Enciclopedia de Ilustraciones - Ptr. Arturo Quintero
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cabecitas por <strong>de</strong>bajo <strong>de</strong> sus alas.<br />
-T6quela, sefior X, dijo el Labrador.<br />
El pastor puso su mano sobre la<br />
gallina y sinti6 que estaba frfa; tenia<br />
una pequefia herida en su cabeza.<br />
Una comadreja le ha chupado la Sangre,<br />
y ella no se movi6 por terror <strong>de</strong><br />
que el animalucho pudiera dafiar a<br />
sus pollitos.<br />
-"Oh le dije, permitame mostrarle<br />
con esto una ilustraci6n <strong>de</strong> to que<br />
hizo Cristo por nosotros, El Illev6<br />
todos Los sufrimientos <strong>de</strong> la Cruz sobre<br />
si part libramos a nosotros. Podia<br />
haberse movido y salvado su vida,<br />
pero no to hizo part que usted y yo<br />
pudi6ramos ser protegidos bajo sus<br />
alas. Si El hubiese abandonado su<br />
obra, nosotros hubi6semos sido perdidos.<br />
El labriego comprendi6 el ejemplo,<br />
y acept6 al Sefior Jesucristo como su<br />
Salvador.<br />
80. Muri6 pare dale Vida<br />
A un estudiante <strong>de</strong> seminario, <strong>de</strong><br />
carecter firme, le preguntaron por que<br />
Ilevaba una vida consagrada y piadosa<br />
casi al extremo.<br />
"Cuando yo estaba por pacer bubo<br />
complicaciones graves", contest6 el<br />
estudiante. "El doctor sa1li6 al pasadizo<br />
don<strong>de</strong> esperaba mi padre y le<br />
dijo: "No hay espeanza, no po<strong>de</strong>mos<br />
salvar a Los dos. Usted tendre que<br />
<strong>de</strong>cidir, Lsalvamos a su esposa o a su<br />
hijo?" Sin vacilar un momento mi padre<br />
dijo: "Salve a mi esposa".<br />
"Mi madre oy6 la conversaci6n por<br />
el tragaluz que estaba abierto, y dijo<br />
mes fuerte y con mss insistencia que<br />
mi padre: "iSalve a mi hijo! iSalve a<br />
mi hijo!"<br />
"Yo estoy viviendo por ells que<br />
muri6 por mf, y por mejor vida que<br />
yo lleve nunca sera suficientemente<br />
buena".<br />
El sacrificio <strong>de</strong> amor <strong>de</strong> aquella<br />
madre por el hijo que tun no habla<br />
nacido es poco al compararlo con el<br />
amor <strong>de</strong> Dios por nosotros. (Lea Romanos<br />
5:8).<br />
81. El muchacho holan<strong>de</strong>s<br />
CRISTO<br />
Ya hate bastantes afios un muchacho<br />
se paseaba cerca <strong>de</strong> Las muralllls<br />
que contienen el mar en Holanda, a<br />
larga distancia <strong>de</strong> la poblaci6n. Figurosele<br />
oir <strong>de</strong> repente un singular ruido,<br />
como el murmullo <strong>de</strong> alguna corriente<br />
que pugnase por buscar su<br />
salida. Mir6 pues a su alre<strong>de</strong>dor y vio<br />
que, ciertamente, habit un pequefio<br />
agujero en la muralla <strong>de</strong>l mar, por<br />
don<strong>de</strong> salia el agua con impetu, agrandandose<br />
por momentos.<br />
Pidi6 el nifio auxilio, dando <strong>de</strong>scompasadas<br />
votes; pero se encontraba<br />
<strong>de</strong>masiado lejos <strong>de</strong> quien podia oirle,<br />
y convenci6se al instante que sus gritos<br />
eran completamente in6tiles. Era<br />
un muchacho animoso, y no quiso<br />
volver a su cast en busca <strong>de</strong> auxilio,<br />
temiendo que a su vuelta se hubiese<br />
ensanchado la abertura por don<strong>de</strong> el<br />
agua se precipitaba.<br />
En tal conflicto, se acerc6 al agujero,<br />
y metiendo su propio brazo<br />
hasta el codo, tapolo enteramente, impidiendo<br />
con tal atrevido ardid, la salida<br />
<strong>de</strong>l agua.<br />
Vino entretanto la noche con sus<br />
sombras, y aunque continuaba con semejante<br />
actitud dando votes <strong>de</strong> socorro,<br />
su voz se perdfa en el espacio<br />
sin ser oida, mientras que su brazo y<br />
costado se iban entumeciendo <strong>de</strong>l frio.<br />
Estando ya a punto <strong>de</strong> ce<strong>de</strong>r <strong>de</strong> su<br />
empefio, acord6se sin duda <strong>de</strong> todos<br />
sus familiares y pensando que tal vez<br />
estarfan entregados al suefio tranquilamente<br />
sin conocer el gran dafio que<br />
podia venirles, si sacando su brazo<br />
<strong>de</strong>jase libre la abertura <strong>de</strong> Las aguas,<br />
SU SACRIFICIO<br />
pudiendo inundarse su cast y toda la<br />
poblaci6n, estremeci6se <strong>de</strong> s61o pensar<br />
eso y continu6 en su resoluci6n, soportando<br />
sus sufrimientos. De este<br />
modo durante toda la noche el pequefio<br />
heroe se mantuvo en su puesto<br />
mientras Las aguas azotaban con furia<br />
Las murallas, y el tire sutil y helado<br />
le ponia aterido do frio.<br />
Vino por fin la manana y fue hallado<br />
por un obrero que casualmente<br />
por alli pasaba, sosteniendo alin con<br />
su <strong>de</strong>bil brazo el empuje <strong>de</strong> Las aguas,<br />
exanime y tieso <strong>de</strong> frio.<br />
Renunciamos referir aqui el inmenso<br />
entusiasmo y el agra<strong>de</strong>cimiento que<br />
semejante hecho produjo en Los habitantes<br />
<strong>de</strong> aquella comarca, hasta el<br />
punto <strong>de</strong> erigirle un monumento con<br />
esta inscripci6n: "Al salvador <strong>de</strong> este<br />
pais„.<br />
Hubo un Ser Admirable que impidi6<br />
que Las aguas oscuras y terribles<br />
<strong>de</strong>l pecado <strong>de</strong> la muerte y <strong>de</strong>l infierno<br />
nos ahogasen, Jesus, quien sufri6 por<br />
nosotros la pena terrible y la agonla<br />
<strong>de</strong> la-cruz, para que, poniendo nuestra<br />
fe y confianza en El, pudi6ramos estar<br />
seguros y felices.<br />
82. Una vida salvada por an<br />
cor<strong>de</strong>ro<br />
En la fachada <strong>de</strong> una Iglesia en<br />
Inglaterra, se pue<strong>de</strong> ver esculpida la<br />
figura <strong>de</strong> un cor<strong>de</strong>ro, y hay una historia<br />
veridica que to explica. Es como<br />
sigue: Muchos afios ha, cuando aquella<br />
iglesia se estaba edificando, un<br />
obrero que estaba trabajando sobre<br />
un andamio, a gran altura <strong>de</strong>l suelo,<br />
se retir6 un poco para ver el efecto<br />
<strong>de</strong> su obra; pero fue mss alli <strong>de</strong>l<br />
bor<strong>de</strong> <strong>de</strong>l andamio y cay6 al suelo.<br />
Sus compafieros vi6ndolo caer <strong>de</strong> tan<br />
gran<strong>de</strong> altura to dieron por muerto.<br />
Sin embargo con gran sorpresa le vieron<br />
levantarse y retirarse al parecer<br />
completamente ileso. Uno <strong>de</strong> Los com-<br />
83. EI sacrificio <strong>de</strong> la seiiorite<br />
millonarfa<br />
45<br />
pafieros fue tras 61 para acompanarle<br />
a su cast.<br />
-Di, Tomes, Lqu6 fue to que to<br />
salv6 la vida? -fue la inmediata pregunta<br />
<strong>de</strong> su camarada.<br />
-Pues mira, fue ese cor<strong>de</strong>ro.<br />
Y era la verdad. Precisamente<br />
en el lugar <strong>de</strong> la <strong>de</strong>sgracia estaban<br />
paciendo algunas ovejas con sus cor<strong>de</strong>ros,<br />
y el hombre habla cafdo encima<br />
<strong>de</strong> un cor<strong>de</strong>rito.<br />
Muri6 al instante el cor<strong>de</strong>ro pero<br />
la vida <strong>de</strong>l hombre fue salva.<br />
-TTomes, -dijo su amigo, si no<br />
hubieras caido encima <strong>de</strong> este cor<strong>de</strong>ro,<br />
to hubieras matado! Lqu6 hubiera<br />
sido <strong>de</strong> to alma?<br />
-jAh! -dijo el hombre- to que<br />
me ha sucedido boy me ha abierto Los<br />
ojos. Veo que no merezco otra cost<br />
que la ira <strong>de</strong> Dios.<br />
-Es cierto -respondi6 su amigo-.<br />
Pero pue<strong>de</strong>s dar gracias a Dios <strong>de</strong><br />
que hay otro cor<strong>de</strong>ro que Libra <strong>de</strong> la<br />
muerte. Toda la ira que merecen tus<br />
pecados cay6 sobre Jesus, "el Cor<strong>de</strong>ro<br />
<strong>de</strong> Dios que quits el pecado <strong>de</strong>l<br />
mundo" sufriendo la muerte <strong>de</strong> cruz.<br />
El muri6 para que to pudieses vivir.<br />
Se esculpio en la piedra un cor<strong>de</strong>ro,<br />
como recuerdo <strong>de</strong>l suceso; y por muehos<br />
afios, <strong>de</strong>spu6s, cuando aquel<br />
hombre vefa aquel cor<strong>de</strong>ro, le recordaba<br />
el dia que se salv6 <strong>de</strong> dos muertes.<br />
La manera como habit si<strong>de</strong> salvo<br />
en su acci<strong>de</strong>nte fue un ejemplo <strong>de</strong> la<br />
fnica manera que podia ser salvo <strong>de</strong><br />
la muerte etema. Des<strong>de</strong> aquel din<br />
confi6 en Cristo como el verda<strong>de</strong>ro<br />
Cor<strong>de</strong>ro <strong>de</strong> Dios, como su Salvador,<br />
y podia <strong>de</strong>cir: "El me am6 y se dio a<br />
sf mismo por mf ".<br />
Una sefiorita cristiana americana<br />
vino a hallarse en posesi6n <strong>de</strong> una<br />
cuantiosa fortuna que quiso a<strong>de</strong>ninis-