, repentinamente —como si el milagro<br />

se confirmara— se encontró libre, lejos de los SS —uno de los 22<br />

esqueletos, de aquellos 150, que había sobrevivido— un hombre<br />

que, arropado por el agradecimiento, había ocultado para siempre<br />

su frío en el tibio calor del milagro.<br />

Ese agradecimiento, cuando volvió entre los suyos, se convirtió<br />

en una incesante indagatoria sobre la vida de aquel extraño hombre<br />

y en un dar testimonio de su santidad, como si en realidad él,<br />

a causa del milagro, hubiese muerto en lo sótanos del bloque 11<br />

y Raymundo, usurpando su muerte, la muerte que a él le pertenecía,<br />

hubiese vivido en y a través de él, ajeno al frío, arropado<br />

durante 47 años en su cuerpo y en sus palabras. Dondequiera que<br />

lo llamaban, donde se levantaba un monumento o un templo en<br />

su honor, ahí había estado él para hacer surgir en el vestigio de su<br />

sobrevivencia la grandeza de Kolbe. El propio Pablo VI, en 1971,<br />

durante la ceremonia de beatificación, lo había invitado y le había<br />

otorgado un lugar preeminente: el del espécimen vivo, el de “un<br />

desconocido” —así lo dijo el Papa en su discurso—, por el que<br />

Kolbe había dado su vida, la prueba viviente de su santidad, de su<br />

amor por los otros. Lo mismo había hecho Juan Pablo II en 1982,<br />

cuando lo elevó al culto universal de los santos.<br />

Desde entonces, en la calle, en el trabajo, en los cientos de<br />

escritos y biografías sobre Kolbe, en los lugares a donde había<br />

Foto: Corbis<br />

45


IBEROtrivium_narrativa<br />

46<br />

sido invitado a dar testimonio, él, “un desconocido”, era sólo el<br />

hombre al que Kolbe salvó la vida, una referencia, un dato en el<br />

centro de las virtudes heroicas de un hombre santo.<br />

A nadie, fuera de ese acontecimiento y de las declaraciones que<br />

le habían pedido durante los procesos de beatificación y santificación<br />

—declaraciones que no diferían de las de otros que lo habían<br />

conocido o tratado en la intimidad; que no diferían tampoco de<br />

los miles que otros más han dado sobre otros santos, como si lo<br />

importante se redujera, no a lo humano, a sus claroscuros y a sus<br />

vertientes ambiguas, sino a la monótona estrechez de lo sobrehumano—,<br />

le había importado su vida. Nadie, durante todos esos<br />

largos años, se había ocupado por saber lo que realmente sentía<br />

él, el “desconocido”, el sujeto de tan sobrecogedor acto de amor.<br />

Nadie se había interesado en saber si sentía vergüenza de estar<br />

vivo en lugar de otro, de cargar con el peso de una gracia de la<br />

que habían sido excluidos otros, millones.<br />

Y a decir verdad —debía confesárselo ahora que el frío lo ocupaba<br />

sin tregua, sin esperanza de aplacarlo y todo lo que estaba en<br />

sus más profundos adentros emergía con una helada punzante—,<br />

a él tampoco le había importado. Le había bastado ser el sujeto<br />

del milagro, el instrumento por el que Kolbe se había vuelto el<br />

mediador de una gran luz en el centro de las tinieblas, y su vida,<br />

y miedo, ese miedo y esa vergüenza de los sobrevivientes de las<br />

catástrofes, esa sensación de desprecio de sí, de remordimiento,<br />

de saber que ese otro mejor que él —quizá mejor que esos<br />

miles otros que murieron en Auschwitz por compartir su miserable<br />

ración de pan, por negarse a cumplir una orden indigna,<br />

por rebelarse o arrojarse a las alambradas eléctricas antes que ir<br />

como bovinos a la cámara de gas—, había muerto en los sótanos<br />

del bloque 11 en lugar suyo.<br />

“Ciertamente —se dijo para consolarse—, Raymundo no<br />

habría durado más de unos meses bajo aquel régimen. La tuberculosis,<br />

las condiciones de Auschwitz y las que él tercamente<br />

se imponía, lo habrían aplastado como una pobre cosa en poco<br />

tiempo. Además, a diferencia de otros, no robé el pan de nadie,<br />

no acepté ningún cargo indigno”. Pero al final, en ese preciso<br />

momento —lo constató con un dolor que le contrajo el corazón<br />

más que el frío—, se acercaba a la muerte con la misma cobardía<br />

que mostró el día que lo designaron para ella, con esa sensación<br />

de pérdida de fe que había estado presente en él hasta que Kolbe<br />

lo salvó, con el mismo frío y el mismo miedo que aquella tarde<br />

lo hicieron estallar en un llanto desesperado, y sintió, con una<br />

claridad tan espantosa como terca, la inutilidad del acto de Kolbe.<br />

“¿Por qué y para qué lo había hecho?”.<br />

_Aunque ni un solo día había dejado de dar testimonio sobre la santidad de<br />

Raymundo, su vida, después de sobrevivir a Auschwitz y a su tuberculosis, se<br />

había reducido a la de un burgués.<br />

sobre todo su vida, esa que Raymundo le había devuelto aquel<br />

verano de 1941 y que —volvía a recordarlo como un ritornelo<br />

que inútilmente buscaba convencerlo de que el frío volvería a<br />

irse— se había repetido —con su escape de la “marcha de la<br />

muerte” y la curación de su tuberculosis— dos veces más hasta<br />

llevarlo a cumplir 94 años.<br />

¿Quién de todos los sobrevivientes de Auschwitz, quién, incluso,<br />

de los hombres que no habían padecido lo que ellos, podía<br />

cumplir 94 años? Era como si Kolbe confirmara con eso lo inequívoco<br />

de su santidad, como si Raymundo, en el momento<br />

en que cambió su vida por la suya y, junto con otros miserables<br />

para los que no había habido un Kolbe, murió en los sótanos del<br />

bloque 11, le hubiera dicho: “¿Quieres vivir?, sea. Te devuelvo tu<br />

vida a cambio de la mía; velaré por ella hasta el final”.<br />

Sin embargo, ahora que realmente estaba al final, que se encontraba<br />

sacudido por el mismo frío de 1941, sintiéndose solo,<br />

como se había sentido solo aquella tarde en Auschwitz —porque<br />

el preludio de la muerte siempre tiene el mismo frío y la misma<br />

soledad—, y ya no estaba Kolbe para rescatarlo, sino su silencio y<br />

el final, el inequívoco final de la vejez y la muerte a la que siempre<br />

quiso escapar y había escapado, se miraba delante de todo aquello<br />

que había mantenido oculto en los sótanos de su conciencia, y<br />

por vez primera, bajo la luz que hería sus ojos, sintió vergüenza<br />

Se enderezó súbitamente y el frío, el dolor de los huesos, la<br />

asfixia, las palpitaciones y el aroma a medicina y a vejez se acentuaron<br />

en su cuerpo como la evidencia física de su desolación.<br />

Buscó con mano temblorosa las pastillas y el vaso de agua sobre<br />

la mesita de dormir y, después de tragarlas, posó sus ojos en la<br />

fotografía colgada en la pared de enfrente, a un lado de la ventana,<br />

en el sitio exacto para que su mirada, al despertar, se topara con<br />

ella. Ahí estaba Raymundo, distinto y a la vez semejante a como<br />

lo había conocido y lo llevaba dentro de sí: el pelo corto, la frente<br />

amplia, la nariz regular y bien proporcionada, que armonizaba<br />

con la sensualidad de sus labios de los que, por desgracia, faltaba<br />

la sonrisa, tan suya, tan fascinante y misteriosa; la barba —que<br />

sólo había visto en fotografías— larga y entrecana como la de un<br />

patriarca, y sus ojos, enmarcados en unos lentes redondos, severos<br />

e indulgentes, penetrantes y compasivos, bajo un duro entrecejo<br />

que acentuaba el enigma.<br />

Los miró largo rato, como si contemplara un jeroglífico cuyo<br />

nebuloso significado había entrevisto muchos años atrás, pero<br />

que repentinamente, como cuando lo conoció, había dejado de<br />

entender, como si más allá de la oscuridad del sótano del bloque<br />

11 no hubiera nada, y la pregunta subió a sus labios con el estremecimiento<br />

del frío: “¿Por qué y para qué?”.<br />

La frase de Jesús: “Nadie ama más que aquel que da la vida por


sus amigos” —y que el acto de Kolbe, después de 2000 años, en el<br />

centro de un siglo ateo y poblado de las idolatrías históricas, había<br />

llenado nuevamente de carne, de presencia, de concretud; esa frase<br />

que le había valido su ingreso en los altares y que a él, a lo largo de<br />

los años, lo había mantenido maravillado y consolado— le parecía<br />

ahora vacía. Ni siquiera las conversiones que había suscitado el<br />

acto de Raymundo, ni el que ese mismo acto le había permitido<br />

volver con su familia y ver crecer a sus hijos y a sus nietos, ni los<br />

consuelos que había traído a miles de otros, daban respuesta a su<br />

pregunta y al sinsentido que lo habitaba esa mañana. “¿Cuántos de<br />

ellos —se preguntó sin apartar la vista de la fotografía—, si volviera<br />

a repetirse ese horror, serían capaces del gesto de Raymundo?”.<br />

Recordó a muchos, ahora ya muertos, que, al igual que él, habían<br />

sido sobrevivientes y, al igual que él, amaban a Kolbe, y se<br />

dio cuenta que su amor no los había mejorado, que ese acto tan<br />

simple como inmenso, no había disminuido un ápice el mal. Por<br />

el contrario, después de su muerte, todo se hizo más terrible: se<br />

construyeron las cámaras de gas y los crematorios, y cuando los 40<br />

kilómetros cuadrados del campo de Auschwitz, se hicieron insuficientes,<br />

los nazis construyeron Brikenau, el Auschwitz II —como<br />

lo llamaban con su jerga técnica—, con cuatro nuevas cámaras<br />

de gas y cuatro crematorios. Diariamente —aún hoy, después de<br />

casi cincuenta años, podía percibir el humo y oler su peste con<br />

la misma claridad con la que percibía el aire rancio de su habitación—<br />

se incineraban 5,000 víctimas en los crematorios II y III,<br />

y 3,000 en el IV y V. A veces, cuando el número de los cadáveres<br />

era mayor, se les quemaba en fosas. Hacia el final de la guerra, en<br />

el verano de 1944, tres años después del sacrificio de Raymundo,<br />

durante la deportación de los judíos de Hungría, el número de<br />

víctimas diarias se incrementó a 24,000.<br />

Los rusos —esa peste blanca y después roja, con la que su<br />

pueblo había tenido que vérselas casi desde el nacimiento de<br />

Polonia—, no habían sido menos generosos. No sólo durante la<br />

liberación dejaron que los partisanos polacos y los nazis se despedazaran<br />

entre sí, para que la ocupación de Polonia —ya pactada<br />

con los Aliados— se hiciera más cómoda, sino que después de la<br />

matanza de Katyn, en 1940 —esa matanza en la que durante días<br />

enteros se ejecutaron a 25,700 detenidos con un tiro en la nuca,<br />

y que durante años (hasta que en 1992, Boris Elstein tuvo que<br />

reconocerlo ante Lech Walesa) se había atribuido a los nazis—,<br />

miles de polacos y judíos fueron enviados a podrirse en los Gulag<br />

de Siberia.<br />

Tampoco su pueblo, su heroica Polonia, había sido mejor. Recordó<br />

—mientras sus ojos seguían fijos en los del retrato de Kol-<br />

47<br />

_Hacia el final de la guerra, en el verano<br />

de 1944, tres años después del sacrificio de<br />

Raymundo, durante la deportación de los<br />

judíos de Hungría, el número de víctimas diarias se<br />

incrementó a 24,000.


IBEROtrivium_narrativa<br />

48<br />

be— que durante el ataque de Hitler<br />

contra la URSS, cuando Kolbe y él<br />

estaban a punto de protagonizar ese<br />

acto que cambió para siempre su vida,<br />

en la zona ocupada por Stalin, la población<br />

de veinte aldeas alrededor de Lomza,<br />

impregnadas del odio a los judíos comunistas,<br />

y animada por el arribo de los alemanes, asesinó a<br />

miles de judíos. Solamente en Jedwabne, 1,600 fueron<br />

torturados y quemados vivos. Y la inteligencia católica —esa a<br />

la que en cierta forma Kolbe pertenecía— que en 1942, en sus<br />

publicaciones clandestinas, protestó contra las deportaciones de<br />

los judíos a los campos de la muerte y pidió por caridad cristiana<br />

que se ayudara a los que todavía podían ser salvados, esa misma<br />

inteligencia, en esas mismas publicaciones, habían reproducido<br />

muchos artículos que, si no anulaban el llamado, lo volvían ambiguo.<br />

Y sin apartar los ojos de la fotografía, como si confesara<br />

algo de lo que en ese momento sentía una amarga vergüenza,<br />

recordó las declaraciones que el escritor Zofia Kossak hizo en el<br />

órgano del Frente Católico: “Nuestros sentimientos en relación<br />

con los judíos no han cambiado. No dejamos de ver en ellos a los<br />

enemigos políticos, económicos e ideológicos de Polonia. Nos<br />

damos cuenta incluso que nos odian más que los alemanes que<br />

nos hacen responsables de su desgracia”. “¿Cuántos de nosotros<br />

—pronunció con un ligero susurro, como si le dijera un secreto a<br />

Kolbe—, cuántos de nosotros, Raymundo, después de ese tipo de<br />

declaraciones habrían querido ayudar a esos enemigos?”.<br />

¿Y el mundo liberal? Por su mente comenzaron a desfilar los<br />

nombres de Hiroshima y Nagasaki, Corea, Argelia, Vietnam, los<br />

genocidios de las juntas militares en América Latina, las matanzas<br />

fratricidas de África bajo los ojos impávidos de la ONU, las guerras<br />

étnicas de la vieja Yugoslavia; las revueltas obreras de Polonia<br />

y sus purgas bajo la ocupación soviética, y, por fin, de nuevo la<br />

liberación, que había concluido con una Polonia que lentamente,<br />

dándole la espalda a una Europa que cien veces la había traicionado,<br />

se arrojaba en brazos de los Estados Unidos.<br />

Aún la paz de ese mundo —esa que él mismo había celebrado<br />

con la caída del muro de Berlín—, esa paz que tanto había deseado<br />

—debía confesárselo ahora en que ya no podía ni valía la pena<br />

mentirse estaba llena de un mal que se había hecho muy sutil,<br />

como si lo peor de la Alemania nazi, la técnica puesta al servicio<br />

de lo inhumano, se hubiese fabricado una máscara democrática de<br />

bondad humanitaria para transitar de las carnicerías pseudogenéticas<br />

del Doctor Menguele, a las manipulaciones controladas bajo<br />

la asepsia de los laboratorios y a las operaciones transgenéricas;<br />

de la esclavitud ideológica y carcelaria, a la esclavitud deseada<br />

del mercado; del arrasamiento armado de naciones, pueblos y<br />

naturaleza, a su lenta destrucción por la inversión, el capital y la<br />

guerra focalizada.<br />

Pero no necesitaba ir tan lejos, él mismo,<br />

a quien Raymundo había salvado,<br />

cuya vida estaba cosida a la suya como<br />

una sombra a un cuerpo y, por lo mismo,<br />

tenía más que nadie la obligación de ser<br />

mejor, tampoco había progresado. Aunque<br />

ni un solo día había dejado de dar testimonio<br />

sobre la santidad de Raymundo, su vida, después<br />

de sobrevivir a Auschwitz y a su tuberculosis, se había<br />

reducido a la de un burgués: un buen padre de familia y un buen<br />

ciudadano, que si no había hecho mal a nadie, tampoco a nadie<br />

le había hecho bien; un hombre como todos, “un desconocido”,<br />

quizá más egoísta —si egoísmo podía llamarse a la única regla<br />

moral que había en el Lager: “ocúpate de ti mismo”— de lo que<br />

fue en Auschwitz, y cuyo único mérito era haber sido salvado<br />

por Kolbe.<br />

Con ese egoísmo, y con el mismo frío y el mismo terror de<br />

aquel día de verano de 1941, se acercaba a la muerte, y sin dejar<br />

de mirar la fotografía volvió a pronunciar: “¿Por qué lo hiciste, de<br />

qué había servido?”.<br />

Apartó la mirada del retrato, se incorporó trabajosamente y,<br />

tomando su bata, salió al pasillo. Ese día, sábado, la mujer que lo<br />

ayudaba y sus hijos, que lo visitaban, no vendrían y sintió que el<br />

frío y la soledad se volvían más intensos.<br />

Caminó hasta la cocina y, después de prepararse una taza de<br />

té, se dirigió a su estudio: un cuarto contiguo al de su recámara<br />

donde textos y biografías de Kolbe se apiñaban sobre el escritorio.<br />

En la pared, junto a los retratos donde aparecía con su familia,<br />

con algunos sobrevivientes y con Pablo VI y Juan Pablo II, se<br />

encontraban otros tantos del franciscano.<br />

Abrió la cortina. Se sentó con la taza de té ante su escritorio y<br />

miró por la ventana: Varsovia, no la de su infancia, sino esa nueva<br />

que, reconstruida, quería borrar el pasado en el bullicio de su tráfico<br />

y de sus modernos suburbios y centros comerciales, se extendía<br />

como una sepultura. Bebió un trago de té y en un acto reflejo<br />

tomó el suéter que la noche anterior, antes de acostarse, había<br />

dejado en el respaldo de la silla y se lo puso. Pero no lo calentó.<br />

El frío, lo sabía —no había dejado de saberlo desde que abrió los<br />

ojos y la luz se le enterró en la mirada como un cuchillo—, no<br />

venía de afuera, sino de dentro, de Auschwitz, de los “sótanos de<br />

la muerte”, de ese Raymundo que lo había poseído hasta no permitirle<br />

ya saber dónde terminaba él y empezaba Kolbe. Si quería<br />

detenerlo o, al menos, reconciliarse con él debía responder a esa<br />

pregunta que lo atenazaba, que había emergido, pura y perentoria,<br />

a las partes más claras de su conciencia y de la que dependía el<br />

sentido que se había borrado de su vida como se borraban los<br />

cuerpos de los asesinados en la chimenea de Auschwitz.<br />

Volvió a tomar un trago de té y contemplando de nuevo uno<br />

de los retratos de Kolbe, cerró los ojos.


Qué escuchar y por qué_<br />

Música para camaleones está dedicada a la recomendación de obras<br />

musicales, para lo cual se ha invitado a melómanos, investigadores, expertos,<br />

editores, musicólogos y denodados amantes de la música. En esta ocasión<br />

agradecemos a Mario Iván Martínez, Lourdes Domínguez y Amaranta Leyva, el<br />

que hayan accedido a compartir su experiencia y su pasión.<br />

IBEROmúsica para camaleones_<br />

50<br />

Mario Iván Martínez recomienda_I<br />

saw my lady weep: Dowland’s songs and<br />

lachrimae, de John Dowland [2002]; Handel:<br />

Angels, ever bright and fair from Theodora,<br />

de Handel [1994], y The very best of Enya,<br />

de Enya [2009]<br />

Me confieso apasionado de la música<br />

renacentista y barroca; en especial<br />

disfruto e interpreto la obra del compositor<br />

inglés John Dowland quien escribió<br />

piezas de gran belleza y virtuosismo para<br />

la voz acompañada del laúd. De este compositor,<br />

I saw my lady weep se encuentra<br />

entre mis obras favoritas. También la obra<br />

del compositor alemán G. F. Handel me<br />

llena el alma y el espíritu. Este artista es<br />

responsable de notables creaciones como<br />

el oratorio El Mesías y óperas como Julio<br />

César y Rinaldo. En especial me deleita su<br />

aria para soprano Angels ever bright and fair<br />

de su oratorio sacro Theodora. En el ámbito<br />

popular y contemporáneo me gusta la<br />

música New age de la cantante irlandesa<br />

Enya, y en este disco se recopilan temas<br />

representativos de su exitosa trayectoria.<br />

Recomiendo esta música porque nos saca<br />

de lo predecible, nos aleja de lo redundante<br />

y tal vez resulte una opción para<br />

enriquecer el repertorio de los jóvenes.<br />

Mario Iván Martínez. Actor, cuentacuentos<br />

y cantante de música antigua, ha merecido<br />

numerosos reconocimientos, entre ellos el Premio<br />

ACE de Nueva York por su actuación en la película<br />

Como agua para chocolate, y el Premio Nacional<br />

Alas de Plata 2006 por difundir el arte y la cultura<br />

entre los niños. Ha participado en múltiples<br />

películas nacionales y extranjeras, entre ellas Clear<br />

and present danger al lado de Harrison Ford,<br />

Original sin con Angelina Jolie y Antonio Banderas,<br />

y The librarian, protagonizada por Noah Wyle.<br />

Lourdes Domínguez recomienda_Cranes:<br />

Ep collection volumes 1 & 2, de Cranes<br />

[1997]; Stars & Topsoil: Collection 1982-1990,<br />

de Cocteau Twins [2003], y Lakmé, de Léo<br />

Delibes [2006]<br />

Cranes es un grupo inglés de los llamados<br />

alternativos, y aunque está en<br />

la línea de lo dark su música no es densa<br />

ni oscura. La vocalista es el elemento más<br />

llamativo del grupo, dándole a la banda<br />

un sonido muy original, debido a su voz<br />

dulce y casi infantil que por momentos<br />

evoca los cantos de monjes tibetanos.<br />

Stars & Topsoil es el primer disco<br />

retrospectivo del trío escocés Cocteau<br />

Twins. En su propuesta musical destaca la<br />

armonía suave y melodiosa, aunque con<br />

una gran fuerza, así como la mezcla de<br />

voces femeninas, como un instrumento<br />

más, que crean ambientes y atmósferas<br />

ensoñadoras. En DVD se puede disfrutar<br />

la ópera Lakmé del compositor francés<br />

Delibes, especialmente el maravilloso<br />

dueto que realizan la soprano Joan<br />

Sutherland y la mezzosoprano Huguette<br />

Tourangeau de la aria Flower duet, que<br />

tiene una melodía agradablemente pegajosa<br />

y recordable, tanto como el Concierto<br />

de Aranjuez o algunos fragmentos de<br />

Carmina Burana.<br />

Lourdes Domínguez. Pintora, ilustradora<br />

y docente. Su obra ha sido exhibida en México<br />

y el extranjero, y ha merecido, entre otros<br />

reconocimientos, mención en el V Catálogo de<br />

Ilustradores de Publicaciones Infantiles y Juveniles,<br />

y obra seleccionada en el XV Encuentro Nacional<br />

de Arte Joven y la VIII Bienal de Pintura Rufino<br />

Tamayo. Entre sus exposiciones más recientes se<br />

encuentra Expedición Plástica al Sahara, realizada<br />

en Marruecos, en 2009.<br />

Amaranta Leyva recomienda_La llorona,<br />

de Lhasa de Sela [1998]; Canciones para<br />

chicos, de María Elena Walsh [2007], y Un<br />

viaje, de Café Tacvba [2005]<br />

La voz e interpretación de Lhasa de<br />

Sela me parece especial y me gusta<br />

escucharla en momentos de melancolía o<br />

en una tarde tranquila. Conocí su música<br />

cuando estuve en Montreal en 2003. Fue<br />

un momento de mucho trabajo y de<br />

soledad, de esa soledad que enriquece el<br />

espíritu; es un disco al que regreso continuamente.<br />

Ahora que tengo un bebé<br />

de 13 meses escucho música para niños,<br />

sobre todo a la cantautora argentina<br />

María Elena Walsh. Aunque sus arreglos<br />

musicales pueden parecer sencillos, sus<br />

temas se enriquecen con las letras, que<br />

hablan de personajes a los que siempre les<br />

pasa algo interesante. Mi hija la escucha<br />

todo el día y yo todavía no me canso de<br />

ella. De Café Tacvba me gustan todas sus<br />

canciones; es música que activa, alegra el<br />

alma y nos recuerda que tenemos sangre<br />

en las venas. Este disco es una grabación<br />

en vivo con lo mejor de su repertorio y<br />

con músicos invitados, entre ellos Alex<br />

Lora.<br />

Amaranta Leyva. Dramaturga, directora,<br />

actriz y titiritera, es integrante de la compañía<br />

Marionetas de la esquina desde 1989, con la que<br />

se ha presentado en importantes festivales de<br />

México, Estados Unidos, Colombia y España. es<br />

autora, entre otros libros, de Dibújame una vaca y<br />

otras piezas de teatro infantil, Cuentos y poemas<br />

para armar y El cielo de los perros. Con El vestido,<br />

en 2006 obtuvo el Premio Nacional Obra de Teatro<br />

para Niños que otorga el INBA.


IBEROla voz del libro_el eco de la lectura<br />

52<br />

Qué leer y por qué_Esta<br />

sección de IBERO ofrece a los apasionados de la lectura<br />

la recomendación de algunos libros que podrían entregarles<br />

experiencias imborrables y transformadoras.<br />

Bruno Estañol, La mente del escritor<br />

y otros ensayos sobre la creatividad<br />

científica y artística [<strong>Ediciones</strong> Cal y<br />

Arena / Universidad Juárez Autónoma<br />

de Tabasco, México, 2011.]<br />

Bruno Estañol conoce la mente del<br />

escritor, porque también conoce su<br />

propia mente. Sabe que la realidad casi<br />

siempre supera a la ficción, y esto nos<br />

lo viene mostrando en libros como Ni<br />

el reino de otro mundo (1991), El féretro de<br />

cristal (1992), La esposa de Martín Butchel<br />

(1997), La barca de oro (1998), Bella dama<br />

nocturna sin piedad (2003), Pasiflora incarnata<br />

(2003) y La conjetura de Euler (2005),<br />

que está próximo a publicarse en inglés.<br />

La neurología ha servido a Estañol no<br />

para frenar su obra de ficción sino para<br />

ampliarla y agudizarla en la indagación<br />

de los enigmas de la mente. El proceder<br />

de sus personajes constituye la representación<br />

general del comportamiento<br />

humano. Su caso sigue precedentes<br />

ilustres como el de Santiago Ramón y<br />

Cajal, ejemplo de científico que también<br />

hizo literatura. Neurólogo eminente, en<br />

1999 publicó el volumen de ensayos La<br />

vocación condenada, que es el antecedente<br />

del libro que ahora ha dado a conocer:<br />

La mente del escritor y otros ensayos sobre la<br />

creatividad científica y artística (2011), en el<br />

cual aborda los vínculos entre la ciencia,<br />

la literatura y el arte.<br />

Bruno Estañol_nació en Frontera, Tabasco,<br />

en 1945. Es neurólogo y escritor. Recientemente,<br />

Eduardo Jiménez Mayo, de la Universidad de<br />

Harvard, publicó un amplio estudio sobre su obra,<br />

con el título El guiño del diablo: La ficción extraña<br />

y tragicómica de Bruno Estañol (Universidad<br />

Juárez Autónoma de Tabasco, 2010).<br />

Fiódor M. Dostoievski, Diario de un<br />

escritor: Crónicas, artículos, críticas<br />

y apuntes, edición de Paul Viejo<br />

[Editorial Páginas de Espuma, México,<br />

2010]<br />

Dostoievski, además de ser uno de los<br />

grandes novelistas de la historia de<br />

la literatura, se dedicó durante la mayor<br />

parte de su vida al periodismo y fue un<br />

activo creador de opinión. Diario de un<br />

escritor es, sin duda, uno de sus proyectos<br />

mayores y ha terminado convirtiéndose<br />

en una suerte de testamento y compendio<br />

de todo su pensamiento. Los<br />

reportajes, los ensayos y los apuntes críticos<br />

que Dostoievski fue publicando en<br />

diferentes revistas constituyen no sólo un<br />

recuento de las filias y fobias del autor,<br />

sino que se revelan como un documento<br />

clave y necesario para la comprensión de<br />

la historia más reciente de Rusia, de sus<br />

conflictos sociales y políticos, y también<br />

en cierta manera una buena panorámica<br />

de la literatura rusa escrita por uno de<br />

sus nombres claves. Cabe señalar que esta<br />

edición de más de mil 600 páginas se<br />

publica por vez primera, pues antes sólo<br />

se conocía de modo fragmentario.<br />

fiódor mijáilovich dostoievski_nació<br />

en Moscú en 1821 y murió en San Petersburgo<br />

en 1881. Es autor de algunas de las obras más<br />

importantes de la historia de la literatura, como<br />

Crimen y castigo, Los hermanos Karamázov, El<br />

jugador y Memorias de la casa de los muertos.<br />

Wendy<br />

¿<br />

Crespi Franco, ¿Qué me pongo? [Grupo Editorial Norma, México, 2011]<br />

Qué me pongo? está destinado a las mujeres. Es un libro que tiene el propósito de constituirse<br />

en un asesor de imagen de bolsillo, pues es un manual que guía, paso a paso, en la<br />

vestimenta, el maquillaje y, en general, la apariencia femenina. A decir de la autora, escribió este libro<br />

como consejera de imagen lo mismo de figuras del espectáculo que de empresarias, lo cual la llevó a<br />

advertir una serie de preceptos generales que pueden funcionar para cualquier mujer que en distintas<br />

circunstancias se pregunta ¿qué me pongo?<br />

wendy crespi franco nació en la ciudad de México en 1983. Es licenciada en Comunicación por la Universidad<br />

Iberoamericana Ciudad de México, y maestra en Ingeniería en Imagen Pública, por el Colegio de Consultores en Imagen<br />

Pública, de Guadalajara. Ha desarrollado su labor profesional de consultora de imagen y protocolo en diversas empresas<br />

privadas y públicas.


Adónde ir y por qué_El<br />

ocio nos lleva por caminos de satisfacción y<br />

entretenimiento que constituyen lo más cercano al<br />

asueto, pero también lo más cercano a la recreación, a la<br />

exploración y el goce de los sentidos.<br />

IBEROitinerario del ocio_<br />

54<br />

Multidisciplinario_<br />

Operaérea<br />

partir de una atractiva<br />

combinación en-<br />

A<br />

tre música, canto, danza y<br />

acrobacia, este espectáculo<br />

escrito y dirigido por<br />

César Piña, pretende<br />

difundir de una forma<br />

novedosa el bel canto<br />

entre el público de las<br />

nuevas generaciones. Con<br />

una selección de los más<br />

hermosos duetos y arias<br />

de óperas como Las bodas<br />

de Fígaro, Sansón y Dalila,<br />

Sueño de amor y Rigoletto,<br />

interpretadas por la soprano<br />

Lourdes Ambriz y<br />

la mezzosoprano Verónica<br />

Alexanderson, además de<br />

la participación de cuatro<br />

bailarines acróbatas, Operaérea<br />

ofrece al público<br />

una experiencia visual<br />

que exalta la plasticidad<br />

y la belleza del arte lírico._Palacio<br />

de Bellas Artes,<br />

del 21 al 28 de agosto<br />

Música_André Rieu<br />

Por segunda ocasión se presentará<br />

en México uno de los músicos,<br />

compositores y directores más<br />

populares del mundo, André Rieu<br />

y su Orquesta Johann Strauss. Con<br />

más de 30 millones de CD y DVD<br />

vendidos en el mundo, el artista holandés<br />

ha hecho de la música clásica<br />

un espectáculo masivo, por lo que es<br />

considerado un fenómeno universal.<br />

Conocido como “El rey del vals”,<br />

André Rieu posee un peculiar estilo,<br />

divertido y carismático, con el que ha<br />

logrado ganar una multitud de adeptos<br />

especialmente entre el público<br />

joven._Auditorio Nacional, del 9 al 11<br />

de octubre<br />

Artes visuales_¿Neomexicanismos? Ficciones identitarias del<br />

México de los ochenta<br />

Integrada por 150 obras de diversos artistas entre ellos Francisco Toledo,<br />

Pedro Valtierra, Julio Galán, Graciela Iturbide, Néstor Quiñones, Magali<br />

Lara, Yolanda Andrade, Germán Venegas y Silvia Gruner, la exposición,<br />

a decir de la curadora Josefa Ortega, pretende rescatar el valor estético<br />

y sociopolítico de toda una generación artística que hace énfasis en las<br />

fragilidades simbólicas nacionalistas, además de abrir caminos de reflexión<br />

con un arte que lejos de regocijarse en los estereotipos se vale de la<br />

parodia para preguntarse qué es ser mexicano y hacia dónde va el país, por<br />

lo que muchas de estas obras adquieren gran relevancia dado el momento<br />

que estamos viviendo._Museo de Arte Moderno, hasta el 20 de noviembre<br />

Teatro_DBuffo para<br />

Frankenstein<br />

Dirigida y escrita por<br />

Roberto Duarte,<br />

este montaje es una<br />

adaptación libre de la obra<br />

de la escritora británica<br />

Mary Shelley, que relata<br />

la obsesión de Víctor<br />

Frankenstein por trascender<br />

la muerte luego del<br />

fallecimiento de su madre. Un<br />

grupo de bufones, personajes<br />

que eran expulsados de la<br />

normalidad social por sus<br />

monstruosidades físicas,<br />

morales e intelectuales, se<br />

apoderarán de la historia del<br />

Doctor Frankenstein para<br />

criticar a la humanidad y su<br />

interés por preservar la vida<br />

en busca de la eternidad.<br />

Con elementos de la tragedia<br />

griega y la sátira, DBuffo<br />

para Frankenstein provocará<br />

la risa del público con las<br />

ocurrencias de los singulares<br />

bufones que, acompañados<br />

de música en vivo, recurren<br />

a canciones populares para<br />

burlarse de las obsesiones<br />

de Frankenstein._Teatro<br />

Orientación del Centro<br />

Cultural del Bosque, hasta el<br />

29 de agosto<br />

DANZA_Legacy Tour: Merce Cunningham Dance Company<br />

El Tour Legacy es una celebración a la vida, logros artísticos y<br />

perdurable legado del coreógrafo estadounidense Merce Cunningham,<br />

uno de los más importantes creadores de la danza moderna del siglo XX. Esta gira,<br />

que ha contado con la colaboración de innovadores artistas como John Cage, Jasper<br />

Johns, Radiohead, y Robert Rauschenberg, ofrece a los espectadores de todo el<br />

mundo una última oportunidad de apreciar 18 obras coreográficas fundamentales de<br />

Cunningham, interpretadas por la compañía que él mismo creó, ya que al concluir<br />

el tour el 31 de diciembre en Nueva York, la Merce Cunningham Dance Company<br />

cerrará sus puertas._Palacio de Bellas Artes, del 24 al 27 de agosto


Dispositivos e instrumentos<br />

que facilitan la vida_ El desarrollo<br />

tecnológico cobra su mayor sentido cuando nos facilita la<br />

vida sin que ello quiera decir que nos<br />

propicie la pereza.<br />

IBEROinnovación tecnológica_<br />

56<br />

Computadora que no<br />

requiere programas ni<br />

antivirus<br />

Google presentó<br />

sus computadoras<br />

portátiles Chromebook,<br />

diseñadas para operar<br />

íntegramente en la<br />

“nube”, con base en<br />

aplicaciones y sin<br />

necesidad de instalar<br />

programas ni antivirus.<br />

Estos dispositivos, que<br />

serán distribuidos a<br />

través de Samsung y<br />

Acer, carecen de las<br />

estructuras de arranque<br />

de las computadoras<br />

convencionales, por lo<br />

que tardan en encenderse<br />

únicamente entre<br />

8 y 10 segundos, estarán<br />

siempre actualizados y<br />

protegidos por Google<br />

sin que el usuario tenga<br />

que hacer ninguna operación<br />

y tendrán una<br />

autonomía de carga de<br />

entre ocho y diez horas<br />

en promedio, además<br />

de incluir webcam de<br />

alta definición, puertos<br />

USB, tarjetas de memoria<br />

y conexión HDMI.<br />

Lector de libros<br />

electrónicos<br />

con autonomía<br />

de hasta dos<br />

meses de<br />

duración<br />

Cámara para videollamadas<br />

por televisión<br />

La cámara CY-STC1100 de<br />

Samsung transforma a los<br />

televisores en una gran pantalla<br />

donde se pueden realizar<br />

videollamadas a través de Skype,<br />

sin necesidad de utilizar una<br />

computadora. Además de grabar<br />

video en alta definición de 720p,<br />

esta cámara con soporte flexible y<br />

conexión USB, posee autofocus, el<br />

cual mantiene fija la imagen de las<br />

personas aun cuando cambian de<br />

posición, y cuatro micrófonos de alta<br />

fidelidad que capturan las voces hasta<br />

una distancia de cuatro metros.<br />

Chamarra con Touchpad<br />

La empresa argentina Indarra.dtx comercializa prendas<br />

de vestir que integran tecnología y lo más avanzado en<br />

desarrollo textil, entre ellas la Chamarra Touchpad, impermeable, que<br />

cuenta con un teclado en la manga que permite conectar y controlar el<br />

iPod mientras éste permanece guardado en el bolsillo. Con botones de<br />

uso sencillo e intuitivo y la función de bloqueo automático para evitar<br />

operaciones no deseadas, este teclado textil inteligente es sensible al<br />

tacto y compatible con iPods de tercera generación y superiores, así<br />

como modelos Mini y Nano.<br />

Sistema de cine en casa con<br />

sonido envolvente<br />

Con un diseño vanguardista,<br />

el sistema de cine en casa<br />

HX996TS de LG cuenta con la<br />

tecnología “Vertical 3D Effect<br />

Channel” que le permite emitir<br />

una onda desde la base hasta<br />

la punta superior del altavoz,<br />

creando un sonido envolvente y<br />

una alta calidad sonora. Con 7.2<br />

canales y 1280W de potencia<br />

en modo 3D, este sistema tiene<br />

opción de acceso a Internet vía<br />

WiFi o Ethernet, así como a<br />

contenidos almacenados en otros<br />

dispositivos, entre ellos iPhone o<br />

iPod Touch.<br />

E<br />

l nuevo lector de libros electrónicos Nook, de la empresa Barnes & Noble, posee<br />

una pantalla táctil de 6 pulgadas con tecnología Pearl E Ink, sistema Android 2.1<br />

y 2 GB de almacenamiento ampliable con tarjetas microSD, además de conectividad<br />

WiFi. Con un peso de 212 gramos, cuenta con avance rápido de páginas, una notable<br />

reducción de parpadeo en las transiciones, visualización del número de páginas<br />

restantes por leer y una autonomía de hasta dos meses sin necesidad de recarga.

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