04.11.2014 Views

Derechos humanos y justicia - Ediciones Universitarias

Derechos humanos y justicia - Ediciones Universitarias

Derechos humanos y justicia - Ediciones Universitarias

SHOW MORE
SHOW LESS

Create successful ePaper yourself

Turn your PDF publications into a flip-book with our unique Google optimized e-Paper software.

Digna Ochoa, Jacinta Francisco Marcial, Rodolfo<br />

Montiel y Teodoro Cabrera.<br />

ocurridas durante el pasado reciente bajo el pretexto de la defensa<br />

de la seguridad nacional. La ausencia de un proceso de transición<br />

constituye también uno de los factores que favorecen en la época<br />

actual la violación de derechos <strong>humanos</strong>, sea en nombre de la<br />

seguridad pública o interior, sea en nombre del desarrollo y la<br />

integración a la economía mundial.<br />

Numerosos detalles, tantos como los que nos alejan, nos acercan<br />

al México de antaño. Nuevas dinámicas sociales dan forma a modos<br />

de vida ideados para salvaguardar la dignidad de las personas.<br />

Pero igualmente nuevas dinámicas sociales tejen el entramado sobre<br />

el que son cometidos numerosos atropellos a esta misma dignidad.<br />

Migrantes, defensoras y defensores de derechos <strong>humanos</strong>,<br />

defensores de bosques, luchadores sociales, líderes comunitarios,<br />

personas que otorgan ayuda humanitaria, trabajadores, mujeres,<br />

gente desplazada, personas con discapacidad, adquirientes de<br />

vivienda defraudados, integrantes de pueblos indígenas, jóvenes<br />

en situación de marginación, pobladores urbanos empobrecidos,<br />

personas con opciones sexuales diversas, constituyen hoy el mun-<br />

_México, sin haber<br />

experimentado formalmente<br />

el terror de una dictadura en los<br />

últimos cien años, ha sido escenario de<br />

prácticas autoritarias fomentadas<br />

o toleradas desde las mismas instancias<br />

gubernamentales.<br />

do amplio de las víctimas vulneradas de múltiples formas en su<br />

dignidad.<br />

Ante estas víctimas, de las que se intenta negar su humanidad,<br />

padecemos las mismas instituciones y procedimientos del México<br />

que parecía superado: ministerios públicos omisos en su labor<br />

de investigación, funcionarios que autorizan la construcción de<br />

obras que afectan a las mayorías despojadas, autoridades cómplices<br />

de quienes ofrecen bienes de mala manufactura —como los<br />

empresarios de la construcción—, jueces carentes de independencia,<br />

concesiones que se avienen mal con un ambiente sano,<br />

policías y militares perpetradores de abusos, caciques que emplean<br />

en provecho personal las instituciones del Estado, delincuentes<br />

encumbrados, inquisidores con permiso para reprimir e imponer<br />

su visión del mundo…<br />

Desde el acompañamiento cercano a las personas cuyos casos<br />

han sido asumidos (son numerosos los rostros y los nombres que<br />

pueblan el corazón: Concepción, Jacinta, Alberta, Teresa, Rodolfo,<br />

Teodoro, Daniel, Digna, Basilia, Jorge, Nadia y una lista de topónimos<br />

que evocan más rostros), las colaboradores y colaboradores del<br />

Centro de <strong>Derechos</strong> Humanos Miguel Agustín Pro Juárez (Prodh)<br />

han sido testigos de la sistemática violación de derechos <strong>humanos</strong><br />

que constituye un rasgo central de los diversos gobiernos incapaces<br />

de asumir una política de Estado respetuosa de estos derechos.<br />

Hay voces que niegan este carácter sistemático; los argumentos<br />

no resisten un somero análisis. Impunidad, falta de capacidad, rasgos<br />

autoritarios, instituciones anquilosadas, prácticas viciadas, sed<br />

de venganza y permisividad social ante los atropellos se articulan<br />

para dar forma a un sistema que da por resultado las violaciones<br />

de derechos <strong>humanos</strong> cometidas en México.<br />

Es amplio el catálogo de las obligaciones incumplidas por el<br />

Estado mexicano en relación con los derechos cuya vigencia ha<br />

ratificado en diversos instrumentos internacionales sobre los cuales<br />

construye un espejismo que le sirve como carta de presentación<br />

ante el mundo. Han sido asumidas diversas obligaciones, que<br />

incluso han quedado ya reconocidas constitucionalmente a partir<br />

de la reforma en materia de derechos <strong>humanos</strong>, pero éstas no se<br />

han traducido actualmente en el desarrollo de instancias efectivas<br />

ni en el cumplimiento cuidadoso de las obligaciones contraídas.<br />

En algunas ocasiones esta carencia es producto de inercias y de<br />

prácticas superables; en otras, esta carencia es el resultado de una<br />

negativa a acatar las obligaciones voluntariamente asumidas.<br />

Un grave problema para la defensa de los derechos <strong>humanos</strong>, no<br />

sólo en México, sino en el mundo, lo constituye la preponderancia<br />

de los Estados nacionales que son los que en última instancia<br />

deciden si aplican o no las medidas asumidas en el ámbito internacional.<br />

Su monopolio, erosionado lentamente por la acción<br />

transnacional de organizaciones locales de derechos <strong>humanos</strong> y<br />

por los puentes establecidos entre las víctimas de violaciones a<br />

estos derechos, es un obstáculo que debe trascenderse.<br />

La creación de auténticas políticas de derechos <strong>humanos</strong> que<br />

hagan posible la erradicación del temor y de la miseria es una tarea<br />

que trasciende los límites arbitrarios que caracterizan la actual<br />

configuración mundial. Si los derechos <strong>humanos</strong> se han definido<br />

hasta ahora en relación con los Estados nacionales, las voces de<br />

las personas cuyos derechos han sido violados constituyen hoy<br />

el principal aliento para buscar consolidar un régimen que sea<br />

capaz de superar los horrores de la época actual; porque lo que<br />

caracteriza a estas personas no es la situación de vulneración sino<br />

la afirmación de su dignidad. En este empeño común hemos sido<br />

partícipes al asumir la defensa de casos concretos.<br />

1 Santos, Boaventura de Sousa, Sociología jurídica crítica, Trotta/ILSA, Madrid,<br />

2009, p. 417.<br />

19

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!