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Enciclopedia de Ilustraciones - Ptr. Arturo Quintero

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d<br />

.i ,;~ll II<br />

15 8<br />

<strong>de</strong> caballos que corrfan <strong>de</strong>sbocados,<br />

los hizo parar, y me salv6 la vida? Por<br />

amor <strong>de</strong> Dios tenga compasi6n <strong>de</strong> mi,<br />

<strong>de</strong>sgraciado ahora.<br />

El juez profundamente conmovido<br />

qued6 parado sin pronunciar una palabra,<br />

luego dijo: "Si, ahora le reconozco,<br />

y tengo lastima; pero usted ha<br />

<strong>de</strong> tener presente que aquel dia a que<br />

usted se refiere yo fui su salvador,<br />

ahora soy su juez, y como tal he <strong>de</strong><br />

pronunciar justicia, y he <strong>de</strong> cumplir<br />

con mi obligaci6n pronunciando la<br />

sentencia que la ley seiiala, y que en<br />

el caso <strong>de</strong> usted es <strong>de</strong> muerte.<br />

Cristo el Salvador <strong>de</strong> los hombres,<br />

tendra que ser irremisiblemente un dia<br />

el juez <strong>de</strong> muchos porque no habran<br />

querido aceptarle como Salvador.<br />

390. Quedarse en la puerta<br />

Durante la guerra, en Barcelona,<br />

cuando sonaban las sirenas, todo el<br />

mundo acudia a los refugios para estar<br />

mas seguros. Un dia hubo un bombar<strong>de</strong>o<br />

muy fuerte y una bomba cay6<br />

en la misma puerta <strong>de</strong>l refugio, y algunos<br />

perecieron por haberse quedado<br />

por curiosidad rezagados en la puerta<br />

para ver a los aviones que creian mas<br />

lejos.<br />

Cuantas personas hay que oyen el<br />

Evangelio y no to aceptar, quedando<br />

en la puerta <strong>de</strong> la salvaci6n; resistiendo<br />

el Espiritu Santo que les llama<br />

y les invita a entrar.<br />

391. M pane y la parte <strong>de</strong> Dios<br />

En cierta ocasi6n se le pregunt6 a<br />

un joven cristiano acerca <strong>de</strong>l modo<br />

<strong>de</strong> su conversi6n. "Oh", contest6, "yo<br />

hice mi parte, y Dios hizo la suya. Mi<br />

parte fue la <strong>de</strong> huir, y la <strong>de</strong>l Sefior<br />

coffer tras mfo hasta darme alcance".<br />

Justamente como to narrado por Lucas<br />

15:20.<br />

392, Decis16n urgente<br />

LA SALVACjG,y<br />

El celebre corredor Wettes era t,~,<br />

taimente abstemio. En cierta ocasi6n<br />

que estaba recomendando su r6gimen<br />

a un compafiero entregado a la bebid~<br />

este, medio convencldo, le dijo que<br />

estaba dispuesto a aceptar sus can.<br />

sejos, pero que <strong>de</strong>jaria el use <strong>de</strong><br />

cores fuertes poco a poco.<br />

"i Poco a poco! =exclam6 Wet.<br />

tes-. Si usted cayera en el fuego,<br />

Zque le parece si sus criados, vinieran<br />

a sacarle <strong>de</strong> alli poco a poco"?<br />

Esto pue<strong>de</strong> <strong>de</strong>cirse tambien <strong>de</strong> los<br />

que preten<strong>de</strong>n convertirse poco a po.<br />

co . La santificaci6n es obra <strong>de</strong>l Esp%<br />

ritu Santo, que por la dureza <strong>de</strong> nues.<br />

tro coraz6n tiene que realizarse a gra.<br />

dos; pero nuestra <strong>de</strong>cisi6n por Cristo<br />

no pue<strong>de</strong> hacerse poco a poco sino<br />

que es un acto urgente <strong>de</strong> <strong>de</strong>cisi6n.<br />

393. El doctor Adolfo Lorentz<br />

"He aqui yo estoy a la puerta y<br />

11amo". Apocalipsis 3:8.<br />

El doctor Adolfo Lorentz, <strong>de</strong> Viena,<br />

fue en la mitad <strong>de</strong>l siglo pasado<br />

uno <strong>de</strong> los mas famosos cirujanos <strong>de</strong>l<br />

mundo. De todas partes venian a 61<br />

llamamientos por carts y telefono pidiendo<br />

su intervenci6n para salvar<br />

preciosas vidas. Incapaz <strong>de</strong> acudir per,<br />

sonalmente a todas partes el doctor<br />

Lorentz procur6 instruir a otros m6dicos<br />

en el arte <strong>de</strong> la cirujia y, final'<br />

mente, fue a America para dar lecciones<br />

acerca <strong>de</strong> la extirpaci6n <strong>de</strong>l WO'<br />

dice y la hernia.<br />

Un dia, tratando <strong>de</strong> encontrar un<br />

poco <strong>de</strong> distracci6n <strong>de</strong> su pesada labor<br />

sali6 para tomar el sire fresco <strong>de</strong>l ano'<br />

checer. En tanto se acumularon negros<br />

nubarrones y empez6 a llover. 0<br />

doctor Lorentz llam6 a la puerta <strong>de</strong><br />

una casa <strong>de</strong> hermoso aspecto pidiend o<br />

cobijo, pero una mujer nerviosa le<br />

'f',GRo<br />

DE 11 1ND1PERENCIA<br />

abri6 y dijo apresuradamente:<br />

_.Estamos atribulados en esta casa<br />

hoy. Busque cobijo en alg6n otro vecino"<br />

y cerr6 la puerta. El doctor<br />

l,orentz sali6 a la calle y la tempestad<br />

le cal6 hasta los huesos, antes <strong>de</strong> que<br />

la persona que sali6 <strong>de</strong>l hotel en su<br />

busca, con un carruaje, lograra encoatrarle.<br />

Aquella misma noche la senora que<br />

le habia rechazado abri6 el peri6dico<br />

y vio en la primera pagina una fotografia<br />

<strong>de</strong>l famoso doctor. Al reconocerlo<br />

exclam6:<br />

-iDios mio, que he hecho! He rechazado<br />

<strong>de</strong> mi puerta al dnico hombre<br />

que podia salvar la vida <strong>de</strong> nuestra<br />

hija! 1Quiza si le cuento el caso a6n<br />

tendri compasi6n <strong>de</strong> nosotros!<br />

Corri6 habia el hotel y le dijeron que<br />

el famoso doctor estaba dando una<br />

conferencia a los medicos y no podia<br />

ser interrumpido. La senora esper6 ansiosamente,<br />

pero en vano. Al termmar<br />

su conferencia el doctor sali6 por otra<br />

puerta para tomar el tren que le conduciria<br />

a una ciudad muy distante.<br />

Hay un solo nombre dado a los<br />

hombres en quien podamos ser salvos.<br />

ZC6mo escaparemos nosotros si tuvieramos<br />

en poco una salvaci6n tan<br />

gran<strong>de</strong>? - Hebreos, 12-2.<br />

394. No huelgas, pero si "lockouts"<br />

Comentando <strong>de</strong>s<strong>de</strong> el pWpito un reciente<br />

conflicto social que habia causado<br />

sus victimas, el predicador <strong>de</strong>cia:<br />

-Gracias a Dios que en el Cielo no<br />

habra huelga ninguna y podremos vivir<br />

en pay,<br />

Al fin <strong>de</strong>l serm6n, uno <strong>de</strong> los oyentes<br />

acercandose al comentador, le dijo:<br />

-Es verdad, no tendremos mas<br />

huelgas, pero, 1no cree usted, pastor,<br />

que habra un numero muy consi<strong>de</strong>rable<br />

<strong>de</strong> lock-outs? Advirtamos que la<br />

159<br />

palabra inglesa es equivalente a "cerrados<br />

fuera".<br />

Muy original el pensamiento. Es<br />

seguro que nos hizo sonreir, pero....<br />

Lestaremos <strong>de</strong>ntro, o fuera, cuando<br />

la puerta sea cerrada? He aqui la<br />

gran cuesti6n.<br />

395. El cuidado <strong>de</strong> Ins cosas terrenas<br />

Un hombre viaj6 mil kil6metros<br />

para po<strong>de</strong>r contemplar las cataratas<br />

<strong>de</strong>l Niagara. Cuando estaba a unos<br />

diez kd6metros <strong>de</strong> su <strong>de</strong>stino le pareci6<br />

que podia escuchar el rugido <strong>de</strong><br />

la catarata y entonces se acerc6 a un<br />

labriego que estaba en el campo y le<br />

dijo:<br />

-Ese ruido que se oye. ZSera el<br />

Niagara?<br />

El hombre le respondi6:<br />

-No se, pero pue<strong>de</strong> ser.<br />

Sorprendido, el turista le pregunt6<br />

si vivia en el lugar, y el paisano le dijo<br />

que habia nacido y se habia criado alli,<br />

pero que nunca habia tenido curiosidad<br />

<strong>de</strong> llegarse hasta la catarata.<br />

Y termin6 diciendo: "Yo cuido mi<br />

campo".<br />

Sin duda hay muchos hombres que<br />

estan muy cerca <strong>de</strong> las alegrias mas<br />

gran<strong>de</strong>s <strong>de</strong>l cielo, y, sin embargo, nunca<br />

se han preocupado por conocerlas.<br />

Cuidan sus campos. Usan la pala y<br />

el pico, pero no se preocupan <strong>de</strong>l Niagara.<br />

- Spurgeon<br />

396. Lecci6n <strong>de</strong> Carlomagno<br />

Cuando se abri6 la tumba <strong>de</strong> Car- .<br />

lomagno, hate <strong>de</strong> esto mas <strong>de</strong> 250<br />

aiios, se encontr6 el cuerpo embalsamado<br />

<strong>de</strong>l monarca sobre una loss <strong>de</strong><br />

marmol. Vestido con todo su atuendo<br />

real, sujetaba con una mano un cetro<br />

cuajado <strong>de</strong> piedras preciosas, mientras<br />

que la otra seiialaba una porci6n <strong>de</strong>l<br />

Nuevo Testamento que sostenia enci-

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