Educación y políticas sociales Sinergias para la inclusion
Educación y políticas sociales Sinergias para la inclusion
Educación y políticas sociales Sinergias para la inclusion
Create successful ePaper yourself
Turn your PDF publications into a flip-book with our unique Google optimized e-Paper software.
Introducción<br />
acerca del modelo seleccionado –seña<strong>la</strong> el autor– debe ser resultante<br />
de una evidencia fuerte acerca del impacto que se desea producir,<br />
punto de vista que permitirá en <strong>la</strong> fase evaluativa, entre otras cuestiones,<br />
que los programas sean examinados por el cumplimiento de<br />
sus objetivos explícitos y no por su condición de aparente solución<br />
<strong>para</strong> <strong>la</strong> resolución de todos los problemas de <strong>la</strong> inclusión. Ese impacto<br />
que se desea producir depende de <strong>la</strong> política y es importante<br />
destacar esta condición <strong>para</strong> superar el punto de vista del programa<br />
per se como l<strong>la</strong>ve maestra a un conjunto de problemas diversos así<br />
como su subordinación a un contexto de política explícito. Volveremos<br />
sobre este tema en <strong>la</strong> sección de “Impacto”.<br />
Desde el punto de vista de <strong>la</strong> implementación, un punto central<br />
es el tema de <strong>la</strong> coordinación. Según F. Reimer es de sus características<br />
de donde surgen <strong>la</strong>s principales dificultades de gestión<br />
(Reimer, 2006). En tanto su diseño requiere <strong>la</strong> participación de dos<br />
de los grandes sectores de <strong>la</strong> política social, salud y educación, es<br />
importante atender <strong>la</strong>s características de este funcionamiento. Tal<br />
como seña<strong>la</strong> Cecchini, debe ser tenido en cuenta el eje horizontal<br />
o sectorial de los componentes de <strong>la</strong>s <strong>políticas</strong> <strong>sociales</strong> y el eje vertical<br />
que comprende <strong>la</strong>s dimensiones de organización y jurisdicción<br />
propias de cada país. Independientemente de <strong>la</strong> voluntad que se<br />
enuncia referida a <strong>la</strong> necesidad de <strong>la</strong> coordinación, el propio diseño<br />
de los programas (financiamiento-inscripción-selección y pago),<br />
hay una lógica que conduce al ais<strong>la</strong>miento o al predominio del área<br />
que lo promueve. Para L. Lobato, el principal desafío es <strong>la</strong> creación<br />
de sistemas integrados de protección social o <strong>políticas</strong> públicas. En<br />
nuestra propia investigación en el caso de <strong>la</strong> AUH en Argentina,<br />
resalta <strong>la</strong> capacidad del organismo nacional que lo financia y ejecuta<br />
<strong>para</strong> avanzar solo en el marco de bajos niveles de articu<strong>la</strong>ción<br />
con los componentes sectoriales. Esta situación supone un grado<br />
de apropiación alto de parte del actor privilegiado de su desarrollo,<br />
en detrimento de su reconocimiento como parte del paquete de <strong>la</strong>s<br />
<strong>políticas</strong> <strong>sociales</strong>. En el mediano p<strong>la</strong>zo, esta situación puede implicar<br />
también cierto grado de vulnerabilidad tanto frente a una reorientación<br />
de <strong>políticas</strong> o ante una crisis fiscal que afecte su financiamiento.<br />
En re<strong>la</strong>ción con el eje vertical, jurisdiccional, se destacan <strong>la</strong>s diferencias<br />
propias de los países federales o de organización central,<br />
EDUCACIÓN Y POLÍTICAS SOCIALES<br />
SINERGIAS PARA LA INCLUSIÓN<br />
[39]