Enciclopedia de Ilustraciones - Ptr. Arturo Quintero
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72<br />
12. SU FIDELIDAD<br />
163. Compliendo la promesa<br />
"Yo estoy con vosotros todos los<br />
dfas" es la promesa <strong>de</strong>l Sefior. LPodca<br />
faltar a su Palabra? Se cuenta <strong>de</strong> Lord<br />
Palmerston, Ministro <strong>de</strong> la Reina Victoria,<br />
que un dia vio a una nifia llorando<br />
<strong>de</strong>sconsolada porque se le habia<br />
caido el jarro <strong>de</strong> la leche y se le<br />
habia roto. Sucedia esto sobre el puente<br />
<strong>de</strong> Westminster. El Lord habia olvidado<br />
su dinero en casa. Acercandose<br />
a la nifia le secb las lagrimas con su<br />
propio pafiuelo, y le dijo que al dfa<br />
siguiente viniese al mismo sitio y 61<br />
se to pagaria todo.<br />
Al dfa siguiente, halliandose reunido<br />
con otros ministros, <strong>de</strong> pronto, record6<br />
su promesa, y <strong>de</strong>jandolos por unos<br />
momentos, corri6 a cumplir su palabra.<br />
Mas fielmente que este gran hombre<br />
el Sefior Todopo<strong>de</strong>roso cumple<br />
sus promesas.<br />
Amor immutable<br />
Un ejemplo <strong>de</strong> amor ":que nunca<br />
<strong>de</strong>ja <strong>de</strong> ser" se halls en la historia <strong>de</strong><br />
Carlos Phillips quien tuvo la <strong>de</strong>sgracia<br />
<strong>de</strong> encontrarse en el yate que explot6<br />
y se incendi6 en la costs occi<strong>de</strong>ntal<br />
<strong>de</strong> los Estados Unidos durante<br />
su viaje <strong>de</strong> bodas. Algunos viajeros<br />
murieron por la explosi6n; otros se<br />
.ahogaron y sus cuerpos . fueron hallados<br />
mas tar<strong>de</strong> sobre las olas, y<br />
Agunos fueron salvados por los buques<br />
guardacostas y llevados a hospitales<br />
don<strong>de</strong> fueron curados <strong>de</strong> sus<br />
quemaduras.<br />
Carlos Phillips se hallaban entre los<br />
que quedaron gravemente heridos y<br />
por muchos dfas estuvo sin conoci<br />
miento. Cuando volvi6 en si empez6 a<br />
preguntar por su esposa, pero nadie<br />
podia darle raz6n. Su cuerpo no fue<br />
CRISTO<br />
hallado, pero corrian rumores <strong>de</strong> que<br />
una joven gravemente quemada habia<br />
sido traida en un guardacostas, mas<br />
nadie, <strong>de</strong>s<strong>de</strong> entonces, podia dar trazas<br />
<strong>de</strong> ella. Aunque el sentia en su coraz6n<br />
que su amada vivia no tenfa<br />
ninguna prueba.<br />
En el curso <strong>de</strong> los afios Phillips<br />
prosper6 en su negocio pero no volvib<br />
a casarse, sino que gast6 millares<br />
<strong>de</strong> d6lares buscando a la novia que<br />
tanto amaba y habia perdido en tan<br />
tragicas circunstancias. Veinte anos<br />
<strong>de</strong>spues acudi6 a una organizaci6n <strong>de</strong><br />
<strong>de</strong>tectives especializados en hallar personas<br />
<strong>de</strong>saparecidas y les pidi6 que<br />
encontraran a su esposa a cualquier<br />
precio.<br />
En un pueblecito <strong>de</strong> la costs confirmaron<br />
la versi6n <strong>de</strong> que una joven<br />
habia sido traida con graves quemaduras,<br />
pero nadie habia que se hizo<br />
<strong>de</strong> ella. Pero los <strong>de</strong>tectives hallaron<br />
una pista en la versi6n que dio la<br />
enfermera que cuidb a la joven en<br />
cuesti6n. Dijo que cuando esta se mir6<br />
por primers vez en el espejo be hall6<br />
tan horriblemente <strong>de</strong>sfigurada que<br />
confesb temia que su esposo no podia<br />
amarla, y habia dicho: "Antes que<br />
sufrir la repugnancia <strong>de</strong> mi esposo,<br />
prefiero mil veces que el no sepa que<br />
vivo".<br />
-Pero Lt6 le auras? Le preguntb<br />
la enfermera.<br />
-Como a mi propia vida; pero<br />
por esto mismo no me atrevo a ponerle<br />
en el trance <strong>de</strong> tener que amarme<br />
tal como ahora soy.<br />
-Estas palabras hacfan sospechar<br />
un suicidio. Pero uno <strong>de</strong> los <strong>de</strong>tectives<br />
tuvo la i<strong>de</strong>a: "Pue<strong>de</strong> que no se halle<br />
lejos <strong>de</strong> su marido en algbn lugar<br />
don<strong>de</strong> ella pueda verle a cl sin ser<br />
reconocida".<br />
En efecto, oyeron hablar <strong>de</strong> una<br />
joven <strong>de</strong>sfigurada y fea que trabajaba<br />
en una fabrics cercana a la <strong>de</strong>l Sr.<br />
SIJ FIDELIDAD<br />
pWps. Cuando fue interrogada neg6<br />
pI<br />
nombre, pero cuando los <strong>de</strong>tectives<br />
le contaron como el Sr. Phillips la habig<br />
estado buscando durante veinte<br />
afos, ella rompib a llorar y confesb<br />
Is verdad.<br />
VVeinte afios <strong>de</strong> soledad innecesaria,<br />
sufriendo ella y haciendo sufrir el coraz6n<br />
<strong>de</strong> su amado, por orgullo y mala<br />
comprensi6n <strong>de</strong>l amor <strong>de</strong>l marido!<br />
Jesus dice: "He aquf yo estoy a la<br />
puerta y Ilam6". El aura ha perdido<br />
y espera entrar en comunion con el<br />
alma <strong>de</strong>sfigurada por el pecado. Pero<br />
solamente 6sta pue<strong>de</strong> abrir la puerta<br />
por <strong>de</strong>ntro para <strong>de</strong>jarle entrar!<br />
16S. Tres religiones<br />
Un cristiano chino contaba asi su<br />
conversi6n: "Yo habia caido en la<br />
profunda sima <strong>de</strong>l pecado. Clame pidiendo<br />
auxilio. Entonces vino Confucio<br />
y le pedi con todas las ansias que<br />
73<br />
me sacara <strong>de</strong> allf. Por toda respuesta<br />
se limit6, con toda calms, a darme<br />
hermosas ensefianzas que me ayudarfan<br />
a evitar nuevas caidas en el futuro...<br />
Pero me <strong>de</strong>j6 en el mismo lugar<br />
don<strong>de</strong> yo estaba. Fue en vano que<br />
le gritase con <strong>de</strong>sesperaci6n que me<br />
salvase. Luego vi a Buda, el cual se<br />
me acerc6, y viendo la situaci6n en<br />
que me encontraba me aconsej6:<br />
"Hijo mfo, has <strong>de</strong> tener paciencia; no<br />
to <strong>de</strong>sesperes, concentrate en ti mismo,<br />
y encontraras el <strong>de</strong>scanso para to<br />
alma". Por 61timo, cuando ya estaba<br />
a punto <strong>de</strong> perecer sin esperanza, se<br />
me acerc6 Uno que dijo: "Amigo,<br />
aquf estoy yo, que he venido para salvarte:<br />
Zme <strong>de</strong>jas que to hags?" Entonces<br />
yo grite: "iSefior, salvame!".<br />
Y, ioh maravilla!, El <strong>de</strong>scendi6 hasta<br />
don<strong>de</strong> yo estaba, y tomandome entre<br />
sus brazos me sac6 <strong>de</strong>l pozo. Pregunte<br />
c6mo se llamaba, y me dijo: JESUS.<br />
Des<strong>de</strong> entonces s6 soy suyo".